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Capítulo 24. Que gane el mejor

ASHER

Charlotte y yo nos pusimos de acuerdo para ir a cortar flores del jardín para la fiesta del viernes, quedaban dos días y los preparativos todavía no están listos. Faltan muchísimas cosas, los manteles, podar el césped del patio trasero, adornar, la comida, las maquinas y pantallas para el sonido.

Sobre todo, faltaba lo más importante... la ropa que usaríamos. Cada año se asigna un color diferente, tanto para nosotros como nuestros acompañantes. Los invitados también llevan un color específico, para ellos este año el color asignado es el plateado.

Nuestra ropa la hace Charlotte, es la diseñadora de esta casa y se encarga de eso.

—¿Qué color nos toca este año? —caminamos de regreso a casa, con las flores necesarias.

Sonríe a medias.

—Azul marino, el color favorito de Christopher, por su décimo aniversario.

Asentí, comprendiendo el sentimiento de sus palabras.

—Hablando de la fiesta...—carraspea— ¿Quién será tu invitada?

Mierda, no he invitado a nadie.

—Aun no le he dicho nada a mi amiga.

Entrecierra los ojos, de manera indagadora.

—¿No me digas que piensas traer a la tal Chelsea?

Abro la boca sin decir nada.

—Lo sabía —sonríe emocionada— ya quiero conocerla.

—No creo que venga, tiene partido ese día — aclaro de manera agria.

—Si no le preguntas, nunca sabrás la respuesta. Tal ves acepte venir —se encoje de hombros antes de abrir la puerta y entrar a la casa.

Mi madre no estaba, había ido a la degustación de platillos. Mi abuelo y mi padre se encontraban en la sala, hoy no habían asistido al trabajo. Dejamos las flores sobre la mesa central, cansado, me dejo caer sobre el sofá mas cercano.

—Animarte a invitarla, nos gustaría conocerla —añadió Charlotte, serena— y que pase a la boutique para que elija el vestido, corre de mi cuenta.

Asentí sin mas que decir.

Chelsea para mi es una chica muy linda y por supuesto quiero que mi familia la conozca, es el tipo de chica que cualquier persona quisiera presentarle a sus padres. Sin embargo, es un paso muy arriesgado, aun no estamos en una relación de manera formal y no quiero asustarla ni hacerla sentirse obligada de estarlo.

—¿De quien habla tu prima? —pregunto mi padre, mientras lee el periódico.

—De una chica que me gusta desde hace un tiempo — espera, ¿enserio dije eso?

Cierra el periódico de golpe, impactado.

—¿te gusta alguien?

—Si —afirme, con una sonrisa burlona al verlo, su cara era de completa impresión.

—Aleluya —levanta las manos a manera de alabanza— creía que nunca me dirías eso.

—Volviendo al tema... ¿Crees que es conveniente invitarla? Digo, no quiero hacerla sentir obligada a andar conmigo.

Tuerce la boca, pensando.

—No tiene nada de malo que la invites, aun así, diga que no, se tiene que ver el interés que tienes hacia ella al querer invitarla a pasar tiempo juntos.

Por primera vez, en mis diecinueve años de vida, mi padre dice algo coherente.

Ya puedes morir en paz.

—Espero les caiga bien, es una chica encantadora —la imagen de ella llega a mi cabeza, sus ojos marrones que brillan cada que me habla de lo que le gusta, sus mejillas redondas de color carmesí cuando hablamos. Su manera de pensar tan propia de ella.

—Al que le tiene que caer bien es a ti, no a nosotros —comenta mi abuelo, amargado, como siempre —ahora cierren la boca, estoy viendo mi dorama.

***

El sol cala en la piel a mas no poder, me arde todo y eso que estoy dentro del coche. Ya me imagino a Chelsea quejándose cada cinco segundos del sol.

Quise volver a venir por ella a su entrenamiento, tuve que hacer muchos esfuerzos para que Hannah aceptara, debido a la ultima vez, esta mas sobreprotectora con ella.

—¡Asher, que sorpresa verte por aquí! —reconocería esa voz chillona y castrante donde fuera, Zoe cruzo la calle hasta llegar a mi coche —¿Cómo estás? ¿Qué haces aquí?

—Yo estoy bien Zoe, vengo a recoger a Chelsea, ¿sabes si ya salió?

Endureció su sonrisa, pero trato de fingirlo enrollando su cabello en su dedo.

—No lo sé —hablo con rapidez— tal ves su hermana ya vino por ella.

—No lo creo, de hecho, yo le avise a su hermana que vendría yo.

Quiero aclarar, no es que me caiga mal Zoe, nos conocemos desde hace tiempo y he podido adaptarme a su carácter. Solo que a veces quiere llamar la atención a como de lugar, que la hace insoportable.

—Te daré un consejito —vigila nuestro alrededor, asegurándose que no haya nadie cerca —Chelsea no es quien dice ser, ten cuidado con ella, a menos que quieras salir lastimado.

Golpea con suavidad la puerta de mi coche, alejándose.

¿Qué acaba de decir? Es un poco no creíble viniendo de ella. Chelsea ya no tendría nada que ocultarme.

Hasta donde tú sabes.

Gracias conciencia, no me hagas tener dudas de ella.

Me he tomado estos días para pensar en lo que "A" había pedido para su siguiente ataque. Es difícil, quiero mucho a ambas y sinceramente, creo que es absurdo esto.

—¡Asher! — del otro lado de la calle, Chelsea movía su mano, saludándome como niña pequeña.

Le devuelvo el saludo, con un ligero movimiento de cabeza.

—El sol esta horrible —lanza su maleta a los asientos de atrás — ¿de que hablabas con ella? —se cruza de brazos, alzando las cejas.

—Oh nada importante en realidad.

—Si no es importante puedes decírmelo.

Volteo a ella, que seguía con la misma expresión.

—¿Por qué el interés tan repentino de con quien hablo? —sonríe, burlón.

Abrió la boca, se quedo pensando que decir unos segundos y se acomodó en su lugar jugando con la orilla de su camisa.

—No me agrada ella. Solo eso —murmuro.

—¿Solo eso o estás celosa?

Me miro por el rabillo del ojo y noto el color carmesí en sus mejillas.

—Solo eso —responde finalmente.

—Aja — reí ingenioso.

Arranco el coche, dirigiéndome a la casa de Chelsea, esta vez, por una ruta mas transitada. Golpeo el volante con el dedo al ritmo de la música que suena en la radio, ojeaba de vez en cuando a Chelsea que movía su cabeza con ritmo y cantaba para su misma las canciones.

Es tu momento soldado.

—Chell, ¿puedo preguntarte algo?

—Mhm —dice sin dejar de tararear la canción.

—Creo que sabes que mi familia organizara una fiesta benéfica este viernes y bueno —me detuve un momento, tratando de controlar los nervios— ¿te gustaría ser mi acompañante?

Aprovecho el semáforo en roja para mirarla, había dejado de moverse con la música, su rostro parecía pensativo y su boca arrugada la delataba.

Ya valió todo

En este momento no quiero que me digas nada, por favor.

—Conduce a la plaza mas cercana —ordena.

—¿Qué? —esperaba una respuesta más linda.

—Solo hazlo — levanta el tono de voz, alzo las manos a manera de rendición y obedezco.

Afortunadamente había una a dos calles de aquí, no tuve que pasar tanto tiempo incomodo.

Aparco el coche cerca de la cancha de futbol (que si no me equivoco es para futbol siete) Chelsea tarda unos segundos en bajar del auto, cuando la miro a mi lado, me percato que en sus manos trae un balón de futbol.

—La cosa esta así —camina al medio de la cancha, dirigiendo el balón con su pie— la respuesta va a depender de ti.

—¿Eh?

Eleva la comisura izquierda de su labio.

—Juguemos una pica, quien meta tres goles al otro gana.

Asentir, no muy convencido.

Jugué futbol en la escuela, muchísimas veces lo hice, mas no me considero fanatice de este deporte, a menos, no como ella que lo entrena y sabe cosas más técnicas que yo, así que será un poco difícil, mas no imposible.

—Entonces, déjame ver si entendí —me aproximo a ella, a pasos cortos —¿si yo gano, tú iras a la fiesta conmigo?

Asiente.

—Pero, si yo gano —imita mi acción, acortando la distancia entre nosotros.

Estamos uno frente al otro, le saco dos cabezas de altura a ella, por lo cual, tendría que intimidarla, mas no lo logro. Su mirada es tan penetrante que me hace frágil a ella.

Ensancha su sonrisa, dándole un toque coqueto y malévolo a la vez.

—Tú me tendrás que besar — se muerde su labio inferior de manera que me parece tan seductora —pero, no será un típico beso de un segundo y ya. Será el tiempo que yo decida y la intensidad que quiera.

Vaya, que día más loco estoy teniendo.

No me molesta la idea.

Miro sus labios, así de cerca puedo admirarlos con mas detalle, gruesos y jugoso, pero a la vez delicados y ovalados. Sería la manera en que yo los describiría.

—¿Sabes que te podría haber besado si me lo hubieras pedido antes? —le susurro con voz gruesa, acariciando su mentón con mi dedo índice.

Podría besarla gusto ahora, es una ocasión y la distancia correcta que tanto había esperado.

Cálmate Asher, eres un hombre de palabra, tienes que ganar si quieres hacer las cosas de manera correcta. La calentura déjala de lado.

Asiento, sin dejar de mirar mi boca. Sube su vista poco a poco a la mía.

—No te dejes perder, lindo — susurra de manera seductora, guiñándome el ojo mientras me lanza un beso.

Se da la vuelta, tomando distancia de mí.

—Para que no veas que soy buena onda, te dejo hacer el primer saque a ti —se coloca en posición defensiva fuera del círculo central.

Rodillas dobladas, brincando en puntitas, y dándome el perfil izquierdo.

Conduzco el balón con la parte interna del pie hacia su perfil contrario, tratando de pasar por detrás de su espalda.

No me mira a mí, sus ojos están muy centrados en el balón. Mientras voy conduciendo cambio de pie y a su vez ella cambia su perfil, aumento la velocidad de conducción, ya casi llegamos al área grande de la portería, tengo que actuar rápido.

Adelanto un poco el balón para ganarle en velocidad, suelta una risa cuando lo pateo con mas fuerza de la necesaria. Puntea el balón, y sale en conducción rápida, dejándome atrás, la alcanzo, aunque sea baja, es veloz, a mi me ayuda tener pasos largos.

Corremos a la par, tapándole su perfil fuerte, que es el derecho, trato de meterle el pie para quitarle el balón, choca su hombro contra el mío con fuerza, tirándome al piso.

Tira con precisión a la portería anotando un gol.

—No es justo, metiste el cuerpo —le reproche, poniéndome en pie mientras me sacudo la tierra.

—Nunca dijimos que no podíamos hacerlo, aquí es futbol callejero, no hay reglas —sonríe cínicamente.

Quiere guerra, guerra tendrá.

Me pasa el balón, y retomamos de donde iniciamos. Conduzco el balón, esta vez con mas seguridad que el principio, estiro mi mano tomando distancia de ella, me la baja de un manotazo y aprovecho para hacer un amague hacia la derecha y salir empujando el balón con mi pie al lado contrario, ella resbala, dándome un hueco libre para salir a velocidad, veo de reojo que se recupera rápido y me va pisando los talones, pateo el balón con fuerza... y anoto.

Gruñe, frustrada.

—Tuviste suerte, guapo —me apunta con el dedo acusador.

Le guiñe el ojo, lanzándole un beso.

Sonríe, con la respiración entre cortada, sacándome el dedo corazón.

Ella conduce el balón con destreza, llevándome de un lado a otro, para este punto, mi respiración se volvía mas pesada, pero tengo que resistir.

Viene en dirección hacia mí, hace una bicicleta mandando el balón a mi lado izquierdo y ella saliendo por el derecho, generando un auto pase. Alcanzo a tomarla de la camisa, jalándola hacia mi dirección, al llegar me da un codazo en la nariz, haciendo que la suelte para saltar maldiciones por el dolor punzante de mi zona afectada.

Aprovecha el descuido, y anota otro gol.

Gemí del dolor, al instante ella llego con el balón a sus pies, tomándome del rostro.

—¿Te lastime mucho? — revisa mi nariz con inquietud en su rostro —perdóname, esta vez si me pase. Al menos no... ¡oye!

La empujo haciéndola caer de cola al suelo. Dando un tiro de larga distancia hacia su portería... ahora vamos empatados.

Me suelto a carcajadas viéndola hacer pucheros cuando se levanta.

—Te pasaste —reclama.

—No hay reglas en el futbol callejero —ataco sonriente.

—Gol gana.

Me barre con la mirada, cuando empezamos a jugar, esta vez, ambos metemos fuerza, jalones, burles, pero nadie logra nada.

Veo la cara de Chelsea, confundida.

—¿Escuchas eso? —cuestiona, con las cejas hundidas.

—Shhh, concéntrate en el juego.

Parpadea rápido, tratando de concentrarse.

Vamos en dirección a su portería y ella no detiene la jugada, hasta que se para de golpe, voltea a todas partes, buscando algo. Aprovecho su descuido, cuando pasar por su lado con fuerza, haciendo la desestabilizarse.

Anoto el gol de victoria.

—¡Si! —exclamo con entusiasmo.

Voy dando brinquitos hacia Chelsea, burlándome de ella. Pone su dedo índice sobre sus labios, guardo silencio y entonces lo escucho.

Nos estaban fotografiando. Nos miramos extrañados cuando volvió a escucharse el mismo sonido. Volteamos hacia la dirección correcta, detrás de Chelsea, entre los árboles, se encontraba un joven, vestido de negro, llevaba capucha, solo dejaba a la vista sus ojos,

Sostenía la cámara, cuando se percato que lo atrapamos, salió corriendo hacia la dirección contraria. Sin dudarlo Chelsea y yo salimos tras él. Corrimos una distancia larga, no dudaba de la velocidad de Chelsea, pero me sorprendió mucho que fuera capaz de correr mas de lo que había hecho en la cancha.

Iba unos metros tras ella, y vi justo el momento exacto donde ella lo tomaba del hombro para lanzarse sobre él, cuando el chico se volteo dándole un puñetazo en la boca del estómago.

Ella callo de rodillas, sofocada por el golpe.

Mi sangre hirvió al ver eso, haciendo aumentar mis pasos. Sin embargo, mi esfuerzo fue en vano, a él hombre lo esperaba otro, que estaba encima de una moto, el chico subió rápido y arrancaron. La moto no tenia placas para poder identificarla.

Regreso con Chelsea, que se encuentra tirada en el suelo, cubriéndose la cara con las manos para evitar la luz del sol. Respiraba con dificultad, me hinque a su lado, ayudándole a recuperar el ritmo.

—Tomate el tiempo que necesites para recuperarte — asiente, cayendo lagrimas de sus ojos. Se toca levemente la panza —¿quieres que te revise?

Vuelve a asentir.

Tomo el extremo de su blusa, levantándolo hacia la altura donde esta el esternón. Justo ahí, en medio de su torso, casi toda la zona estaba tomando un color rojo, que pronto se volvería un moretón gigante. Rose las yemas de mis dedos sobre el contorno de este, me aparte de inmediato al escuchar el quejido de Chelsea.

Poco a poco fue incorporándose, la ayude dirigiéndola al coche, se me rompía el corazón al escucharla quejarse cada vez que daba un paso. Así que nos detuvimos, pase mi brazo por debajo de sus piernas, alzándola como bebé, hizo una mueca de dolor, pero ya no se quejo más. Sus brazos rodeaban mi cuello, entrelazando sus dedos para un mejor agarre.

—Espera —murmura Chelsea, apuntando al árbol donde se encontraba el hombre —hay algo ahí.

Al acercarnos vimos mejor que era. Había una mochila color negro, se veía bastante llena. Baje a Chelsea y tome la mochila para abrirla. Quedamos pasmados admirando toda la cantidad de fajos de billetes que encontraban dentro.

Había demasiado dinero, y no solo eso, también venia una foto mía...

Detrás de ella estaba toda mi información, donde vivía, en que escuela estudio, mi edad, los lugares que frecuento, mis horarios...

Chelsea leía otra nota que venía, sus ojos se le llenaron de lágrimas, cubría su boca para ahogar los sollozos. La mire angustiado cuando le extendí la mano, pidiendo que me diera la nota, negaba frenéticamente hasta que con brusquedad se la quite.

"Te daré la otra parte cuando el encargo este hecho. Matas al jovencito y asustas a la señorita, así de simple."

Me paralice cuando leía la ultima palabra, Chelsea se me abalanzo dándome un abrazo y llorando en mi hombro.

Matar

Alguien me quiere matar. 

✨✨✨

No saben cuanto me diverti escribiendo este capitulo, simplemente lo ame. 

¿Quien creen que mando a matar a Asher? 

No suelo decir de que actores/personas me inspire para el fisico de mis personajes. Me gusta más cuando ustedes son quienes los imaginan y los ponen como quieren. Pero... les mostrare quienes son mis modelos para cada uno de mis personajes. Y que mejor que empezar con los tortolitos.

Asher - Andres Vazquez.

Chelsea - Katty Martinez, jugadora de America Femenil. (la verdad me inspire en una compañera pero obvio no la puedo poner por que no es figura publica, asi que busque a una jugadora que se pareciara un poco)

Pero les reitero, ustedes pueden imaginarselos como quieran, si no les gustan ellos, pueden imaginarse a otra persona (me dicen cual es jeje) 

Espero les haya gustado, si pudieran recomendar mi historia, me haria muy feliz ❤

Gracias por seguir leyendo, los amo. Les mando un beso en su nalga izquierda 😘




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