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Capítulo 16. Ese chico

HANNAH

Al llegar al hospital todas las miradas recaen sobre mi. Creo que he pasado más tiempo en el hospital estos últimos dos meses y medio que en mi propia casa.

La señorita de la recepción me indica el número del cuarto donde se encuentra Charlotte. Me dirijo a este y fuera de la habitación está Miranda sentada en una silla de metal que está pegada a la pared. A su lado apoyada en la pared se encuentra Katia, que está profundamente sumergida en su celular, sonriéndole como tonta mientras escribía.

Carraspeo la garganta para hacer evidente mi llegada.

Ambas se giran al instante, Miranda endereza si postura y Katia guarda su celular.

- Sabes que no puedes usar el móvil en horas de trabajo, Katia - le recuerdo.

- Justo ahora no estoy en hora de trabajo - me indica - Es mi hora de comida. ¡Y vaya, que sorpresa! Solo me quedan quince minutos. Gracias por tardar tanto.

Giro los ojos y ella pasa a mi lado haciendo lo mismo. Veo como entra al ascensor y la pierdo de vista cuando las puertas se cierran.

- ¿Cómo se encuentra ella? - le pregunto a Miranda, sentándome a su lado.

- Está más calmada, le dieron unas pastillas para que se relajara un poco.

- ¿Cree que pueda entrar a verla?

- Como quieras - se encoge de hombros - está en esa habitación. Solo no tardes tanto, ¿Quieres? Tengo que ir a descansar. - abre su abanico para ventilarse.

Niego con la cabeza y me levanto del asiento.

¿Tan rápido se le pasó su supuesta preocupación? Prácticamente Charlotte estaba en estado de shock y a su tía no le importo tanto.

Tocó la puerta con los nudillos, y entro a la habitación cuando escucho de dicen «adelante».

Al entrar veo que se está abotonando el último botón de su camisa. Le han traído una nueva. Me sonríe y se sienta sobre la cama.

- ¿Cómo te sientes? - le pregunto, cerrando la puerta.

- Bien, solo fue el susto, nada más.

- ¿Lo suficiente para contestar unas preguntas? - enarco una ceja.

Asiente con la cabeza.

Acerco una silla pequeña que se encuentra en el salón, poniéndola delante de la chica. Me siento en la silla y saco el cuadernillo de Katia, que me lo dejo para leer el reporte.

- Bueno empecemos - suspiro - ¿Qué viste para que te diera un ataque de shock?

Frunce el ceño tratando de recordar lo que había pasado. Pasa sus manos sobre sus piernas y las acaricia continuamente. Esta nerviosa.

- Me cubrieron la nariz y boca con un pañuelo humedecido con cloroformo, lo último que ví antes de desmayarme fue una estrella - dice, no muy segura de su comentario - cuando me desperté ví el mensaje que estaba escrito en la ventana. Y... No lo sé. Nadie sabe lo que pasó entre Christopher y yo para que pusieran eso - toma una pausa para relajarse un poco.

- ¿Fue lo que no me conteste? - inquirí.

Asintió.

- ¿Qué pasó? ¿Y por qué tiene que ver con esto?

Se muerde el labio inferior, nerviosa. Tiene la vista abajo.

- Tiene todo que ver - susurra - yo salí con un chico hace ya varios años. Era amigo de Christopher, uno muy cercano. Yo era básicamente una cría cuando salía con ese chico, tenía mis trece-catorce años. A mi mamá y a mi tía no les importaba mucho eso, decían que era mi problema lo que me pasará con él. Pero a Christopher vaya que si le importaba y mucho - sonríe con algo de tristeza - me advertía que no me metiera con él, que nuestro "romance" pronto acabaría. Yo no le quería creer, uno a esa edad piensa que con la pareja que tiene en ese momento será el amor de su vida. No nos damos cuenta de muchas cosas.

» Él era cuatro años más grande que yo. En ese entonces no comprendía la importancia de vivir mis etapas. Y Christopher quería que las viviera y comprendiera por qué ese chico no era el indicado para las viviera conmigo. Peleábamos mucho por eso, al final decidió no darle más vueltas al asunto y dijo que lo que vendría después sería bajo mi responsabilidad.

Oh, oh creo que ya se a quien se refiere.

- Para no hacerte la historia más larga. Él me engaño con una chica, lo descubrí el día de su cumpleaños cuando quise darle una sorpresa, pero la sorprendida fuí yo al encontrarlos en la cama, en pleno acto - ríe por la naríz - decidí no contarle nada a Christopher por qué sabía que no terminarían bien las cosas. Así que decidí cobrar venganza por mi misma. Ese chico era muy apegado a su hermana, ella era su completa adoración, y justo decidí atacarla a ella, justo donde a él más le duele.

» Yo sabía que ella se había intentado suicidar, pero no lo logró. Fue a terapias para ayudarse, un día la ví en un parque que estaba por su escuela. Estaba en una etapa de depresión, se quería tomar un montón de pastillas, yo sabía que eso no iba a funcionar, así que...

La miró con neutralidad, ella empieza a respirar ondo para concentrarse y guardar la calma. Su voz empezó a quebrarse pero no se detuvo.

- Yo le vendí droga. Era demasiada, tanto para causar una sobredosis. Y paso lo que tenía que pasar. Ese día en la noche había una fiesta en su casa, asistimos Christopher y yo. Él solo fue a divertirse y yo a vender. Todo transcurrió normal, hasta que esa chica no salía de su habitación. Él se preocupo demasiado y fue a ver qué le pasaba. Cuando llegó... La encontró tumbada en el suelo con espuma que le salía de la boca, y rápido sospecho que fui yo quien le había vendido la droga. Pues nosotros éramos a los únicos que el dejaba vender. Él intento golpearme pero Christopher se metió y se hecho toda la culpa él.

Ahora necesito una cubeta para la señorita, que ya empezó a llorar.

- Mintió por mí, perdió a una de sus grandes amistades por mí. Se decepcionó muchísimo, me dejó de hablar. Evito que me metieran una demanda. Desde ese momento aquel chico quería vengarse de nosotros, de alguna u otra forma. Pero meses después falleció Christopher y ya no pudo hacer su cometido. Solo nosotros cuatro sabíamos lo que había pasado. Él tuvo que haber sido quien se metió a mi estudio y destrozó todo.

- ¿Estás segura de que es él? - pregunté con nerviosismo en mi voz.

- Es la única persona que conozco que tiene un tatuaje de una estrella en la muñeca - me afirma.

Cariño, créeme que él no es el único que la tiene.

- ¿Sabes quién es? - me pregunta.

- Si - le afirmo - y créeme que lo conozco bastante bien. Más de lo que te imaginas.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

CHELSEA

Vuelvo a hablar con mi madre un rato más después de que Hannah se fue. Tengo la casa para mí sola. Rosa se pasaría toda la tarde con Maky y en la noche nos encontraríamos en un parque de atracción los cuatro.

Dejo el móvil en el buró de lado de mi cama y empiezo a escoger la ropa que me pondré.

Me sobre salto al escuchar un ruido en la parte baja de la casa. Parece que están forzando la entrada. El ruido empieza a volverse más fuerte, hasta que de un momento a otro se deja de oír.

Me dirijo a mi ventana para ver si puedo observar a alguien. Pero no hay una, solo veo el una parte de la calle, pero no hay personas alrededor. Mi móvil empieza a sonar, me acerco despacio a tomarlo.

Al ver de quién se trataba, mi corazón empezó a latir con más fuerza, sentía que me subía por la garganta.

- ¿Sí? - contesto, nerviosa.

- Se suponía que la puerta estaría abierta, Chelsea. ¿Por qué no lo está? - me pregunta, con firmeza.

- Cuando estoy sola en casa Hannah la cierra con llave...

- Mira cállate, no me des explicaciones. Te deje unas cosas en la entrada. Recogelas, en ellas viene lo que tienes que hacer.

- Espera, quisiera saber si...

"A"corta la llamada antes de que empezará a cuestionarle.

Espero que todo esto valga la pena por qué no me gusta que me den órdenes y mucho menos que me dejen con las palabras a medias.

Bajo a recoger la caja, la cual encima de ella viene unos guantes de látex que me tendré que poner para no dejar huellas en la caja. Al ponermelos, subo con la caja a mi habitación y comienzo a rebuscar en ella.

Dentro de ella viene una llave, con una nota pegada a ella.

« Necesito que revises lo que hay en esa habitación »

Refiriéndose a la que Hannah tenía cerrada bajo llave.

Al buscar más, había una carpeta. Al abrirla pude notar enseguida que se trataba de un reporte forense.

« Abigail Montes, 16 años.
Causa de muerte: Sobredosis de cocaína y heroína.
Encontrada por su hermano mayor tirada en su habitación. »

Venía la foto de la chica, pelirroja, cabello completamente lizo hasta la altura de sus hombros. Pálida, con pecas en todo el rostro. Naríz pequeña al igual que sus labios y ojos verdes.

Según la nota que estaba pegada a la carpeta, tenía que quemar este archivo.

Al fondo de la caja y por último, estaba el pedazo de una foto, como si alguien la hubiera arrancado de la original. En ella se encontraba la misma chica, sonriente. A su lado un chico - supongo que es el hermano - que le pasaba su brazo por los hombros y en la otra mano sostenía una cerveza. La chica parece abrazar a alguien.

Se que esta foto la había visto en algún otro lugar. Bueno... La otra parte de la foto.

Me dirijo al cuarto de Hannah, y en su escritorio está una foto enmarcada de ella y Christopher. Pero se puede ver perfectamente que le falta un pedazo.

La saco del cuadro y pongo la foto que tengo yo sobre ella. Y encajan perfectamente. Esta es la fotografía completa.

El la parte trasera de la mitad de la foto que tenía Hannah hay algo escrito.

« 22 de Junio, 2011. Tarde de vacaciones con Enrique y Abigail »

¿Por qué A me mandaría esto? ¿Qué tiene que ver?

Acomodo todo como estaba en la habitación de mi hermana. Veo mi celular con la pantalla encendida y una notificación en ella.

A: Aquí tienes la dirección de Enrique Montes. Cumplió con la parte del trato que le propuse. Ahora necesito que termine en la cárcel. Las cosas que robo del despacho de Charlotte están enterradas en la parte trasera de su jardín. No sé cómo le hagas. Pero infórmale eso a tu hermana. Lo irá a investigar.

¿Qué más quieres? ¿Te bailo?

Quemó todas las casas en la parte trasera del jardín. A excepción de la fotografía. Podría server para algo, de eso estoy segura.

La llave la guarde en uno de los cajones de mi clóset. Todavía no estaba lista para revisar el cuarto al que Hannah tanto se negaba a que entrara.

Ahora no tengo ni ganas ni tiempo de hacerlo.

Hoy tendría una cita con Asher. Me siento mal al pensar en como reaccionara el día que se entere que lo estoy usando.

Aunque bueno, ahora ya se que perdí está tonta apuesta que hice con A. Me está comenzando a gustar Asher, de eso estoy segura. Pero no estoy segura si quisiera estar conmigo después de que le dijera esto....

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