Estaban tan cansado, quería seguir en su cama y dormir por toda la vida.

-Buenos días mamá, hola Yeji. -Dijo el chico soltando una risa para tomar asiento al lado de su hermanita.

-Jinnie, Jinnie, Jinnie, mañana iras a verme en la presentación escolar, verdad? -Pregunto la pequeña ilusionada y con los ojitos brillosos esperando una respuesta por parte de su hermano.

-Quien dijo que no, eh?. -Respondio y empezó a hacerle cosquillas a la niña, mientras que su madre solo era expectante de las risas de sus hijos.

-Ya! para Hyunjin. Mamá dile algo. -Dijo Yeji con dificultad y soltando varias risas debido a las cosquillas que le hacia el rubio.

-Hyunjin ya deja a tu hermana. -Soltó la de mayor edad y fue a los segundos que Hyunjin dejo a su hermana.

-Solo son cosquillas. -bufo el chico y su hermana le saco la lengua tratando de molestar a su hermano.

-Mamá termine, iré a a cambiarme para la escuela, se hará tarde. -Anuncio la niña y se levanto para ir a su habitación.

-Esta bien cariño, ve. -Expreso con cariño la madre y segundos después Yeji se fue dejando solos a los dos adultos.

-Hyunjin yo dejare a tu hermana en la escuela, si? tu descansa cariño. -Dijo la mayor con cariño para después acomodar algunos cabellos rebeldes que caían por la cara del rubio.
Hace unos dos días Hyunjin había tenido una lesión en su tobillo "nada grave" según las palabras del menor, lo cual no era del todo cierto, ya que le dolía mucho a decir verdad
pero no quería preocupar a su hermana ni a su madre.

-Mamá si es por lo de mi tobillo, estoy bien, de verdad, si puedo trabajar. -Decía el menor tratando de convencer a su progenitora.

-Jinnie, se que quieres ayudarme y trabajar pero eres mas importante, no quiero que te lastimes, ayer casi te caes. —Decía preocupada poniendo una de sus manos en la mejilla de su hijo.

Hyunjin suspiro e hizo un puchero, le dolía el tobillo, si y bastante pero aun quería trabajar.

-Esta bien mamá. -Dijo cediendo aun con un puchero.

-No te pongas así Jinnie, es por tu salud, descansa, en el mercado comprare un nuevo vendaje para cambiarlo, si? ahora come, no haz ni tocado la comida. -Soltó y luego dejo un dulce beso en la cabeza de su hijo
el rubio iba a responder cuando escucho la voz de su hermana.

-¡Hyunjin! donde dejaste el cepillo de cabello? -Gritaba Yeji desde la habitación.

-¡Esta en el baño! -Dijo Hyunjin en un tono fuerte para que su hermana pudiera escuchar, pasaron unos segundos y se escucho un "gracias!" El rubio devolvió su vista a la mesa
y sin mas empezó a comer, su madre se levanto y comenzó a llevar los platos con dirección a la cocina, después de llevar el servicio por completo procedió a lavar estos.

-Mamá yo lavo, ya casi termino, déjalo ahí, se te hará tarde en el trabajo y también debes dejar a Yeji. -Dijo el menor, Hyunjin en verdad era un amor de persona y siempre
se preocupaba por los demás, en especial por su madre y su hermana.

-Tranquilo yo lo hago. Come tranquilo, cariño. Tienes una lesión puedes lastimarte

-Mamá que este lesionado del tobillo no significa que este paralitico y no pueda lavar unos platos. -Solto una risa junto a su madre la cual también rio por aquel comentario
de su hijo.

-Además Yeji te espera y si no, llegaras tarde. -Camino el joven llegando a la cocina con el plato ya vacío y como arte de magia a los segundos apareció Yeji.

-Mamá, ya se hace tarde. -Exclamo preocupada la pequeña.

-Esta bien, solo porque ya se hará tarde para el trabajo y la escuela de tu hermana. -Cedio la mayor y Hyunjin solo se limito a sonreír por haber logrado su cometido, Sun se quito el delantal y salió de la cocina.

El rubio salió de la cocina detrás de su madre para despedirse.

—Hyunjin si tu padre viene, deje comida y ahí en la mesa hay dinero, si cariño?

—Ja, si claro, solo es un alcohólico que no le importa su familia. —Susurro en voz baja para si mismo, a lo que su madre soltó un suspiro al escuchar las palabras de su hijo .

—Hyunjin no digas eso, es tu padre. —Dijo la madre en tono de reproche.

— Si, como sea. —Respondio el menor sin mas.

En unos minutos salió Yeji de la casa junto a su madre, no sin antes el menor dejar un pequeño beso en la mejilla de la pequeña y abrazar a su madre.

—Ahora si, cuídate. Presta atención a la maestra y no hagas travesuras. Adiós mamá, vayan con cuidado. —Se despidió con una sonrisa y Hyunjin sin mas entro a casa.              

Ya adentro de la casa empezó con su labor de lavar los platos, no era tanto el servicio que tenia que lavar por lo que termino en unos minutos. 

Al terminar empezó a acomodar la mesa y algunas cosas que no estaban en su lugar, después fue a su habitación la cual compartía con su hermana, al llegar solo se limito a tirarse en su cama, pensó que hacer, no quería dormir y estar acostado en su cama todo el día, bueno en parte si, pero quería hacer algo productivo. 

Recordó de golpe que hace unas semanas había roto de casualidad la muñeca de su hermana, la niña se puso a llorar por su muñeca, el rubio le había prometido arreglar su muñeca, lo cual no hizo pero no era porque no quería sino por el hecho de que estaba ocupado últimamente estaba llegando tarde prácticamente de noche.

 El rubio se levanto de la cama dirigiéndose al armario que estaba en la habitación, sacando de este la muñeca de trapo a la cual le faltaba un bracito, rio al recordar que ese día tuvo que comprarle dulces ya que la pequeña estaba enojada y no quería ni ver a su hermano.

—Lo siento Jiyu, pero te arreglare. —Rio y coloco a la muñeca en el escritorio que había, fue hacia el armario de nuevo y saco una caja mediana que llevo hasta el escritorio, abrió la tapa de la caja donde habían retazos de tela, hilos de colores, agujas y diferentes materiales de costura.

Coser y bordar era una de las pasiones del rubio, aunque muchos digieran que era algo femenino y que los hombres no hacían, el rubio encontraba entretenido crear prendas y jugar con los colores, aunque solo llego a hacer ropa para las muñecas de su hermana y un vestido que le regalo a Yeji por su cumpleaños, ese día fue uno de los mejores que pudo tener, aun recuerda como la pequeña saltaba de alegría y repartía besos en la cara de su hermano mayor en agradecimiento. Aparte de eso y crear su propia ropa o arreglar prendas de su hermana jamás se atrevió a mostrar su potencial y talento a otras personas, creía que era algo muy normal, no tenía nada de especial.

Sin mas el rubio saco un hilo que se asemejara al color de piel de la muñequita junto a una aguja, se puso manos a la obra y empezó a coser el brazo de la muñeca al cuerpo de esta.

Al cabo de varios minutos termino y sonrió  al ver a la muñeca ya arreglada al 100%.

—Yeji estará feliz de que tengas el bracito bien. —Soltó una pequeña risa ya imaginaba lo feliz que estaría cuando regresara de la escuela.

Una idea paso por su mente y sonrió inconscientemente, podía hacerle nueva ropa a la muñeca, al fin y al cabo no tenia nada que hacer.

—Bueno creo que te hare ropa nueva. —Dijo con una sonrisita y empezó a sacar  los materiales que necesitaría.

Y mientras Hyunjin le hacia ropa nueva a la muñequita, en otro lugar exactamente en el palacio, se encontraban el rey y su pareja tomando a gusto el desayuno.

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Hola mi gente, espero estar haciendo un buen trabajo con el libro y que este siendo de su agrado.