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9

"El mejor"

"Increíble"

¿Lo has visto hacer esto?

¿Lo has visto hacer lo otro?

Estamos a jueves y yo no había parado de oír las proezas de Hitler.

Literal oído. Porque me había pasado tres turnos de 10hs encerrado en la sala de residentes.

No podía ser tan  bueno, me negaba a creerlo.

Diablos yo no había hecho más que leer historias clínicas mientras mis compañeros atendían pacientes y veían cosas emocionantes.

Cada día de la semana Hitler me había cambiado la pila. El primer día me las aprendí esperando que preguntara, pero lo cierto era que ni siquiera se había molestado en mirarme antes de dejar una nueva carpeta en mis manos y firmar las horas de asistencia.

Era una jodida mierda.

Me había esforzado duro por entrar en el st. Patric , tenía uno de los mejores programas de residencias incluso con Hitler en su personal.

Tal vez porque Hitler estaba entre su personal, pero ese no era el punto.

No había estudiado horas y horas para dedicarme a ser archivista, que era toda la tarea que Hitler me había dado en los últimos días.

Cerré mi casillero de golpe con más fuerza de la necesaria.

Callie y Justin cerraron sus bocas  como si entendieran la indirecta.

Vamos, que parlotear de las increíbles cosas que vieron con Hitler era como contar dinero al lado de los pobres.

Yo me la pasé sentado, esperando que las horas pasen.

No estaba molesto.

No, me sentía frustrado.

Eso era una mierda peor.

Estaba a punto de dejar el hospital después de completar mi primera guardia de 24 hs y no tenía nada emocionante que contar. Vamos que todo el mundo sabía que las primeras 24 hs como médico residente ERAN las primeras 24hs.

Eran las 24 hs que ibas a recordar por el resto de tu vida, las horas que definían qué clase de doctor ibas a ser en un futuro... Eran...

Bueno ya entienden, eran importantes.

Y mientras mis compañeros lucían como héroes de guerra yo estaba fresco como una lechuga de hacer... nada.

No había hecho nada, la única orden de Hitler fue desaparecer de su vista.

No sé por qué no me quería,  pero vamos. No veía la hora de que terminara la semana para que me cambiara la tarea. Comenzaban a sentir que era una planta.

Como cada final de turno Hitler se apareció unos minutos antes de que terminaramos de cambiarnos, firmó y selló mi asistencia y luego se concentro en hacer un resumen de algunos de los  pacientes que habían visto ese día  respondiendo las dudas de mis compañeros sobre lo que vieron.

Parecía agotado para ser honesto.

Y el ahogamiento debía de sentarle bien porque se mostró hasta amable mientras les hablaba, vamos, que viendo que no estaba de ánimos de morder me acerqué a escuchar lo que decía para absorber disimuladamente algo de su conocimiento.

Callie parecía tan emocionada por tener su atención que parecía que se orinaría encima  mientras Wyatt hacía preguntas cortas y concretas.

Eso parecía gustarle.

O tal vez le gustaba Wyatt, no lo sé.

Vamos...

¿Era gay no?

¿Por qué a Wyatt lo trataba mejor que a nosotros?

Digo, seguía llamándolo feto, pero lo trataba casi como si fuera persona y no mierda en un plato. Al menos si era mierda parecía que era mierda decorada con flores para que no apestara tanto.

Estaba pensando en que había hecho Justin Wyatt para agradarle que nosotros no, y no veía las diferencia.

Digo, Wyatt no había hecho nada.

Yo tampoco.

—Habla feto, me están esperando—Su voz me trajo de vuelta a la tierra.

Miré a los lados. Mis compañeros se habían marchado y solo estábamos nosotros.

Hitler iba con los brazos cruzados y una de sus cejas alzadas en mi dirección—Vamos, la pregunta está escrita en toda tu cara. No tengo todo el día para jugar al adivino.

—¿Es porque él es blanco?

Vamos, era la única diferencia que encontraba entre Wyatt y yo.

Lo vi hacer una muñeca extraña con su rostro como si mi pregunta lo hubiera tomado por sorpresa pero se recuperó lo suficientemente rápido para disimular una sonrisa que parecía querer escapar de sus labios.

Frunció el ceño.  Sí, tal vez preguntarle a Hitler si era racista a la cara no era la mejor estrategia del mundo.

—Pregúntame algo que no sepas—Me dijo de pronto.

—¿Qué?

—Hazme una pregunta, quieres aprender de mi ¿no? Preguntame algo que no hayas entendido de las historias clínicas que leíste.

Las historias clínicas, sí,  bueno, las había leído y había buscado lo que no entendía en los libros e internet.

—No recuerdo nada, ahora.

—¿Entonces entendiste todo?

Asentí.

Hilter sonrió y negó mirándome como si fuera idiota.  ¿Que? ¿Que Era lo que quería que le dijera? Su sonrisa burlona me decía que estaba a punto de escupir veneno. Me tensé preparándome para  alguna de su mierda. Pero en vez de eso solo dijo:

—Solo dime algo que no sepas.

Abrí la boca no muy seguro de que responder y la volví a cerrar, esta charla no estaba teniendo ningún sentido para mi.

—No esperaba que lo hagas. No saber es importante, Topal. Si lo supieras todo, no estarías aquí. Wyatt lo acepta y está dispuesto a aprender, tu crees que lo sabes todo y solo quieres demostrarlo. Nada de lo que aprendiste en la escuela de medicina vale en la vida real. Tú no sabes nada. Acéptalo y estarás un paso más cerca de hacerte hombre.—Me dijo dándome una palmada en el hombro—y solo para que lo sepas.—me lanzó una mirada de pies a cabeza y volvió a sonreír—No soy racista.

***

—Te coqueteó—Cass me miraba divertido mientras deslizaba sus dedos sobre su teléfono descartando perfiles en grindr.

—¿Qué?

—¿Mirarte de pies a cabeza? ¿sonrisa sátira? En mi mundo se llama coquetear.

Sí, le había contado a Cass sobre mi extraño intercambio con Hitler, digo él era Gay ¿No? Tenía que entender cómo funcionaba la cabeza de otro Homo. Solo que, Cass no debía de entender nada, vamos ¿Hitler coqueteando conmigo?¿En que mundo?

—¿Por qué?

—No sé  por qué lo hizo. No soy adivino.  Tal vez lo atrapaste de buen humor, tal vez peleó  con su pareja y quiere un revolcón, o tal vez solo quería ponerte incómodo. Vamos,  Pero cualquier gay que se respete reconocería   eso como coqueteo.

—Hitler no coqueteo conmigo... yo soy heterosexual Cass.

Cass dejó su teléfono y me  observó divertido como si acabara de decir lo más  estúpido del mundo.

—No necesariamente tienes que ser "Gay" para que un "Gay" te coquetee, he coqueteado con muchos pseudo heterosexuales, y te sorprendería de verdad el número de "machitos pexoas" que me he llevado a la cama porque sienten "curiosidad" de que un marica se las chupe.

—Exceso de información Cass.

—Solo digo que un agujero es un agujero, muchos heterosexuales son curiosos, una cosa no quita la otra.

Rodé los ojos. No había manera de hacerle entender a Cass que no me interesaba saber nada de su vida sexual.  No era porque fuera gay, solo que... no me iba la imagen mental  ¿de acuerdo?

—En el hipotético caso de que no importe que sea hetero, esta por casarse.

—Ay Gabe, te lo pondré de esta forma para que lo entiendas "tu.  ERES.  Caliente"  Del uno al diez tú estas en el nivel infierno. Cualquier hombre  que puntúe un mínimo de 1 en la escala  Kinsey  lo admitirá. Hitler no es la excepción.  Será lo que sea,  pero es un hombre gay en la plenitud de su edad y aún no hay anillo en su dedo. —Me dijo con calma alzando su mano para ilustrar su anular vacío.

Mi cara debió de reflejar la conmoción, vamos, porque Cass no hizo más que reírse de mi—Ánimo amigo, es una buena noticia, alégrate. —Me alentó.

—¿Qué? ¿Por qué?

Yo no veía ninguna razón para alegrarme.

—Porque si le gusta tu trasero,  al menos no querrá patearte fuera—Se encogió de hombros y se dispuso a salir guardando su teléfono.

—¿A dónde vas?

—Hablando de heterocurioso, pesqué un ligue, me espera en su casa en media hora.

—¿Qué tan rápido? ¿Solo así?

—La vida es una sola Gabe. ¿Para qué perder el tiempo?

Fin de las actualizaciones por hoy.

Los amodoro 🖤

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