Oh carajo.

Fue lo primero que pensé al sentir el calor húmedo y apretado del cuerpo de Jones rodeándome.

Oh carajo.

Sentí un jadeo ahogado debajo de mi y bajé la vista al precioso hombre en el que en ese momento me deslizaba. Su cuerpo se había curvado ligeramente hacia arriba y sus ojos se cerraron mientras apretaba con su manos mi brazo.

-Despacio-Dijo su cara enrojecida, y ligeramente contorsionada.-Tienes que ir despacio.

Su otra mano bajó a mi cadera empujando ligeramente para controlar mi avance.

-oh, lo siento.-dije ¿lo había hecho mal? ¿Lo había lastimado? Mierda, mierda, mierda. Intenté salirme para no hacerle daño pero sus dedos apretándose dolorosamente sobre mi brazo me detuvieron.

-Quieto, Gabriel. Quédate quieto. Eres muy grande, tienes que dejar que me acostumbre a ti. -Yo lo hice, me quedé quieto. Él seguía con sus ojos cerrados, yo no sabía qué demonios hacer así que no hice nada, solo podía escuchar mi respiración pesada y la suya mezclándose.

-¿está bien?-consulté después de unos momentos. Jones abrió uno de sus pálidos ojos y me espió.

-por lo que jodidamente quieras en el mundo cuando tengas tu polla enterrada en mi, llámame por mi maldito nombre o juro que me encargaré de hacer tu vida miserable-Él estiró su boca en mi dirección pidiendo un beso y yo no tardé en obedecerlo, no supe cuando empecé a moverme. Fue inconsciente, yo realmente no quería hacerle daño, pero no me di cuenta de que lo estaba haciendo hasta que pequeños gemidos comenzaron a salir de la boca de Jones cada vez que mis bolas tocaban fondo con su trasero.

Mierda, esto era bueno, muy, muy bueno. Se sentía tan bien. Comencé a moverme despacio con estocadas cortas que iban ampliando su rango a medida que los sonidos que escapaban del cuerpo del hombre debajo de mi parecían ir indicando placer.

-¿Bueno?-consulté viendo sus ojos, podía sentir el sudor de mi cuerpo mezclarse con el suyo. Su mano fue a tocar mi trasero, ¡mi trasero! creí que iba enloquecer pero no, solo me empujé una vez más dentro de él yendo tan profundo como los límites de nuestros cuerpos no permitieron

-bueno, muy bueno-dijo.

Separó más sus piernas y empujó sus caderas hacia arriba para encontrar las mías. oh mierda... Él apretó con sus manos mi trasero marcando el ritmo.

-Más-Gruñó su voz áspera -más profundo, te quiero más adentro.

Mierda si no me exitó oírlo dándome órdenes.

"Más duro", "más profundo" "más dentro" y "oh Gabriel justo asi" "mierda"" mierda" jones me guió todo el camino a su propio orgasmo hasta que lo único que salió de su cuerpo fueron quejidos mientras seguía su última orden sobre follar sus sesos fuera. Conseguir una pareja sexual que te dijera exactamente como le gustaba que lo follaras era como lo jodidamente mejor y más caliente que me había pasado, quitaba toda esa maldita incertidumbre de no saber si lo estabas haciendo bien o de si estaban fingiendo debajo de ti. Jones no parecía fingir, si no le gustaba lo que hacía me corregía sin pudor hasta que llegó al punto de que se voz se quebró en un último jadeo de "llévame allí Gabriel" , su vientre se tensó su boca se abrió en un grito ahogado de "oah"que se estaba creando en el centro de su vientre.

-Gabriel, por favor Gabriel-Soltó.-Por favor, por favor.

No parecía seguro de que me estaba pidiendo pero sus uñas se clavaron en mis brazos, los musculos de su columna y cuello tensados en un arco y aumenté el ritmo dando golpes algo desordenados en su interior con el único objetivo de llevarlo a la meta y entonces él gritó todo su cuerpo se contrajo apretando mi pene y no pude evitar soltar una maldición con su nombre mientras cintas blancas de su pene salían disparadas entre nosotros.

Fue como una explosión, de pronto el placer nos golpeó a ambos y me dejó temblando acabando con la tensión que se había acumulado entre nosotros.

-Mierda-murmuró antes de relajarse en la cama.

Jones estaba temblando tanto como yo, su mano fue a mi barbilla y la limpió, su eyaculación había caído un poco en su abdomen y pecho, un poco en mi rostro.

-lo siento-dijo con la voz un poco borracha.

¿Lo sentía? Yo tomé su mano y besé su palma en un gesto de consuelo. No me importaba eso, me preocupaba haberle hecho daño, ahora que lo veía,sus ojos estaban ligeramente húmedos, como si fuera llorar en cualquier momento, iba a preguntarle si estaba bien pero entonces el me interrumpió.

-Eso... Eso fue malditamente increíble.-Dijo, su cabello sudado pegado a su frente, labios hinchados y mejillas rojas, había una sonrisa un poco bobalicona en su rostro, pero en serio, se veía bien con ella. viéndose relajado era.. era algo hermoso

Y mierda, lo más increíble de todo para mi, era el hecho de que me había corrido sin darme cuenta.

Correcto. yo me había corrido, tenía que salirme de él y botar el condón. lo hice consiguiendo un ligero siseo de su parte y dudé un momento mientras descartaba el condón en la papelera junto a mi cama.

¿Ahora qué? ¿este era el momento en el que se levantaría y se iría?

Jones comenzó a moverse en ese momento. Algo en mi se removió ante esa idea. No quería que se vaya, me di cuenta.

Se incorporó en sus codos y me encaró -¿Tienes con que limpiarme?

Su voz había perdido un poco del toque odioso, que siempre la caracterizaba, de hecho sonaba casi amable. Busqué un rollo de papel de mi mesita de noche y se lo tendí. El se limpió con poco cuidado y para mi sorpresa se acomodó en las almohadas preparándose para dormir ¿iba a dormir conmigo?

Volví a repasarlo con la mirada. Jones dio una palmada a su lado y mis pies no tardaron en aceptar su invitación. Me acomodé a su espalda y él tiró su trasero en mi dirección, lo abracé, y se acurrucó entre mis brazos, no era la primera vez que hacía eso de acurrucarse en mi, no era un tipo pequeño, en serio no lo era, pero de alguna forma él se acomodaba para lucir pequeño entre mis brazos, casi como si estuviera ahí para que lo protegiera de algo, aunque no estaba seguro de qué.

Acaricié su piel sobre las feas marcas que comenzaban a hacerse más claras y casi sin darme cuenta llevé mi boca a su piel. Jesús, él se movió dándome un mejor acceso a su cuello.

Yo lo estaba besando, estaba disfrutando de besar toda la piel que tenía a mi alcance mientras él parecía deshacerse ante mi toque. Me sorprendía lo mimoso que podía ser jones después del sexo pero no me quejaba, de hecho me gustaba.

Se me hacía difícil imaginar en ese momento a Jones como el mismo tipo que había dejado que lo marcaran de pies a cabeza , quiero decir, no parecía la clase de tipo que le iba el sexo violento, vamos, bastaba verlo siendo todo suave y cariñoso para darse cuenta.

-te pondrás meloso, Gabriel? -Me dijo interrumpiendo mi diatriba mental, con ese tono amargo con el que siempre hablaba como si estuviera burlándose constantemente de la vida. Definitivamente parecía que se estaba comenzando a recuperar del estupor post-orgásmico.

-¿Por que no?-Consulté.

Detuve mis manos un momento en su abdomen antes de retomar mis caricias sobre su piel. ¿Qué había de malo en eso?

Sí, yo era un tipo cariñoso, ¿de acuerdo?

No veía lo malo en querer acurrucarse con alguien si te gustaba hacerlo. Me había acostumbrado a que si quería algo, solo lo hacía, lo tomaba, y fin de la historia. Si yo no hubiera sido así, no hubiera salido de Iowa en primer lugar. Si yo solo quería acurrucarme con mi jefe después de la mejor experiencia sexual de mi vida no entendía porque no podía hacerlo. Además él no parecía disgustado con eso, solo parecía querer ser odioso, no lo entendía y él no respondió a mi pregunta, en cambio deslizó sus dedos por mis brazos perezosamente antes de acariciar mis nudillos sobre su vientre.

-¿Ahora que? llegó el momento en el que quieres acurrucarte a ver Netflix?

-De hecho, quería empezar a ver una serie sobre un asesino que...

El se volteó solo un poco para mirarme de modo que su cuerpo se apegó más al mio prácticamente recargándose en mi.

-¿tienes tiempo para eso?

-¿Que?-Consulté dejándole un beso en el hombro. Yo me había distraído con la sensación de su trasero suave y regordete apretándose contra mi polla.

-Para ver series,¿Aún lo haces? creo que no lo hago desde que iba a la uni-Dijo relajando su cuerpo a su posición anterior solo que esta vez dejó caer su cabeza ligeramente hacia adelante para dejarme sitio a que besara su nuca mientras hablábamos.

-no-Admití apoyando mis labios sobre su piel, aun olía increíble, aunque su perfume se había adulterado un poco por el olor a sexo y sudor, hacía de la combinación algo jodidamente afrodisiaco, en serio, jamás creí que los hombres pudiéramos oler tan malditamente bien-Esperaba recuperar la costumbre en algún momento cuando me acostumbrará al ritmo y tenga tiempo, ya sabes...

-buena suerte con eso, yo sigo esperando que llegue el momento. -Dijo.

Yo no tenía mucho para decir y él tampoco por lo que nos quedamos un buen rato en silencio, yo acariciándole y besándole mientras él pensaba en vaya uno a saber qué. Entonces el volvió a hablar sin mirarme, su mano estaba dibujando patrones sobre mi bicepes.

-También me gustan, los arrumacos después del sexo-aclaró- pero detesto las charlas de almohada. Como que en verdad, en verdad las detesto. ¿Entiendes? Es como un "acabo de correrme para lo único que quiero que uses la boca es para joderme" mis neuronas no dan para analizar la psicología de nadie. Solo quiero que me las follen la mierda fuera de mi sistema, odio que me obliguen a pensar después de un buen orgasmo.

Yo me reí sobre su piel, porque en realidad era él el que acababa de iniciar una charla de almohada pero no se lo hice notar. Si quería que me callara, yo podía ocupar mi boca en otra cosa, como en llenar cada jodido centímetro de su piel de besos, y mierda, él, él parecía jodidamente disfrutar eso.

Bada tus en fin espero que haya sido lo que esperaban de estos dos ¿que les ha parecido?

Admito que esta pareja al principio no me gustaba para nada pero con el tiempo Gabe fue como alskhskfjsk jajaja