Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

68

hola mis amores, si vieron mis anuncios probablemente vieron que dije que hasta el 18 estaría ocupada, pero no podía dejarlos esperar tanto después de casi 70 capitulos, no podía dejarme a mi misma esperando tanto, so.. hoy doble cap, los amodoro.


No necesité repetirlo dos veces, Gabriel parecía tan ansioso como yo por terminar con esto pronto, o tal vez solo estaba ansioso por besarme. sus manos no tardaron en acariciar mi espalda, se sentía tan bien que ni siquiera me resistí a que tirara mi chaqueta fuera de mi hombros. Al diablo con ella. me apreté más a Topal y enredé mis manos en su cabello como había querido hace desde que lo vi en la puerta, tan jodidamente domestico con sus jeans holgados y su cabello cayendo en ondas por su rostro, le daba un aspecto salvaje y masculino, vamos, nunca había notado que su cabello fuera ondulado, pero joder si no era atractivo, definitivamente el hombre que yo quería en ese momento.

No tardé en sentir sus manos ir hasta mi trasero y amasarlo, sí, me había puesto un pantalón apretado, demándenme, me dejaba un buen trasero. mierda, el problema era que ahora apretaba incómodamente mi delantera.

-Gabriel-Gemí solo un segundo sobre sus labios.-necesito que llevemos esto al cuarto pronto, lo entiendes?

Gabriel soltó algo muy parecido a una quejido en cuanto dejé de besarlo. Él no parecía haber oído así que acuné su rostro entre mis manos y lo obligué a mirarme

-follame gabriel, necesito que me folles.-Le dije con el tono más pausado que conseguí formular. Gabriel frunció ligeramente su ceño.

-ni siquiera te ofrecí algo de beber.

-ofrécemelo luego-instí.

-pero...-bajé mi mano hasta su entrepierna y palpé el bulto que se había formado en los últimos segundos.

-lo que quiero tragar ahora mismo lo tienes aquí, llévame a tu cuarto o follame aquí, no me importa, pero necesito que te desnude ¿fui lo suficientemente claro?

Gabriel asintió y luego soltó un apretado:

-cuarto.

-buena decisión-lo felicité, lo cierto era que no me oponía a algo de sexo de improviso, pero prefería con mucho, hacerlo en una cama cómoda ¿de acuerdo? Yo era un poco adicto a la comodidad.

Gabriel me guió hasta su cuarto y se paró en la entrada observándome a la expectativa.

-¿Ahora que?.

Me giré para verlo a la cara y con una ligera sonrisa le di un pequeño toque con mi pulgar en el pecho.

-te desnudas. - le indiqué y me alejé caminando en reversa hasta que mis pantorrillas chocaron con la cama. me dejé caer de espaldas a ella, manteniéndome semi incorporado en mis codos para observar cada pequeño movimiento del chico obedeciéndome.

Mierda.

Gabriel entonces se acarició el vientre dejando a la vista una franja de sus a abdominales mientras subía por su pecho quitándose la camiseta, cada movimiento premeditadamente lento mientras disfrutaba de mis ojos puestos en él. El chico definitivamente era un exhibicionista y como si no tuviera motivos para serlo, su cuerpo era pura perfección, mi boca se secó y mi polla golpeó duro contra la apretada cremallera de mis pantalones mientras observaba al chico hacer su espectáculo.

-muéstrame lo que tienes-lo alenté y eso fue todo, Gabriel dejó caer la prenda en el suelo antes de acariciarse a sí mismo bajando con una de sus manos por el centro de su abdomen hasta palpar su polla.

Se notaba malditamente dura y gorda contra sus jeans y mierda, mi boca se hizo agua recordando lo bien que se sentía ese tronco estimulando mi cavidad bucal. Mierda, mierda, y Jesús santa mierda. su mirada pecaminosa en ese momento mientras me ofrecía sus atributos no ayudaba a que el calor golpeara con menos fuerza.

-¿le gusta lo que ve Dr. Jones?-consultó con seguridad atrapando mi mirada en su polla. mierda. Si no me sintiera tan caliente tal vez me hubiera sonrojado pero el brillo deseoso en el chico hizo que me olvidara de lo mucho que me jodia que me tratara de usted, de hecho en este contexto, me despertaba cierto morbo.

-nada mal.

-nada mal? Esperaba algo más cercano a sobresaliente.-se quejó llevando sus dos manos al broche de su cinturón apoyándola allí tentativamente.

-quítatelo todo gabriel, puede que te de puntos extras si lo haces.

Gabriel sonrió había calor en su gesto, creo que la habitación entera se había calentado en es ese momento mientras sus manos hábiles desprendían su pantalón dejándolo correr lentamente por sus caderas. Vaya chico de granja, tenía madera de stripper. Mi boca se calentó viendo como esa piel bronceada comenzaba a quedar a la vista, sus muslos firmes como leños, que me moría en esos momentos por arrastrarme de rodillas frente a él y besarlos. Carajo. Entonces el estuvo parado frente a mi con su ropa interior y en serio no podía entender como la trusa insulsa de abuelito podía lucir como modelo de almanaque en él pero lo hacía, yo podría pasarme horas viéndolo así, todo musculoso firmes, piel mora y una arrogancia natural de la juventud para lucirlos.

-¿más?-Preguntó coqueto sujetando la cinturilla de su ropa interior.

Yo le indiqué con mi dedo índice que se acercara. El como el cachorro obediente que era no tardó en hacerlo acomodándose entre mis piernas al borde de la cama, me senté para poder agarrar sus caderas y después de mantenerle la mirada un momento bajé mi vista para besar su abdomen.

El gimió en cuanto mi boca lo tocó como si fuera justo lo que hubiera estado ansiando y necesitando, su músculo se tensó y no pude evitar acunar su trasero firme en mis manos mientras me deleitaba con su abdomen.

La mano de Gabriel bajó a mi cabello enredándose y acariciando poco antes de hacer un ligera presión hacia abajo indicándome lo que quería. Quería que lo chupe, sonreí y chupé un beso de boca abierta, mi mano izquierda acunando sus bolas. La posición me quedaba un poco incómoda, una suerte que el chico fuera tan alto o me hubiera sido imposible, pero de alguna forma conseguí llegar a besar la tela sobre su pene.

Gabriel tragó un suspiro en su boca y me aparté. Busqué en mi bolsillo por el lubricante y los condones que había traído. En lo personal me gustaban los lubricantes neutros y de larga duración, no confiaba en que Gabriel tuviera y esos que prometían noches calientes, sabores o perfumes no llegaba a disfrutarlos, me ardían y hacían la jodida incómoda. Dejé los implementos en la cama y me arrastré un poco más al centro para recostarme. Gabriel observó lo que había dejado sobre su cama por un momento antes de volver sus ojos a mi con hambre.

-Desnúdate y ven aquí a desnudarme-le indiqué.

Toda la premeditada tranquilidad que Gabriel había usado para seducirme mientras se quitaba la ropa pareció escapar por la ventana mientras se quitaba su última prenda. Prácticamente saltó sobre mi y me hubiera reído por su repentino arranque de no ser porque su lengua terminó en mi boca regalándome un beso de mil vatios.

Mierda. Oh santa mierda, lo único que pude hacer fue ayudarlo a quitarme la ropa que para ese momento solo era un estorbo entre su cuerpo caliente y el mío. Su boca besó cada centímetro de mi cuerpo y en cuanto se posó sobre uno de los viejos chupones de Romeo pude leer su intención. Tomé su cabello y lo detuve obligándolo a alzar la vista hacia mi.

-no me dejes marcas. Tardan siglos en borrarse-no añadí que odiaba que lo hicieran porque hubiera resultado extraño considerando que algunas partes de mi cuerpo se veían como si le hubieran dado una paliza y esa era una razón por la que odiaba que me dejaran marcas en el cuerpo. La otra era que Romeo las viera, no se pondría nada feliz aunque no dijera nada y realmente por cobarde que fuera prefería que no tuviera motivos para enfadarse conmigo.

Gabriel asintió para mí y volvió su boca sobre mi piel, sus manos acariciando mis caderas, cintura, brazos, todo lo que estaba a su alcance. separé más mis piernas para dejar que se acomodara mejor entre mis muslos, el volvió a subir por mi cuello hasta mi boca, su erección frotando contra la mía mientras me aferraba a su espalda, agarrándome a el con manos y piernas.

Jadeé sobre su boca, el calor derritiendo mi cerebro a esas alturas, no podía más con la tensión. No quería presionarlo, en serio, era su primera vez con un hombre, quería que fuera a su ritmo, pero después de tanto tiempo deseando esto tener su cuerpo desnudo, su pene frotando tan cerca de mi entrada era demasiado.

-¿Quieres hacerlo?-Gruñí separándome solo un poco para verlo a la cara.

Gabriel se detuvo un segundo antes de asentir, sus ojos fijos en mí con atención como si esperara que lo guiara a través de esto.

Bien, supongo que ese era mi trabajo.

Estiré mi mano para agarrar el lubricante y Gabriel se apartó un poco para ver lo que hacía.

-¿te preparas tu?-consultó confundido viendo como untaba mis dedos en lubricante para comenzar a acariciar mi entrada.

-¿Quieres hacerlo?-le pregunté sorprendido, lo cierto es que no dejaba que otros me prepararan salvo por mi esposo, me parecía algo demasiado íntimo para compartir con alguien casual, ni siquiera sé por qué se lo ofrecí, supongo que quería darle la experiencia completa al chico.

Vamos, todos los gay del mundo me odiaran si no hacía que Gabriel pateara al menos un poco para nuestro arco, tenía una responsabilidad moral aquí.

-no se hacerlo. -dijo después de dudar un momento y entonces añadió un: -enséñame.

y oh carajo, no esperaba que eso me pusiera a mil pero lo hizo.

Tomé su mano y llevé su dedos a mi boca jugando en mi lengua con ellos mientras con mi otra mano seguía relajando mi entra hasta que la sentí lo suficientemente lista para dejar que sus dedos me penetren. Guíe su mano al sur de mi cuerpo y el no tardó en entenderlo sin necesidad de que se lo explicara con palabras. Como todo en el sus dedos eran grandes, e incluso si había acariciado mi anillo muscular para que se relaje sentí la ligera quemazón apenas entró y mi cuerpo se contrajo de inmediato. Dios, el podría follarme solo con sus dedos y seguro como el demonio que conseguía que me corriera.

-tienes que hacerlo despacio-le dije. Mi voz más ronca de lo normal viendo la concentración con la que Gabriel observaba cada uno de mis gestos en ese momento. él en serio parecía interesado en aprender a prepararme, sujete su muñeca y fui yo quien comenzó a follarse a si mismo mientras Gabriel me besaba, seguimos así hasta que me sentí lo suficientemente relajado para pedirle que me pusiera otro dedo para ir estirándose.

Era bastante suave a pesar de su tamaño y su falta de experiencia o quizás por ser consciente de ellas.

Gabriel volvió a besarme con sus dedos aún en mí, estirándome, podía sentir como comenzaba a moverse a medida que entraba en confianza, su cabello salvaje cayendo como una cascada sobre mi olía como a champú de menta y entre sus dedos, su olor y su lengua en mi garganta mis sentidos se sentían un poco sobre estimulados en ese momento, cerré los ojos y me limité a disfrutar de la inmensa presencia de Gabriel sobre mi hasta que mi pene goteando sobre mi propio abdomen me recordó que no aguantaría mucho sin correrme.

Correcto, yo le debía la experiencia completa.

Con un esfuerzo que me costó más de lo que me gustaría admitir, aparte a Gabriel solo lo suficiente para que pudiera verme, y mierda si él no me estaba observando sus ojos abiertos de par en par parecían querer captar cada centímetro de lo que estaba pasando. Yo me hubiera reído en otra situación de él por eso, pero no ahora.

-Estoy listo, ¿Cómo me quieres?

-¿qué?-Consultó como si acabara de sacarlo de su pequeña burbuja.

-¿en qué posición me quieres? estoy listo para que me folles. -le aclaré.

-oh, ¿no se puede así?

Así?

-me quieres joder cara a cara?-Pregunté más que nada para confirmármelo a mí mismo.

- ¿es una mala posición ?-para el sexo gay, era lo que no dijo, aún parecía tener problemas con esa palabrita, sacudió su cabeza como si quisiera deshacerse de ella y volvió a mirarme-No tengo idea.

-esta bien. -Lo corté antes de que empezara a sobre analizarlo. No quería que le agarrara una crisis gay justo ahora, que Gabriel parecía no pensar cuando debía, y cuando no debía pensar se transformaba en filósofo. -Es buena. Funcionará. Ponte un condón.

Gabriel apenas se apartó un poco para alcanzar el condón sobre la cama y rodarlo sobre su pene entonces otra vez estuvo sobre mi su codo clavado junto a mi cabeza sus piernas entre las mías, bajó su mirada al pequeño espacio caliente entre nuestros cuerpos, sus ojos concentrados en mi pene mientras mantenía su pene sujeto, dudó, y por un momento pensé que se arrepentiría que hasta ahí había llegado el chico hetero pero luego de lo que pareció un segundo interminable de deliberación acomodó su pene en mi húmeda entrada y se empujó dentro de mi.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro