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La respuesta de que había hecho mal no llegó a mi hasta la mañana en el que el grito entusiasta de Cali llegó poco antes de que su cuerpo pequeño y regordete se chocara contra el mio

—¡El volvió!oh por dioos!—Chilló —Está aquí, se ve algo más delgado, pero está aquí. Ya no soportaba un segundo más con Ross.

Esperen...

Por el rabillo del ojo vi a Wyatt sacudirse su bata y ponerse de pie tras atarse sus cordones. Estábamos en los vestidores de la residencia cuando cali llegó corriendo y entonces pocos segundos después él apareció por la puerta, habían pasado un par de días desde que me había echado groseramente a patadas. Pero incluso con eso en cuenta algo en mi cuerpo se sacudió apenas verlo.

—Buenos días fetos.—Dijo. Su voz sonaba un poco rasposa, repasó con su vista rápidamente a cada uno de nosotros y sí, me molestó que ni siquiera se detuviera a mirarme dos veces—¿Por qué aún siguen aquí?

—¡Dr. Jones bienvenido de nuevo!—Se apresuró a chillar Cali dando un par de pasitos alegres en su dirección, parecía esos cachorros demasiado alegres que temblaban con la llegada de sus amos. Yo tal vez me hubiera reído de ella, de no ser porque yo también sentía una ligera emoción por verlo de nuevo. incluso Wyatt parecía entusiasmado, o creó, con ese hombre nunca se sabía.

Jones la observó un momento como si fuera un insecto curioso de otro planeta pero contra todo solo alzó su vista sin soltarle ninguna mierda. lo que fue casi tan bueno como si hubiera respondido su alegría con el mismo entusiasmo.

—Me enteré que hubo un problema con el metodista, su sala de emergencia estará cerrada así que estaremos cubriendo sus ingresos, los pacientes serán derivados directamente aquí. Enviarán un poco de personal a ayudar, pero ustedes son los locales, es hora de ser medicos, salgan afuera, la sala estará jodida hoy.—Dijo y carajo ¿Ese era Jones dandonos un discurso motivador?

No tuve tiempo de preguntarme qué demonios estaba pasando, porque la sala realmente estuvo jodida, muy jodida, de hecho, realmente sus palabras de animo fueron necesarias para llegar a la mitad del día. Estaba molido, e intentar no chocar con los "intrusos" así lso había bautizado Jones a sus espaldas luego de la tercera vez que se metieron en su camino, era una jodida mierda, Siempre parecían querer tomar al mismo paciente que tu, el mismo carro de suministro, era una cosa de mierda, con los enfermeros peleandose por las sillas de rueda y los abocat, era mil veces peor. Cielos, Tuve la suerte de que Sandy había asignado buenos enfermeros para que nos ayudaran, esa mujer era una fiera. No había una manera de que alguien le quitara algo a Jones o a ella. Luke, un enfermero ex militar estaba trabajando conmigo y con Cali, era un buen muchacho, lo suficientemente intimidante para hacerse un lugar en campo de batalla que se había transformado la sala en las ultimas horas. Para cerca de las 3 de la tarde, yo no había comido, me dolían los pies y estaba cansado de oir niños llorando ¿Qué todos los niños enfermos se habían juntado hoy?

—30 minutos.—Dijo la voz de Jones a mis espaldas justo cuando estaba por tomar al siguiente paciente.

—¿qué?—Me giré a verlo, era la primera vez que me hablaba directamente en todo el día yo estaba ligeramente molesto. Prefería que me mande a volar a que me ignore.

—Tienes 30 minutos para descansar. No has comido, ve por algo de comer, si te caes no serás facil de levantar. Aunque estoy seguro que a Luke no le molestaría hacerte algo de respiración boca a boca.—Comentó había un borde cínico en su voz y yo me giré como un estupido a ver al enfermero que efectivamente tenía los ojos puestos en mi. Me ruboricé y volví mis ojos a Jones que parecía tentando de reirse en mi cara.

—Tomate unos minutos, Gabriel— Repitió esta vez su voz sonó más suave cuando dijo mi nombre, casi como exasperación cariñosa. había algo lindo en eso.

—usted tampoco comió nada

—¿Me has estado vigilando todo el rato?—Consultó y esto era ¿coqueteo?

—Tal vez?

él sonrió, en serió como si me encontrara jodidamente divertido y con un gesto de cabeza me indicó que lo siguiera por el pasillo, cuando estuvimos solos, me acerqué un poco a él para susurrarle.

—Oiga, que era eso que dijo de Luke?

Jones ni siquiera se volteó a verme para responder mientras prácticamente corría por el pasillo.

—Te ha visto todo el día el trasero ¿En serio no lo notaste?

no. yo no había notado nada.

—Te miraba casi tanto como tu a mi y creeme gabriel no eres un chico discreto—Añadió y yo sentí que mi cuello enrojecía de la verguenza.

Estaba tan azorado que ni siquiera me di cuenta de que habíamos ido hasta la sala de jefes de residentes. la parte común era parecida a la nuestra, aunque más acogedora y con una bonita cafetera y cajas de bocadillos, jesus esto era como el cielo. Jones fue hasta la heladera ¿Tenían una jodida heladera? sacó un generoso contenedor para microondas y lo puso un par de minutos en el microondas antes de tomar una botella de agua. El aparato no tardó en sonar, había una mesa en el centro de la sala pero Jones no se detuvo allí, empujó una de las puertas antes de invitarme a pasar y ohh... había camas, camas de verdad para descansar, dos literas dobles cubiertas con cobertores azules con el logotipo del st. Patrick.

Miré a Jed confundido.

—Ponte cómodo, nadie viene a esta habitación. —Me dijo tranquilo volteandose hasta una mochila que supuse era suya, de allí sacó un par de cubiertos.

—¿Por qué? —Consulté sentandome en borde de una de las camas, con una pierna encogida sobre ella y la otra en el suelo.

—Dicen que hay un fantasma. —Jed agarró un bote de comida y lo puso entre ambos antes de cruzar sus piernas sobre la cama. Destapó el contenedor y el olor de la comida tibia llenó el pequeño cuarto—Hay muchas historias de fantasmas como en todo hospital. he visto un par en carne propia.

—¿No le da ni un poco de miedo?

—Vivo en el infierno, no hay nada que me asuste—Dijo con sarcasmo antes de llevarse un tenedor cargado de fideos a la boca. Hizo un gemido apreciativo antes de pasarme el cubierto e indicarme que tomara un poco. carajo, yo gemí en cuanto la comida tocó mi lengua, carajo.

—¿bueno, eh?—Consultó divertido. sí yo acababa de hacer algo muy parecido a un ruido obsceno. Volví el tenedor avergonzado al pote, Jones lo tomó y compartimos el botín por turnos en un cómodo silencio. Estaba malditamente bueno.

—¿Usted lo hizo?—Pregunté cuando terminamos, eso definitivamente sabía como comida casera.

—No me trates de usted, y no—Jones negó arrugando su frente— yo quemo el agua hervida.

yo me reí con eso, él me pasó de su botella de agua antes de tumbarse peresesomanete en la cama, miró su reloj y cerró los ojos—Tenemos 15 minutos.

Corrí el pote con los desechos y me recosté de costado al lado de él para observarlo, carajo yo quería hacerle mil preguntas, porque no entendía nada. Pero se veía muy pacifico para molestarlo, entonces él arrugó su nariz antes de abrir sus ojos para verme.

—Deja de mirarme así.—Dijo.

—¿como?

—Estás viendo mi boca, gabriel. Estás viéndome como si quisieras que la tuviera rodeando tu polla—Dijo tranquilo, el color golpeó mi rostro en ese momento. Tragué saliva sin saber que decir, esa imagen destrozó mi cabeza en pocos segundos, mierda no podía decirme eso—no puedes verme así en la sala de emergencias.—Añadió y esta vez se incorporó sobre su codo para quedar a mi altura, no parecía molesto solo absolutamente cansado. sus ojos pálidos estaban puestos en mi.

No supe que decir, solo tomé su rostro y acunando su mejilla acerqué mi boca a la suya para besarlo. y sí, eso era exactamente lo que había querido hacer desde que lo vi en la mañana, cielos, eso y preguntarle que demonios le había pasado, pero ese segundo pensamiento quedó desplazado en el momento en el que sentí su boca suave y dulce contra la mia. Su lengua bailando con maestría dándole lecciones a la mía, él se dejó rodar sobre su espalda y yo lo seguí inconscientemente incapaz de separar mis labios, él soltó algo parecido a una risita antes de que fuera interrumpido por una siseo en cuanto posé mis labios en su garganta intentando correr el cuello de su camiseta de cuello alto para besarlo. cielos, quería besar cada pedacito de su piel.

—No.—él se tensó, puso su mano en mi pecho empujándome. Me alejé sin entender, apoyándome con los brazos y piernas a sus costados. él lucía malditamente excitado en ese momento, sus ojos brillaban, pupilas dilatadas observando en mi dirección. Carajo, él se veía tan malditamente bien en una cama debajo de mí, con el cabello revuelto y las mejillas enrojecidas. Se apoyó sobre sus codos empujandose hacia arriba para acercar su boca a la mia—No hay tiempo para sacarse la ropa—dijo. Una de sus manos se elevó subiendo por mi pecho, una caricia tentadora que se arrastró por mi cuello hasta detenerse en mi boca donde acarició mis labios. De acuerdo, yo volví a perseguirlo como un hombre sediento de su boca.

Él cerró los ojos y volvió a relajarse entregándose al momento. La mano que tenía en la cama cerca de su muslo la subí perfilando su costado por debajo del uniforme desde la cresta de su cadera hasta su cintura, su abdomen plano y tenso, acaricié con tentativa curiosidad su pecho plano. Recordando como se había sentido la boca de Jones sobre mis propios pezones me decidí a acariciarlo. Jed arrojó su cabeza hacia atrás disfrutando y mi curiosidad me obligó a bajar la vista a lo que estaba haciendo. El uniforme se había elevado lo suficiente para dejar a la vista su piel.

Entonces los morados quedaron a la vista. 

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