hola mis amores como están? Les dejo un nuevo cap de esta historia espero lo disfruten, que tengan un lindo fin de semana

Yo volví al departamento de Jones, un par de veces más, las excusas eran malas, en general lo eran, la rutina iba de que el me gruñera un:

"¿Qué demonios haces aquí, Gabriel?

a lo que yo inventaba cualquier cosa estúpida que se me ocurriera, yo era conciente de que dificilmente era correcto golpear en la casa de un hombre casado despúes de las 10 de la noche, pero había descubierto no tan casualmente que su esposo había tomado la jornada nocturna en el restaurante donde trabajaba y que desde que se debía hacer cargo de la administración por lo general no volvía sino hasta después de las 2-3 de la mañana, eso si es que "no se iba a joder con alquien" palabras de Jones, no las mias.

De hecho el dia anterior solo le había llevado helado, de cena, yo había cerrado el gimnasio y había pasado por una heladeria de camino para tener una excusa, Jones había dicho que solo me dejaba pasar por eso, que no terminaríamos enrollandonos, lo que fue una mentira desde el momento en el que él ensució su labio superior con helado de vainilla y yo se lo limpié, con mi lengua.

ÉL lo estaba esperando, el jodidamente siempre estaba esperando por que yo avanzara, incluso si me repetía a menudo que no era un conejillo de practica, o que esto era una idea terrible, él dejaba que yo siguiera adelante, me gustaba que él respetara cuando quería detenerme, de hecho en nuestras sesiones de besuqueo yo lo había acariciado un poco por debajo de su ropa, aunque no me había atrevido a tocarlo por debajo de su cinturón, ese era un límite que yo no había cruzada, y sé que lo había dejado jodidamente duro todas las veces, lo sabía porque yo también lo había sentido, y sí, era incomodo excitarse y no correrse, pero de cualquier modo me gustaba, incluso si no estaba listo para llevarnos a ambos a la liberación, tampoco podía resistirme al hecho de querer restregarme todo el jodido rato contra él.

Terminé acostándome en el sillón donde nos habíamos sentado a comer el helado, separé mis piernas y tiré de su cuerpo sobre el mío. Me gustaba sentir su peso calido sobre mi, y me gustaba aun más sentir lo duro que lo ponía con mis besos, de hecho el movió un poco su caderas para frotarnos y joder yo solo cerré los ojos y lo acerqué más a mi para besarnos más duro. había cuatro capas de tela entre nosotros pero yo aún así podía sentir lo caliente que estaba su polla y yo lo estaba disfrutando en serio. Solo quería empujarme hacia arriba y que el me devolviera hacia abajo creando fricción, la ropa entre nosotros parecía molesta y que ese pensamiento no me perturbara debería haberme sorprendido. Pero en ese momento yo solo podía pensar en que mis manos estaban sobre el hueso de sus caderas, acunando su trasero mientras mis pulgares hacían círculos en su vientre tenso.

Él se apartó solo lo suficiente para sentarse sobre mi regazo, y bajó su vista al punto donde nuestros cuerpos se unían, yo estaba muy duro y él también lo estaba viendo. Me ruboricé pero no intenté cubrirme. Yo no tenía complejos para hacerlo, de hecho que me viera de esa forma me calentaba más si? Tal vez yo sí era un poco exhibicionista.

-Puedo hacer esto más interesante para ambos si te has cansado de las sesiones de besos interminables-Jones me miró directo a los ojos. Yo nunca creía que pudiera cansarme de las sesiones de besos interminables, pero no lo dije, eso podía sonar mucho como una negativa y mi cuerpo vibrando en ese momento se sentía demasiado interesado en escuchar que tenía Jones para proponer. Su mano bajó hasta el borde de mi pantalón y desprendió el cinturón que lo sujetaba a mis caderas antes de volver sus ojos a mi-¿quieres que te toque?

¿Yo quería?

-puedo ver que estás caliente Gabriel, pero puedes decirme si no quieres.-ofreció, claramente ese era su intento de rama de olivo, yo podía aceptarla y detenerlo... yo lo pensé por un momento, de hecho creo que por demasiado tiempo, Jones estaba a nada de apartar su mano, de hecho había comenzado a moverse pero lo sujeté por la muñeca dejándolo en su sitio. Mi respiración se agitó, y él volvió a inclinarse sobre mi entreteniéndome con su boca. Mi aliento golpeó en un jadeo contra sus labios cuando su mano se deslizó sobre mi ropa interior palmeando mi polla.

Oh...

Con su otra mano él se apoyó sobre mí pecho, descansando su peso caliente contra mis pectorales, sus labios bajaron, acompañando el punto donde acababa de tocarme, besando la tela de la camiseta justo al lado de donde había descansado su mano para mantenerse estable. No era como una chica, es decir, Él no era una pluma pero tampoco era como que me aplastara con su peso, de hecho se sentía bien, no puede evitar que mis manos subieran por su tronco acariciando todo la piel a mi alcance. Me gustaba mucho la sensación de su piel en mis manos. Se trataba todo de sentir, el calor de su cuerpo, la suave aspereza de sus manos, el sabor jodidamente delicioso de su boca. Yo volví mi vista a ella, mi lengua se sentía un poco ansiosa por enredarse de nuevo a la suya. Yo debí de mirarlo con la discreción de un elefante en monopatines porque él realmente se rio divertido antes de impulsarse ligeramente hacia arriba a darme eso que yo tanto estaba ansiando.

Fue un beso descuidado, sucio y caliente, de esos que te ponen a 100, en segundos solo que yo ya estaba a 1000, de hecho, apenas él se apartó de mi boca lo seguí unos centímetros pero el no me dejó alcanzarlo.

-Eres un adicto a los besos, Gabriel. -Me reprochó, su mano en mi polla no había dejado de darle caricias suaves a todo lo largo. Su boca bajó entonces a mi garganta dejándome un beso húmedo que me estremeció.

-oh joder.

-Lamentablemente no creo que estés listo para eso aún, pero pensaba que podía chuparte hasta que te corras en mi boca-oh carajo.

La idea hizo que mi polla palpitara contra su mano.

Él se detuvo esperando mi reacción, lo había dicho tan decididamente directo para darme tiempo a que pueda negarme. Pero no pude, cada músculo de mi cuerpo se hubiera sublevado si lo intentaba. Como respuesta enredé mis dedos en su cabello, tan jodidamente suave y dorado que parecían hilos de seda. Lo empujé suavemente hacía abajo como señal y el solo se rió ligeramente ronco mientras bajaba al sur de mi cuerpo dejando pequeños besos de boca abierta a lo largo de todo el recorrido. Se detuvo diligentemente en uno de mis pezones y lo chupó sobre la tela de mi camiseta, hasta dejar una ligera aureola húmeda, la fricción ligeramente áspera sobre la tela y sus dientes dandole pequeños tirones hicieron que mi cerebro se derrita.

-Oh, mierda-Jadeé en cuanto retomó su camino elevando mi camiseta en el proceso para que sus labios puedan posarse sobre la piel caliente y enrojecida de mi abdomen. Su lengua experta delineó las líneas de mis abdominales, intercalando sus caricias con besos de boca abierta. Para ese momento yo estaba ardiendo, sudando y pidiendo por más,

Yo estaba jodidamente perdido en una nube de incorrecto placer, y lo que menos quería era que acabara.

Él tiró de mis pantalones y mi ropa interior de un solo movimiento y yo solo fui capaz de elevar mis caderas para ayudarlo. Mi polla goteante se balanceó libremente invitando a ser atendida. Yo estaba jodidamente duro como un caño.

Jones sonrió.

-Hermoso-Dijo y no estaba mirándome a mí sino a mi pene. Se inclinó y volvió a besar mi abdomen bajo sus manos acariciando la parte interna de mis muslos subieron hasta mis pelotas y las acariciaron ligeramente. Entonces acercó su nariz a mi piel y respiró, su aliento hizo cosas jodidas por mi cabeza pero fueron sus palabras lo que me dejaron KO -hueles increible.

Esa con mucho era la primera vez que alguien olía mi pene y me decía lo mucho que le gustaba, era lo más raro que me habían dicho y contra todo solo me hizo sentir más ansioso porque me la chupe.

Él maldito estaba disfrutando con hacer de todo el acto una lenta tortura, se tomó el tiempo de humedecer su mano con saliva en movimientos sensuales y se ayudó de la humedad para acariciarme con movimientos peresos, burlandose de la cabeza necesitada de mi polla. él tipo era jodidamente bueno, de hecho aún no había tocado mi pene con su boca pero yo ya estaba retorciendome bajo su mano mientras el seguía con la tortura de besos insinuante alrededor de mi pubis.

-¿seguro que quieres esto?-Preguntó y yo bajé la vista sus ojos oscurecidos estaban fijos en mí.

Yo de lo único que estaba seguro era de que iba a morirme si no me tocaba ya.

-por favor.

Su sonrisa se amplió como la de un lobo a punto de atacar, oh carajo, yo conocía esa expresión, esa era la que usaba antes de soltar veneno.

-quien lo diría chico heterosexual-Dijo y ahora si había jodida burla en su voz pero mi cerebro estaba a demasiados años luz de distancia como para molestarse por su actitud engreída.-apuesto a que te encantaría que te monte ahora mismo-dijo su mano se apretó sacándome un quejido antes de retomar sus movimientos perezosos, él se encargó de que toda la experiencia se mantuviera húmeda utilizando su propia saliva para ello, sus manos trabajaron expertamente sobre mi polla. Lo único que yo podía pensar en ese momento era en que él era jodidamente bueno en todo lo que hacía.-imagina mi culo húmedo y caliente, golpeando en tus caderas...-Dijo. La imagen mental hizo estragos conmigo, y de pronto solo quería hundirme en él, mis caderas empujaron contra su mano, y supe que era lo que quería cuando me sonrió, él lo sabía, él cabrón tal vez se arriesgó al decirlo, yo tal vez podría haberme asustado, creo que es lo que el estaba esperando solo que no había sangre en mi cerebro para que eso pasara y ahora él sabía que había conseguido meterme esa imagen en la cabeza.-Duro, profundo, tan adentro de mi-Ronroneó frotando mi pene contra su mejilla, carajo, yo todo lo que podía pensar era carajo, lancé un segundo la cabeza hacía atras como si rogara que alguien se apiadara de mi alma y volví a verlo, el sabía que yo iba a volver a verlo, él estaba esperando con paciencia y entonces dijo:-te quiero tan adentro...

-Sí-mi garganta estaba demasiado seca, yo estaba demasiado cerca en ese momento y el tipo apenas me estaba tocando, yo no iba a aguantar mucho, iba a ser humillantemente rápido, yo lo sabía pero no había en el infierno nada que me importara menos, carajo. Yo solo lo quería, quería eso, quería todo lo jodidamente que acababa de decir.-Por favor...

Mi pedido lo tomó por sorpresa un momento. Lo supe por la forma en la que sus ojos se ampliaron antes de que pudiera disimular y volver a su actitud controlada, sus labios se apretaron en una curva.

-una pena chico heterosexual, hoy tendrás que conformarte con mi boca-dijo y por fin sus labios se abrieron sobre la cabeza de mi polla para absorberla.

Carajo, sí esto era una pena, yo podía vivir siendo un conformista.

Un jadeo se deslizó fuera de mis dientes en cuanto el tipo chupó duro, sus labios se abrieron alrededor mío sin apartar sus ojos desafiantes de mi y no pude evitar ondear mis caderas en su dirección, el solo aspiró y tragó llevándome más profundo en su garganta caliente y húmeda. Oh Jesus, Santa mierda. Verlo tragándome entero, su boca llena de mi, era jodidamente caliente, el instinto me decía que solo me empujara dentro de él y me lo jodiera, pero no era un tipo bruto en el sexo, yo sabía que tenía un tamaño conciderable, estaba orgulloso de eso, es decir, no presumia pero no me imaginaba con menos, eso también me limitaba un poco, me obligaba a ser cuidadoso para no lastimar a mi pareja por lo que me obligué a mi mismo a relajarme en el sillón y dejar que el lo manejara. y carajo si él no sabía manejarlo, me trabajó con una justa combinación de chupadas ritmicas y lamidas que subían hasta la cabeza concentrándose en aquella parte sensible por unos momentos y luego bajaba delineando con su lengua plana el camino de mis venas hasta mis bolas, el tipo acabó por meterselas en la boca, las masajeó con su lengua y carajo yo intenté hacerlo durar en serio, solo que no podía.

-No voy a durar- le advertí y él en vez de apartarse como último despliegue de su talentosa boca decidió chuparme hasta el fondo, tragandome hasta que su nariz se encontró con mi pubis y lo sentí respirar, su aliento sobre mi piel hipersensible.

Eso, ERA demasiado caliente para mi. Cada musculo de mi cuerpo se tensionó adelantándose a la descarga de placer que se avecinaba. Definitivamente esa boca gruñona tenía de talentosa lo que tenía de venenosa. y carajo si nunca estuve más agradecido de que el tipo tuviera un caracter del culo.

-Me corro, carajo, me corro.-Le advertí apartandolo solo un poco para darle tiempo a que se retirara, él no lo hizo, no del todo, solo lo suficiente para que mis descargas se concentraran en su lengua.

Yo me colapsé sobre el sillón, no había otra manera de describirlo, había conseguido llevarme a un limite de tensión anterior a la liberación que no había experimentado antes, con un gruñido me dejé ir dejando que mis músculos se relajaran llenandose del placer del orgasmo, yo ya estaba en otro mundo para ese momento, pero cuando abrí los ojos me encontré con que Jones aún me miraba. Sus labios aún alrededor de mi polla.

Él la soltó con un un pop, antes de abrir su boca y mostrarme su lengua, yo estaba en su lengua, y era con un infierno de caliente la manera segura y descarada en la que se movía ese hombre, de hecho se volvió a montar a horcajadas sobre mi y me besó por unos segundos asegurándose de que lo sintiera, el sabor de mi propio orgasmo en mi lengua.

oh mierda.Eso fue tan calientemente gay.

Jones se apartó, y me miró a la cara, él aún estaba caliente y duro mientras yo me sentía egoístamente relajado y satisfecho.

-me toca- Dijo bajándose sus propios pantalones para sacar su polla y eso hizo que pisara tierra, sí el sexo se suponía debía ser reciproco, pero yo no creía que pudiera hacer "ESO" qué el acaba de hacer conmigo, el terreror debió haberse reflejando en mi rostro porque el sacudió su cabeza y negó-No en tu boca, en tu mano.-Ordenó acomodandose de nuevo sobre mi, su voz firme como cuando me ordenaba en el hospital y como un autómata aún con mi cerebro un poco lento por el orgasmo envolví mis dedos alrededor de su polla.

Esa era la primera vez que era medio consciente de que realmente le estaba tocando la polla a otro hombre pero Jones no me dejó pensarlo mucho, él me besó y eso empujó cualquier pensamiento de histeria fuera de mi cerebro los minutos siguientes en que tardó en correrse mientras se follaba contra mi mano. Él era tan jodidamente bueno en esto que hacía que el simple hecho de darle placer con mi mano fuera excitante. yo quería hacer más, cualquier cosa más por devolverle el favor, pero en serio no tenía idea. Yo solo podía prestarle mi mano y quedarme mirando como se acercaba, e incluso eso era cliente como el demonio.

Entonces el gritó su orgasmo, joder el enserio gritó cuando llegó como si acabara de tenener la mejor jodida de su vida. salpicó mi mano y abdominales con un fino reguero de cintas nacaradas, su rostro de placer en ese momento fue la cosa más hermosa que yo hubiera visto antes, joder, yo me hubiera pasado horas viendo como su rostro se contraía anticipandose al final, el momento exacto en el que su boca se abría como si el placer acabara de tomarlo por sorpresa, antes de que cada musculo en su rostro se relajara, él aun respiraba agitadamente cuando me sonrió, no creo que haya sido conciente de eso ultimo, de hecho creo que solo fue un reflejo de las hormanas que su cerebro acababa de liberar en ese momento, pero él en serio me sonrió relajadamente antes de que se deje caer sobre mi con su sudorosa frente oculta en mi cuello.

yo también estaba todo sudado y con la mano pegajosa de semen ajeno que limpie por su ropa, su sudor y el mío se mezclaron pero no era desagradable, aún podía oir su pecho acelerado acompasandose con el mío. Para ese momento el pulso me latía fuerte en los oídos y joder, yo acababa de masturbar a un tipo, había dejado que se corriera sobre mi y en vez de querer correr lejos lo unico que quería era envolverme alrededor de él.

Mi heterosexualidad estaba llorando en algún rincón en ese momento. Casi podía imaginarme abrazando sus rodillas y hamacándose.

Al carajo, elevé la mano que tenía limpia y solo lo envolví en un abrazo por la cintura, acariciando los músculos de su espalda mientras su respiración se regularizaba contra mi garganta. Ahora que lo pensaba nuestra ropa había quedado del asco, no quitarnosla había sido una mala idea pero no lo dije, de hecho, tampoco quería pensar en eso, solo me gustaba demasiado disfrutar de esos minutos buscando el tacto de su piel antes de que las cosas se pusieran raras.