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Terminé de ponerme la bata y me sentí más entero. Menos solo. Saben, por estúpido que sonara. Las locas ganas de correr que había sentido en casa se habían desvanecido. Yo necesitaba esto, el olor del desinfectante del hospital.
Estaba aspirando el aire viciado de la sala de residentes cuando los pasos de Gabriel lo delataron acercándose por mi espalda.
-siento que hice algo malo, y ni siquiera sé cómo participé en ello-Me giré y vi a topal de pie en el umbral, su ceño fruncido y sus brazos cruzados-Sandy me trató como si fuera excremento en la bonita alfombra de su sala.
Okey, sandy era una mujer de puta madre, pero a veces exageraba. Ella me trataba como si yo fuera su hijo pequeño de 9 años. Yo era un adulto, en la teoría al menos. Yo...
Yo solo necesitaba un poco de paz y un cerebro lo suficientemente agotado para no pensar en marcarle a Romeo.
Yo estaba haciendo un buen trabajo con eso, pero las noches eran lo peor, quedarme en casa, en la oscuridad de una cama vacía era demasiado tentador. El tiempo hacía que yo empezara a extrañarlo y a preguntarme si realmente había sido tan malo que me mintiera como para echar todo por la borda. Digo, nosotros nos habíamos dado permisos antes, no había tanta diferencia, salvo por la parte de la...mentira.
-Dr. Jones.-Cielos, yo me había perdido pensando en Romeo como por 5ta vez en la semana. Yo era muy malo en eso de ignorarlo y el que me hubiera mandado un buenos días/ buenas noches, cada día desde que nos separamos no había ayudado. Volví mis ojos a Gabriel. él me observaba como si acabara de decirme algo importante. Yo no lo había registrado, alcé una de mis cejas en su dirección invitándolo a que lo repitiera-¿Me eligió hoy porque era el único de guardia? Sandy dijo que lleva toda la semana haciendo lo mismo.
-¿Qué esperabas, Gabriel?
Sí, el chico puso una mirada herida en su rostro en ese momento. Su boca se abrió antes de volver a cerrarla y su labio inferior ligeramente más protuberante que el superior se deslizó ligeramente hacia adelante. Gabriel Topal estaba haciendo un puchero, corrección, Gabriel Topal con sus 2 metros y más de 90 kg de músculo macizo estaban haciendo un puchero como un niño de kinder en ese momento.
Gabriel fue hasta su cubículo, se cambió y volvió a salir por la puerta en dirección a la recepción. Salí tras él, la sala de emergencia estaba copada ese día, parecía bastante agitada como todas las noches, la acción aumentaba pasada las 11, luego había una baja en el flujo y volvía a aumentar luego de las 4 am. para deleite del cambio de guardia. Durante más de 3 hs yo hice mi trabajo y él el suyo, parecía ofendido, ni siquiera me dirigió una mirada en todo el rato.
-No te ha consultado mucho.-la voz de Sandy a mi lado me obligó a girarme, estaba recostado en el puesto de enfermería apreciando el panorama, pero claro que a ella no se le escaparía ese detalle.
-Mi madre y tú deberían intercambiar números, estoy seguro de que a Monica le encantaría saber que hay alguien que cuida de mi tanto como ella.-Dije con una sonrisa cansada, yo empezaba a sentir el agotamiento del día.
Sandy rodó los ojos.
-Me preocupas tú y me preocupan los pacientes a los que atiendas. ¿Llevas cuantas horas sin dormir? ¿Siquiera lo recuerdas?
-Dormí un rato en la sala de descanso esta mañana.-Me excusé, no era una mentira, yo me había recostado un par de horas cerca del amanecer luego de que mi turno de noche terminara. Pero incluso yo sabía que no había dormido más de 4 horas corridas en la última semana. Yo era consciente de lo malo que eso era, en serio, lo era, solo que no tenía la entereza de carácter suficiente para arreglarlo. -no soy un obseso del trabajo.-No lo era, no del todo.-Tengo mis razones para estar aquí.
Sus ojos volvieron a estudiar la sala y de pronto su sonrisa se amplió al ver la espalda de topal estirando su ambo con los músculos de su espalda mientras se reclinaba hacia adelante. estaba lo suficientemente lejos para que no nos oyera hablar.
-¿Entonces tengo que pensar que tiene que ver con Dr. Baby?
Pestañeé.
-¿Dr. Baby?
-Así lo están llamando las enfermeras, lo habían bautizado ardiente al principio, pero ya lo has visto.-Era cierto, topal podía tener un cuerpo caliente, pero no había tardado en hacerse conocido por lo buen niño que era, siempre ayudando a todos y con ese rostro de bebé que no rompió un plato en su vida. Sandy se encogió de hombros antes de volver sus ojos a mi ahora demasiado interesada en el chisme.
-Es mi residente.
-No serían los primeros en presentar una relación dentro del hospital a los de recursos humanos.-Dios, las enfermeras eran lo peor.- te he visto últimamente muy familiarizado con él, .
¿Lo estaba? Topal me había encontrado en un par de malas situaciones en el último tiempo pero no sabría decir si familiarizado era el término correcto, el chico era como un cachorro de golden. Podías patearlo un día y al otro te seguía moviendo la cola. Yo tal vez si me había fijado en él más que en el resto de mis residentes, pero solo porque era fácil y casi divertido molestarlo.¿no? oh jesús y si todos creían que yo tenía algún interés en el chico?
-¿Qué intentas decirme, Sand?
-keith los vio salir de un armario de suministros el otro día.
oh cielos. Las enfermeras definitivamente armarían toda una historia de eso.
-Estoy casado ¿Recuerdas? me casé a principios de febrero, estuviste en mi boda, sería bueno que se los recuerdes a tus compañeras.
-Pero creí que estabas por dejarlo, dijiste que estabas en un tiempo con tu esposo.-Cierto, yo le había pedido a sandy que si se aparecía preguntando por mi lo distrajera. Romeo se había aparecido con una mala excusa al segundo día lejos de casa. Yo le había dicho muy convencido en ese momento que no quería saber más nada de Romeo, yo tal vez mentía, tal vez me mentía a mi mismo. Ella había hecho un muy buen trabajo echándolo.
-Lo estamos solo que...
-¿que? ¿no te parece atractivo?
Claro que Topal me parecía atractivo ¿a quién no?
-No se si sea gay.
-Tal vez es bi, pero creo que le gustas. Es como un cachorrito que todo el tiempo está mirándote y esperando tu aprobación.
Era cierto que yo había captado a Topal viéndome un par de veces. Volví mis ojos a Topal, Gabriel en ese momento se había girado a lanzarme una de sus tan frecuentes miradas. Sandy soltó una risita cómplice.
-Tal vez...-Admití cortando el contacto visual.
-Pero?
-Aún sigo enganchado con mi esposo ¿sí?
-¿Y entonces por que se separaron? ¿El te dejó?
Miré a Sandy, y luego al puesto de enfermería estabamos solo nosotros y la sala engeneral estaba tranquila. Yo como que podía hablarlo ¿no? la noche hace cosas esxtrañas con la gente, como eso de darte confianza de hablar cosas intimas con personas con las que no hablarías a la luz día.
-Fue mi decisión, yo... estaba un poco abrumado, creo, pasaron cosas entre nosotros que...
-¿qué?
-Que me hacen pensar en que no creo que debería estarlo. Enamorado de mi esposo -Admití y por la mueca apenada en el rostro de mi compañera, mi tono había sonado bastante más miserable de lo que pretendía.
Lo cierto era que Romeo en mi vida era como las horas extras de guardia que había hecho el último tiempo. Yo estaba casi bastante seguro de que no era bueno para mi salud mental, pero no podía convencerme a mí mismo de que tenía que dejarlo.
-no creo que pueda olvidarlo pronto.
Sandy pareció pensar un momento en mis palabras antes de acercarse y poner su mano en mi brazo en señal de apoyo. Su sonrisa cálida me hizo preguntarme por qué demonios nunca pude acostarme con una mujer. Definitivamente yo me llevaba muy bien con ellas.
-No necesitas estar enamorado de alguien para darte un revolcón -Sandy apretó ligeramente mi brazo en señal de apoyo.-y tal vez te ayude a dormir por las noches o a decidir si lo que quieres es volver con tu esposo.
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