Si alguien quisiera definir el término "lucir como la mierda" solo tenía que señalar al dr. Jones la última semana.

Se lo veía cansado, ojeroso y fuera de sí mismo.

De hecho creo que los únicos momentos donde lo vi luciendo conectado a la tierra era cuando hablaba con los pacientes. Lo que fue bastante poco considerando que esas dos últimas semanas él solo revisó lo que hacíamos y luego se iba.

Nos había dado un grado de independencia que no habíamos experimentado hasta el momento. Callie y yo no nos quejabamos, vamos. Aunque el primer día que nos dejó tirados en emergencias se sintió un poco como papá soltándote la mano en el primer día de kinder. Anduvimos los tres perdidos como pollitos. Callie y yo conseguimos amoldarnos a la nueva situación con mayor faciladad, estuvimos haciendo el tonto un rato hasta que una de las enfermeras se apiadó de nostros y nos guió a través de los preceptos basicos de la sala de emergencia.

Wyatt por su parte aun parecía a punto de echarse a llorar cada vez que le asignaban un paciente. Yo no podía entender qué demonios le pasaba, es decir, después de haberse pasado todos estos meses pegado al culo de Jones cualquiera hubiera creido que sabía manejarse mejor con los pacientes, digo, yo los últimos días que me había permitido acercarme hasta había practicado frente al espejo la manera en la que vi a Jones actuar con los pacientes.

Sí, patético, pero uno debe aprender a aprovechar las oportunidades.

Yo lo había intentado, hasta que el humor volátil de nuestro jefe volvió a cambiar y nos alejó a todos como si tuviéramos la peste. Fue decepcionante, vamos. Creí que había conseguido un avance con él, en serio lo creí. Pero Jones era un tipo impredecible, un día podía ser amable, al otro te mordía y al siguiente te ignoraba como si fueras invisible. De todos sus estados de ánimo yo odiaba principalmente el último.

No sé por qué, pero detestaba ser ignorado.

Tal vez Cass tenía razón y era por eso de ser hijo único. Yo no tenía problemas con mis padres, ellos me querían demasiado, mamá llamaba 1 vez por semana solo para recordarmelo, 2 desde que quería saber si tendría bebés con mi Roomie, lo que era bastante bochornoso porque no había llamada donde no me pidiera hablar con Cass y el maldito le seguía el juego.

sí, mis padres siempre habían girado su mundo a mi alrededor, incluso si mis decisiones o preferencias no le gustaban ellos se obligaban que le gustaran. De hecho cuando le dije a mi madre que quería ser médico e irme a la ciudad ella lloró como una semana asegurándome que le partía el corazón, luego se levantó y fue a sacar los pasajes para que viajemos a la ciudad a averiguar sobre las universidades. Cuando mi padre nos recibió ya tenía un cuarto preparado para mi y una bata de médico con estetoscopio comprado para darme la bienvenida. Incluso si no fue hasta tercero de la escuela de medicina que realmente pude usarlo él se había ocupado que lo tuviera desde el primer día.

Mis padres eran cariñosos, en exceso, y me consentía en todo lo que podían. En parte fue la razón por la que me fui a vivir con Cass en mi segundo año. Mamá también lloró pero me compró cortinas. Porque una casa sin cortinas no podía llamarse hogar.

Sí, si están pensando en que yo era malcriado, lo era, bastante.

Según Cass esa era la principal razón por la que me encapriché con conseguir la aceptación de Hitler. Puede que Cass, tuviera razón, él era el más observador de los dos. Yo solía agradarle a las personas, en casa era el niño de mamá y papá, el mayor de los primos y por ende el favorito de mis abuelos, el que ayudaba a todos en el pueblo y saludaba a todos por su nombre. En la facultad siempre había sido el favorito de mis profesores, el mejor amigo de todos, el ayudante de cátedra para los de primero, y el platónico de las chicas. Yo era un buen chico.

Que de pronto llegue un tipo y te odie solo porque sí, era como llegar corriendo y darse contra un muro, yo sabía que Hitler era difícil. Todos conocían los rumores sobre él. yo en serio intentaba tomarlo como algo no personal. De hecho hubiera preferido que fuera racista porque entonces yo sabría que no le agradaba por algo que no podía cambiar, pero al tipo solo no le agradaba y punto. Eso me jodía. Es decir,había dicho que yo era hermoso, no entendía que no le gustaba de mi.

¡yo hasta le compartí los brownies de mi mama!

le parecía lindo pero no le agradaba y eso me desconcertaba. Vamos, yo era un encanto de muchacho y yo en serio intentaba agradar pero parecía que tenía el efecto contrario con él.

De hecho a pesar de todos mis intentos me estuvo esquivando aunque capté su mirada en mí un par de veces mientras me cambiaba. Yo me tomé la precaución de hacerlo frente a él, sí, yo no tenía complejos con mi cuerpo, Pero el tipo era de piedra dios, de hecho no fue hasta que llegó un hombre sujetando sus propias tripas. Literal. Que lo vi revivir y dirigirme la palabra.

El tipo en cuestión entró pálido, pero caminando, no parecía tan mal. En serio. Es decir estaba agitado y nadie parecía entender lo que decía, porque hablaba en otro idioma que no reconocí, alguien le dijo que espere mientras enviaban a por uno de los doctores del equipo de salud mental. No entendí por qué, no parecía que su agitación fuera emocional, realmente yo no lo había mirado dos veces, estaba haciendo una pequeña sutura en la mano de un niño que se había caído con su bicicleta, nada de otro mundo.

Si lo registré fue porque fue Wytte quien se acercó a verlo y por curiosidad me fijé si le había tocado algo más interesante. y vaya si no tuvo suerte, yo lo vi todo, un segundo wyatt intentaba interrogarlo y al siguiente el paciente se había desplomado, lo segundo que supe fue que de pronto había sangre e intestinos desparramados por todos lados. Por un momento juro que todos se quedaron quietos, incluyendome, yo nunca había visto algo así, es decir ese tipo de cosas se esperaba que llegaran en urgencias no en una guardia normal de emergencia, de hecho Wyatt siempre imperturbable, lo vi palidecer y sujetarse por una de las paredes cuando el tipo cayó a sus pies. Yo había olvidado como caminar por un segundo, en serio. había sido una de las cosas más impresionantes que había visto hasta el momento.

Entonces Jones saltó directo a la acción y todo el mundo comenzó a correr, gritando órdenes que pusieron en marcha a todos a su alrededor. Ross y un r4 de trauma también corrieron a ayudar, de hecho hasta un cardiólogo que estaba allí por interconsulta corrió hasta allí. De pronto todo se había transformado en un lío. La enfermera con la que Jones siempre charlaba y con la que parecía llevarse especialmente bien, Sandy, saltó a la par de él adelantándose a lo que Dr. Jones iba necesitando.

Mientras corría se puso los guantes que le tendió la mujer y por primera vez lo vi "vivo" en lo que iba de la semana. Era como si acabaran de echarle un encendedor a un pirómano. Yo también terminé soltando lo que estaba haciendo para correr hasta allí, no sé por qué pero mis piernas me condujeron hasta el caos como un ácaro a la luz, de pronto éramos unas 10 personas intentando acatar las órdenes de Jones que había tomado la voz cantora para coordinar el equipo.

Fueron momentos de adrenalina que duraron poco antes de que NN fuera enviado al quirófano, pero Jesús cuando el equipo de cirugía de trauma se hizo cargo, yo había tocado un maldito intestino con mi mano y estaba excitado. Era como si hubiera corrido una maldita carrera, yo me sentía eufórico.

Quería salir a correr. Si me hubiera metido una línea probablemente no me hubiera sentido tan alerta como en ese momento. Lo que hubiera sido mucho más bochornoso de no ser por la mirada brillante que vi en Jones cuando la calma volvió.

Sus ojos chispeaban y lucía casi borracho de adrenalina de camino a las duchas. Digo, nos habíamos salpicado al no tener tiempo de ponernos los batines plásticos para cubrirnos, apenas si habíamos cogido guantes por lo que nos vimos obligados a seguir el mismo camino para cambiarnos de uniforme por uno que nos prestaron en enfermería.

Yo esperaba que él entrara primero digo, era el Jefe, pero él esperó indicando con un gesto que podía ir primero.

No sé por qué lo hizo, pero él se quedó de frente al espejo mientras descargaba en una bolsa la parte superior de su uniforme con cuidado de no ensuciarse. Yo tenía mi muda nueva de ropa en la mano, me quité la sucia y lo imité por lo que me quedé solo en ropa interior frente a mi jefe que aún conservaba los pantalones.Lo que fue jodidamente raro. Vamos.

Cuando la calma retornó, él aún seguía vibrando, sus ojos brillando de una forma que, jesús, él en serio se veía excitado, al punto que yo tuve que comprobar sus pantalones. Es decir, yo nunca antes había comprobado el bulto de otro hombre, no me interesaba que excitaba a mis congéneres. Pero diablos, aquello era muy morboso. y sí, él lo estaba. Podía verse claramente el abultamiento a través de la tela holgada que lo cubría y no pude evitar ruborizarme por eso. De hecho me apresuré a levantar la vista y sus ojos burlones me atraparon. él alzó una de sus cejas en mi dirección. Me había atrapado viendo su bulto.

okey. eso fue incomodo.

-Voy a...

Señalé en dirección a la ducha y desaparecí detrás del cubículo.

La peor parte fue que en unos momentos en la ducha descubrí que yo también estaba duro. Mierda. oh no, yo no iba a masturbarme pensando en cosas raras, y mucho menos en el trabajo con mi jefe al otro lado de la puerta. Abrí el grifo de la fría y me metí debajo del agua hasta que mi polla bajó.

Cuando salí, él estaba aún allí solo que de espaldas a mí, los ojos concentrados en su reflejo.

-Estuviste bien ahí afuera, Topal.-Dijo de pronto, y si hubiera sido perro probablemente hubiera movido la cola por el reconocimiento.

Lo observé entre curioso y sorprendido, él seguía aún con los pantalones puestos colgando de sus caderas, debía admitir que para alguien que parecía sedentario y con una adicción a los dulces, Jones no tenía mal cuerpo, yo era un amante del fitness, sabía apreciar eso, no era un atleta, claramente, pero no estaba mal, de hecho tendía a la delgadez, aunque su trasero se veía un poco regordete y respingón. Se dirigió al cubículo que yo acaba de dejar, pasando junto a mi, yo aun estaba con la toalla envuelta en mi cadera, una cosa que aprendes luego de tu primer guardia es a llevar siempre ropa extra por lo que al menos no tenía que preocuparme por no tener calzones limpios. Siempre llevaba un par en mi bolsa.

-¿se sintió bien, no? desconectar con dosis extra de adrenalina.-Dijo deteniéndose un segundo a mi lado, luego se encerró en la ducha y vi como dejaba su ropa colgando de la puerta luego de quitarsela. El ruido de la ducha llenó de pronto el silencio y entonces él dijo:-Deberías venir a la sala de urgencias conmigo. Estoy viernes y sábados allí. Podrías pasarte un par de horas. Tendrías mucho de eso.-Dijo como si nada y yo tardé más de la cuenta en entender sus palabras.

De hecho para cuando lo hice Jones terminó de lavarse y de nuevo estaba frente a mi.

-Espere, me está invitando a hacer horas extra con usted?-pregunté.