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El lunes en en el hospital Hitler lucía el labio roto y un buen morado en la mandíbula, eso era un puñetazo. Yo era conocedor de esos, no había que ser un genio para notarlo. Parecía que al final de cuentas si había conseguido con quien liarsela. Una sensación extraña y molesta se instaló en mi estómago. La ignoré y entonces avancé hacia él.
Yo iba llegando temprano al igual que él. Bueno Hitler por norma general llegaba temprano. Era como si durmiera en el hospital. Tu siempre podías encontrarlo allí si sabías donde buscar, no había tardado en notarlo. El tipo estaba en todos lados.
-Dr. Jones-Hitler se giró y Me observó, sus ojos y su boca se abrieron un segundo antes de poner una mirada torturada en su rostro.
Okey esa no era la mirada que esperaba que pusiera. Yo me había abstenido de ponerme camiseta debajo del uniforme para darle una buena vista de mis brazos.
Cass había dicho que parecía actor de porno hortera, eso tenía que ser...¿ bueno? Salvo por lo hortera, claro.
Los actores pornos debían poner a otros hombres, si te gustaban, claro. ¿No?
Lo vi cerrar los ojos como si contara mentalmente y luego se giró huyendo de mi antes de ir a la sala de emergencia.
Yo lo seguí. Bueno, esto no estaba resultando como esperaba ¿Qué tan difícil era atrapar a un hombre? Mi conquistas solían basarse en ser amable. Yo no era del tipo sexy misterioso y enigmático con complejos con su madre que las maltrataba para captar su atención. No, yo era del tipo que las trataba de señoritas y les hacía chistes tontos si es que realmente me interesaban o solo les sonreía en un bar y ellas hacían el resto.
No creía que sonreírle a Hitler sirviera y probablemente él mirara videos de cachorritos muertos para divertirse. yo no tenía idea de como llegar a él.
Tal vez Cass tuviera razón, yo no tenía madera para esto. De cualquier modo dejé mi mochila en la sala de residentes y volví a la de guardias.
El turno de Jones aun no había empezado oficialmente pero él ya estaba con un chico en uno de los box delimitados por las cortinas.
En chico, un adolescente con un corte en el brazo y varios golpes en el cuerpo estaba sentado en una camilla. La herida era superficial pero larga.
-¿Qué tenemos por aquí?-le preguntó Jones. Y de pronto él estaba sonriendo con amabilidad como nunca lo había visto antes. -Soy el dr. Jones.
-Carl.-dijo el chico.
-vaya Carl, te vez como si te hubieras metido en una pelea. ¿Me dejas ver eso?-le preguntó poniéndose un par de guantes. Efectivamente el chico tenía un par de golpes en la cara, yo vi que Jones los registró incluso antes de fijarse en el corte principal-me imagino que no quiero ver como quedaron los otros. -El chico se encogió de hombros-¿con que te cortaste, Carl?
Carl no respondió. En cambio alzó la vista a Jones y sorprendentemente él le regaló una sonrisa tranquilizadora.
-¿Qué te paso, Carl?
-¿y ti?-la sonrisa de Jed tembló un segundo antes de recomponerse en su rostro.
-lo mismo que a ti, supongo, pero deberías de ver como quedó el otro.-Jones le hizo un guiño antes de comenzar con su tarea de limpiar y coser la herida.
Él seguía hablándole y haciéndole preguntas que a medida que el tiempo pasaba el chico parecía responder con más soltura.
-Feto, si vas a quedarte ahí mirando al menos no me tapes la luz, estoy trabajando aquí.-me gruñó de golpe. Yo me hice a un lado y di un paso atrás. Oh...
Okey... yo no solo era muy malo en esto de seducir hombres. Hitler ni siquiera alzó la vista de su tarea y ya estaba haciendo el ridículo, pero es que yo me había quedado como idiota viéndolo trabajar.
El era malditamente... agradable con los pacientes.
-¿no lo crees Carl? No debería molestar si no ayuda-Carl soltó una pequeña risita viendo de Hitler a mi.-¿por que no lo ponemos a hacer algo? Odio a las personas que se quedan sin hacer nada y solo estorban ¿tu no? Topal, pásame una gasa.-me dijo y yo me apresuré a obedecerle mientras seguía el intercambio entre ellos:-¿Qué hay de ti? ¿Conoces a alguien que se quede tirado en casa sin hacer nada?
Carl frunció el ceño antes de bufar por lo que sea que estuviera recordando.
-¿Algún hermano molesto?-volvió a preguntar tranquilamente Jones antes de acercarse a la herida con una jeringa de anestesia. El chico se tensó.-tranquilo, lo ves? No duele.-le demostró dándole un pinchacito sobre la grasa superficial.-no tienes sensibilidad allí, pero ayudara que no duela cuando te cosa la piel. Entonces... me estabas contando sobre este hermano idiota.
- padre idiota.-lo corrigió con rabia el chico y al darse cuenta de sus palabras pareció asustado. Jones entonces alzó de nuevo la vista hasta él con otro guiño.
-también sé de esos.
Ellos siguieron hablando mientras trabajaba en el chico y de pronto así como así, yo estaba ayudando a Hitler. Okey, eso no había sido tan difícil. Tal vez si daba redito eso de mostrar carne para él. Si era así yo podía venir a trabajar desnudo. Vamos. Yo casi tropiezo un par de veces de la emoción Juro que Hitler estuvo a nada de sonreír.
Quise chocar los cinco conmigo mismo. En mi pizarra mental ponía:
Plan para seducir a Hitler:
TOPAL: 1
Después de unos minutos él le regaló una última sonrisa y le dijo que iría por analgésicos y unos antibióticos, el chico asintió abrazando su brazo y yo lo seguí sin entender.
Hitler debía extenderle una receta para eso. Yo como que estaba confundido mientras lo veía caminar en dirección a la administración.
-llama a servicios sociales-me dijo de pronto.
-¿qué?
-¿viste las marcas en su cuerpo? - dijo poniéndose frente al ordenador de la recepción mientras ponía el nombre del chico en el buscador.
-dijo que estaba en una pelea. -yo me recosté sobre el mostrador de administración viendo lo que hacía y sí, quizás yo hice un poco de fuerza para que mis músculos se lucieran y saqué un poco de pecho. Estaba presumiendo ¿de acuerdo?
Hitler alzó su vista hacia mi un segundo repasándome con la mirada y volvió al ordenador con gesto aburrido. Okey, yo me desinflé decepcionado.
-una pelea que lleva perdiendo hace años. -me dijo de pronto mostrándome un par de imágenes de radiografías de los huesos del niño. Yo me horroricé al verlo. En la última que le habían hecho hace menos de un año cuando llegó por una contusión en su otro brazo había marcas de quebraduras antiguas y recientes, más de las que cualquier niño debería tener a su edad.
-¿cómo?-Pregunté viendo el historial del chico. Tenía demasiados ingresos por "accidentes". Yo quería preguntarle como demonios se había dado cuenta. Yo solo había visto a un chico problemático metido en peleas de adolescentes.
-llama a servicios sociales.-Me repitió con el rostro carente de toda la amabilidad que había lucido con el chico y antes de dejarme con el teléfono en la mano se giró y tras repasarme visualmente añadió:
-no olvidé nada de lo que dije en el bar, pero no te equivocas conmigo, no me importa si te desnudas frente a mi, como ese niño salga de aquí sin un trabajador social a su lado, me encargaré personalmente de hacer tu vida miserable. ¿Lo entiendes?
Yo abrí la boca para responder pero no encontré las palabras. La intensidad de esos ojos verde pálido me golpeó como un tren y yo le creí, jesus, había tanta rabia contenida en esos ojos que hacía que su mirada normalmente helada ardiera y yo realmente creí que era capaz de cumplir con sus palabras.
Plan para seducir a Hitler:
TOPAL: 0
jiji un ultimo cap, por hoy otro de topal, es un poco tontito pero empiezo a encariñarme con él jajaja
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