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-¿Cuánto demonios mides, niño?

Jesús ¿era en serio? Jones en esos momentos me observaba con sus ojos brillantes por el alcohol. No pude evitar sentir una oleada de carcajadas subir por mi pecho, Jones se apretó un poco más a mi cuerpo cortando mi risa en el acto.

《Es un hombre, gay, Topal》 susurró la voz de Cass en mi cabeza.

Oh y yo no dejaba de abrazar su cintura amorosamente, cielos, yo tenía que soltarlo.

Acababa de ver como se besaba con otro hombre ¿y si ahora pretendía besarme?

Lo solté pero Jones no se apartó de mí, solo se giró para verme. Sus ojos me recorrieron de pies a cabeza deteniéndose en los músculos de mi pecho que se traslucían debajo de mi camisa blanca. Entonces adelantó su mano derecha y solo me tocó.

No sexualmente, era como si estuviera palpando la mercancía para confirmar la calidad del producto, bajó por la linea media de mi pecho hasta mi abdomen donde delineó el six pack que tan orgullosamente había trabajado por años, entonces volvió a bajar la mano y como si nada me soltó un:

-Te daría puntos extras por usar ropa ajustada.

Eso hizo que volviera a reirme. Él me concedió una pequeña sonrisa pero había algo ligeramente melancólico y triste en su mirada, yo no sabía mucho de su vida. Pero no parecía un tipo feliz.

Hitler siendo ligeramente amable era más terrorífico que siendo el hijo de puta de siempre. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda que atribuí a la impresión.

-Eres realmente hermoso, Gabriel.

Okey. Eso me dejó KO. no sabía si me impresionaba más que realmente se supiera mi nombre de pila o que me hubiera llamado hermoso.Volví mis ojos hacia hitler.

Él lo decía en serio, jesús.

Definitivamente su filtro boca cerebro estaba sufriendo un colapso, aunque no parecía realmente borracho. Vamos, Yo era un tipo seguro de mi físico, nunca había tenido complejos pero ver el deseo en los ojos de hitler hizo cosas con mi ego que nadie había hecho antes. No importaba si era un hombre. Saber que le gustaba era inexplicablemente gratificante. Era como ¡le gustas al maldito Hitler!

-usted debería volver a casa dr. Jones.-sugerí en cuanto me recuperé.

Pensé que él no me había entendido pero entonces asintió y se dirigió a la salida. Yo lo seguí solo para asegurarme de que no tuviera problemas con el tipo de hace un rato. Lo acompañé hasta la parada de taxis y no fue hasta que lo vi ajustarse el cinturón y dictarle su dirección al taxista que lo dejé ir.

Volví mi vista al bar. Yo no iba a entrar de nuevo. De hecho había ido a acompañar a Cass, él quedó con un tinder que nos hizo pasar como conocidos de un conocido, se suponía que debía rescatarlo si se ponía incómodo.

Esperé un rato más en la calle observando los alrededores hasta que recibí un " todo OK " de Cass y una dirección.

Un segundo después llegó otro mensaje:

"Si no llego a casa antes de las 8 envía a la policía a retirar mi cadáver"

Jesús con Cass. Ese chico me preocupaba. Suspiré, lancé una última mirada a mi alrededor y comencé mi camino a casa. Mi trabajo aquí estaba hecho.

Yo dormí un poco intranquilo esa noche pensando en Hitler, no me sorprendí realmente de eso. No era la primera vez que me pasaba, lo que realmente debió de sorprenderme si lo pensamos, pero es que yo solía querer asesinarlo al menos 5 noches a la semana. Lo que realmente debió extrañarme fue que en ese momento me estuviera preguntando si había llegado bien a su casa, yo hasta casi me tenté de pasar por allí a revisar. Es decir, a mi cerebro le gustaba almacenar información estúpida, yo no había conseguido olvidar la dirección que le dio al taxista. No es que a mi me importara tanto su bienestar, pero vamos, no consideraba que dejar a alguien medio borracho solo fuera una buena idea. ¿y si se había ido a seguir bebiendo en vez de a casa? tal vez esa era la dirección de algún bar. Yo lo googleé, si lo era, tenía que ser uno clandestino, google había dicho que se trataba de un condominio, eso me dejó más tranquilo, probablemente sí era la dirección de hitler entonces. Me dije que la borraría de mi movil, solo que no lo hice.

Solo recosté mi cabeza en mi almohada preguntandome por que había ayudado a Hitler esa noche, no era como que si Hitler se hubiera vuelto simpático conmigo, en el hospital era un dolor en el trasero, seguía tratándome como si quisiera hacerme llorar. De hecho creo que desde que no había renunciado me odiaba un poquito más, me pregunté si eric le había dicho algo de lo que hablamos, yo y mi bocota, tal vez no debí confiar en el tipo. La cosa es que yo si lo odiaba con todas mis ganas, en serio, eso no había cambiado, yo a veces quería darle un golpe en la cara, así que no entendía por qué no me quedé solo a mirar como el motero le partía la cara. él tipo realmente parecía muy dispuesto a hacerlo y si me concentraba en lo mucho que me desagradaba hasta puede que hubiera disfrutado del espectaculo. Pero no yo era un tonto que había ido a intervenir y ahora yo no dejaba de pensar en que por lo visto yo le gustaba, jesus. le parecía atractivo ¿Y si me odiaba por eso? Bueno Hitler odiaba al mundo por igual así que descarté esa idea. él me odiaría incluso si no me considerara "hermoso"

Dios, yo no podía dejar de pensar en Hitler usando la palabra "Hermoso" para describirme. Era raro, jodidamente raro. Enserio me asustaba más el hitler amable que el odioso, porque cuando no estaba queriendo arrancarme las tripas con sus dientes lucía casi inofensivo, que va, era como un conejito asustado, la manera en la que se apretó a mi cuerpo buscando protección en cuanto me reconoció fue...

yo no quería pensar en lo bien que se había sentido agarrarlo por la cintura, por que si lo hubiera hecho, entonces tendría que haberme preguntado por que no solo lo tomé del hombro o por qué no solo me puse a la par de él. Yo estrictamente hablando como que no tenía que haberlo tocado, y pensar en lo cómodo que se sintió tenerlo acurrucado contra mí... eso, eso era algo en lo que yo no iba a pensar esa noche.

Ni nunca.

ó vamos, eso creía.

***

-Entonces, me dirás que te molesta o seguirás torturando tu cuerpo hasta vomitar, Gabe?

Pestañeé en dirección a Cass y me senté sobre mis talones para ver a mi compañero, yo estaba entrenando, no solía hacerlo en domingo, pero necesitaba quemar algo de energía, había hecho algunas sentadillas, saltos y algo de brazos con las mancuernas de discos que tenía en el salón y la barra de dominada que colgaba de mi puerta, para ese momento estaba terminando con la rueda de abdominales, llevaba un buen rato en eso.-Cada vez que algo te preocupa o te molesta entrenas y haces esa cosa extraña de ruidos orgásmicos, sabes que normalmente me encanta verte sudando y jadeando pero yo en serio intento estudiar y tu culo firme en pantaloncitos apretados no está ayudando-Dijo moviendo sus apuntes. Yo me ruboricé, incluso después de todo este tiempo conviviendo y las miles de declaraciones de intenciones de Cass yo seguía sintiéndome un poco incomodo cuando hacía comentarios como ese.

-¿Crees que soy... lindo?-Sí yo no me atrevía a usar la palabra hermoso.

Cass pestañeó como si le acabara de echar un balde de agua.

-Topal tu en serio tienes que poner un espejo más grande en tu cuarto. ¿A que viene esa pregunta?-Me dijo ahora si con sus ojos puestos en mi, su cabeza ladeada mientras me analizaba. Cass era muy bueno haciendo eso de analizar a las personas. Yo le había dicho varias veces que el debía haber elegido psiquiatría pero insistía en que para loco estaba él.

-Hitler cree que soy hermoso.

-Porque tiene ojos.

-No, lo digo en serio. él dijo que me daría puntos extra por usar ropa apretada.

-y por eso intentas machacar más tus músculos? ¿Para que te de puntos extras?-Cass sonrió antes de volver a la seriedad. -Tu no lo estás pensando en serio ¿o si? ¿Qué tan malditamente desesperado estás por su aprobación?

-oye, no. Yo no, solo estoy pensándolo

-Claro que no, Gabriel tu no estás pensando.

-Pero digo, tu crees que yo ...¿Podría gustarle?

-¿De poder? tu puedes. ¿Pero tu realmente quieres eso?

-Quiero que deje de tratarme como basura.-Dije haciendo un puchero antes de hacer rodar la rueda lejos de mi.

-¿Y tu crees que seduciendo a tu jefe eso pasaría?

-No lo sé, pasa en las películas. No sé como funcionan los gay. Te estoy preguntando Cass

-Voy a fingir que eso no sonó ofensivo solo porque eres un niño de granja que no sabe de lo que habla y todo lo que sabe del mundo lo vio a través de Disney.

-¡Hey!

-Mira, lo eres, has tenido ¿cuanto? una novia, te criaste en un pueblito con una sola escuela rural a la que iban 14 niños y no fue hasta que saliste de allí que descubriste que el mundo era más que maíz y tu novia de preparatoria. -Yo fruncí los labios y bufé mirando hacia el costado, Cass no estaba del todo equivocado, pero no estaba por admitir que estaba demasiado cerca de la verdad-Tu no es que no sabes como funciona la mente gay, Topal, tu no sabes como funciona la ciudad, en una semana yo me acuesto con más hombres que todas las mujeres con las que tu te acostaste en tu vida.

-Tu no cuentas.

-oh yo cuento. Conozco gente que conoce a otra gente. Sé cosas, entre zorros no nos pisamos la cola, ya sabes, pero...

-Hey, no soy una pura niña virginal, Cass, dime ya lo que quieras decirme ¿desde cuando te andas con rodeos?

-no lo eres, pero eres un chico que se ruboriza cada vez que le hablo de sexo y mira, Hitler es un hombre gay mayor que tu y con mucha, mucha experiencia según oí ¿tú realmente crees que puedes seducirlo?

-Tu dijiste que soy lindo.

-Lo eres ¿Pero te acostarías con él?

-Yo no dije que me fuera a acostar con él.

-Exacto. Gabriel. Si le gustaras ¿para qué crees que querría a un chico como tu? no vas a tenerlo feliz con cartitas de amor y pulgares enlazados, tu te das cuenta de eso ¿no?

-Podría solo coquetearle y ya, conseguir que me de un par de horas extras con él, o conseguir que solo sea un poco más amable conmigo y me deje poner una mano sobre los pacientes. Dios, Cass, para ti todo se reduce a sexo y no es así.

-Para mi todo se reduce a ser sincero con uno mismo, si tu le coqueteas él querrá que lo toques, querrá tocarte a tí. Tu no eres gay Topal, eres un chico heterosexual demasiado desesperado por conseguir un lugar fuera de Iowa y un nombre dentro de su carrera y lo admiro, y puedes ser muchas cosas pero definitivamente no eres gay. En una escala Kinsey tu no puntúan ni cerca de 1, créeme, soy experto en bicuriosos. Me encantan, los huelo. De haberlo sido yo ya te hubiera arrastrado a mi cama. A ti no te gustan los hombres.

No, no lo hacían, aunque Hitler ya me había tocado y a mi no me había molestado, pero eso, no se lo dije a Cass.

Segunda actu del día, creo que esto será todo por hoy, los amodoro

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