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30


Eric.

Ese había sido Eric metiendo su cuchara. Yo lo sabia y el maldito me lo confirmó esperándome en la sala de jefes de residentes.

Bueno, no era raro que el se quedara un par de horas extras, pero últimamente solía irse temprano del hospital por lo que apenas si no saludábamos al final del turno. Claro no hoy, ese día el me estaba esperando.

-¿Qué le dijiste?-fui directo al grano, él sabía de que hablaba.

-la verdad.

-¿y eso es?

-tu viste algo en él, era muy pronto para dejar que renuncie.

Rodé los ojos.

-tu nunca quieres dejar que renuncien.

-no entiendo por qué tu sí, Jeddy

-porque no son lo suficientemente buenos.

-no lo son porque no le das una oportunidad. Te lo he dicho eres muy duro con ellos. Sabes que no estoy de acuerdo con eso y la junta tampoco. Cada vez que uno de ellos renuncia el hospital pierde recursos.

-la junta me vale...

-jed.-me interrumpió Eric en tono más serio.-Eres un dolor en el trasero para la junta y un presupuesto para este hospital, si tu no cambias un poco al menos, te despedirán, sabes que yo no podré cubrirte toda la vida. ¿No?

Rodé los ojos y Eric suspiró.

-se un poco mas amable con ellos, por favor-lo vi pasarse un abrigo por los brazos y me sorprendió con un corto:-adiós.

-¿te vas? Pensé que podíamos ir a comer algo y que me interrogarías sobre que cosa horrible hice esta vez ¿ no quieres saber?

-yo sé todas las cosas horribles que haces, jed.

-pero aun así me quieres. ¿no?-Pregunté, yo como que necesitaba confirmarlo ¿saben?

-y asi te quiero, admitió-negando con una sonrisa resignada e incómoda-pero hoy tendré que rechazarte.

-oh-abrí grande los ojos. De acuerdo eso no me lo esperaba. Se sentía tan ¿ extraño? ¿Eric acababa de pasar de mi?

-lo siento. Ya hice planes, hasta mañana-dijo y entonces Eric se había marchado.

Volví esa noche a casa de Will, cuando llegué ella estaba preparando la cena.

-Deja tu coche en el garaje.-me recomendó, yo asentí distraídamente e hice lo que me dijo. Ella había preparado unas patitas rebozadas. Ella amaba el pollo frito. Yo no me quejaba, ¿por que mentir? las comimos con unas latas de Coca-Cola, yo tenía trabajo al otro día, no podía permitirme una resaca así que cenamos y tuvimos un poco de charla trivial.

Willow tenía la vista puesta en su teléfono en ese momento revisando los post en instagram

-Ellos volvieron.-Dijo de pronto con una mueca viendo el último estado de mi hermano donde aparecía con Amanda.

-hace un par de semanas-Confirmé. -¿Estas bien?

Ella no se veía bien, se encogió de hombros y pinchó sus alitas de pollo con más rabia de la necesaria pero no dijo nada, yo tampoco pregunté. yo como que no sabía si tenía que abrazarla o qué, vamos, era malo para estas cosas, ambos lo éramos. pero otra cosa en común era lo bueno que éramos para respetar nuestros silencios.

Luego de eso los tres nos fuimos a dormir a su cama.

No le dije que Eric había pasado de mi invitación y que eso me había dejado demasiado confundido. Yo aun no estaba listo para intentar entender el por qué de que me molestara tanto la relativa distancia entre nosotros y en el fondo yo sabía que Will conocía la respuesta. Will siempre había sido muy intuitiva, cosa de mujeres creo, o de su signo. Ella decía que era cosa de ser de escorpio, intuición y toda su mierda esotérica. Yo no tenía idea si eso era cierto o no, yo solo no quería conocer esa respuesta.

Tampoco le dije que mi matrimonio era un desastre en esos momentos, pero creo que ella lo sospechaba. Una sola vez intentó sacar el tema y yo lo desvié de manera poco discreta. Ella no volvió a preguntar porqué me había instalado con mi perro en su casa. Yo sabía que no era una solución permanente. Lo sabía, pero hasta pensé en pedirle que me la alquile cuando viajara a Boston. Ella no la usaba a fin de cuentas, Eddie y yo podíamos arreglarnos bien en el sitio. Era una casa pequeña pero nos bastaría. Yo en serio lo estaba considerando una opción razonable.

Tal vez debí considerarlo un poco más.

Vamos, Me gustaba ver mi antigua casa desde la ventana de su cocina, la habían remodelado bastante, y no era que yo fuera chismoso, bueno puede que un poco, pero los escándalos que se montaban allí estaban para ser galardonados. Como que en un par de días de observarlos me había enterado de todo. Por lo visto la pareja que nos la compró aún la conservaba, el niño en plena adolescencia vivía escapando de casa por las veces que lo había visto bajar por el balcón de su cuarto usando el árbol como rampa mientras sus padres hacían una mala versión de poli bueno, poli malo.

Me gustaba el bullicio que montaba esa familia. De alguna forma intentar imaginar que problemas se traían entre manos hacia que me olvidara de los míos.

Nuestra rutina siguió así un par de días más. Hasta compré una bolsa de croquetas para Eddie y un pretal para sacarlo a caminar. Yo no iba a buscar el suyo a nuestro departamento. Yo no estaba listo para tomar una decisión en ese momento y estaba claro que lo nuestro no podía seguir así. Yo me había descubierto un par de morados en los brazos que cubrí con una camiseta manga larga por debajo del ambo cuando iba al hospital.

Romeo seguía llamando sin parar a mi teléfono hasta que él jueves casi al final de la segunda semana en la que pasé con Will se apareció en la puerta.

-¿Jed está aquí?-preguntó.

Oh yo estaba. Yo estaba exactamente detrás de la puerta entornada porque había ido detrás de Will a chismosear quien había llamado.

Will observo de reojo en mi dirección y yo me apresure a negar.

-Jed no está aquí.-le dijo cruzándose de brazos a la vez que obstruía la la entrada con su cadera. Yo la hubiera besado en ese momento.

-Por favor, solo unos minutos. Necesito hablar con el.-insistió ignorando la negativa de mi amiga.

-Mira, yo no sé que pase entre ustedes, pero si apenas llevan unos meses de casado y ya pierdes a tu esposo suena como que las cosas no van bien, hombre.-Dijo Will en tono aburrido fingiendo que no le interesaba nada de lo que estaba pasando entre nosotros aunque yo sabía que era todo lo contrario. -Asi que ¿por que Jed debería estar aqui? ¿Qué fue lo que pasó entre ustedes?

-pasó que es un necio que no quiere escucharme.-Dijo y alzando el tono añadió-Jed por favor, se que estás aquí, amore, por favor, por favor, hablemos, solo unos minutos. No nos hagas esto. Jed...

La voz de Romeo se oía desesperada.-no me moveré de aquí hasta que no salgas.

-si haces eso llamaré a la policía.-amenazó de pronto Will.

-Ey. Esta bien.-interrumpí saliendo de mi escondite. Willow me evaluó por un segundo.

-De acuerdo. Les daré 5 minutos para hablar pero tu no te lo llevas a ningún lado hasta que no vuelva.-amenazó lanzándole una mirada dura a Romeo antes de irse a su cuarto. Yo suspiré, esperé a oír el sonido de la alcoba de Will cerrándose y entonces me giré a mi esposo.

-¿entonces?

-dios, amore.-Romeo puso sus manos en mis hombros y antes de que me pudiera resistir tiró de mí acercando mi cuerpo al suyo. Hundió su nariz en mi cuello y aspiró mi olor como un jodido adicto.-Estuve tan malditamente preocupado por ti.

-Romeo, espera.-puse mis manos en su pecho y lo empujé ligeramente para apartarlo.-nosotros no estamos bien.

-Jed...

-no. Tu me traicionaste.

-¿que? Tu sabías.-me dijo incrédulo viéndome como un ciervo frente a las luces de un faro. -¿Qué demonios?

-no me refiero al sexo. Tu dejaste que otro tipo tocara mis cosas, a mi mascota, Romeo. Ese no era el maldito trato.¿Como pudiste dejarle que se instalara asi en nuestra casa? Y luego tu lo defendiste a él.

-no.-Romeo negó efusivamente con su cabeza.-yo no... yo no lo defendí, yo lo eché a patadas apenas saliste de casa y salí a buscarte, Jed. Yo intentaba que tu no salieras herido. ¡Maldita sea! ¿Cómo puedes siquiera pensar eso? Te fuiste sobre un tipo que era más grande que tú. Yo quería defenderte a ti. Pero tu empezaste a golpearme a mi -se quejó en tono indignado. Yo miré al suelo-mírame Jed, amore mírame por favor.

Alcé la vista a los ojos de Romeo, lucían sinceros.-Jed carajo. Amore, teníamos un trato, tu enloqueciste y luego todo se volvió un desastre yo nunca elegiría a nadie sobre ti. Yo te amo.

-y yo a ti pero esto... Esto no esta funcionando.-Dije.

-Jed... no, carino ¿qué quieres decir con que esto no está funcionando? -su mano fue a acunar mi rostro obligándome a que levantara la vista-Jed.

Su voz tembló al pronunciar la última palabra. Sus ojos enrojecidos por el llanto que intentaba contener y a mi como que se me partió el cora... saben. Dios yo no quería que el sufriera, yo en serio lo quería. Metí ligeramente mi barbilla contra mi pecho para besar sus dedos y volví a verlo a los ojos

-lo siento.-Dije.-no soy el tipo que tu necesitas.

-Jed, no. No nos hagas esto.

-Romeo, yo no soy open mind, yo no puedo, yo enloquezco, yo realmente odio todo esto. No soy lo que tú necesitas. Yo creí que sí ¿sabes? Yo lo intenté duro.

-Jed. No.

-Romeo. Tu necesitas cosas que yo no puedo darte.

-jed yo te necesito a ti. Meter a otros tipos en nuestra cama es un complemento, algo que se supone hacia las cosas más divertidas...

- ¡no para mi!

-¡¿y por qué demonios no me lo dijiste?!

-¡porque yo quería ser el tipo que tu necesitabas! Tú siempre pareces querer más y más y más y yo no puedo, yo no puedo...

-¡jesús! amore. -Romeo entonces me abrazó apoyando su barbilla en mi cabeza. Por instinto mis manos fueron a su cintura mientras las suyas envolvían mi cuerpo.-Yo no necesito más. Te necesito a ti. Te extraño a ti. A la única persona que extraño en mi cama cuando me levanto es a ti. Es compartir tu café horrible lo único que quiero por la mañana. Jed ¿por que no lo entiendes? Si tanto te molestaba solo tenías que decírmelo. Yo te hubiera elegido, tu lo sabes, tu...

-lo siento.-dije escondiendo mi rostro en su pecho.

-ay amore ¿que voy a hacer contigo?-Preguntó frotando mi espalda con cariño.

-¿llevarme a casa?-Pregunté y sentí como el pecho de Romeo se sacudía en una risa ahogada que amenazaba la histeria y el alivio.

-claro qué si, amore.

-Pero.-Dije apartándome ligeramente para verlo a la cara.

-¿Pero?

-No más terceros. No lo soporto. No puedo. Me molesta demasiado -admití.

-no más terceros.-Concedió Romeo antes de bajar sus labios a los míos para besarme.

Holis mis amores fin de la doble actualización. No se si les gusta como va yendo esta historia pero en fin espero estén disfrutando de las actualizaciones seguidas. Los amodoro.

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