Capítulo 3
Tres meses han pasado desde que Julianna Casanova se ha quedado en Los Ángeles California. En esos tres meses ha conseguido trabajo como mesera de un bar llamado Sweet Dreams, inspirada por la canción de Eurythmics. Claro, no de la noche a la mañana iba a conseguir trabajo fácilmente, sin embargo, ha hecho el intento muchas veces, ese recuerdo de desamor ha sido el motivo por el cual ella ha decido levantarse en las mañanas y decirse: no más. Claro, tampoco quiere decir que no lo haya recordado, ha llorado en cada rincón de su apartamento y preguntándose por qué ellos le hicieron tal cosa a ella.
─¡Nena! Tráeme otra botella de licor.
Ella grita diciendo que sí debido a que la música está en alto volumen. La noche es joven, es sábado y muchos jóvenes se encuentran riéndose, ambiente de diversión y acá sintiendo la música que pasa por las grandes bocinas. Ella se encamina hacia al bar y da la orden. Segundos después se la dan y ella se dirige al chico que le habló.
─Aquí tiene.
─¡Gracias, bonita! ─. Le guiña el ojo.
Julianna da vuelta y se pone atenta a las órdenes que le pueden llegar. Relax de Frankie Goes To Hollywood suena por los estéreos. Canta por lo bajo moviendo sus dedos al ritmo de la canción sobre la pequeña libreta que tiene en sus manos, muchos jóvenes se ponen a bailar en la pista iluminada, en las paredes se ilumina por la bola de cristal que en ése tiempo se encuentra de moda desde los años 70's. Luces color neón en las prendas de las chicas, junto con sus cabellos alborotados, inspirados por artistas femeninas como Madonna y Cindy Lauper, las pulseras que cuelgan sobre sus muñecas lucen todo el espectacular vestuario. El tipo de aire que se maneja es tan liberal y cool a la vez es dónde de verdad existe la diversión. Si hablamos de música es lo mejor que existe, el sonido de la batería, el sonido del bajo o de la guitarra, ¡la voz de quién la cante! Sí, si hablamos de Rock es lo mejor, muchas de las canciones tienen tantas metáforas, el ritmo, todo, ¡simplemente esa época es lo mejor!
Ella mira el reloj atada en su muñeca, marca 12:23 de la noche. Para ella y los demás la noche sigue siendo joven. Cero escuela, cero preocupación. Es sólo cuestión de relajarte mientras bailas, cantas y sientas las canciones de tus artistas favoritos.
Todo pasa tan rápido que una chica se cae encima de Julianna, haciendo que ambas se caigan al piso. Unos cuántos jóvenes se percatan de lo sucedido y deciden ayudar a levantar a Julianna y a la otra chica.
─¿Te encuentras bien? ─. Julianna le pregunta a la chica una vez que se han puesto de pie.
─Cómo lo siento... y-yo no... vi, y ahori-ita me encuentro...
Julianna hace una mueca, percatándose de que la chica se encuentra tomada. Decide ayudarla a ponerse de pie, pero es imposible, huele bastante a licor y es posible qu en ésas condiciones no podrá irse a casa.
─¿Estás con tu novio?
─Ojala fuera así, pero ni ese idiota de la e-estoy enamorada se me ha d-declarado, amiga.
Mira a su alrededor en busca de que alguien pueda ayudarlas, pero se resiste.
─¿Traes auto?
─Eso creo ─. Ríe cuando mira a la chica de ojos negros, saca las llaves de su auto y se las pone frente al rostro de Julianna.
─Quédate aquí ─, deja a la chica en un sillón y se dirige al bar a hablar con el encargado del bar ─, John, una chica está bastante tomada ─, él la mira ─. No hay quién la lleve, así que iré a dejarla yo, no me gustaría exponerla .
─Entiendo, te veo mañana, Julianna ─. Le dice al oído, entonces ella asiente.
Se regresa al lugar dónde dejó a la chica que se encuentra de mal en peor tomada. La agarra de los brazos, en uno lo pone sobre su hombro para apoyarla, luego entonces la pone de pie para se dirigirse a la salida del bar.
Una vez estando fuera de Sweet Dreams, busca un coche negro y con una marca MMM. No tarda muchos minutos hasta que lo encuentra, se acerca para abrir la puerta del copiloto y con mucho cuidado y trabajo, sube a la chica a meterse en el auto. Cuando por fin lo logra, Julianna gira sobre el auto, se sube al piloto, prende el motor y arranca.
─¿En dónde vives? -. Pregunta.
─En la calle Streetwalker 101 ─. Habla con algo de dificultad.
Avanza el auto girando sobre una curva algo peligrosa, y luego conduce todo derecho. Al paso de los minutos, llega al destino final, apaga el motor y sale del auto, gira hasta llegar con la la chica. La joven que se encuentra bajos los efectos del alcohol le da las llaves de la casa a Julianna y ella los toma. Abre la puerta de la mansión bastante lujosa, se mete mientras cierra la reja de la entrada. Con algo de dificultad, sube a las escaleras principales de la sala de estar, dirigiéndose a la primera habitación que observa, ya que hay bastantes puertas. Prende las luces al entrar, observa la cama matrimonial, así que camina hacia el mueble y entonces la ayuda a recostarse. Julianna se toma un respiro enorme por el trabajo que acaba de hacer, supuestamente. Agarra un pañuelo que se encontraba en el mueble de noche y un plumón negro, en él escribe su nombre completo y su número de teléfono, después lo pone sobre el tocador y sale de allí, camina entre las calles para irse a su departamento.
~•~
Siendo la una y media de la mañana, el hombre con rizos no logra dormirse. Sí, el insomnio es insoportable...
Sin más se pone de pie con lentitud para no despertar a su mujer que descansa a su lado. Abre la puerta de la habitación haciendo que rechine, él maldice en voz baja, entonces sale y cierra la puerta mirando hacia el pasillo, camina paso a paso hasta llegar a las escaleras, baja en ellas y llega a la cocina. Coge un vaso y va en busca de la jarra de agua, tropieza con una banca que se encontraba en medio de su camino, de nuevo maldice y la quita de su camino. Agarra la jarra que se encuentra a lado del fregadero, entonces se sirve en el vaso y lo toma con algo de rapidez.
Abre las corre ventanas de la sala y sale afuera dónde se pueden apreciar perfectamente las estrellas en el cielo. No hay nubes en él, sólo la luna y las estrellas que brillan. Él sonríe al ver lo que está frente a su vista. Mira la hamaca, entonces se dirige a ella para acostarse en él. El primer pensamiento que llega a su mente es el rostro de su hermana Janet. Nunca lo quiso así, pero siempre la ha considerado como su hermana favorita, pues sus otras hermanas tenían ideologías muy diferentes a las de su hermano. También el rostro de su querida madre aparece en su pensamiento. Michael hace sus cálculos de hace cuánto no ve a su mamá y a su hermana.
Casi un año que no he visto a las mujeres de mi vida...
Su pensamiento se esfuma porque algo le distrae. Mira a su alrededor y una figura camina a lo lejos de su visión. Él enarca una ceja en señal de confusión, se pone de pie y se dirige hacia dónde se encuentra esa persona que camina entre las calles solas a la una y media de la mañana. Se acerca dudando un poco, hasta que algo le capta la atención. Se encuentra sacando una chamarra de piel de un coche familiar, se la pone alzando su cabellera negra y larga, unas curvas que resaltan con la luz del faro. Viste una falda corta con unas mallas negras y una blusa. Se escucha como cierra la puerta y deja las llaves debajo del tapate en la entrada de la mansión.
Decide hablarle pero parece pensarlo mejor, entonces cierra la boca. No se mueve de dónde está hasta que esa mujer desaparece de la vista de Michael. Él suspira, se talla los ojos y regresa a su hogar, para hacer unos intentos más de poder dormir ya.
~•~
Después de varios minutos por fin escoge la chaqueta color roja, se la pone y sale de la habitación. Baja en las escaleras y se encuentra con Tatiana.
─Buenos días, amor.
─Buenos días.
─¿Cómo amaneciste? ─. Le pregunta mientras toma asiento en su lugar.
─Bien ─. Le responde sin despegar la vista en su revista. Michael lo nota y rueda los ojos con un poco de molestia. La sirvienta se acerca a él para servirle el desayuno, después se retira y él le da las gracias.
─¿Que quieres hacer hoy, cariño? ─. Pregunta una vez que ha tomado jugo de naranja y ensalada.
─Yo... ─, se detiene por un momento y después alza su vista para ver a Michael
─, iré de compras, ¿quieres acompañarme?
─Claro, ¿Qué vas a comprar?
─Ropa, cariño ─. Le responde y vuelve a poner su atención en la revista.
Mejor le hubiera dicho que no...
─Bien. ¿Y después?
─Podemos ir al cine.
─Me parece muy bien, amor ─. Michael sonríe ante eso.
~•~
Michael mira con algo de desesperación su reloj para ver que hora marca. Son las 3:04 de la tarde. Han estado dos horas y media en uno de las tiendas más caras del mundo. Se cruza de brazos y mueve su pierna en un intento de que su prometida pueda terminar ya de una vez por todas.
─¿Y bien?
Él voltea a verla, muestra una sonrisa fingida.
─Ése está muy bien ─. Comenta con algo de desesperación, sin embargo ella no lo nota.
─Bien, creo que ya es todo, sólo iré a cambiarme, amor.
Desaparece ante la vista de Michael. Él cierra los ojos para poder descansar unos cuántos segundos.
─Michael, vámonos ya.
Él abre los ojos, con algo de pesadez se levanta de la silla. Saca unos cuantos billetes y se los da a la cajera después de decirle el precio de aquellas prendas que acaba de comprar para Tatiana. Él suspira al salir de la tienda, agarra la mano de Tatiana y se dirigen al cine.
─¿Qué película quieres ver?
─Michael, ¿puede ser en otro momento?
Él la mira.
─Vamos, me siento algo cansada.
Él gruñe y trata de controlarse.
─Entonces vámonos.
Le quita su mano a Tatiana, sin en cambio ella decide no decir nada. Entiende que se haya molestado. Suben al auto deportivo y él arranca para salir del estacionamiento de la plaza. Después de varios minutos llegan a su hogar, él apaga el auto y sale de él. Ambos se dirigen dentro de la casa y él se sienta en el sillón.
─Iré a dormir.
Él asiente con la cabeza sin mirarla. Sin más ella desaparece de la sala.
Michael se recarga en el respaldar del sillón y cierra sus ojos.
La imagen de aquella chica que paseó en su calle aparece de nuevo en su cabeza de aquel hombre que se encuentra entre furioso y cansado por el día. No sabe el porqué recuerda sobre la madrugada. ¿Qué tiene de chiste? ¿Qué tiene de especial recordar lo que él vio? Simplemente... era una mujer, o tal vez una de las mucamas que salió de la mansión.
En fin, no tenía nada de importancia.
Buenos días, lectoreeees. 💜
He actualizado otro capítulo más, espero que lo hayan disfrutado bastante.
También he publicado un nuevo capítulo de Robar A Mi Chica en:
Natlondon_1994 , espero que me puedan apoyar con un voto.
Amor y paz. ✌💜
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