Capítulo 29
─¡Al fin te apareces ─, Madison exclama al verla salir del elevador ─. Estábamos preocupados por ti. Michael ya quería casi llamar a la policía.
Michael la mira casi fulminándole con la mirada.
Julianna los observa a ambos y corrobora que es verdad. Mira el reloj que está colgada en la pared y marca 3:20 de la tarde.
─Perdón, no me había dado cuenta de la hora ─. Habla mientras rodea los ojos por no haberse dado cuenta
─Bueno, pero ¿Dónde estabas? No te encontré en el comedor, te marqué y no contestabas.
─Sí, Julianna. ¿Dónde estabas?
Julianna lo mira por el tono que Michael acaba de pronunciar.
─Fui a comer con alguien ─. Responde seriamente.
─De acuerdo... ─, Madison asiente con la cabeza ─, lo bueno es que ya estás aquí ─, pasa por su lado para meterse al elevador ─. Nos vemos al rato ─. Madison presiona un botón y éste cierra las puertas.
Por su parte, oye un suspiro detrás de ella.
─¿Y bien?
─¿Y bien qué, Michael? ─. Se voltea para encararlo con una cara enfadada.
─¿Puedo saber con quién fuiste a comer? ─. Responde con el mismo tono.
Lo observa durante unos minutos. No sabe si decirle que fue a comer con István, que en las dos horas que estuvo con él mientras comían le pareció agradable su compañía. István se había convertido en uno de los muchos hombres que no se fijaban en ella para una noche bajo las sábanas.
Era cierto, se le había pasado las horas volando, no se había dado cuenta que había llegado tarde a la empresa, pues las reglas se cumplen estrictamente.
─Se llama István Tanner. Me invitó a comer hace unos días.
Michael hace memoria, pues el nombre le suena bastante.
─¿István Tanner? ¿el que maneja las cifras?
Ella asiente con la cabeza.
─Entiendo ─, la voz le cambia un poco ─. ¿Fue... sólo la comida?
─Sí, así es. Y platicamos y me pareció muy agradable, de hecho ─. Pasa por su lado para dirigirse al escritorio.
Michael observa a los demás empleados que se encuentran en lo suyo, camina hacia a ella y disimuladamente le murmura:
─Ven a la oficina. Quiero que hablemos bien.
─No. Tengo bastante trabajo y fui una irresponsable por llegar tarde, así que no.
Michael se mueve con nervios ante su respuesta. Mira sus empleados pero nadie parece darse cuenta.
─Julianna, por favor. Entra.
─Que no.
Michael observa como ella pasa del otro lado del escritorio para abrir un cajón, se agacha para coger unos folders vacíos, se endereza, deja los folders encima del escritorio y se encuentra con sus ojos puestos en él.
─¿Alguna otra cosa que quiera, señor Jackson?
Michael abre la boca para una vez más pedirle que entre a su despacho, pero la cierra de inmediato, entonces niega con la cabeza. Ella asiente con la cabeza y agarra los folders dirigirse a la sala de impresiones que se encuentra al fondo del piso de donde está. Michael se cabrea y por fin se mete al despacho cerrando la puerta.
~¤~
─Espera, ¿es él?
Lo señala con la mirada. La chica morena mira disimuladamente alzando la vista y él la saluda con la mano. Ella le corresponde igual.
─Sí, es él.
─¿Fue él quien te invitó el almuerzo de ésta tarde?
─Sí, el mismo.
Madison la observa con gesto un poco preocupado.
─¿Por qué?
─Bueno... ─, mira al muchacho de ojos verdes, que porta un traje gris oscuro, donde habla con un hombre grande, enseñándole unas hojas ─. Entiendo que es muy guapo, tiene una sonrisa muy bonita, y sus ojos también lo son, pero... No puede gustarte.
Julianna hace un gesto extrañado, tratando de entender las palabras que acaba de pronunciar su amiga.
─Jamás dije que me gustaba. Dije que fue muy agradable, y me cayó muy bien, jamás dije que me gusta, o insinuando que me gusta ─. Alza un ceja en modo de molestia.
Madison entiende su molestia, y ríe un poco nerviosa.
─Discúlpame. Es que entre sonrisa y sonrisa se entiende que se... gustan.
Julianna rueda los ojos, cierra el folder donde contiene unas hojas tamaño oficio y da un ligero golpe con su mano sobre el folder.
─Hay varios tipos de sonrisa. La de él y la mía son de amabilidad, Madison. No seas así, por favor.
Madison abre la boca para decir algo, pero parece pensarlo mejor y lo cierra.
─Antes de que vaya a entregarle estos expedientes a Michael ─, se pone de pie ─
. ¿Por qué me dices que no puede gustarme?
Madison la observa unos minutos y se rinde con un suspiro acompañado.
─Porque Janet quiere andar con él.
Julianna se queda inmóvil unos segundos.
─Ya entendí. Y está bien, pero él no me gusta. Sólo es un compañero de trabajo.
─De acuerdo, de acuerdo, Julianna. Perdón por malinterpretar las cosas.
─Ya, déjalo así ─, se dirige a la puerta pero se detiene ─. Espérame un momento. Iré a darle los expedientes a Michael.
─De acuerdo ─. Madison le sonríe y agarra un dulce sobre un molde de vidrio.
Julianna suelta el aire y toca la puerta 3 veces.
─Adelante.
Ella abre la puerta y la deja abierta, con la intención de dejar los expedientes nadamás.
─Aquí tienes. Las he repasado 3 veces, y... ─, abre el folder hacia la vista de Michael ─, tienes que firmar aquí ─. Le señala con la pluma.
Michael agarra la pluma con la que ella le había estado señalando, rozando sus dedos con los suyos. Ella lo siente pero nada dice.
Michael le entrega los expedientes a Julianna donde los agarra. Él se pone de pie para caminar hacia donde está la jarra de agua. Julianna interpreta su comportamiento de que le da su espacio, así que se encamina hacia la entrada del despacho, pero Michael le pone seguro.
─Quieras o no, vamos a hablar.
Ella bufa.
─En realidad no hay nada de que hablar, Michael. Así que déjame ir, porque Madison está esperándome.
─Si no hay nada de que hablar, bien. Pero no te dejaré ir, no hasta que te bese.
Siente un latido fuerte sobre su corazón al oír esas palabras. Michael camina hasta llegar con ella y coge su cintura con rapidez. Escucha como ella suelta un gemido casi de miedo, se hace para atrás y golpea el escritorio. Por encima de la ropa, Michael pasa las manos por su cintura, por sus curvas hasta llegar con los muslos; acerca sus labios a su cuello, que le llega su perfume, lo inhala y entonces lo toca. Automáticamente ella cierra los ojos por el contacto pero nada intenta. Al tener las manos sobre los muslos de ella los aprieta y los jala hasta sentir como su masculinidad se topa con la intimidad de ella.
Gruñe y se acerca a su oído.
─Te amo, Julianna.
Ella alza los brazos para tocar su espalda, Michael alza las piernas de ella para moverse casi dentro de ella, la observa con un deseo en sus ojos y entonces se acerca a ella para besarla. Julianna se sorprende que el beso es tierno, y lento, pero así como está, ella decide esperar a que él le dé un beso un poco más... salvaje.
Aprieta su espalda, entonces él la besa con fuerza. Desliza sus manos dentro de su saco para retirarla, y se separa de su rostro para abrir un un botón de la blusa blanca, oye la respiración acelerada de ella, la mira unos pocos segundos y desabrocha otro botón. Sus ojos se dilatan aún más el tener su vista fija hacia el nacimiento de los senos de Julianna, no está descubierto completamente, pero es lo suficiente para verla a los ojos con un deseo aún más grande.
─Quiero hacerte el amor, Julianna.
─Michael, espera.
─¿Qué sucede?
─Yo... ─. Toca su pecho para separarlos y pensar con claridad suma.
Michael se atonta al ver que ella se baja del escritorio y comienza a ponerse el saco y se abrocha los botones que él se había atrevido a desabotonarlos.
─Perdóname, Michael. Madison me está esperando ─, se arregla un poco el cabello y se gira a mirarlo con nervios ─. Te llamo luego. Adiós ─. Da vuelta y camina con pasos rápidos para abrir la puerta y salir del despacho.
Michael mira la puerta que permanece cerrada. Se acerca a la silla más cercana y toma asiento con lentitud, sin quitar la vista de la puerta.
¿Qué hice ahora?
¿Hice algo mal acaso?
Suspira fuertemente y cierra los ojos, culpandose de lo que había hecho.
~¤~
Abre la llave de la regadera, mete su mano unos segundos después para comprobar si está caliente. Se despoja de la ropa que trae puesta y se mete. Al sentir el agua caliente siente que la piel la tiene sensible. Alcanza su mano hacia el champú, se la aplica un poco en su mano izquierda y luego a su cabellera negra.
Después de unos largos minutos de hacer el proceso, se enjuaga el cabello y se enjuaga el cuerpo moreno. Se observa y a los pocos segundos se siente un poco avergonzado de las manchas blancas que hace pocos años se han adueñado de su cuerpo.
¿Fue eso que hizo lo que ella había hecho? ¿lo había observado y ella también se había avergonzado de ver sus manchas?
Entonces piensa en en ella. Piensa en su rostro, piensa en sus labios, piensa en sus curvas y la cintura, piensa en sus piernas y en como rozó su masculinidad en la intimidad de ella, piensa en su pechos.
Su masculinidad se endurece y él maldice. Abre la llave de agua fría y con eso espera que se vaya, no está dispuesto a darse placer, no de esa manera.
Sale del baño enrollado con la toalla de la cintura para abajo. Se mueve su cabellera negra para que caiga agua mientras sale del baño, entonces suena el ruido del teléfono, alguien lo llama. Michael coge el teléfono y se aclara la garganta.
─¿Diga?
─Hola, Michael. Soy yo.
Michael se sienta sobre la cama y suspira.
─Hola, nena. ¿Qué pasó?
Michael se recuesta sobre la cama y espera su respuesta.
─¿Qué haces?
─Salía de bañarme. ¿Y tú?
─Llegando al apartamento apenas.
Michael fija la vista en el reloj y marca casi las 11:00 de la noche.
─Ya es tarde.
─Sí, de hecho. Fui con Madison a ver unos aretes que había visto la vez pasada que la acompañé. Y estuvimos un buen rato, y a ella se le ocurrió ir a comprar cosas para una tarde de chicas en la piscina que es mañana.
─Entiendo.
No le había contestado de mala gana, sino que aún seguía esperando la respuesta de hace rato.
─Y bueno... yo sé que necesitas, que mereces una explicación de mi comportamiento de hace rato. Y no sabes cuanta vergüenza tengo, pero yo me puse muy nerviosa, y no sabía que hacer y la cabeza me estaba dando vueltas.
Michael suelta un suspiro pesado que hace que Julianna se estremezca.
─Lo entiendo, más de lo que crees ─, se detiene unos segundos ─... pero pudiste no haberte ido de esa manera.
─Lo sé, lo sé, amor. Pero entiendeme a mí, no es fácil que todo sea tan rápido.
─¿Rápido?
─Sí.
Él se espera unos segundos en analizar la respuesta de ella, y en su comportamiento de esa tarde.
─Discúlpame, creo que no entendí del todo...
─Yo... ¡agh! Michael, yo no he estado con nadie. Soy... virgen ─, Julianna espera unos segundos en que él pronuncie palabra alguno ─. ¿Michael?
─Estoy aquí.
Se sale del trance y sacude la cabeza, al paso de los segundos no puedo evitar sonreír, pero sobre todo sonrojarse.
Ella es virgen...
─No quería decírtelo mediante un teléfono, pero no quería que pensaras mal de mí. No sé que cara tienes, pero dime algo al menos.
─Lo entiendo perfectamente, nena. Es sólo que yo creí que era por mi piel... por mi despigmentacion de la piel.
─¿Michael?
─Dime.
─Yo te amo tal así como eres. Jamás haría algo así por eso, o ya sea por otra cosa.
Entonces Michael sonríe al oír decirle. A decir verdad, nadie en sus 28 años se había atrevido a decirle una cosa así, nadie. Y eso le hacia sentir muy feliz.
─Yo te amo también, demasiado ─, utiliza su voz ronca ─. Te extraño tanto.
─Yo también te extraño, Michael. De verdad no sabes lo avergonzada que estoy por lo de hace rato.
─No te averguences, no deberías.
─Claro que debería. Hoy en día muchas mujeres ya no lo son, y yo me siento la única que no lo ha hecho en mis 25 años.
─Si supieras en realidad lo que un hombre piensa en eso... retirarías lo dicho.
─¿Y qué es lo que piensa un hombre acerca de eso?
Michael sonríe medio juguetón. No piensa decirle mediante un teléfono.
─Prefiero decírtelo cara a cara, quiero ver como reaccionas.
─¡Dime!
─Te lo diré mañana, ¿de acuerdo? Estaré en casa de Madison.
─¿Te invitó?
─No, pero apareceré allí con Gerardo. No le digas nada.
─Bueno... más te vale decirme sobre eso, ¿eh?
─No te preocupes. Te veo mañana.
─Te amo, amor.
─Yo te amo más, nena.
Cuelgan al mismo tiempo y Michael sonríe aún más. Marca el teléfono de Gerardo y espera a que le conteste.
¡Buenas noches!
Aquí les traigo un capítulo, jeje.
¿Qué piensan de lo último que le dijo él a ella? Espero que hayan disfrutado de este capítulo. Vota si te gustó, y coméntame algo.
Amor y paz. 💜 ✌🏼
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