You've got me knocked out turn me inside out
It's you that makes my heart beat
You've got me knocked out
Baby there's no doubt
You swept me off my feet

Juñianna suspira al pensar lo sucedido de esa tarde. Desde la mañana, el café se derramó sobre unas tres hojas de tamaño oficio y con escritos de los dos lados, tuvo que volver a reescribirlos, pues no encontró los archivos que había guardado en el disco duro. Perdió la hora de la comida; siendo así tuvo que ponerse al corriente de unos papeleos y tener que ir en el piso de los archivos para acomodar unas carpetas; salió de la empresa y sólo compro un perro caliente y un refresco.
Al regresar, había olvidado que tenía agendado ir a restauración de muebles, así que salió y tomó un taxi rumbo hacia allá. Tardaron casi dos horas en que la recibieran y sólo le hicieran firmar unos papeles. Al regresar a la empresa, se encaminó hacia el despacho de Michael en busca de unas llaves para abrir en un cajón y sacar unas tarjetas, pero al ver el sillón que se habitaba en aquella habitación, no pudo aguantar y durmió una hora. Al despertar corroboró la hora y eran casi las seis de la tarde, salió y fue por su bolso, se dirigió a los baños para retocar un poco su maquillaje y acomodar arrugas en su vestimenta y su cabello negro. Por fin cuando sale del aquel edificio busca en su bolso que olvidó las llaves de su departamento, maldició y regresó por ellas.

Cuando las puertas del elevador se abren, ella entra y aprieta el botón de planta baja. En sus fosas nasales llega un aroma varonil, ella gira la cabeza y un hombre que la mira, le dedica una sonrisa. Ella hace lo mismo sin mostrar sus dientes y le da espalda. Suena All The Love In The World de The Outfield. Las puertas de abren y ella sale de allí, empuja las puertas de cristal con su mano haciendo que se giren en círculo y el aire toca su rostro. Ella agradece al cielo en un susurro y comienza a andar sus pies para dirigirse al metro.

Pero sus pasos se detienen al ver que ese rostro conocido se acerca a ella dándole un asentimiento de cabeza.

─Buenas tardes, señorita Casanova.

─Hola, Aaron ─. Le saluda ─. ¿Michael está aquí?

─No, pero me pidió la llevara a un lugar. Allí es donde la está esperando a usted ─, abre la puerta de la limusina ─. Entre, por favor.

Julianna sube a la limusina y éste se cierra.

~¤~

La noche cae, la limusina se detiene frente a un restaurante francés. Aaron le ofrece su mano en cuanto abre la puerta, ella lo toma con amabilidad al bajar de la limusina.

Aaron se despide de Julianna le deseándole una buena noche, luego desaparece al entrar a aquel restaurante. Una chica pelirroja la mira y pide su nombre, Julianna lo da y en eso observa como la pelirroja la mira de abajo hacia arriba, con sumo esfuerzo le pide con amabilidad que la siga. Julianna rueda los ojos y la sigue. Muchos de los que se encuentran conversando tranquilamente voltean a verla, acompañados de unas personas tocando instrumentos de manera muy tranquila. Suben dos pisos más, Julianna se sorprende del enorme paso que hay en esos tres pisos que acaba de pisar, cada habitación posee una música diferente y un ambiente diferente. Al llegar por fin a la terraza, su corazón late con frenesí, sus manos sudan poco a poco y la respiración se detiene poco a poco.

─El señor Jackson la espera, señorita Casanova.

Se retira echando un bufido y cierra las correventanas que separan del salón y la terraza.

La mira, se pone de pie y se acerca a ella poco a poco con una sonrisa bonita. Julianna logra despegar sus pies del suelo para dirigirse a él como un simple imán.

─Hola ─. La saluda con una voz tierna.

─Hola, Michael... ─. Le sonríe.

Toma su mano con delicadeza y besa sus nudillos de manera tierna. Alza la cabeza para mirarla a los ojos y seguir sonriéndole.

─¿Qué es todo eso?

─Una cena. Quería verte y... darte una sorpresa.

─Que bonito de tu parte.

─Debes estar hambrienta.

─De hecho sí ─. Suelta una risa nerviosa.

Michael la jala suavemente, caminan hacia la mesa que dispone de velas y dos platos blancos con copas de cristal y un vino. Jala la silla y ella se sienta en él, casi al mismo tiempo empuja la silla. Gira sobre la mesa y toma asiento. En casi menos de un segundo aparecen los meseros con esas típicas charolas de plata, lo ponen sobre la mesa y alzan la tapa con elegancia, uno de ellos agarra el vino y destapa 'la cosa de madera'. Sirve media copa cada uno y se retira deseando buena comida.

─Te gustará.

Abre su boca para meter ese pedazo de comida. Lo saborea y casi gime por el sabor que posee.

─¿Te fue bien hoy?

─Pues... ¿Te miento o te digo la verdad?

─La verdad, Julianna.

Agarra la copa de cristal y bebe un sorbo del vino.

─Tuve un día bastante malo. Las cosas salieron de las que no me había imaginado ─, se detiene unos segundos ─, tuve que escribir los papeles de la compañía Yuo6, resulta que no guardé los archivos en el disco duro. No comí mucho porque perdí la hora de la comida, y para ganar más tiempo me puse al corriente de los otros papeles, tenía que ir también a los archivos para acomodarlos ─, lo mira muestras suelta una risa por lo que sigue ─; luego olvidé que tenía que firmar unos papeles de la restauración de muebles y tuve que esperar casi dos horas. Terminé cansada y al ir a tu despacho para buscar unas tarjetas descansé sobre tú sofá una hora. Y pues... olvidé las llaves ya estando afuera de la empresa, así que regresé y de nuevo bajé hasta encontrarme con Tom.

─¡Vaya! Sí que fue bastante malo.

─Sí. La verdad es que sí, Michael. ¿Y a ti como te fue hoy?

─Honestamente estuve aburriendome mucho en las reuniones. Y tuve que ir de nuevo al estudio para fijar las fechas de la gira. Mañana daré las fechas al mundo.

Julianna se emociona.

─¡Qué padre! No sabes lo emocionada que estoy, verte otra vez en el espectáculo... ¡estoy muy ansiosa de verte!

─Me emociona también escuchar decirte eso ─. Le sonríe.

─¡Oh, pues claro! Siempre he sido una fan tuya.

─Eso lo tuve en cuenta cuando te vi por primera vez en el elevador con Frank.

─¿En serio? No quería hacer un escándalo con mi fanatismo.

Michael suelta una risa y toma del vino.

Después de una plática muy animada, acompañada de risas y silencios no incómodos, ambos terminan sus postres. Julianna saca un espejo de su bolso para poder ponerse más de ese labial rojo. Michael no desperdicia ese momento, observa detenidamente sus movimientos, como marca la parte inferior del labio dibujando la forma del corazón, para luego rellenar completamente esa pintura roja que le tiene loco. Él se pone de pie y sé acerca a ella tendiendole una mano. Julianna lo mira y lo toma con suavidad, se pone de pie con la idea de no tropezar torpemente. Michael entrelaza su mano con la de ella, la jala suavemente hacia una esquina de la terraza, donde en un estéreo negro se encuentra a la disposición de reproducir canción alguna. Presiona el botón de iniciar, y suena The Lady In My Life.

─¿Bailas conmigo?

Julianna le sonríe al sentir como el pecho le entibia, haciéndole sentir bien.

─Sí.

Con un movimiento casi lento, desliza su mano morena en la cintura de ella, con la otra mano hace lo mismo. Julianna pone sus manos sobre sus hombros y observa los ojos de él.

No hay nada de incomodidad en ese momento, sólo miradas cargadas de ternura y casi de miedo. La melodiosa voz del hombre que se encuentra frente a ella los envuelve de calma y ternura, en un estado en el que disfrutan largamente, sintiendo el corazón una capa tibia. Ella, por primera vez, no siente miedo, siente felicidad por ese momento único, en el ahora no sé preocupa y no le tema a casi nada, en el que quiere mantener su mente en blanco, y sólo mirar los ojos de él. Él, con una felicidad eterna, agradece este momento único, pues se confiesa a sí mismo que nunca se había sentido así.

─Michael...

─Dime.

─Yo... tengo una duda ─. Habla tímidamente.

─Cuéntame, ¿qué pasa?─. Pregunta sin perder la ternura que hay su voz.

─¿Qué hay con nosotros? ¿qué es lo en verdad esperas sacar de esto?

Unos cuantos segundos dejan pasar, haciendo que Michael suspire.

─En realidad, Julianna... es lo que también quiero saber, yo... no espero sacar algo de esto ─, le acaricia la mejilla ─. Bueno... a excepción de tu amor, Julianna.

─¿Mi amor...?

─Planeé ésta velada, porque además de extrañarte, yo... quiero hacerte una pregunta ─. Le agarra sus manos y las sujeta sin dejar de mirarla.

─¿Y cuál es ésa pregunta?

Michael baja la mirada por un micro segundo y la sube para verla con una ternura inimaginable.

─¿Quieres ser mi novia?

Julianna lo mira casi con los ojos abiertos y con el corazón avisandole que quiera salir de su pecho.

─Entenderé si necesitas tiempo, porque sé que es demasiado pronto... ─. Lo último lo convierte en un murmuro.

─Michael.

─¿Sí?

─Sí quiero ─, le sonríe ─, por supuesto que quiero ser tu novia ─. Atrapa la cara de él entre sus manos.

─¡Oh! ─, sonríe de oreja a oreja ─. Crei que.. que...

Sin dejar que siga, Julianna le pone un dedo en la boca de Michael, siento como él sonríe aún más y oye como suelta unas risillas.

─Lo siento ─. Habla Michael.

─Bésame, Michael.

Una corriente recorre en el cuerpo de Michael. Entonces sujeta el bello rostro moreno de Julianna y acerca lentamente sus finos labios a los labios carnosos pintados de rojo. Los movimientos comienzan un tanto lentos, al pasar los segundos, ella presiona los brazos y las manos en la espalda de Michael, entonces el recorre su curvas tan marcadas y la acerca más a su cuerpo.

─Te quiero, Julianna ─ habla sin separarse mucho de sus labios ─. Te amo...

─Michael, yo también te amo.

La besa de nuevo, ésta vez con tanta ternura, acompañandolo con pasión, en el que ella aprieta la chaqueta de Michael, pensando que si no lo hace, podría caer al sentir ese beso en el que ella nunca había sentido.

─Julianna ─, se separa al necesitar oxígeno ─, prometo desde mi corazón que siempre te cuidaré, que siempre tendrás mi amor, que jamás te haré daño, ¿lo entiendes?

─Sí, Michael. Confío en ti ─, habla con voz neutral ─. Yo prometo desde mi corazón que confiaré mi corazón hacia todo, Michael.

Michael la abraza, poniendo su mentón en la cabellera negra de ella. Julianna escucha como late el corazón de él, y siente ser la persona más feliz del mundo.

Confío en ti, mi amor...

¡Muy buenas noches!

Ay que emoción que ya sean novios, ¿no? Jaja. ¿Qué les pareció éste capítulo? ¿Se emocionaron?

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Amor y paz. ✌🏼💜