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Capítulo 22

Julianna cierra los ojos y piensa en él.


Glenn.

Pone una mano sobre su boca y camina hacia la ventana para ver que el sol sale de las nubes poco a poco. Alza la playera hacia la cara y se limpia un poco mejor las lágrimas.  De pronto maldice en voz baja dándose la vuelta para poder tomar un sorbo de agua pero se sobresalta de donde se encuentra.

─Michael ─. Se toca el pecho.

Él se acerca a ella y la toma de la mano.

─Lamento que hayas escuchado esa canción.

─No podía dormir, bajé para tomar un poco de agua y vine aquí a curiosear.

Él le besa la mano con ternura y la mira a los ojos.

─Tampoco podía dormir, fui a donde dormías y no te encontré.

Julianna le aprieta la mano y se abraza a él. Él también la abraza y ambos cierran los ojos. La canción vuelve a sonar en la tornamesa y ambos abren sus ojos.

─Espera.

Michael se acerca a la tornamesa sin quitarle la mano a Julianna y la apaga. Vuelve a estar frente a ella y le da un beso en la frente, conteniéndose en darle un beso apasionado en sus labios que tanto le encantan.

─Julianna...

─Lo sé, fue estúpido haber escuchado esa canción de Madonna.

Michael suelta una risilla, negando suavemente con la cabeza.

─No era lo que iba a decir, pero... ─, le acaricia la mejilla ─. Yo iba a decirte que fui a buscarte para poder dormir contigo.

─¿Conmigo? ¿en la misma cama?

─Sí, sí tú quieres, Julianna. No haré nada que no te guste, solo es... dormir.

Ella lo piensa unos segundos y asiente con la cabeza.

Ambos suben en las escaleras, Julianna se encamina hacia la habitación donde ella se hallaba acostada hace unos momentos, pero Michael la jala suavemente haciéndola caminar para dirigirse a la habitación de él. Sus nervios suben y trata de no poner atención en ellos.
La puerta se abre por él, la deja pasar primero a ella, luego él cierra la puerta a su espaldas. Julianna le camina hacia la cama y alza las cobijas para luego incorporarse en ellas. Michael hace lo mismo del otro lado.

─Estás temblando... ─. Michael le toma la mano a Julianna.

─Lo siento, es que...

─¿Te incomoda? Podemos no...

─No, Michael, para nada. Es sólo que eres el segundo hombre que... permito que duerma junto a mí.

─¿De verdad? ─. Se muestra sorprendido.

─Sí, de verdad.

─¿Puedo saber por qué?

─Bueno, con los cuatro novios que he tenido siempre había sentido que ellos nadamas... querían estar cerca de mi cuerpo, no de mí. Y eso... hizo que me aterrara la idea de tener a un chico a mi lado. Con Glenn... fue un poco difícil que durmiera a mi lado.

─¿Y conmigo?

─Tú... eres diferente.

─Y también porque sabes que te amo.

Ella sonríe sin poder evitarlo.

Julianna... Michael es bueno. Michael es diferente. Él sí te ama.

─¿Michael?

─¿Sí?

─Yo... te quiero mucho.

Él le aprieta la mano con suavidad. Ella, sin temor alguno se acerca a él para poder besarlo. Él siente la gloria. Julianna lo besa con mucho cariño. Se acerca un poco más a él y le acaricia el rostro, Michael toca su cintura y la sigue besando.

─Moría por un beso tuyo... ─. Confiesa con tímidez.

─Yo también... ─. Julianna también confiesa como tímidez.

─Sigo sin tener sueño ─, suelta una risilla ─. ¿Tú tienes sueño?

─Estoy igual que tú, que raro, ¿no?

─Sí, que raro.

─¿Quieres hablar?

─Lo que tú quieras.

Ella se acomoda un poco mejor y ésta vez puede verlo a la cara con un poco más de la luz del sol desde la ventana.

─A veces me cuesta creer que seas Michael Jackson. Me siento nerviosa.

─¿Te pones nerviosa porque soy Michael Jackson?

─Muchas veces. Cuando te vi en el elevador, interiormente me emocioné como toda una fan de tu música.

─¿Te agrada mi música?

─¡Claro! Me hace sentir mejor. Que no me hayas oído cantar una canción tuya es otra cosa, porque no canto tan bien como tú.

─En realidad no, Julianna ─, le toca el mentón ─. Me gusta cuando cantas en español.

─Pero sí solo fue una vez, con una de mi amor Luis Miguel.

─¿Tu amor?

Ella se percata de lo que dijo y se echa a reír por lo bajo.

─Luis Miguel es todo un sol. Ojos verdes, piel blanca, cabello café claro, cuerpo de...

─¿Quieres ponerme celoso, Julianna? ─. La interrumpe con una sonrisa.

─¿Yo? ─, se hace la tonta ─. Sólo dije que sabe como hacernos fantasear en lugares indebidos.

─¡Hey!

Ella ríe por la cara que Michael acaba de hacer. Michael se acerca a ella y la besa, haciéndola callar ya que no le era agradable escucharla hablar de otro hombre. Ella no puede corresponderle debido a que la risa le gana.

─No me agrada ese tal Luis Miguel.

─Pero tú a él sí, Michael.

Michael la vuelve a besar y la acerca más a su cuerpo para tenerla un poco bajo su control.

─¿Por lo menos has escuchado sus canciones? ─. Se separa de su rostro.

─Creo que sí.

Julianna lo mira y y se toca los labios un par de veces con su dedo índice.

─¿Sabes qué?

─¿Qué?

─Sí hoy todo sale bien... Podríamos escuchar unas canciones de él, ¿te parece?

Michael lo piensa un momento y asiente con la cabeza.

─Por supuesto, sí me das otro beso, mi querida Julianna.

Ella le dedica una sonrisa y cierra los ojos para acercarse a él y darle un beso largo tierno.

~¤~

Han pasado dos horas desde que Michael se ha ido de Neverland para ir a la disquete a firmar unos papeles para el lanzamiento de su próximo disco.
Durante el rato que él no estuvo en Neverland, ella se fue a dormir un rato, después se dio un baño rápido, cogió unos shorts de mezclilla, una playera roja y sus tenis blancos acompañado con unos calcetines parecidos al Rey Del Pop. Se dejó el cabello suelto y salió a comer un trozo de pastel de vainilla junto con un vaso de leche, luego le agradeció a una de las empleadas que se había encargado de servirle aquel postre y salió afuera.

Ahora ella se encuentra en el carrusel en funcionamiento mientras observa aquel paisaje que se encuentra frente a sus ojos mientras recuerda...

》Eran las siete de la noche cuando en la Ciudad de Miami el cielo comenzaba a caerse. Julianna estacionó el auto en el estacionamiento de donde ella estaba viviendo hacia unas semanas. Apagó el auto, tomó su paraguas blanco favorito y salió del auto. Caminó hasta llegar a la puerta de madera, introdujo la llave y se metió a su pequeño departamento. Dejó el paraguas a un lado, se miró al espejo para corroborar si no se había corrido su maquillaje.

Fue hacia la cocina y preparó una cena sencilla y caliente. Después de una hora, sonó el timbre. Julianna terminó de poner la mesa, se quitó el delantal y fue hacia la entrada. Abrió la puerta y sonrió.

Llegó a ella y la abrazó mientras la besaba con ternura.

─¿Cómo estás, preciosa?

─Mucho mejor ahora que estás aquí.

Le sonrió y se quitó su chamarra negra de piel. Julianna lo colgó al perchero mientras cerraba la puerta. Ambos se sentaron en la mesa y dieron inicio a la cena.

Luego de terminar la cena, Glenn recogió los platos sucios y los lavó mientras Julianna acomodaba unas hojas que se hallaban en la sala, regadas por el suelo.

─¿Mañana me dejarás en el aeropuerto?

─Claro que sí, preciosa. ¿A qué hora habías dicho?

─A las ocho de la mañana es el vuelo, amor ─, acomodó la pila de hojas y las situó en una carpeta gruesa donde luego lo guardó en un cajón ─. Ya es hora de que me duerma, cariño.

Glenn apareció en la sala y se acercó a ella.

─Te voy a extrañar.

─Sólo serán unos días. Yo te estaré avisando cuanto tiempo me quedaré en Nueva York.

Glenn asintió con la cabeza. Alzó la mano para acariciar la mejilla de ella, seguido de eso la besó lentamente. Su otra mano bajó lentamente hasta detenerse en la cadera.

─Glenn...

─Quiero hacerte mía, Julianna.

─Ya hablamos de esto.

─Por favor...《

Julianna se recuesta en el pasto y al momento de cerrar los ojos para poder relajarse escucha que las rejas de Neverland se abren, se pone de pie y se acerca al árbol para que aquella persona que se encuentra dentro de la limusina no la vea. Se detiene, observa como baja aquella chica, cabello suelto, un pantalón negro y blusa con cuello de tortuga color negro acompañado de un saco amarillo.

─¡Señorita Tumbzen! no la oí llegar.

Traeme una limonada fría, muévete.

Enseguida, señorita.

La empleada entra a la mansion, de reojo se topa con Julianna, ésta le pide que guarde silencio con la mano y la empleada asiente con la cabeza con rápidez y desaparece.

Tatiana camina con cierta elegancia y seguridad para cuando entra a la mansión. Sin pensarlo mucho, Julianna la sigue a pasos lentos, deteniéndose detrás de la pared de la cocina, donde mira que Tatiana le da la espalda para agarrar el teléfono y teclear un número. Pone el teléfono en su oreja y decide esperar.

¿Me presento?

¡Hola, mi príncipe!

¿Así le habla a Michael?

─Llamo para decirte que mi prometido no está en casa, ¿puedes pasar por mí en una hora?

Julianna abre los ojos y esta vez decide mirarla de reojo en la esquina de la pared que separa la cocina y la entrada principal.

─A donde quieras, siempre y cuando me complazcas.

Julianna siente mucho enojo dentro de ella, apretando los puños.

Esta vez no te la acabas.

Julianna camina hacia a ella y le arrebata el teléfono y lo cuelga. Tatiana se sorprende al verla allí.

─¡¿Tú que haces aquí?!─. Exclama con sorpresa.

─Manda al diablo con tus preguntas, idiota.

Tatiana ríe.

─¿Acaso eres su prometida? ¿No, verdad? No eres bienvenida, así que largo de aquí.

─La que se va a largar eres tú, zorra ─, Tatiana frunce el ceño ─. Y no te hagas la santa ahora, que sé perfectamente que engañas a Michael.

─Te juro que si Michael se entera por tu boca yo me veré obligada a...

─¿A qué, zorra? ─, la interrumpe, Julianna se acerca a ella con seguridad haciendo que Tatiana recorra los pasos hacia atrás ─. De mí no se va a enterar, porque tú le vas a decir, yo no seré una más de tus perritos como Janet o Madison ─, le señala con la mano ─. Así que no pierdas tu tiempo para amenazarme, zorra.

Tatiana lo mira de abajo hacia arriba, queriendo intimidarla para luego abrir la boca para poder defenderse pero se ve interrumpida por otra voz:

─¿Como has podido hacer eso?

Julianna gira la cabeza y abre los ojos al encontrar a Michael en el marco de la cocina.

─Michael, yo...

─Tatiana, no mereces que oiga tus explicaciones. Acabo de oír todo.

─¿Le creerás a esta zorra?

─Le creo, Tatiana ─, se acerca a ella ─. La boda se cancela, y no solo por esto, sino que  desde hace tiempo nuestra relación ya no ha sido la misma.

Tatiana mira con coraje a Julianna y vuelve a mirar a Michael.

─No es posible que le creas a tu simple empleada que yo, la que te ama.

─Por favor, Tatiana. No nos engañemos más. Tú no me amas ─, se acerca más a ella ─. Nunca me has amado.

─¿Y que te hace suponer eso? ─. Se cruza de brazos.

─Durante mucho tiempo te pedí que formaramos una familia. Y siempre decías que no era el momento.

─¿Y sólo por eso lo supones? Que poco criterio tienes, Michael.

─No. Porque Janet y Madison me van a confirmar la verdad. Y ellas no serían capaces de mentirme cuando les pregunte.

Tatiana mira a Julianna y se acerca a ella.

─Púdrete.

Empuja a Julianna con el hombro y sale de la mansión dando el portazo, donde segundos después, las rejas se abren dando paso a un Mercedes.

─¿Escuchaste todo, Michael?

Pregunta apenada mientras se soba el hombro.

─Sí, Julianna. Escuché todo.

Julianna por fin lo mira.

─No lo pensé bien...

─Lo sé ─, la interrumpe ─. Llegué un poco antes de que entrarás la cocina, noté que tus manos estaban hechas un puño.

─Perdóname, Michael. La regué todo ─. Se toca la frente.

Michael sonríe y la mira a los ojos con la máxima ternura.

─Me quieres ─. Afirma.

Ella asiente con la cabeza.

─Es que ella nunca te lo iba a decir.

─¿Tú lo sabías, verdad?

─Lo siento, Michael. Janet me lo dijo y seguido de eso Madison también lo hizo.

Michael niega con la cabeza y abraza a Julianna.

─Mañana hablaré con ellas.

─¡Agh! Por un momento quise maldecirla a esa...

─Hey ─. Se aleja y mira su rostro.

─Perdón ─, rueda los ojos con diversión ─. Trataré de ya no decir groserías, ¿sí?

Él agarra su mejilla con ambas manos y la besa de manera lenta y con un poco de fuerza. Baja las manos a su cintura mientras Julianna acomoda los brazos alrededor de su cuello.

─Gracias ─. Le susurra cerca de sus labios carnosos.












¿Qué tal?

¿Qué les pareció lo que se dijeron Tatiana y Julianna? ¿Qué hubieran hecho ustedes?

Espero que les haya gustado, vota y comenta si te gustó.

Amor y paz. 💜 ✌🏼

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