Saca su dinero de su pequeña cartera que tiene en su bolso negro cuando le avisa el precio de su boleto de avión. Decidida, da en el dinero en efectivo, le entregan el boleto deseandole un buen día, da vuelta para sentarse en esas sillas plegables y espera.

Recuerda el primer día que lo conoció. Iba a un bar a escuchar Rock en vivo, acompañada de una compañera de trabajo; entró al lugar y se pidió una Margarita para calmar su estrés después un día horrible de trabajo.
Una chica cantaba Ya No Somos Amantes de Daniela Romo, con unas piernas despampanantes, y un vestido que dejaba mucho a la imaginación.
Un chico pasó por encima de la compañera de trabajo, le reclama al joven que le ensució el saco. En ese momento, un amigo se acerca y decide calmar a la chica. Julianna posó sus ojos en él, y él en ella.

Hubo miradas coquetas en todo la noche, hubo sonrisas amables en todo el espectáculo, hasta que él se atrevió a pedirle su número de teléfono para salir a conocerse.

 ─Pasajeros, para el viaje hacia Los Ángeles California abordarán en dos minutos.

Abre los ojos al oír la empleada y echa la cabeza hacia atrás por un momento , después se pone de pie, coge sus maletas y se dirije a la entrada dónde da hacia el avión. Entrega el boleto y sus maletas al empleado, luego sube por las escaleras que guía hacia la entrada del avión; al estar ahí, busca su lugar indicado.

J3, mira la ficha y se dirige allá. Toma asiento para luego abrocharse el cinturón de seguridad. Unos minutos después, el avión se despega de la pista.

~•~

 ─Por favor, repíteme lo qué acabo de decirte, Kim.

La rubia mueve sus ojos de un lado para otro en señal de qué se encuentra muy nerviosa, sus ojos color marrón provoca que sienta culpa y excitación a Kim, y más cuando él la recorre con la mirada de arriba hacia abajo, para luego alzar su ceja ligeramente, en espera de lo que le acaba de pedir a su asistente.

 ─Bien  ─, pasa la saliva y se aclara la garganta  ─. Me dijo que tengo prohibido venir vestida como me gusta, que esto no es un antro o una fiesta, y que debo cumplir las reglas básicas de esta empresa como cualquier otro empleado.

El hombre de los rizos rebeldes que deja caer sobre su rostro asiente con la cabeza con satisfacción.

 ─Ésta es la segunda vez que lo vuelvo a advertir, Kim  ─, se pone de pie y se acerca a ella  ─. Para la otra estarás despedida.

 ─S-sí, señor.

 ─Puedes retirarte.

Kim da vuelta y abre la puerta de la oficina y sale de ahí casi huyendo.

 ─¿Que hizo ésta vez, Michael?

Frank Dileo entra a la oficina mientras se fuma una pipa.

 ─Vino vestida como si fuera a llamarme la atención, ¿acaso no viste como venía vestida?  ─. Se acerca a él y le arrebata la pipa.

 ─¡Michael!

 ─Sabes que no debes fumar cuando estoy aquí  ─. Tira la pipa en el cesto de basura y se dirige a su lugar dónde estaba sentado.

Escucha un gruñido por parte de Frank y él lo ignora.

 ─Sobre la chica, ¿al menos no te generan las ganas de...?

 ─Estoy casado, no voy a serle infiel a Tatiana  ─, habla con algo de fastidio  ─. Además, soy un caballero.

 ─Yo también lo soy -. Ríe.

 ─Tú no, por que eres Frank. Yo sí porque soy Michael Jackson.

 ─Como tú digas, muchacho  ─, agita las manos en señal de fastidio y rueda los ojos  ─. ¿Qué harás hoy?

Michael lo mira por un momento y después dirige su mirada hacia la pantalla de la computadora.

 ─Iré a cenar con Tatiana.

Frank asiente con la cabeza.

 ─Bien.

Michael lo mira alzando su ceja.

 ─¿Sucede algo?

 ─Madison de nuevo...  ─, suspira con pesadez y echa la cabeza un poco para atrás  ─. No sé que ha estado pasando últimamente, anoche salió a escondidas, y hoy me di cuenta que llegó en la mañana.

Michael hace una mueca y baja la mirada por un par de segundos.

 ─¿Has hablado con ella?  ─. Le pregunta y alza la mirada.

 ─Traté, pero no quiso decirme lo que sucedía.

 ─Hombre, creo que tendrás que enviarla a un internado -. Bromea acompañada de una sonrisita.

 ─Precisamente hablé de eso con Miranda, pero me dijo que no había necesidad de enviarla a un internado  ─, vuelve a suspirar por segunda vez sin darse cuenta de broma de su amigo  ─. ¿Sabes qué es lo que estoy pensando, muchacho?

 ─¿Qué, Frank?

 ─Creo que ella está enamorada de alguien.

Michael lo mira a los ojos y alza la ceja ligeramente.

 ─¿De quién?

 ─¡Qué sé yo!

 ─Aún así pienso que deberías hacerlo ya.

 ─Es la cuarta vez que hace esto, y me preocupa demasiado.

 ─Oye  ─, Michael se pone de pie y se acerca al hombre que está a punto de derramar las lágrimas  ─. Tranquilo, háblalo bien con Miranda.

 ─Lo sé, es sólo que después de la ruptura amorosa que tuvo con su ex novio, Madison se ha vuelto muy rebelde. Últimamente no me hace caso, hace lo que quiere, se escapa por las noches y eso me preocupa, muchacho.

 Michael hace una mueca al ver cómo está su amigo que lo considera como un padre para él.
Deja escapar un suspiro, se acerca un poco más a él poniendo la mano en el hombro de Frank.

 ─¿Que dices si... la traes a mi casa? Tal vez las cosas se calmen un poco.

Frank lo mira.

 ─No sé, no quisiera molestar a Tatiana y a ti.

 ─De eso no te preocupes, sabes que Madison, Miranda y tú son bienvenidos allá.

 ─No sabes cómo te lo agradezco  ─, se pone de pie y le da un gran abrazo  ─. Gracias.

 ─No hay de qué.

Frank se separa y le da una palma en la espalda a Michael. En eso se escuchan tres golpes en la puerta de la oficina.

 ─Pase.

Kim entra y cierra la puerta a sus espaldas.

 ─Señor Jackson, ¿siempre sí se cancela la cita con su esposa?

 ─No, iré. Gracias, Kim.

Ella asiente con la cabeza y desaparece.

 ─Bueno, entonces me voy. ¿Cuándo...?

 ─Oh  ─, Michael se dirige a la computadora y la apaga  ─. ¿Te parece el día sábado?

 ─Me parece perfecto.

Michael agarra su maletín y se despide de Frank. Ambos salen de la oficina despidiéndose la secretaria rubia, que no tarda en verlo con otros ojos, y se dirigen al elevador. Estando dentro de él, presiona el botón y las puertas se cierran. Pasan unos segundos y se abren, él sale y atrae las miradas de algunas empleadas, él lo único que hace es ignorar. Se dirige a su auto deportivo y se sube en él, prende el motor y arranca para salir del estacionamiento.

Una canción balada sale de su autoestéreo, él sube el volumen y mueve sus dedos en el volante conforme al ritmo de la canción.
Muchas chicas voltean a verlo y luchan porque él voltee, pero él ni se molesta en hacerlo.

Después de media hora de manejar se detiene en frente de un restaurante, se baja y pone el seguro a su auto deportivo. Se abrocha los botones de su traje y camina hacia la entrada del restaurante, se acerca a la chica que es la recepcionista, ella lo ve y le dedica una sonrisa de amabilidad. Ella le indica el lugar dónde se encuentra su prometida. Michael la ve y le da las gracias a la chica, se dirige a su esposa y le tapa los ojos.

 ─Michael, sé que eres tú.

Michael sonríe, ella lo ve y le da un beso largo.

 ─¿Hambriento?  ─. Le pregunta ella.

 ─De ti, nena.

 ─Ya  ─. Ella ríe.

Michael toma asiento frente a su esposa, quitándose el saco rojo que posee, se acerca una mesera y piden su orden de comida.

 ─¿Que has hecho hoy, amor?

 ─Fui al salón de belleza, discutí con una chica porque estuvo hablando mal de mí.

 ─¿Que dijo?  ─. Michael pregunta con cierta curiosidad.

 ─Dijo que estoy flaca, que no tengo cuerpo.

 ─¿Y que le dijiste tú?

 ─Que se fuera a la mier...

 ─Tatiana, ¿Qué te he dicho sobre eso? ─. La mira con molestia.

 ─Ay mi amor ─, lo mira como si él estuviera mal ─. Creo que no tiene nada de malo que yo hable así.

 ─Claro que sí, te escuchas mal.

 ─Pero así no puedo defenderme mejor.

En eso se acerca la mesera con sus comidas.

 ─Vino Frank a verme  ─. Michael decide cambiar de tema.

 ─¿En serio? ¿te dijo algo sobre su hijita?

 ─Sí, me comentó que volvió a escaparse, que no sabe que hacer con respecto a la situación, digo... no es tan grave la situación, pero ambos se están preocupando, así que decidí ayudarlos.

 ─¿Que harás?

Michael se mete el bocado de comida a su boca y mira a su alrededor por unos segundos y después mira a Tatiana.

 ─Le dije que me diera permiso de que Madison pasara el fin de semana con nosotros.

 Tatiana lo mira y asiente con la cabeza.

 ─¿No te molesta?  ─. Le pregunta Michael.

Ella niega con la cabeza.

~•~

Por segunda vez en la noche, una lágrima se escapa de su ojo izquierdo, lo quita bruscamente, haciendo que su furia se incremente un poco en su interior. Con la vieja foto entre sus dedos morenos, la avienta hacia la chimenea, que parece estar bailando entre la leña. Lo recuerda, aunque ya haya sido desechada, recuerda ese día... estaba recargada sobre su Peugeot 205 color rojo y abrazada por su novio. Ese chico que le hizo tocar el cielo con las manos...

Sus maletas cafés de piel se encuentran abiertas, con algunas prendas que faltan empacar todavía, entonces se dirige a la cama para seguir doblando sus blusas con esas típicas hombreras grandes, cada uno de color diferente. Después, sus mallas, las faldas, y al terminar, sus zapatos.
Suelta un fuerte suspiro al mirar el reloj, ya que marca 10:20 de la noche, así que desprende de su ropa puesta, se dirige al tocador y comienza a desmaquillarse. Al terminar, abre ambas llaves de la regadera, cuelga su toalla de baño, y se mete dándose un baño no más de 10 minutos. Cuando se sale, se enrolla con una toalla desde la parte de sus pechos.
En un pequeño mueble dónde tiene sus cosas personales se encamina hacia allá, agarra su crema hidratante favorita, se lo coloca en todo su cuerpo escultural moreno, se viste su pijama de dormir favorita, y como es de costumbre, comienza a secarse el cabello con sus manos por varios minutos. Al terminar,  agarra el control remoto y prende la televisión, aparece una película de Hollywood y se sienta en el sillón para verla, no sin antes decirse a sí misma:

Como dicen... del amor al odio solo hay un paso.

Buenas noches. 💜

Les traigo un nuevo capitulo, espero que aunque sea el segundo capitulo, les haya gustado. :)

He publicado también otro capítulo de Robar A Mi Chica de Harry Styles, se encuentra en mi otra cuenta, que es: Natlondon_1994 espero que me apoyen con un voto.

Amor y paz. ✌💜