Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17

─Comienzo a odiarte.

Michael alza las dos cejas y la mira con diversión.

─¿Por qué a odiarme?

Julianna se pone de pie y camina de un lado a otro.

─No hagas esto. No lo hagas Michael ─, murmura molesta ─. Sé que eres un buen hombre, pero no me digas eso.

─Julianna... déjame explicarte.

─¡No! ─, se detiene frente a él ─. No quiero que me expliques nada.

Michael se pone de pie y la agarra de los hombros mirándola a los ojos fijamente.

─¿Me tienes miedo?

─¡Michael, entiende un carajo que no puedo gustarte, estás casado!

─¡Hey!─, le pone un dedo en sus labios ─. Julianna, ¿por qué tanta negatividad en el amor?

Michael trata de descifrar en la mirada de ella que es lo que hay, que es lo que sucede o que es lo que ha sucedido para que ella haya tomado la decisión de no enamorarse, que se haya convencido de que... ya no hay más amor para ella.
Julianna viaja en sus recuerdos más horribles de su vida. Como ella se encuentra encima de él teniendo relaciones sexuales.

─¿Qué quieres de mí?─, habla con voz entre cortada al borde de las lágrimas ─. Ya te dije que no quiero enamorarme de alguien que puede romperme el corazón... de nuevo.

Michael la mira con detalle, tratando de entender lo que le dijo ella.

─Julianna... ─, le toma del mentón ─. ¿Qué te hicieron?

Julianna trata de alejarse de él para que no vea que sus lágrimas han salido de sus ojos, pero él lo nota, le limpia las lágrimas con la yema de sus dedos.

─Déjame sola, Michael ─. Trata de zafarse de su agarre.

─No pienso dejarte sola, Julianna.

Michael lo entiende todo. Puede imaginarse infinidades de cosas.

La han herido... ¿quién la hirió?

Michael rodea el cuerpo de ella con su brazos.

Por primera vez, Julianna siente tanta paz con los brazos de él. Julianna lo abraza por debajo de sus brazos, el aroma de él la embriaga. Michael acaricia su cabeza con la ternura que le puede brindar.

─¿Julianna? ¿qué sucedió?

Ella se separa y lo mira a los ojos.

¡Me hirieron! ¡ella lo hizo! Jamás pensé que lo hiciera, creí que ese tipo de amor jamás me traicionaría...

No creí que ese tipo de amor me traicionaría, Michael.

Michael la sienta en el banco y se acerca más ella. Julianna saca un papel y se limpia las lágrimas con cuidado de no arruinar el maquillaje.

─¿Sigo con maquillaje? ─. Murmura.

─Espera.

Michael toma el papel con suavidad.

─No te muevas.

Comienza a limpiarle las lágrimas con suavidad.

─Odio que me veas así, en éste estado ─. Confiesa con una risilla.

Michael sonríe y la mira a los ojos.

─No hay porqué. No estoy diciendo nada.

─Pero lo estás pensando. Tal vez estés pensando "¡Pobrecita, que mal se ve con el maquillaje así!" o "Parece María Magdalena".

Michael suelta unas carcajadas y ella también.

─Tu risa es muy contagiosa.

─Sabes hacerme reír ─, le sigue limpiando las lágrimas ─. Eres divertida, Julianna.

Julianna le muestra una media sonrisa.

─Listo ─, guarda el papel en su bolsillo ─. Tienes un poco hinchados los ojos, pero el maquillaje está bien.

Julianna murmura un gracias. Se quedan en silencio unos segundos.

─¿Michael?

─¿Sí?

─Abrázame ─. Le pide con voz entre cortada.

Michael no lo duda ni un instante. La abraza con tanta ternura que le ofrece, y ella lo siente en su interior. Esa sensación los envuelve a los dos, no hay palabras en el aire, sólo dejan que el silencio se apodere a su alrededor. Ambos cierran los ojos, sólo para disfrutar aquel momentos que les parece eterno, único e increíble. Poco a poco Julianna deshace su recuerdo más tormentoso de su vida, sólo se concentra en el presente, sólo se concentra en que Michael, esa persona que la hace sentir bien, se encuentra abrazándola. Trata de no recordarlo... porque puede volver a estallar en lágrimas. En cambio, Michael siente una profunda tristeza, se pregunta que quién la hirió, quién fue el causante o la causante de sus lágrimas de la mujer que se encuentra abrazándola mientras le transmite la paz. Puede imaginarse varias cosas de lo que le ha sucedido, pero nada le convence. Necesita que ella le diga.
No saben cuántos minutos han pasado, Michael ya ha abierto los ojos, con mucha delicadeza se separa de ella, ella lo mira y le muestra una media sonrisa, demostrando que ya se siente un poco mejor...

─Gracias por el abrazo.

Michael le dedica una sonrisa bonita, que automáticamente ella sonríe y baja la mirada con esa timidez.
Michael se percata y toma su mentón para que ambos se miren a los ojos con profundidad. Ella no desvía la mirada para nada, eso le da más confianza a él, y entonces comienza a acercarse a sus labios carnosos, dudando si es una obsesión. Ella cierra los ojos al sentir el contacto de los labios delgados del hombre moreno. Como el momento que sucedió en su oficina, empieza a mover sus labios con lentitud, después de unos segundos ella los mueve y se deja llevar...
Mueve su mano del mentón hacia la cintura de ella para acercarlo a su cuerpo. Como cualquier hombre en el mundo, su miembro empieza a despertarse, entonces quiere alejarse de ella un momento para tomar consciencia de lo que sucede en su entrepierna, pero justo en eso siente como ella sube sus manos al cuello de él para profundizar el beso, también para estar más cerca de él. No tarda mucho en que se da cuenta de lo duro que se encuentra en la entrepierna de él, Michael rompe el beso, y respira con algo de dificultad.

─C-como lo siento ─, la mira a los ojos sin separarse mucho de ella ─. No lo puedo evitar.

Ella sólo le dedica una sonrisa que hace que él se tranquilice.

─¿Necesitas un momento?

Michael asiente con la cabeza, incapaz de pronunciar palabra alguna.

Julianna le sonríe de forma tímida, sin más preámbulos se pone de pie. Observa a la gente y luego con una inhalación profunda, se dirige a la mesa para servirse comida mexicana, luego de servirse el suyo, agarra otro plato y sirve un poco de lo hay.

Toma asiento en una de las mesa que se encuentra cerca de una hermosa piscina que se iluminan a cada rato en tonos diferentes.

Luego de unos minutos, para sorpresa de Julianna, Michael aparece entre la gente. Julianna alza la mano para llamar su atención, siendo así, él se acerca y toma asiento frente a ella. Julianna coge el plato y se lo da a Michael. Sin decir una sola palabra, Michael prueba aquel mole rojo.

─¿Te gusta? ─. Pregunta luego de unos minutos.

Michael la mira como un niño.

─Está rico. Jamás la había probado.

Julianna come del arroz y añade:

─¿Sabes? No soy mucho de cocinar, pero... si así lo deseas, puedo hacer algo de comer, como enchiladas, ¿recuerdas?

─¡Oh, sí! ─. Asiente visiblemente entusiasmado.

Julianna ríe y niega con la cabeza.

─Estaría muy bien que nos organizáramos, es decir, podría ser en casa de Madison.

¡Ay, aquí están!

Julianna mira encima de su hombro y Michael mira en la dirección donde Julianna mira.

─¿Dónde estaban? Los estuvimos buscando por todo el salón.

Madison se sienta a lado de su amiga y de paso Janet se sienta a lado de su hermano.

─Yo... ─, mira a Michael con algo de nervios pero trata de mostrarse segura ─. Fui al baño, tardé mucho y luego fui a buscarlas.

─¿Y tú, Michael? ─. Pregunta la hermana.

─Aquí afuera.

Janet asiente con la cabeza. Madison dirige su mirada en los platos de ellos y con una ceja alzada pregunta extrañada:

─¿Qué es lo están comiendo?

Julianna ríe por la cara chistosa que acaba de poner su amiga.

─Es arroz, frijoles negros y mole rojo, ¡está exquisito!

Michael suelta unas risillas al ver a Julianna en ese estado.

─Es comida mexicana ─. Añade Michael con una sonrisa.

─¿Está rico?

─¡Claro! ─. Hablan al unísono Michael y Julianna.

Janet ríe ante eso y dice:

─Voy a servirme un poco, ahora vuelvo.

Se pone de pie y desaparece.

─Madison ─, su mejor amiga mira a Michael ─, Julianna quiere preparar comida mexicana. ¿Podemos hacerlo en tu casa?

Madison mira a Julianna y con una sonrisa responde:

─¡Me parece perfecto! ¿Cuándo, Julianna?

─¿Les parece el otro fin?

─Yo puedo, ¿tú tienes planes, Michael?

Michael lo piensa unos segundos mientras come frijoles negros acompañado con el arroz blanco.

─No, al menos que... Tatiana planee algo ese día.

En su estómago aparece un malestar. Julianna deja de comer y mira a Michael.

Maldición... olvidé a Tatiana. Otra vez me olvidé que está casado en cuanto nos besamos.

Michael la mira y ella lo mira, sólo ella le dedica una media sonrisa y sigue comiendo desviando la mirada.

─¡Volví! ─, se sienta a lado de Michael ─. Se ve tan rica.

Janet pruebe bocado y gime del gusto.

─Tenías razón, Julianna. Está rico el mole... ¿mole, así?

─Sí, mole rojo.

Pequeñas charlas acompañan la comida mexicana, terminan hasta el último bocado y se adentran en la mansión. La música suena y entre los cuatro beben una copa de vino. Madison sugiere que bailen, ellos aceptan y se adentran a la pista, no hay luces de colores que adornan el lugar, pero hay invitados bailando com tranquilidad.

~•~

Marca la una en punto de la mañana. Los cuatro se encuentran dentro de la limusina, al paso de los minutos, el sueño se apoderan entre ellos, así que se rinden. Madison es la primera en abrir los ojos cuando la limusina se detiene frente a su casa. Se despide de los demás ya que han despertado después de varios segundos, Madison le recuerda a Julianna que se verán en la empresa el día lunes. La limusina arranca y se alejan de la casa. Unos minutos más y se detienen frente al edificio donde es el departamento de Julianna. Por suerte ella logra abrir los ojos antes de que la puerta se abra. Julianna se baja y da vuelta para despedirse de Janet y Michael. En un abrir y cerrar ojos Michael se encuentra en frente de ella mirándola a los ojos. La brisa corre en ellos, los rizos de Michael se mueven un poco y el cabello de Julianna también.

─Que descanses, Julianna.

─Igual, Michael, gracias por traerme.

Ella se acerca a darle un abrazo, Michael la recibe, aspirando su perfume.

─Te veo el día lunes.

─Sí.

Se separa de ella, y como un impulso acaricia su mejilla derecha.

─Te veo allí, entonces.

Ella lo mira con nervios, Michael aleja su mano sin dejar de mirarla. Ella da vuelta y abre la puerta del edificio, decidida a no mirar atrás. Michael, al ver que ya ha entrado, se sube a la limusina y éste arranca hacia su hogar junto con su hermana.












¡Hola! Aquí lo tienen.

¿Qué les pareció? ¿Le está gustando la relación que comienzan a formar Michael y Julianna?

Dejen sus comentarios y voten si les gustó.

Amor y paz. 💜✌🏼

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro