Capítulo 12
Ese sentimiento que lo profundiza hace que él sonría. No puede olvidar ésa noche, no puede olvidar ese momento, no puede olvidar las palabras que le confesó, no puede olvidar aquellos besos...
Michael se recarga en el respaldar de la silla y cierra los ojos.
Julianna...
Me encantas.
Abre sus ojos y ve el reloj que está situada en la pared arriba del marco de la puerta. Marca 9:01 de la mañana, está ansioso de que ella aparezca para poder verla al menos a través de la pantallas que tiene en su oficina. Se pone de pie y mira la ciudad a través de los ventanales.
─Debo parar ahora ─. Se frota el rostro.
Él camina hacia las teles chicas, sonríe al ver que ella ya se encuentra poniendo su bolsa en el perchero para una vez hacer algunos escritos. Michael camina hacia su escritorio y presiona el botón.
─Buenos días, Julianna.
─Buenos días, Michael. ¿Qué necesitas?
─Ven a la oficina, por favor.
─Enseguida.
Se acomoda la chaqueta, su sombrero, luego se sienta en el borde el escritorio y pone en ellos sus dos manos recargándolos. La puerta de la oficina se abre y deja ver a Julianna con su cabello con demasiado frizz junto con el flequillo muy alto, viste una falda tubo color vino y una blusa blanca con un saco del mismo color de la falda, haciendo notar las hombreras. Michael la observa de pies a cabeza y ella lo nota mientras se acerca a él sin perder su postura firme.
─¿Qué se te ofrece, Michael?
─¿Cómo amaneciste después de la fiesta, Julianna?
─Más mal que bien. Madison llegó a mi departamento y eran las 2:00 de la tarde cuando me despertó.
─¿De verdad? ─, alza las cejas ligeramente ─. ¿2:00 de la tarde?
─Sí, fue algo vergonzoso ─. Admite con algo de vergüenza.
─¿Por qué?─, sonríe ─. Yo también desperté a ésa misma hora.
Julianna lo mira y niega con la cabeza.
─No creo, buscas hacerme sentir un poco mejor, ¿cierto?
Michael se pone de pie y se acerca un poco más a ella.
─Tal vez sí, pero es verdad lo que te digo.
─Bueno ─, ella suspira y se rasca la frente y añade ─: ahora que... tenemos un poco más de confianza... quiero preguntarte algo.
─Con toda confianza, Julianna ─. Le dedica una sonrisa y ella sonríe de lado y mira hacia otro lado para no sonrojarse.
─Madison me dijo que ambos... bueno, de hecho todos, estábamos tomados... pero quisiera saber si no hice algo... que no debí de hacer.
Michael no tarda en quitar la sonrisa y se desanima.
No se acuerda...
─¿Cómo qué? ─. Le pregunta sin quitarle la mirada.
─Como... ─, mueve la cabeza en busca de una respuesta ─. Ponerme a gritar como loca, o bailar con ropa interior, no sé, ¡algo!
─Cómo... ¿besar a alguien?
Julianna lo mira y asiente con la cabeza.
Michael aprieta sus labios, decidiendo si decirle o no sobre el beso. Pero al paso de los segundos se vuelve a sentar sobre el escritorio y cruza los brazos.
─No... nada de eso.
Julianna se alivia.
─Por lo menos Madison no ha mentido... por que luego me miente ─, susurra la última palabra ─. Pero bueno... es todo, Michael.
Michael asiente con la cabeza y le dice:
─Puedes retirarte.
Julianna da vuelta y camina hasta llegar a la puerta y desaparece de la oficina.
Han pasado varios minutos desde que Michael se ha quedado viendo la puerta. No sabe ahora que hacer. No sabe en qué pensar...
~•~
─Que mala eres...
─No seas dramática.
─¿Cómo no podías confiar en mí...? ─. La mira fingiendo que estádolida, mientras que dentro de ella está que muere de la risa.
Julianna rueda los ojos con diversión y ambas toman asiento en un restaurante que no está muy lejos de la empresa. Desde hace una hora y media están allí comiendo y han ido por más comida.
─No digas que luego eres mentirosilla, es por eso que le pregunté a Michael, pero ya me confirmó que nada pasó en esa fiesta.
─¿De verdad? ─. Abre los ojos con sorpresa ─. ¿No te ha dicho nada?
─¿Decirme qué? Dijo que nada había pasado.
Madison toma de su agua y maldice en voz baja.
─Pero bueno ─, Julianna come de su comida ─. ¿Qué tal van las cosas con Gerardo?
─Súper bien.
─¡Madison!
Ambas voltean y se encuentran con Michael junto con una chica muy delgada usando un vestido azul asimétrico y el pelo suelto marcando sus rulos.
─Hola, Tatiana ─. Madison se pone de pie para saludarla.
¿Es ella?
Julianna también se pone de pie y mira a Michael, se da cuenta de que Michael lleva varios segundos observándola.
─Buenos días. Soy Tatiana, esposa de Michael Jackson ─. Le dirige la mano a Julianna.
─Mucho gusto, me llamo Julianna Casanova ─. Le estrecha la mano y la toma.
─Tatiana, ella es mi nueva secretaria y asistente.
─Ya veo ─, le dedica una sonrisa ─. ¿Eres de...?
─De México, señora.
─Dime Tatiana, Julianna.
Julianna asiente con la cabeza.
─¿Les parece si comemos los cuatro?
Michael iba a decirle que mejor no, al igual Madison pero Tatiana alza el dedo para pedir la orden mientras se sienta jalando la mano de Michael. Julianna mira a Madison y ésta le hace ojos sin que los mire Michael y Tatiana. Ambas chicas se sientan, Julianna frente a Michael y Madison frente a Tatiana.
─Dices que eres de México, ¿eh?
─Así es.
─¿En dónde naciste?
─En la Ciudad De México.
─Muy interesante. Casi no veo personas de tu raza.
Julianna la mira y sólo asiente la cabeza. Recorre su mirada a su alrededor y se topa con la mirada de Michael.
¿Tengo algo en la cara?
Julianna baja la mirada con vergüenza.
Unos minutos después traen la orden de Michael y su esposa, comienza a comer junto con las dos chicas que hablan con la mirada.
─¿Y cómo sigues con Gerardo, Madison?
─Bien ─, le muestra una sonrisa falsa ─. Papá y mamá están contentos de que esté con él.
─Así debe ser, Madison.
Tatiana toma de su agua y ve que Julianna toma una coca cola.
─¿Te gusta la Coca Cola?
Julianna termina de beber y pica de su comida.
─Sí, es una de mis bebidas favoritas.
─Pero, ¿sí tomas agua, verdad?
─Tatiana... ─. Michael susurra con vergüenza.
─No te metas, amorcito que estoy hablando con ella ─. Le da un beso rápido en los labios y se gira a ver a Julianna esperando su respuesta.
─Sí, tomo agua. De vez en cuando tomo refresco, no veo que sea algo malo ─. Cambia ligeramente su tono de voz.
Madison y Michael se percatan de eso y antes de que Tatiana hable, Michael habla:
─¿Tenemos una reunión, Julianna?
Julianna lo mira y le responde:
─Sí. Tenemos dos reuniones de dos horas.
─¿A que hora? ─. Come de su comida.
─4:30, termina 6:30 y la segunda reunión empieza 7:00 de la noche para terminar hasta las 9:00.
Tatiana bufa y Julianna lo nota.
─Bueno ─, Michael mira el reloj con pesar que está en la entrada del restaurante ─. Faltan 10 minutos.
Entonces, entre los cuatro terminan de comer en silencio. Al terminar, Tatiana se despide de Michael con un beso largo. Sin embargo, Julianna lo nota y sólo baja la mirada por que no le agrada lo que ve, hasta cierto punto, por celos de una fanática.
Michael la acompaña hacia la limusina y de allí la limusina emprende su camino. Madison, Julianna y Michael regresan al enorme edificio cruzando la puerta del edificio, Julianna observa
a su alrededor, notando que varias empleadas se comen a Michael con la mirada. Niega con la cabeza con una media sonrisa.
Al estar en el ascensor pasan unos minutos, Michael se encuentra a lado de Julianna y la ve de reojo a cada momento.
Simplemente no quiere dejar de verla. Y Madison lo nota.
Cuando están en el piso deseado los únicos que salen es Julianna y Michael, Madison se despide de su amiga con la mano y las puertas del elevador se cierran. Julianna se dirige al escritorio, coge su libreta y una pluma, cuando gira se encuentra cerca de él.
─Quiero pedirte una disculpa por lo que te dijo Tatiana... ─, suspira ─. Así es ella.
─Michael, no te preocupes por eso ─, le muestra una media sonrisa ─. Admito que si me molestó, pero todo está bien.
Michael la mira y le sonríe de medio lado también. Pone su mano en la espalda de ella y ambos caminan hacia al ascensor de nuevo. Presiona el botón hasta 5 pisos menos. Las puertas se abren y salen, se dirigen a la sala de reuniones y ven a un empleado leyendo un periódico, cuando ve a Michael se pone de pie dejando el periódico en la mesa.
─Buenas tardes, señor Jackson ─. Lo saluda con la cabeza y mira a Julianna y mueve la cabeza en forma de saludo. Ambos hacen lo mismo y el empleado vuelve a sentarse. Michael se sienta hasta el fondo de la mesa como siempre y Julianna se sienta a lado de él.
Al recordar que no se ha retocado los labios, piensa ponerse de pie e irse al baño, pero rápidamente recuerda que tiene su espejo. Entonces lo saca junto con ése labial rojo que tanto le gusta, destapa la tapa de su labial dándole la vuelta para que la barra salga, abre el espejo y se mira; luego se aplica el color sobre sus labios, cuidando el contorno de sus labios. Al terminar, Julianna mueve un poco el espejo por inercia hacia Michael, nota como él se muerde el labio inferior por completo.
Es una mirada de deseo.
Le dedica una mirada con la intención de decirle que se han besado, que muere por probar esos labios nuevamente, que ese color le encanta.
El beso con Michael.
¡Mierda!
¡Besé a Michael Jackson, mi jefe!
Julianna cierra el espejo con rápidez y cierra los ojos para poder calmarse. Pero no dura más que dos segundos cuándo llegan los demás empleados a tomar asiento y dar a continuación con la reunión. Julianna se acomoda sobre su lugar y evita a toda costa mirar al hombre que le ha hablado con la mirada...
~•~
¿Cómo es posible?
Por tercera vez, trata de poner toda su atención hacia una chica que habla sobre el proyecto próximo. Es la segunda reunión y en la primera no logró concentrarse.
Él lo sabía...
Siente su mirada en su cuello, en su espalda. Él también no puede concentrarse debido a que ya sabe que ella ya recordó lo que pasó entre los dos...
Con la desesperación de que la reunión termine ya, ella para huir y él para explicarle y de una vez decirle lo que ha estado sintiendo por ella, las luces de la sala de reuniones se prenden y ella parpadea automáticamente al igual que los demás empleados que están presentes. Michael y la empleada intercambian algunas palabras debido al proyecto, al igual los empleados entre ellos. Durante 10 minutos dura esa conversación y por fin deciden retirarse a sus casas. Julianna aprovecha el momento de salirse ella primero y después los demás. Se mete al elevador, después llega al piso correspondiente, con rápidez llega al escritorio para coger sus cosas e irse de allí. Pero se detiene.
─¡¿Pero que rayos haces?!
Julianna deja su bolso sobre el escritorio y se sienta en él para poder cerrar los ojos unos momentos.
─Lo mejor es hablar con él, que todo fue un malentendido. Estábamos tomados, eso fue un impulso...
Entonces comienza a enojarse con él y con ella misma. Las puertas del elevador se abren dejando ver a Michael. Ella se pone de pie y espera a que él se acerque a ella. Michael se acerca a ella con pasos algo lentos hasta ponerse frente a ella.
─Quiero hablar contigo, por favor ─. Suena algo apenada y molesta a la vez.
─Vayamos ─. Le señala su despacho.
Buenas nocheees. 💜
Les traigo un nuevo capítulo, espero que les haya gustado bastante. Vota y comenta si te gustó.
Amor y paz. ✌🏼💜
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