Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10

Fue extraño, ¿no?

Fue extraño que, cuando se levantó por un vaso de leche tibia, imaginó que era ella... y no su esposa.

La noche anterior la pasó en vigilia, no sabía si era por costumbre o por la noche que sucedió en Walmart y con ella. Y tal vez, porque luego de dejarla en casa, enfocó sus ojos como el saco de ella se abrió para visualizar sus voluptosos pechos que cubría ese sostén blanco.

Michael sacude la cabeza al pensarlo y suspira fuertemente. Mira a las pantallas que tiene situadas en la pared de su lado izquierdo, se pone una mano recargando su barbilla en un puño.

Chica de labios rojos.

Quiero saber por qué me pasa estoVerte tan serena tras ese escritorio me dan ganas de darte algo más que un simple abrazo.

─¿Michael?

─¿Sí?

Se endereza y se quita la mano de su barbilla al oír la voz de Frank. Su manager tira la pipa en el cesto de basura al tomar asiento frente a él.

─¿En qué piensas?

─Cosas de la gira.

Finge buscar unos papeles en los cajones y se aclara la garganta.

─¿Seguro? Tuve que llamarte cinco veces.

Michael se ruboriza al instante y trata de no sonreír.

─Pienso acerca de la gira, Frank ─. Vuelve a decir sin convencerlo.

Frank se rasca la barbilla haciendo un intento de pensar en por que Michael se quedaba viendo las pantallas. Abre boca para hablar, pero unos golpes lo interrumpen.

─Pasa.

La puerta se abre y deja verse a Julianna. Michael la mira y ella a él.

─Michael, ha llegado esto para ti ─, le entrega un sobre ─, y por favor sólo firma en estas tres hojas, es el contrato ya firmado por el señor Bannon.

Ella se posa a su lado izquierdo para inclinarse hacia el escritorio y poner la primera hoja. Un olor a vainilla se percibe y sus sentidos se activan positivamente, asomando una pequeña sonrisa. Michael firma con el cuerpo temblando un poco ante la presencia de ella. Julianna pone la segunda hoja y Michael vuelve a firmar, ésta vez, firmando con un poco más de rapidez. Vuelve a poner la tercera hoja y Michael lo firma y ella retira las tres hojas.

─Puedes retirarte.

Da vuelta caminando hacia la puerta y desaparece de la oficina. Michael suspira y enfoca su atención a Frank.

─Que bueno que te veo, porque hay unas cosas que quiero comentarte de la última ocasión en el estudio. Yo creo que el problema no está basado en los sonidos de la tornamesa...─, se percata de la situación y le llama la atención ─.  ¡Frank!

─Bueno, era de esperarse.

─Es por eso que te lo estoy comentando, creí que no ponías atención.

─Yo hablo de Julianna.

─¿Julianna qué? ─. Michael se mueve algo nervioso en su silla.

─No te atrevas a negarlo, muchacho.

─Sí, Frank. La chica de labios rojos me gusta ─. Admite con vergüenza.

Michael ríe al ver su expresión de su amigo. Respira hondo y deja expulsar al aire de sus pulmones.

─Ella... tiene algo. No sé que sea, no sé que hace para hacerme sentir así, pero cuando la veo tengo ganas de abrazarla ─, muestra una sonrisita ─, pero si supieras lo que me sucede cuando tiene los labios pintados de rojos. Me dan ganas de besarla...─. Susurra con voz ronca.

─Estás en problemas.

─¿En problemas?

─Sí, por que tú estás casado con Tatiana. Tienes es-po-sa.

─¿Y tú crees que no he pensado en eso? Me siento... confundido.

Frank lo mira detalladamente. Siempre que hablaban de negocios, se desviaba la conversación al tema de su adorada esposa Tatiana, lo que le gustaba de ella, que con ella planeaba tener hijos, formar una familia y ser feliz... en pocas palabras; la mujer de su vida. Recuerda el día que Michael estaba muy emocionado al proponerle matrimonio, era una caja color azul y dentro de allí estaba el anillo de compromiso. Frank estaba muy contento ese día. 

─¿Qué piensas hacer?

─No sé... ─. Murmura.

Frank vuelve a rascarse la barbilla, se pone de pie y lo mira de frente tomando los hombros de Michael, haciendo que él lo vea.

─Michael, te sugiero que sólo la trates como tu secretaria y asistente.

Michael lo mira con confusión y Frank lo nota.

─Nada de acompañarla, como a Walmart, por ejemplo.

Michael lo piensa unos segundos y termina asintiendo con la cabeza.

La puerta vuelve a sonar y Michael dice que pase, de nuevo aparece ella, está vez con una libreta en la mano y una pluma.

─Tenemos una reunión en la sala. Ahora.

─Vamos ─, mira a Frank ─. Nos vemos al rato para seguir discutiendo acerca del disco, Frank.

─Está bien.

Michael se separa de Frank con un suspiro fuerte, sale y se posa a lado de ella. Al estar dentro del elevador, las puertas se cierran y él, sin evitarlo, la mira de reojo.

Sólo es atracción.

Su perfume me encanta.

Sus labios.

Quiero besarla.

Tengo que contenerme, tengo que parar.

En un abrir y cerrar ojos se encuentra en la sala de reuniones, Michael se sienta en su respectiva silla de siempre, sin evitarlo, Julianna se siente a lado de él, se acomoda mientras toma nota en la libreta; para mayor comodidad, cruza sus piernas y recarga aquella libreta en ellas.

Michael mira sin esperarlo.

No de nuevo.

Con lentitud agarra una carpeta que tiene en la mesa, cubriendo su evidente erección.

Esta vez, Julianna decidió vestir una falda no muy corta, una blusa blanca acompañándolo con un saco negro, su cabello amarrado y sus labios pintados de color rojo.

Luego de que los minutos transcurrieron lentamente para él, la junta termina. Se pone de pie casi corriendo y sin mirar a Julianna, cosa qje observa ella, pero lo ignora a los segundos. Se dirige a su escritorio a dejar unas cuantas carpetas y toma el ascensor para encontrarse a Madison en la cafetería.

─¡Qué calor! ─. Comenta Madison en cuanto Julianna se sienta frente a ella.

Maldito calor ─. Se quita el saco negro y desabrocha dos botones delanteros de su blusa blanca.

Michael, que se encuentra a lo lejos del comedor se peecata de la situación.

─Me voy a volver loco de sólo mirarla ─. Habla y quita la vista de ella.

─No la mires.

Frank le hace una cara burlona y Michael se molesta un poco.

─Mañana es sábado ─, cambia de tema bruscamente ─, Miranda va ahacer una fiesta en una Villa. Tú y Tatiana están invitados.

Michael lo piensa unos momentos y asiente con la cabeza.

─¿A qué hora comienza?

─Después de las cinco de la tarde, muchacho.

Michael asiente con la cabeza, y mira de reojo a Julianna.

─¿Cuándo dices qué es?─. Pregunta Julianna después de darle un sorbo de agua.

─Mañana, a las cinco de la tarde.

─Tal vez vaya.

─¡Tienes que ir! Si mamá pregunta por ti y nota que no estás en la fiesta, créeme que te obligará ─, alza las manos ─, lo digo en serio. Y además, Michael irá también, seguro con la estúpida de Tatiana. Pero tú no estarás sola.

─Con solo mencionarme a tu mamá me has convencido.

Suelta una risa, bebe de su agua y pica la comida. Alza la mirada para ver a las demás empleados, a lo lejos ve a Michael. Se encuentra riéndose con Frank y ella sonríe de lado.

─Michael tiene una de las sonrisas más bellas de éste mundo, ¿no crees? ─, Madison la mira
─. Se me hace tan increíble que lo tenga justo en frente de mis narices al Rey Del Pop.

─Lo sabía... lo sabía desde que lo viste.

─¿Qué? ─. La mira y alza la ceja ligeramente.

─Te gusta, ¿verdad? ¡lo sabía, lo sabía!

En eso atrae la atención de algunos empleados, Julianna se da cuenta y trata de callarla.

─Cállate Madison, no es lo que tú piensas.

Julianna se topa con la mirada de Michael pero la retira con rápidez.

─Pero si lo acabas de decir, ¡te gusta el Rey...!

Julianna maldice y la regaña.

─De acuerdo, de acuerdo ─. Habla con rápidez.

─No me gusta ─, dice y se acomoda bien en su lugar ─, solamente estoy diciendo que es hipnótico verlo, no lo trato como a mi ex...

Madison la mira en espera de su respuesta.

─¿Qué hay con tu ex novio?

─Nada ─. Responde de inmediato.

En eso ven la hora, ella se pone de pie y sin esperar a Madison apresura sus pasos y llega al piso 35.

~•~

Luego de haber mirado el armario por quince minutos, se decide vestir una mini falda de tubo color rosa neón, una blusa de tela acetato color azul eléctrico. Se recoge el cabello largo que tiene, se lo amarra de lado junto con su copete con volumen, agarra su maquillaje y se pone sombras en los ojos, rimel y labial color rosa y por último perfume. La bocina de un carro suena, Julianna coge sus llaves y sale de su departamento.

─¡Pero que sexy estás!─. Madison comenta una vez que Julianna se ha subido al auto.

─Tú también te ves tremendamente sexy.

Ambas carcajean. Ponen a Michael Jackson en la radio y comienzan a cantar.

Después de 20 minutos llegan a la villa de Miranda, la reja está abierta y ellas pasan. Hay varios autos estacionados, Madison se estacionan algo lejos de la mansión de estructura clásica. Apaga el motor del auto y ambas bajan. Al entrar, hay varias personas con un vaso en la mano, platicando a gusto, la música de Madonna suena por los estéreos. De pronto aparece Miranda y Dileo entre los invitados.

─¡Hijas! Que gusto verlas. Vengan.

Cada una abraza a Miranda y después se dirigen a donde están las bebidas.

─¿Qué quieren tomar?

─Por el momento Pepsi, por favor ─. Habla Julianna.

─Yo también, mami.

El encargado de las bebidas se prepara, y les da dos vasos de plástico a ambas chicas.

─Bueno, ¡diviertanse!

Y desaparece Miranda. Julianna y Madison se miran algo confundidas y después ríen.
Comienzan a caminar entre los invitados, pasan por la pista de baile y se topa con unos amigos, Madison le presenta a sus pocos amigos suyos a Julianna y cada uno intercambian palabras con ella.

─Que coincidencia, justo ayer acompañé a mi mamá a hacer unas cosas en la Ciudad De México, y en eso nos encontramos a una actriz que está siendo muy bien recibida por el pueblo mexicano ─, sonríe a Julianna ─. Pero no puedo recordar muy bien su nombre.

─¿Sabes en qué novelas ha actuado?

─Justo se encuentra grabando una, algo así de lobos.

Julianna lo pienso un momento.

─Diana, ese es su nombre.

─¿Te refieres a Diana Bracho? ─. Exclama con emoción.

─Ella misma ─, ríe ─. Está en su mero punto, y es muy agradable, y muy seria.

─Como anhelo regresar a mi país ─. Niega con la cabeza soltando una risa.

Cuna de Lobos, ¿no es así?

Julianna voltea y sonríe casi con timidez.

─¡Michael Jackson!

Julianna se sobresalta, y la pelirroja la ignorar al acercarse a Michael y pedirle un autógrafo. Julianna sonríe de lado, se encamina hacia la mesa de postres, y coge un plato, eligiendo para de limón.

─Hola.

Julianna sonríe sin mostrar sus dientes.

─Hola, Michael. Olvidé que también venías.

─Frank me invitó ─. Alza los hombros.

─Cierto. ¿Qué bebes?

Michael la mira.

─Pepsi ─. Alza los hombros por segunda vez.

─¿No tomas alcohol?

─Sí, pero... no me apetece en estos momentos.

─Bien.

Julianna observa a su alrededor y come de su postre.

¡Aquí están!

Madison aparece en medio de los dos, le da la bebida a Julianna y luego se dirige a Michael.

─Sé que tú no tomas mucho, pero es una fiesta y creo que por lo menos deberías tomar uno.

Michael ríe mientras lo piensa unos segundos, observa a Julianna y ella a él.

─Está bien. Sólo uno ─. Coge el vaso y bebe un sorbo.







Buenas noches, lectores. 💜

Tardé un poco más de lo esperado para actualizar el capítulo, pero aquí lo tienen. Si te gustó el capítulo, regálame un voto y un comentario.

Amor y paz. 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro