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- 𝕃𝕠 𝕟𝕠𝕥𝕖́ -

ᶠⁱᵛʰʳᵃ
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🄵🄸🅅🄴

22 / Marzo

1:46 PM

Acaba de suceder algo muy extraño. Estábamos todos afuera de aquella casa, esperando a que Mitch nos diera indicaciones pero, como es usual en él, no lo hizo. Fue entonces cuando decidí hablar y le dije todo lo que pensaba, por lo que se marchó sin darle importancia a mis palabras. Miko y Zahra me felicitaron por ese "acto de valor", pero Zahra de repente se puso muy nerviosa, sus ojos estaban inquietos y su voz temblaba.

No se qué fue lo que le pasó, pero he de admitir que cuando puso su mano en mi hombro...
Sentí que me sucedía algo similar.

2:50 PM

No comprendo por qué, pero puedo asegurar que la escuché decir mi nombre. Eso no tendría nada de anormal, de no ser porque lo mencionó en una plática que no tenía nada que ver conmigo, además de que sonaba muy nerviosa. Se corrigió inmediatamente expresando claramente su duda sobre si podría traer un amigo.
Me pregunto el porqué de ese error. Pude haberlo dejado pasar pero, por alguna razón, me gustó oírla pronunciar mi nombre.

7:11 PM

¿Dejó su auto en su billetera? ¿Qué acaba de decir? No entiendo nada de esto. La sorprendí hablando con Miko durante la fiesta, pero no alcancé a escuchar qué fue lo que le dijo. Cuando llegué esa fue su excusa para irse. En realidad, simplemente iba a tratar de hablar con ella, pero se marchó. Espero que vuelva, para que podamos conversar y así divertirnos un rato.

7:30 PM

Oh, ¡no puede ser! Ella se me acercó y me dijo que "le gustaba la manera en que yo movía los ojos cuando pensaba". Sus palabras fueron algo raras, pero aun así, sentí algo muy extraño en mi estómago en cuanto escuché esto, también pude sentir que mi cara ardía. Cometí la estupidez de contestarle con un "gracias" cuando en el fondo quería devolverle el cumplido. Mis nervios no me lo permitieron, y no supe que más decir. ¿Sería mucho pedir otra oportunidad?

8:52 PM

Ahora veo.
No era la verdadera Zahra la que dijo eso.
Por un momento, creí tener la respuesta ante su extraño comportamiento. Creí que yo podría... ¿gustarle, tal vez? No lo sé, me siento algo desanimado. Estamos saliendo de la tienda luego de haber luchado contra ese glitch. Bergy se encargará de cerrar. Zahra se despide y se va velozmente. No pude siquiera decirle adiós de regreso.
Pero, de alguna forma, aún espero tener la razón. Después de todo, sigue en duda ese nerviosismo que la ha estado acompañando desde la mañana del día de hoy.
Me despido de Miko, quien es llevada a casa por sus padres que vinieron a recogerla, y yo también me voy en mi furgoneta, con una pequeña esperanza dentro de mí.
Definitivamente, me gusta Zahra.

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🅉🄰🄷🅁🄰

08/Mayo

4:40 PM

En serio... QUIERO QUE ME TRAGUE LA TIERRA. ¿Por qué mi tonto brazalete tenía que filmarme justo cuando hice el ridículo el día de la fiesta? "Dejar mi auto en mi billetera" vaya tontería. Con todo lo que dije, seguramente Five piensa que soy una tonta. Ni siquiera me atreví a mirarlo.
Deseé en el fondo que nadie se diera cuenta. Por suerte, ninguno comentó nada al respecto.
Lo único que pude hacer fue disimular. Seguimos jugando a "encontrar el glitch" y la atención estuvo totalmente alejada de mí. Vi a Five, quien parecía estar muy contento y tranquilo, como si no hubiera pasado nada. Eso me alegró, al menos mi secreto está a salvo.

Confío en que lo está.

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10/Mayo

5:30 PM

Zahra caminaba por el pasillo, con rumbo a los casilleros. Abrió el suyo, tomó su bolso y encaminó sus pasos hacia la salida cuando la propietaria de una enérgica voz se dirigió a ella por su nombre completo.

— ¡Zahra Rashid! — Oyó que exclamaron a sus espaldas. Se volvió para encontrarse con su compañera pelimorada, que se acercaba con paso veloz y con una mueca de disgusto en su rostro — Ven, necesitamos hablar. Ahora — Soltó una vez que llegó hasta ella. Su voz sonaba severa. La joven, desconcertada, la siguió. Fueron a la zona en donde los techs depositaban sus puntos de experiencia.

— Y ¿de qué querías hablarme? — Cuestionó Zahra, notablemente intranquila.

— ¿De qué? — Repitió, haciéndose la ofendida — Pufft. No, no, no, de nada. Solamente quería... hacerte una pregunta.
La contraria tragó saliva — A-adelante — Sus nervios aumentaron cuando Miko la tomó por los hombros, mirándola cara a cara.

— Somos amigas. Tú me dirías si te gustara alguien ¿Cierto? — La pelinegra asintió, algo asustada — ¿¡Entonces por qué no me dijiste que te gustaba Five!? — Exclamó con un tono iracundo mientras la zarandeaba frenéticamente. Zahra se sintió afortunada de que el cuartel estuviera vacío. Miko prosiguió, con voz chillona — ¿Cómo te atreves a no decirme?, se supone que somos las mejores amigas, ¿acaso no confías en mí, después de que te conté los secretos de toda mi vida?, ¿esa es la forma en la que pagas mi amistad incondicional? — Miko hablaba con tal rapidez, que Zahra no entendía la mayoría de las cosas que le decía. Por fin, entre tantas sacudidas, la pelinegra pudo pronunciar unas palabras.

— Okay, okay. ¡Basta! — Dicho esto, Miko dejó de zarandearla. Zahra respiró profundo y ocultó unos mechones de cabello que se mostraban sobre su rostro. Luego, procedió calmadamente — Oye, estás comportándote de manera muy dramática.
— Claro que no. Tengo todo el derecho de estar enfadada contigo — Hizo un puchero.
— Bueno, tal vez tengas razón. Eres mi amiga y debí... un momento ¿de dónde sacaste la idea de que me gusta Five?
— No tienes que fingir que no es así. He visto que cada vez que te acercas a él, te pones muy nerviosa y empiezas a hablar raro.
— E-eso no viene al caso — Aclaró, cruzándose de brazos.
— Conque no ¿eh? Entonces dime ¿por qué te quejabas de que no habías sido capaz de hablar con Five? No intentes negarlo, que yo te escuché el día en que mostraron las grabaciones de los brazaletes.
Zahra se estremeció. Miko notó esto y en su cara se formó una sonrisa maliciosa.
— Vamos, admítelo. — Comenzó a caminar, rodeándola. Rashid hizo un puchero, rehusándose a mirarla — Admite que te gusta. Vamos ¡dilo, dilo, dilo! — Repitió, cada vez con más fuerza hasta que a la pelinegra se le acabó la paciencia.
— Sí, esta bien ¡lo admito! 
— ¿Te gusta Five?
— ¡Sí, Me gusta Five!
— ¿Es el chico de tus sueños?
— ¡Es el chico de mis sueños!
— ¿Aceptarías tener una cita con él?
— ¡Claro que sí! Espera ¿qué quieres decir con...?

El silencio llegó para apagar el creciente ánimo de Zahra. Miko sonrió, se movió un poco a la izquierda y le asintió con la cabeza a alguien que no era la chica que tenía en frente. La cara de Zahra se ensombreció, se giró lentamente y casi le dio un ataque al ver quién se encontraba detrás de ella.

El chico la saludó, nervioso. La pelimorada se interpuso entre ambos.
— Te lo dije — Le comunicó al mexicano en tono triunfal — Tenías razón y yo también. Tus sospechas eran ciertas.
— ¿Sospechas? — Inquirió tímidamente la joven.
— Él ya lo había notado — Respondió Kubota — Me lo contó el mismo día que jugamos "encuentra al glitch". Cuando vio tu video. — Zahra se llevó ambas manos a la cara, avergonzada— Aunque claro, lo intuía desde antes, sólo que este tonto no quiso pensar las cosas apresuradamente. A decir verdad, yo también me percaté, pero quería ver quién de los dos se animaba a dar el primer paso — La tech de cabellos coloridos miró a Five — Fue así cómo armamos este plan. Una brillante idea de mi parte, debo agregar — Ambos miraron a Miko con una ceja arqueada — El punto es que... — Tomó la mano de su amigo y la unió con la mano de Zahra — ya no hay más dudas sobre el asunto.

Los dos levantaron la vista y pudieron verse a los ojos. Una sonrisa se formó en sus rostros sonrojados.

— Y ahora me voy, o vomitaré encima de ustedes. Esta vez más te vale contarme hasta el último detalle — Miko amenazó a su amiga con la mirada.
— Lo haré — Contestó Zahra, sin dejar de mirar al muchacho.
— Muy bien — Agregó ella, para luego retirarse.

Una vez que se quedaron solos, Five rompió el silencio.

— Zahra yo... bueno, tú me gustas — Confesó.
— Supongo que ya escuchaste todo lo que dije — Habló Zahra, apenada.
— Puede que suene algo tonto pero... no me lo dijiste a mí directamente. ¿Podrías... repetirlo?

Ella le sonrió, conmovida. 

— Me gustas High-Five — Le afirmó.
— Y respecto a la cita...
— Acepto, ¿Puedes el vienes por la tarde?
— Desde luego.

....

Los techs salieron del cuartel y luego de la tienda.

— La veré hasta entonces, señorita Zahra — Se despidió dándole un beso en el dorso de su mano.
— Hasta entonces, mi querido Héctor — Respondió ella, con una risita.

Y, soltando por fin sus manos, se fueron en direcciones contrarias, ya con una fecha establecida para su primera cita.
Zahra sí que tendría cosas interesantes que contarle a su amiga esa tarde.

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