8
—¿Y ese milagro que estás hasta tan tarde? —oí de repente y quité las manos de mi rostro para verlo.
No se porque tenía tanto miedo y no sé porqué ver que simplemente estaba ahí, parado frente a mí con esa sonrisa estúpida, me hizo feliz.
Dejé que las lágrimas se deslizaban libremente por mi rostro y cuando sus ojos se conectaron con los míos, su expresión cambió a una preocupada, por primera vez veía su rostro afligido y era extraño.
—Oye... ¿estás bien? —respiré profundo y corrí hacia él, abrazándolo con todas mis fuerzas.
No tengo idea de cuál de los dos estaba más sorprendido por aquello, pero la calidez de su cuerpo era reconfortante y el aroma de su perfume inundó por completo mi nariz, me transportó a un lugar alejado en mi mente, lleno de paz.
—Estúpido. —cerré mis ojos con fuerza, apretando más su cintura con mis brazos. No quería soltarlo.
Él no hablaba y realmente tampoco hacía falta. Lo único que quería era saber que aún estaba vivo y que aún podría verlo... ¿por qué demonios quería verlo?, ¿por qué sentí tanta tristeza de que se hubiera ido?
Creo que estuve más de diez minutos abrazándolo y cuando tuve la intención de dejarlo en paz, sentí como sus brazos me envolvían y como apoyaba su mejilla en mi cabeza. Correspondió a mi gesto, haciendo que mi corazón latiera desenfrenado.
Su respiración cálida chocaba contra mi cabello, podía oír sus latidos profundos, como una canción de cuna que cada vez tranquilizaba más mi inquietud.
Hace mucho que no abrazaba a alguien, hace mucho que no me sentía protegida y a salvo del mundo. Él se volvió una cálida manta en un día lluvioso.
—Tenía tanto miedo...
—El miedo te hace ver que estás vivo.
—No pude hacerlo, no pude saltar como dije que lo haría.
—Es porque aún no encuentras un motivo. —negué con la cabeza y respiré otra vez su aroma.
—Es porque tuve miedo de no verte nunca más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro