21
Sus ojos me veían con sorpresa y de los míos... de los míos sólo caían lágrimas.
Sentía que estaba abriendo mi pecho para entregarle mi corazón.
Me confesé como nunca antes lo había hecho y, no sabía que más hacer para fuera consciente de que mis sentimientos era reales.
—Sé que soy un desastre. —sonreí en cada palabra y mi voz sonaba cada vez más quebrada. —sé que tengo muchas heridas aún que no han podido sanar y también sé que... no soy la más indicada como una pareja, — avancé más a él y tomé su mano. —pero me enamoré de ti en este lugar, me enamoré de lo peor de ti, cuando estabas más perdido que nunca.
Acaricié su mano con mi pulgar y lentamente la subí hasta mi boca para depositar un beso suave. Lo único que él hacía era mirarme sin decir media palabra.
—Entonces ahora quiero que me permitas enamorarme de lo mejor de ti y hacer que puedas enamorarte de mí. Porque quiero estar contigo... Lo único que pensaba cada noche, era en poder verte al siguiente día. —con mi otra mano acaricié su mejilla y me acerqué a su rostro rozando su nariz con la mía. Nuestros dedos se entrelazaron por inercia. —por favor, Adrien... no me hagas esto. No quiero que te vayas.
—Marinette, no puedes estar hablando en serio
—Claro que sí y ahora mismo quiero besarte. —lo interrumpí viéndolo a los ojos. —quiero besarte como no tienes idea. Además, sería bueno decirte que esta es la primera vez que me declaró. —reí por lo bajo con algo de vergüenza, sintiendo su respiración chocar con la mía. Me acerqué a sus labios entrecerrando mis ojos, estaba dispuesta a seguir a mi corazón.
—No lo hagas... —susurró.
—¿Por qué?
—Porque si lo haces, no te dejaré ir nunca más. Es una advertencia complemantente genuina.
—¿Y qué quieres tú?
—Lo mismo que tú...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro