Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15

Me había perdido en el álbum de fotos de mi matrimonio. Cada página que pasaba me traía recuerdos felices junto a ese hombre que creía mi mundo entero. No podía evitar preguntarme si cada una de las sonrisas que veía impresas eran falsas.

No tardaba en aparecer aquel cuestionamiento para destruirme aún más. ¿Qué hice mal?, ¿no le dí suficiente de mi?, ¿debí pasar más tiempo a su lado?, ¿debí prestarle más atención?

Negaba repetidas veces con la cabeza, cubriendo mis ojos con ambas manos. Era una sensación tan desesperante.

¿Por qué sigo culpandome? Era más fácil cargar con todo en vez de simplemente aceptar el fracaso, y aceptar que no todas las relaciones están destinadas a seguir floreciendo.

Cambié de álbum, estaba cansada de ver la felicidad que me fue arrebatada en un abrir y cerrar de ojos. Este era un álbum de mi infancia, uno donde estaba junto a mis padres y amigos.

Tantos recuerdos congelados en una fotografía, tanta nostalgia dolorosa. Creo firmemente que la nostalgia me pega más que a otras personas, quizás soy demasiado sensible o patética, como dijo mi mejor amiga antes de largarse de mi casa.

En más de una imagen estaba con aquel niño de ojos verdes. Inocentes sonrisas plasmadas en ambos, eran como puñaladas en mi cabeza, sentía los recuerdos cada vez más vívidos.

¿Qué estará haciendo?, ¿está en el puente?, ¿habrá saltado como dijo que lo haría?, ¿me dejará sola?, ¿sufre realmente con esto?

Me odiaba por no poder sacarlo de mi cabeza, incluso cuando veía las fotos de mi esposo hace unos minutos atrás.

Me sentía tan horriblemente egoísta por no querer que me dejara sola, y siendo sincera no quería que saltara, a pesar de todo.

Suspiré y saqué justo la foto frente a mí. Era una imagen de mis padres, quería verla más a detalle, así que la volteé buscando la fecha inscrita, pero sólo pude apreciar un mensaje en ella.

El timbre de mi casa resonó en el vacío y de mala gana me puse de pie. Dudé si ir a abrir, pero volvieron a insistir y terminé cediendo.

Cerré mis ojos un momento y puse una sonrisa falsa en mis labios, esa típica sonrisa que pones cuando aparece tu vecino o vecina pidiéndote algún favor, sólo que cuando abrí la puerta y vi quien estaba detrás de esta, aquella sonrisa se borró al instante.

—Marinette...

—Luka.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro