Capítulo 33
—¿Qué carajo hacen acá? —preguntó Noel molesto.
—Mi amor, ¿qué pasa, quiénes son ellos?
—Tanto tiempo y veo que andás de novio. Supongo que la vas a hacer sufrir igual que a Josephine —lo acusó Jack.
—Tu hermana sufrió porque quiso —le contradijo Noel.
—¿Estos son los hermanos de Josephine? ¿Los que también estuvieron en tu contra y de tu hija? —preguntó su novia frunciendo el ceño.
—Sí, son ellos y no sé qué siguen haciendo acá.
—Calmate, nada más pasábamos a saludar y ver que andás con una pendeja —dijo despectivamente Irene.
—¿Yo pendeja? Pendeja será la basura y psicópata de tu hermana. Ah y ustedes también por venir a molestar.
—¡¡¿¿Y vos quién sos para hablar así de mi hermana??!! —le gritó Jack.
—¡¡No le vuelvas a levantar la voz o te rompo la cara ahora mismo!! —lo enfrentó Noel levantandosé muy enojado. Su novia se levantó también y se puso al lado de él para calmarlo.
—Mi amor, controlate, no ganás nada con violencia —dijo tocandolé el brazo.
—Cómo te calma tu noviecita mucho más chica que vos —se burló su ex cuñada—, siempre te gustó hacer amistad con nenes. Hasta te ponés de novio con una. ¿Y Josephine qué? Nunca le diste importancia.
—¡Al contrario, yo siempre quise ayudar a esa tipa hasta que sintió celos de nuestra hija! ¡Ya me deshice de mi ex hace bastante y ahora estoy con una persona mucho mejor! ¡Tanto para mí como para mi hija!
—¡¿Se te olvida que vos denunciaste a mi hermana?! —lo acusó Jack.
—¿Y qué iba a hacer? —intervino Stefania—. Noel ya me contó todo y ustedes en vez de haber alentado a esa tipa en sus celos enfermizos, tendrían que haberla hecho entrar en razón o buscarle tratamiento.
—¿Te estamos hablando a vos, nena? No, entonces callate —le ordenó Irene.
—No soy una nena.
—A mi novia no la calla nadie —la defendió—, y menos mal que Shanelle a ustedes no los va a ver nunca. No quiero para nada que tenga unos tíos como ustedes. Ah, y tampoco a su abuela materna.
—Ni nosotros la queremos como sobrina, porque todo esto pasó por tu culpa. Vos obligaste a Josephine a darte una hija —lo culpó Irene.
—Y en cuanto a nuestra madre, ella ya murió hace meses —le informó Jack—. Estarás contento. —Noel bajó la cabeza un rato y luego los volvió a mirar.
—Qué mal, digo...por ustedes, porque con mi ex suegra tampoco me llevaba bien. Y no me confundan, no soy como ustedes.
—¿Pueden irse ahora mismo? Dejen de decir cosas que no son, Noel no tiene la culpa de nada. Ya mandó a la mierda a esa mujer, no la va a ver nunca más porque no sirve ni como pareja ni como madre. Ahora está conmigo y lo estoy haciendo muy feliz.
—¿Podés dejar de meterte? —le exigió Jack.
—Y decime, nena, ¿cómo le expresás tu amor a Noel? ¿Escribís "Noel, te amo" en tus carpetas? —Noel los estaba por sacar afuera, pero un mozo que acababa de tomar un pedido vio lo que pasaba, se acercó y les pidió a Jack e Irene que se retiraran.
—Chau, que esta sea la última vez que nos veamos —los despidió Noel. Se volvió a sentar, y Stefania también.
—¡Esto no se queda así! —amenazó su ex cuñado mientras se iba con la hermana. Finalmente, salieron del restaurante.
—¿Estás bien, mi bebé? —preguntó Stefania.
—Sí —contestó sonriendolé—, sí estoy bien.
—Te pusieron muy nervioso y casi te agarrás a trompadas con ellos —se preocupó.
—Es que no me gustó cómo te hablaron.
—No te hagás problema, no valía la pena que te pusieras agresivo. Te hace mal. —Le acarició la mano.
—Si se metían con mi hija, les pegaba de una, sin advertencia. Eeh, si querés nos vamos yendo.
—Bueno, vamos. —Noel pidió la cuenta, vino el mozo, y le pagó. Salieron. Se fueron alejando cada vez más y ahora iban caminando por un puente. A Stefania le empezó a hacer fresco. Tenía puesto un saco nada más.
—¿Te hace frío?
—Un poco. —Noel le puso su tapado encima y quedó con una campera de jean—. Ay, gracias. -Se detuvieron. Él la abrazó y la miró a los ojos. Quedaron frente a frente.
—No quiero que te me enfermés. —Ella se apoyó en su hombro y lo abrazó.
—Sos tan lindo, Noel, tan caballero, tan atento. Estoy tan feliz de tener a alguien como vos. —Él le levantó la cabeza y le dio un beso mientras se acariciaban. Siguieron su camino abrazados.
Al otro día, en la cárcel, Josephine recibió la visita de sus hermanos.
—¿Cómo estás? —preguntó Jack.
—Como todos los días. No veo la hora de salir de acá –se quejó Josephine.
—Ah que no sabés con quién nos encontramos anoche –dijo Irene.
—No.
—Con Noel —reveló su hermano.
—¿¿En serio?? ¿Y cómo está él? Lo extraño mucho. ¿Me nombró aunque sea? ¿Estaba solo, con alguien de su puta familia o la tarada de su hija? —preguntó desesperada.
—No, lo encontramos en un restaurant. Estaba con una mujer —contestó Irene. Su hermana se les quedó mirando.
—¿¿Cómo...cómo que con una mujer?? ¿¿Quién era, cómo se llama, cuántos años tiene??
—Josephine, calmate, no ganás nada poniendoté así —le pidió Irene.
—No sabemos su nombre, pero se veía mucho más chica que Noel —contestó su hermano—. Debe tener unos 17-18 años. Sí, mejor dicho, estaba con una nena.
—Ah bue, veo que a Noel no se le quita esa costumbre de juntarse con pendejos.
—También era italiana —agregó su hermana.
—Ay no —dijo empezando a llorar—. ¡Eso quiere decir que se lo puede llevar del país y alejarlo todavía más de mí!
—Se hicieron las víctimas, dijeron que vos eras una psicópata y otras cosas más —contó Jack.
—¡Nooo, no puede ser! ¡Encima que me denuncia y me pone esa orden de alejamiento, me hace esto! —Ellos la abrazan e intentaron tranquilizarla.
—Tratá de calmarte —dijo Irene.
—¿Cómo quieren que me calme si Noel me está engañando con una pendeja? Tengo que salir de acá ahora, saquenmé de acá.
—No podés todavía, ¿querés que te aumenten la condena? —le recordó Jack.
—¡No me importa, quiero salir ahora!
—Josephine, no podemos hacer nada. Ya lo intentamos en el juicio y no resultó —le recordó su hermana.
—Pero yo quiero estar con mi Noel.
—Él no te merece ni vos a él. Te obligó a seguir con el embarazo, dejó que esa nena destruyera tu relación, y eso no tiene perdón —dijo Irene.
—No me importa, lo quiero a él y punto —se encaprichó Josephine.
—Mirá, lo que podemos hacer es seguirlos si querés —sugirió Jack.
—Siganlós todo lo que puedan —aceptó Josephine—, al menos para saber qué anda haciendo.
Mientras, Stefania estaba en su hotel y llamó por celular a su casa. Atendió su papá, levantó el teléfono inalámbrico.
—Hola.
—Hola, papá.
—¿Cómo estás? ¿Cómo la seguís pasando?
—Bien, estoy en el hotel. Quería hablar un rato antes de salir. ¿Estás vos solo?
—Sí, tu mamá salió, y Attilio está, pero está durmiendo. —Se pusieron a charlar de cualquier cosa hasta que...
—¿Y Noel cómo te trata?
—Sabés que bien, es muy tierno.
—¿Qué hicieron ayer? ¿Salieron ustedes dos solos, con su hija, con Richard...?
—Con su hija...fuimos a cenar —mintió en parte.
—Stefi, podés contarme ahora, no te voy a retar —le aseguró.
—Ok. Anoche fuimos a cenar nosotros dos solos. A su hija la dejamos con sus tíos.
—Me alegro. Mirá, hablé con tu mamá de todo esto y...decidimos dejarlos en paz. Dejar de ser cerrados y darle una oportunidad a tu novio.
—¿En serio? ¿Aunque sea más grande que yo y viva lejos?
—Sí, por lo que sea. Bah, al menos yo ya entendí que vos lo querés mucho, él a vos y que con su hija y el resto de su familia te llevás muy bien.
—¡Qué bien! ¡Yo sabía que lo iban a aceptar algún día! —se alegró Stefania.
—Por ahora son dos de la familia los que están a tu favor: tu hermano y yo —aclaró Sergio—. Tu mamá...a ella todavía le cuesta aceptarlo, pero dice que va a intentar.
—Aah...ok. Pero hasta ahora vamos bien. Ojalá lo quiera ella también.
—Se van a llevar bien. No sé, invitalo cuando se pueda pero que esta vez te venga a visitar acá a tu casa —sugirió su padre—. Aunque sea un par de veces a la semana mientras él esté en Italia.
—¿Y si mamá lo sigue mirando mal?
—No, no va a hacer eso. Los dos lo vamos a tratar bien y vamos a ser pacientes con él. Vamos a tratar de darle confianza —prometió.
—Ok —dijo riendo levemente—. Me alegro que al fin esto esté pasando. Hoy cuando lo vea, se lo voy a contar.
—Ok.
—Te dejo, nos vemos y gracias por entender al fin.
—De nada, hasta luego —se despidió y colgó.
Les recuerdo, por las dudas, que Stefania tiene 18 años.
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