Noel estaba apoyado sobre el respaldar de la cama viendo una película en DVD. Le hizo ruido el MSN, puso pausa al reproductor y agarró la notebook de nuevo.

Stefi dice: Noel, ya volví.

Noel: Hola otra vez, hermosa. —Stefania rió bajito.

—Qué lindo que es —dijo ella para sí, y volvió a escribir.

Stefi dice: ¿Qué hacías?

Noel dice: Viendo una película. Ya le puse pausa. —Le dio "Enter" y volvió a escribir.

Noel dice: ¿Cómo te fue con tus papás?

Stefi dice: Mal, siguen pensando igual. Hasta dijeron que sos un pedófilo.

Noel dice: Ah bueno... —Noel le dio "Enter" e hizo una mueca.

Stefi dice: No hay forma de hacerles entender que te amo y soy feliz con vos.

Noel dice: Espero que las cosas se arreglen, no pueden pensar así toda la vida. Si yo cambié de idea, ellos también pueden.

Stefi dice: Cómo me gustaría que estés conmigo abrazandomé y dandomé besos.

Noel dice: A mí también.

Al otro día, Noel estaba en lo de sus primos junto con sus tíos.

—¿Y la novia cómo va? ¿No se volvieron a ver? —preguntó Emily.

—No, fue aquella última vez nomás.

—¿Y tus suegros? —preguntó Pabló.

—Siguen pensando lo mismo de mí, hasta dijeron que soy un pedófilo —contó Noel quejandosé y suspirando.

—Qué ridículos que son, si no estás con una menor —opinó Delia.

—Bueno, tampoco que espere a que se queden tranquilos con que su hija está de novia con un tipo grande como él —dijo Bill.

—¿Antes me alentabas a que fuera su novio y ahora me venís con esto?

—No, no, tenés razón —admitió su prima—. Pero lo que dice Bill es cierto también. Ponete en el lugar de los padres, esto no es fácil para ellos.

—Sí, ya sé, pero ellos tienen que entender que ya no es una nena.

—No, pero imaginate que tu hija, así tenga 20, sale con un hombre de tu edad o más grande, ¿te quedarías tranquilo? —le preguntó su tío suponiendo la respuesta.

—No.

—Y bueno. Nosotros estamos de tu lado, pero tampoco esperés que te acepten rápido —dijo Emily.

—No crean que no entiendo cómo se sienten los padres de Stefi con esto. Pero ellos apenas me vieron en su fiesta, pensaron mal de mí, y eso que todavía no éramos novios.

—¿A vos te interesa llevarte bien con su familia? —le preguntó su tía Delia.

—Sí. Al menos con mi cuñado me llevo bien, pero mis suegros deberían conocerme primero antes de tratarme de degenerado y todo eso.

—Y —dijo Emily encogiendosé de hombros—...casi nunca te han visto.

—Por eso, que no hablen sin saber

—Vos dales tiempo, ya van a entender que su hija está crecida —le aconsejó su primo.

—Por ahora lo que me interesa es que se siga llevando bien con mi hija y bueno, que me siga tratando bien a mí también.

Pasó otro mes. Stefania le contó a Noel que estaba pensando en ir a visitarlo. Estaban hablando por celular.

—¿Cuándo? —preguntó Noel.

—En esta semana, yo te aviso.

—Bueno, pero a mi casa no, buscate un hotel. Es que no quiero que haya problemas.

—No, entiendo.

—Extrañaba escuchar tu voz.

—Yo también, mi amor —dijo riendo levemente—. Ok, te dejo, nos estamos viendo.

—Nos vemos.

—Chau. —Pasaron unos segundos. Ninguno había cortado—. Mi amor, ya terminé.

—Yo también.

—¿Y por qué no colgás?

—¿Por qué no colgás vos?

—Colgá vos —dijo ella riendosé un poco.

—Colgá vos primero —dijo él también riendosé.

—No, vos primero.

—No, vos.

—Vos.

—Mejor colguemos al mismo tiempo, sino vamos a gastar batería —sugirió Noel.

—Ok —aceptó Stefania con una risita—. Uno...

—Dos... —siguió Noel riendosé también.

—Tres. —Ambos cortaron al mismo tiempo. Attilio estaba en la puerta.

—Menos que le diste el número del celular para hacer llamadas gratis.

—Ay, ¿estabas escuchando? —Le tiró con la almohada y rió—. ¡Te voy a matar! —gritó persiguiendoló por la pieza.

—Tranquila —dijo mientras reía—, escuché eso nomás de la charla. —Se detuvieron.

—Está bien, nada más le dije que voy en la semana. Pero me dio tanta ternura lo último.

Noel ahora estaba con Richard en un parque, los dos sentados en el pasto. Su hija y su sobrina estaban corriendo de acá para allá un poco alejadas de ellos.

—¿Te dijo por cuántos días se queda?

—Todavía no, pero le dije que no se hospede en mi casa. Por las dudas.

—Pero no creo que haya problema con tu hija; hasta ya le tomó cariño.

—Espero.

—¿Y si no resulta que pensás hacer?

—La dejo, así de simple y espero que Stefi lo entienda.

—La mayoría te diría que no te dejés influenciar por lo que crea tu hija, pero yo haría lo mismo que vos.

—Es que no estaría tranquilo con mi hija, ya de grande, reprochandomé todo el tiempo por haberle puesto una madrastra.

Era miércoles, Stefania llegó al aeropuerto. Noel la estaba espera entre la gente junto con su hija. Se encontró con su novia. Se dieron un beso y se abrazaron. Shanelle los miraba y sonreía.

—Gracias por venir a buscarme.

—Dije que lo haría, hasta ahora no rompí ninguna promesa —dijo mientras le acariciaba la cara. Ella le sonrió, y luego miró a Shanelle.

—Parece que a tu hija no le molesta que nos hayamos besado. —Stefania la alzó.

—Es verdad, puedo estar tranquilo.

—¡Hola, bonita! Tanto tiempo.

—¡Hola! —saludó la nena con alegría, abrazandolá. Luego salieron del aeropuerto. Noel llevaba la valija. Pararon un taxi y fueron primero al hotel a dejar las cosas. Luego fueron a lo de la mamá de Noel. Stefania estaba algo nerviosa, y su novio notó eso.

—¿Qué pasa?

—Nada —contestó tratando de disimular y sin mirarlo.

—Decime.

—¿Seguro que tu mamá me quiere conocer? —dudó mirandoló.

—Sí, no tengás miedo. Ella es buena, te va a tratar bien. —Stefania se quedó un poco tranquila ante su respuesta.

Llegaron a la casa, le pagaron al taxista, y Noel tocó timbre. Peggy les abrió. Saludó primero a su hijo y a su nieta. Luego miró a Stefania.

—Vos sos Stefania, ¿no? —supuso la mamá de Noel.

—Sí, soy yo —contestó Stefania sonriendo, y se saludaron—. Un gusto.

—Igualmente. Al fin te conozco. —Los hizo pasar. Los primos de Noel también están ahí.

—Ah veo que tenés visitas —notó Noel. Se saludaron entre todos—. Bueno, ella es la famosa Stefi. —Stefania rió levemente ante la presentación, y Noel también mientras le ponía un brazo alrededor—. Ella es Emily, mi prima; su marido, Bill y no sé si te acordás de mi sobrina Amanda —nombró a cada uno.

—Sí, aquel día en que nos vimos en el parque y te presenté a mi hermano —le confirmó. Los primos y sobrina de Noel se acercaron y saludaron a la chica. Se sentaron todos en los sofás.

—Al fin Noel se puso de novio con vos —comentó Emily con Shanelle en su falda.

—Sí, es que siempre nos hablaba bien de vos. Entonces pensábamos: "esta chica es para él" —agregó Bill.

—Bueno, obviemos esa historia —pidió Noel un poco avergonzado.

—Pero logré enamorarte —dijo su novia riendo un poco.

—El tío tiene novia, el tío tiene novia —cantó Amanda. Su tío se tapó la cara y rió un poco. Bill agarró a su hija y le hizo cosquillas.

—Bueno, bueno, no avergüence a la gente.

—Me estás cayendo mejor ahora que te conozco —le dijo Peggy a su nueva nuera.

—Me alegro.

—Me encanta tu tonada —comentó Emily.

—Gracias. Perdón si estoy nerviosa.

—No te preocupés, suele pasar —la tranquilizó Bill.

—¿Y mi nieta cómo se lo tomó?

—Sonrió cuando nos vio besandonós —le contestó Noel.

—Y vos que estabas tan asustado con que si tu hija iba a llorar o no, Noel —dijo su prima.

—Bueno, es entendible. Yo hubiera tenido los mismos nervios que él —dijo Stefania.