Un mes y medio después, Stefania estaba chateando de nuevo con Noel. Él estaba en su cama con la notebook en las piernas, su hija estaba en la cama también.

Stefi dice: ¡Hola! ¿Me extrañaste? Jaja.

Noel dice: Hola. Hacía más de un mes que no te veía conectada.

Stefi dice: Es que empecé las clases de nuevo y estuve teniendo muchos trabajos prácticos.

Noel dice: ¿Cómo te fue?

Stefi dice: Bien y mal. Pero todavía puedo recuperar por suerte.

Noel dice: Ah bueno.

Stefi dice: ¿Cómo está tu hija?

Noel dice: Bien, la tengo acá en mi cama. Está viendo la tele y con un juguete.

Stefi dice: Aah. Noel, quería avisarte que voy a ir en dos semanas de nuevo.

Noel dice: Ah bien, ¿venís sola o con tu hermano?

Stefi dice: Voy sola, jaj, ya puedo y sé ir sola. Voy a un recital de Depeche Mode y de paso quería verme con vos después del recital. Al día siguiente obvio. —Noel se quedó pensando y no escribía nada por varios minutos. Siguió viendo páginas en internet. Ella le volvió a escribir.

Stefi dice: ¿Estás ahí?

Noel dice: Sí, es que sonó el teléfono. Perdón —mintió. Ella sonrió y volvió a escribir.

Stefi dice: No sé, ¿querés que nos juntemos a tomar algo? Después de que salgás del trabajo, digo.

Noel dice: Como vos quieras. Pero yo te aviso porque hay días en que termino tarde y tengo que llevar a Shanelle al pediatra. No sé cuántos días te vas a quedar.

Stefi dice: Y....como 3.

Noel dice: Bueno. Te espero en dos semanas entonces.

Stefi dice: ¡Buenísimo! —escribió mientras sonreía. Luego miró su reloj—.

Stefi dice: Tengo que salir, nos vemos.

Noel dice: Nos vemos, cuidate. —Stefania se desconectó. Al otro día, Noel estaba en lo de sus primos. Estaban en el patio, sentados en una mesa mientras las nenas corrían por el pasto.

—¿Viene sola? —preguntó Emily.

—Sí, viene a un recital y quiere que nos juntemos al otro día —contestó Noel.

—¿Pero con Richie también o con vos nomás? —preguntó Bill.

—Conmigo, cuando me dijo eso no supe qué contestarle.

—Seguro que te va a decir que gusta de vos. No la vayás a lastimar —le aconsejó su prima.

—Si le tengo que decir que no quiero nada con ella, se lo voy a decir. Pero ni siquiera sé lo que me va a decir.

—¿Te vas a juntar? —preguntó su primo.

—Le dije que le iba a avisar.

—¿Le vas a avisar en serio? —preguntó dudando Emily–. No vaya a ser que hayas inventado otra excusa.

—Sí, le voy a avisar en serio —confirmó Noel—, quiero dejar las cosas en claro con ella. Y cuando me invitó a su cumple...sí, le puse una excusa y terminé yendo igual.

Varios días después, Stefania estaba armando su bolso. Su familia la llevó al aeropuerto y esperaron a que salga su avión. Mientras esperaban, seguían tratando de convencer a su hija de que no se viera sola con Noel. Pero ella no les hacía caso, y Attilio la defendía. Luego un altavoz avisó que ya salía el avión, y se despidieron de ella. Volvieron a su casa.

—Hubiera preferido que se fijara en Richard, por lo menos es un poco más de su edad. Pero no, tenía que fijarse en el otro —se quejó Sergio.

—¿Y qué van a hacer? ¿Elegirle los novios ahora? —preguntó Attilio.

—Sabés que no somos así —aclaró Flavia—, pero tampoco es bueno que tu hermana ande con un tipo de más de 30.

—Por suerte Stefi tiene mi apoyo de mi parte, y espero que Noel no la rechace.

—Sí, de vos ya sabemos que aceptás que Stefania esté enamorada de un degenerado.

—¡Noel no es ningún degenerado, no digás estupideces! —protestó su hijo.

—¡No nos faltés el respeto! —lo retó su madre.

—Bueno, ustedes tampoco digan cosas de Noel que no son sin antes conocerlo.

Stefania llegó a Inglaterra en la noche, llamó a Noel por el celular para avisarle que había llegado. Unos días después del recital, ellos se juntaron en un bar. Shanelle estaba en un mini pelotero que había ahí.

—¿Cómo la pasaste? —preguntó Noel.

—Muy bien, me canté todos los temas —contó Stefania—. ¿De casualidad estuviste ahí?

—No, justo ese grupo no me gusta.

—Ah, está bien —dijo riendo levemente. Siguieron charlando y luego se quedaron callados unos minutos—. Yo....yo tengo algo que decirte y te lo he querido decir desde hace bastante. Pero quería esperar a verte de nuevo y decirteló personalmente.

—También estuvimos solos unos minutos en el patio de tu casa —le recordó Noel—. En tu cumple y después nos vimos esas dos semanas en Italia.

—Sí, me acuerdo. Pero no me animé.

—Entonces, te escucho.

—Noel.... —Lo miró a los ojos y puso sus manos sobre las de él—. Estoy enamorada de vos.