Stefania fue hasta donde estaba su hermano y se sirvió algo de tomar.

—¿Qué pasó? —preguntó su hermano.

—No les gustó que invite a Noel —se quejó Stefania—. Dijeron que tenga cuidado, que es muy grande y que me puede hacer daño.

—Sí, ya con mirarlo mal, empezaron mal —le dio la razón.

—También me dijeron que esta es la última vez que lo dejan entrar. Esperemos que lo traten bien durante la fiesta.

—Tratá de disfrutar, no dejés que nadie arruine tu cumpleaños —la consoló. Ella le sonrió y se va para otro lado. Noel estaba con unos chicos, y luego los papás de Stefania se le acercaron para hablar un poco con él y agradecerle por defender a su hija. Él les contestó con un "no fue nada" y luego contestaba cortante a cualquier pregunta y comentario. Shanelle empezó a tirarle un poco del pantalón.

—¿Qué pasa, mi amor?

—Quedo tomad.

—Ya te sirvo una gaseosa. Perdón —dijo mirando a Sergio y a Flavia.

—Está bien, tenés que atender a tu hija —lo disculpó Flavia. Noel se la llevó hasta una mesa donde había gaseosas. Sergio y Flavia hablaban en voz bajita entre ellos.

—Parece buena persona —opinó Sergio. Se fueron a otra mesa y se sirvieron comida.

—Pero su amigo es más sociable —los comparó Flavia—. Habla con todo el mundo.

—Sí, Noel solamente se abre con sus amigos.

—Mientras él y Stefi no sean más que amigos, todo bien, creo.

—Pero es muy cortante, no sé cómo Stefania lo aguanta —lo criticó Sergio. Noel le sirvió una coca a su hija, y ella tomó. Aparecieron por detrás Attilio y Richard.

—Noel —lo llamó Attilio detrás de él, Noel se dio vuelta—. ¿Todo bien?

Noel: Sí.

—Disculpá por cómo te miraron mis papás.

—Ah. No pasa nada. Estuvimos hablando un poco recién —contó Noel.

—Ah, está bien.

—No te hagás problema, a Noel no le molestan esas cosas.

—No, pero queremos que los dos se sientan cómodos.

—Bueno —dijo Noel. Stefania estaba un poco lejos de ellos y entre otra gente. Noel justo la miró, y ella le sonreía y a la vez bajaba la mirada coqueteandolé. Él también le sonreía, pero de forma amistosa. Attilio los dejó.

—¿Y vos, hermosa, que tomaste? —le preguntó Richard a Shanelle.

—Coca. —El vaso ya estaba vacío, y su papá se lo sacó y lo puso de nuevo en la mesa. Richard alzó a la nena.

—¿Vamos a dar una vuelta? —propuso Richard, y la nena sonrió.

—Vayan, yo me siento un rato —dijo Noel.

—Bueno. —Se llevó a su ahijada, y Noel se fue a un sofá. Estaba solo, por lo que Stefania aprovechó para llevarle unas pizzetas en un plato.

—Hola –lo saludó mientras se sentaba a su lado.

—Hola.

—¿Querés un poco? —le ofreció, y Noel agarró una.

—Gracias —dijo y mordió un pedazo.

—De nada —dijo Stefania riendo levemente—. Las hice yo.

—Te salieron ricas.

—Ay, gracias. Entre mi mamá y yo cocinamos todo.

—Te hicieron trabajar en tu cumpleaños —bromeó un poco Noel.

—Dije que ayudé —aclaró siguiendolé la broma y riendosé un poco—. ¿Y tu hija? —Se comió una ella también.

—Se la llevó Richie por ahí.

—¿La estás pasando bien? —Ella lo miraba a los ojos.

—Sí. Bah, generalmente estoy con Richie o con tu hermano. Aparte de vos. Hace un rato me hablaron tus papás.

—¿Cómo te trataron? –preguntó preocupada.

—Bien. —Terminaron de comer y tomar. Se acercaron unos primos de Stefania.

—Vamos un rato afuera, ¿venís con nosotros? —dijo una prima suya.

—Sí. ¿Venís, Noel? —lo invitó Stefania.

—Bueno —aceptó. Stefania y Noel se fueron con los primos de esta al patio, el cual era bastante grande. Al salir de la casa, bajaron por una escalera de piedras. Se pusieron a fumar y le ofrecieron un cigarrillo a su prima.

—No, gracias —rechazó amablemente Stefania.

—¿Vos y tu amigo cuándo llegaron? —le preguntó un chico a Noel.

—Cerca del mediodía.

—¿Vinieron en avión o en crucero? —preguntó una chica.

—En avión.

—¿Cuánto se quedan? —preguntó Stefania.

—Un par de semanas, todavía no compramos el pasaje de vuelta —explicó—. ¿Por qué?

—No, así paseábamos —sugirió Stefania.

—Stefi y su hermano hacen de guías turísticos con ustedes —dijo uno de los primos.

—Sí, algo así, y gratis —dijo Stefania entre risas.

—Ah. Bueno, como quieras —aceptó Noel riendosé un poco. Un rato después, los otros se volvieron a la casa. Noel los quería seguir, pero Stefania le agarró la mano.

—¿A dónde vas? —preguntó con una sonrisa.

—Como que ya terminé de fumar, ellos también y se meten a la casa. —Ella se le acercó más.

—Bueno, pero nosotros nos podemos quedar un rato más —se le insinuó—. Me gustó mucho tu regalo —dijo tocandolé el hombro.

—Me alegro. —Ella lo miraba con ternura—. Entremos, ¿sí? —intentó convencerla ignorando sus coqueteos.

—Acá está un poco más fresco, adentro es un horno.

—Compren aire acondicionado. —Stefania se rió ante el comentario.

—Bueno, un ratito nomás —aceptó Noel. Adentro, Shanelle estaba con su padrino.

-¿Y papi?

—Vamos a buscarlo. Richard caminaba por el living con la nena de la mano y se encuentra con Attilio.

—¿Necesitás algo? —preguntó Attilio.

—¿Tenés idea de dónde está Noel?

—Lo vi salir con Stefi y otros.

—Gracias. —Richard se fue con la nena. En otro rincón, Flavia les preguntó a unos sobrinos de ella dónde estaba su hija.

—Es que ya es hora de que cortemos la torta —informó Flavia.

—Estaba con nosotros afuera, tía —contestó una de sus sobrinas.

—Estábamos con ella y Noel —agregó uno de sus sobrinos—. Nos vinimos adentro y creímos que venían detrás de nosotros.

—O sea.....¿que mi hija está afuera sola con ese inglés? —preguntó algo nerviosa. Sus sobrinos no sabían qué decirle, y se fue. Se encontró con su marido en el camino.

—¿Qué pasa? —preguntó Sergio sin entender por qué su mujer estaba nerviosa.

—¡Stefi y Noel están solos!

—No te alarmés tanto, Richard también salió a buscarlo —intentó calmarla.

—Igual, acompañame. —Se fueron los dos. Afuera, Stefania estaba con Noel y Richard. Noel jugaba un poco con su hija haciendolé avioncito mientras ella se reía. Stefania los miraba y se reía también.

—Shanelle quería estar con él ahora —dijo Richard.

—No hay problema. —Noel dejó de jugar y ahora la tenía a upa.

—¿Te gustó? —le preguntaba Noel a su hija.

—Ti —sonrió la nena.

—Sos muy lindo como papá —dijo sonriendo Stefania.

—Gracias. —Noel abrazó a su nena.

—Qué lindo sería tener un hijo.

—Ya te tocará —dijo Richard.

—Te falta el novio primero —agregó Noel.

—Sí —dijo riendosé un poco—....me falta. —Se quedó callada y lo miró. Noel la miraba seriamente y bajó la mirada para evitar la de ella.

—¿Alguna vez tuviste? —preguntó Richard.

—Una sola vez, como a los 15. —A lo lejos, Flavia y Sergio los miraban desde la puerta

—Ah, están en grupo –suspiró aliviada Flavia.

—¿Ves? ¿Qué te dije?

—¡Stefi! —la llamó. Su hija y amigos la miraron de lejos.

—Bueno, ahora creo que sí ya es hora de entrar —dijo Stefania. Caminaron hasta llegar a la puerta y entraron. El papá de Stefania prendió la vela y todos le cantaron. Las apagó, Flavia cortó la torta y, junto con su marido, repartió los pedazos. Un rato después, terminó la fiesta y de a poco se fueron todos.