Capítulo 14: Descubriendo la verdad
¡Hola! He vuelto al fin y sí, hay un medio audiovisual en este capítulo. Os voy a dar unas instrucciones para que sepáis cómo aprovechar al máximo la lectura.
1) Leer bien todos los pasos antes de darle play al vídeo.
2) Escuchar la música.
3) Al terminar, comenzar a leer
Este capítulo lo quise hacer así porque creo que en el se desvelan muchos secretos que hemos querido saber desde el principio y ¿Qué mejor que una canción acorde a este acontecimiento tan importante?
Espero que os guste la idea.
¡Gracias por leer!
Volvemos al "hall". Cóndor y Halcón parecen estar tranquilos, pero yo sigo confusa. Tengo varias teorías, pero creo que ninguna puede ser real.
Una vez sentados me atrevo a preguntar mi gran duda.
—¿Qué ha sido eso? —pregunto refiriéndome a lo ocurrido anteriormente. Levantan la vista del suelo y se miran mutuamente.
—Creo que deberías...
—Lo sé —Halcón lo interrumpe. Suspira hondo y me mira directamente. —Todo lo que te ha dicho la policía es mentira —levanto una ceja. —Suena raro, pero es la verdad.
—No te creo —Halcón respira hondo.
—¿No te has preguntado por qué el chofer que te llevó en taxi hasta ese motel no quiso seguirnos?
—¿Cómo sabes...
—Sabemos muchas cosas de ti. Como que tu exnovio te maltrato un par de veces
—Cóndor —Halcón lo detiene.
—¿Disculpa? —parpadeo varias veces tratando de asimilar lo que acaba de decir. Creí que esa parte de mi vida la había enterrado, pero al parecer no del todo.
—No queremos que te asustes, pero te vigilamos desde que...
—Cóndor —Halcón vuelve a detenerlo.
—¿Pretendes que no me asuste cuando me acabas de decir que me vigilabais? —trato de respirar hondo para tranquilizarme. Miro al suelo. ¿Cómo saben todo eso? —¿Por qué me atasteis como un perro cuando me descubristeis?
—Sabíamos que habías hablado con la policía la noche en la que fuiste el bar Clandestino. Lo peor es que no fuiste a otra comisaría, tuviste que ir a esa y preguntar por Halcón. Creímos que llevabas un micro o que eras una espía. Una sensación de miedo recorre mi cuerpo.
—¿Qué pasa con esa comisaría?
—El jefe a cargo está compinchado con Thertami y por tanto, toda la comisaría sabe algo o está de su parte.
¿Nicolás está compinchado?
—¿Quién es? —pregunto curiosa.
—Un hombre peligroso.
Carraspeo varias veces y trato de no pensar en lo perturbador que suena toda esta historia. Lo peor es que era así desde que entré.
—Thertami le paga por su silencio y por toda la información que le pueda dar sobre nosotros. ¿Crees que en España no hay corrupción? Por desgracia la hay y es peor que en otros lugares que está a la orden del día. —frunzo el ceño.
—El tigre ataca por la espalda, no de frente —la voz de Buitre me toma por sorpresa. Me giro a mirarlo. No parece enfadado ni tenso, más bien lo veo nervioso. Al igual que Cóndor y Halcón.
Respiro hondo.
—¿Qué pasó con mi hermana? —ambos levantan la vista del suelo y se miran entre sí.
—¿Por qué preguntas eso? —Condor frunce el ceño y a juzgar por la forma que carraspea, está nervioso.
—Anoche Buitre dijo que la conocíais. —clavo mis ojos sobre Halcón. Miles de sentimientos me bombardean. Miedo, nostalgia, enfado... Cóndor comienza a hablar.
—Ya es hora de...
—Lo sé —le corta Halcón. Sigo sin decir nada, solo espero a que por fin se le ocurra darme una explicación de que narices están haciendo.
Estoy cansada de fingir que no me importa estar en una mansión desconocida con hombres desconocidos y mujeres que ya ni sé que hacen aquí. Creía tener las cosas claras, creí que sabía a quién me enfrentaba. Años y años de estudio para llegar a hablar con él por fin y ¿Parecer su amiga? ¿De verdad Elia? Qué narices te pasa. Buitre comienza a hablar y su tono de voz desprende irritabilidad.
—Tu hermana acudió a nosotros en busca de ayuda.
—No entiendo. A mí me dijeron que...
—Déjame hablar y cállate de una vez. Esto es importante —la voz de Buitre vuelve a sonar irritada. Parpadeo varias veces y frunzo el ceño.
—Su marido la maltrataba día tras día y nadie se daba cuenta. ¿Alguna vez la viste en bikini o con top? —trato de hacer memoria y para mi sorpresa, la respuesta es no. —Estabas demasiado absorta en denunciar a tu exnovio que no te diste cuenta de que le pasaba a tu propia hermana.
Sus palabras me afectan. No es posible, él siempre ha sido amable conmigo. ¿Cómo pudo hacerle eso a mi hermana? Buitre clava sus ojos en un punto del suelo y no parece tener intención de seguir hablando. Halcón le releva.
—Nosotros nos encargamos de buscar, contactar, ayudar y reubicar a personas que están pasando por esa situación. Cuando ni la propia justicia hace su trabajo nosotros lo arriesgamos todo.
No soy capaz de pronunciar ninguna palabra. Sigo afectada con lo de Nattasha.
—Fui tan idiota que no pude ayudar a mi hermana en esta situación —Halcón suspira. —Ella comenzó dando pequeños pasos en el apoyo a las personas maltratadas, y yo lo llevé a la cima. Esto es por ella.
—Buitre tenía una...—Condor lo mira.— Una estrecha relación con tu hermana. — carraspea—. Lejos de pensar solo en ella, quiso ayudarnos con esto y estuvo viviendo un buen tiempo con nosotros, en la habitación donde tú estás ahora.
Parpadeo varias veces.
—Estaba embarazada Elia —Buitre se sienta a mi lado. —El niño habría muerto si hubiera seguido con su marido.
—¿Entonces no la mataste? —miro a Halcón con lágrimas en los ojos. Niega.
Las lágrimas corren por mis mejillas y trato de asimilar toda la información recibida en estos últimos minutos.
—Sabemos que Nicolás te dijo que la raptamos y la matamos y más barbaridades que Thertami le metió en la cabeza. —asiento—. Pero no somos unos monstruos.
—La gente nos apoya, nos cubre. La policía cree que somos traficantes y secuestradores, pero la realidad es muy diferente a esa.
Nos sumergimos en un silencio abrumador. Nadie dice nada y yo lucho por no dejar salir las lágrimas que queman en mi garganta.
Me siento engañada por alguien en quien confiaba y me siento decepcionada conmigo misma al estar tan absorta en mí y no poder mirar a los demás. Si me hubiera fijado un poco, aunque sea ¿Habría visto los moratones escondidos bajo capas de ropa o maquillaje?
La culpa me carcome por dentro y me doy cuenta de que estos años de mi vida me he pasado estudiando al mínimo detalle a Mark sin darme cuenta de que tenía a un maltratador visitándome a menudo y de que el único monstruo aquí soy yo.
—Yo la quería —las palabras de Buitre me sorprenden. Lo miro y se pone de pie.
—Hablas de ella en pasado... —susurro triste.
—Ellos tenían algo —explica Cuervo —Tiene tanta tensión acumulada que la paga contigo. Eres igual a tu hermana y...
—Nunca llegarás a ser como Natt. Ella atendía antes a los demás que a si misma. — me mira y puedo notar la ira en sus ojos. Se marcha. Demasiadas emociones explotan en mi interior.
—No podíamos tenerla más aquí por si Nicolás venía y la tuvimos que reubicar como a las demás junto a Lucia.
Trato de imaginarme como es mi sobrina.
—¿Dónde están?
Halcón me mira.
—Desde la reubicación no conseguimos contactarla.
—Solo sabemos que ella quería que te contásemos todo cuando la situación de su secreto y muerte se calmase. —Cuervo suspira. — Es lo único que podemos hacer por ella ahora.
Parpadeo varias veces para secar las lágrimas de mis ojos. No sé dónde está ni como, pero si se algo: pienso encontrarla.
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