CAPÍTULO 2
Alessia
Ya pasó mi primera semana de clases... Y por fin es viernes y podré viajar a ver a mi amado Aitor.
Las cosas han ido bastante bien luego de la incomodidad en el auto del Doctor Dann ni siquiera lo he visto en la facultad, reconozco que lo he evitado a toda costa, no quiero volver a sentir aquella sensación, ese hormigueo por mi cuerpo.
Voy en el bus viajando hacia la cuidad de Madrid y decido dormir por un momento dado que no es tanto el tiempo de viaje; Salamanca está bastante cerca de Madrid, pero estoy agotada, ha sido una semana muy pesada en la Universidad.
Una vez que llegó al terminal veo a mi hermoso novio esperándome; de seguro que no viene de su oficina, dado que lleva un pantalón de chándal y una camiseta deportiva, se ve estupendo, salto sobre él, para enredarme en sus brazos.
— Hola hermosa, no sabes cuánto te he extrañado. —habla mientras me hundo en su cuello
—Yo igual Bebé.
Mentirosa
Cállate
Tengo una pelea interna que desaparece cuando Aitor deja de abrazarme.
— Voy por tu maleta Princesa. — él se aleja y solo puedo observarlo.
Me encanta su trasero...
Pervertida
Tú también lo piensas
Bueno sí.
Nos subimos a su auto y pasamos a comer a un Starbucks a tomar un café.
Luego nos dirigimos a su departamento; una vez que estamos dentro, me lance a besarlo apasionadamente, enredo mis brazos por su cuello y me dejo llevar.
El responde de inmediato y me acorrala contra la pared, siento su lengua junto a la mía y eso me lleva al séptimo cielo.
Comienza a bajar por mi cuello con sus increíbles besos y yo suelto un gemido desesperado.
Me toma de los muslos y me sube para quedar con mis piernas envueltas en su cintura.
El me volvió a presionar y sentí su erección presionar contra mi cuerpo.
Por un momento deseé que toda esta ropa no nos separa.
Por favor vuelve a tus cabales Ale.
No quiero.
— Me muero por tocarte...
—Tócame— digo sin más
Él no lo pensó dos veces y me llevó hasta su cuarto, continuamos con los besos por varios minutos, hasta que tomó el dobles de mi blusa y me la quito, claramente yo no opuse ninguna resistencia, incluso levanté los brazos, para facilitarle su objetivo.
Bajo sus deliciosos besos por mi cuello, esos besos que me volvían loca y él lo sabía perfectamente, encontró con sus ágiles manos el broche de mi brasier y me lo quito.
Me sentí completamente expuesta y por un momento pensé en detenerlo.
Yo sabía que él me amaba, pero no había quería avanzar más por mis miedos estúpidos.
A pesar de que llevábamos bastante tiempo juntos y él me había propuesto matrimonio, me aterraba que una vez que diéramos ese gran paso él se alejara de mí.
Sí lo que se soy una estúpida.
Siempre hemos tenido estas deliciosas caricias, soy virgen no estúpida; tampoco le pediría que me espere sin siquiera dejarlo tocarme.
Él es muy guapo y sé que cuando no estoy con él las mujeres se le lanzan.
Pero confío lo suficientemente en el como para asegurar que jamás me ha sido infiel.
El tomo uno de mis pechos con su boca y me perdí en mis pensamientos
Solo me deje llevar por el gran placer que me ofrecía.
Sus manos bajaban por mi abdomen, hasta que llegó a mi pantalón.
Lo desabrochó y me los quitó lentamente con esa delicadeza que lo caracteriza cada vez que me toca.
Jamás he tenido miedo de que en algún momento no pueda controlarse una vez que empezamos con los juegos confió plenamente en él.
Estaba solo con mis bragas y me di cuenta de que el aún estaba completamente vestido.
Tomé su camisa y se la quité; observé su cuerpo, me encanta tocarlo, su cuerpo esta trabajado, pero no en exceso, y eso me encanta.
Me moví ágilmente para quedar a horcajadas sobre él, inmediatamente sentí su erección a pesar de que el aún estaba con su pantalón de chándal.
Me moví provocativamente sobre él, empecé a dejar besos por su cuello, comencé a bajar con mi lengua por su espectacular cuerpo, hasta que llegué donde comenzaba su pantalón.
Con una de mis manos lo acaricié por sobre la ropa y dejo escapar varios gemidos con mi nombre en sus labios, lo cual me excitaba aún más.
El saber que yo le provocaba todo ese placer aumentaba demasiado mi autoestima. Jamás me considere fea, pero sé que tampoco soy la gran cosa, en su empresa su secretaria es espectacular, una mujer delgada lo justo y lo necesario y con unas curvas espectaculares, y el saber que el me deseaba a mí siempre me tranquilizo.
Quite sus pantalones, y note que no llevaba bóxer, lo vi en todo su esplendor me lamí los labios pensando si hacer lo que deseaba o no.
Una vez que me arme de valor intente acercar mi boca a su erección, pero el me detuvo.
— Si haces eso no podré detenerme... — hablo con dificultad y todo su autocontrol.
Yo solo lo observé y no me dejo decir nada, porque me volvió de espaladas a la cama de una manera muy rápido, me quitó las bragas de encaje que tenía y comenzó a acariciarme en ese punto de deseo.
Se fueron todos mis pensamientos, comenzó a introducir sus dedos con una lentitud la cual me torturaba, pero a la vez me encantaba.
Comenzó a tocarse mientras me tocaba y observarlo me llevo al cielo.
Sentí como el placer inundaba mi cuerpo y exploté en un orgasmo maravilloso, y sentí ese líquido caliente en mi abdomen, comunicándome que Aitor igual había llegado a su orgasmo.
Nos acomodamos en su cama, ambos completamente desnudos y descansamos después de esa gran escena de pasión descontrolada.
Cuando despierto son las 5 de la tarde, lo veo dormir tranquilamente y puedo observar su increíble trasero ya que está con solo las piernas tapadas.
Como si notara que lo observo se despierta...
—¿Tienes hambre princesa?
— Mmm... solo un poco
— Realice una reserva en el lugar donde comimos por primera vez.
Yo le entrego una sonrisa y él la responde.
Me doy una ducha rápida y luego comienzo a arreglarme para ir a cenar; mientras yo me visto Aitor se ducha.
Me decido por nada elaborado; un pantalón ajustado negro y un top de color piel.
Mientras me maquilló puedo contemplar la desnudez de Aitor mientras se viste, lo observo con muy poco disimulo desde el espejo.
Salimos camino hacia el hotel y él gana muchas miradas femeninas, ya que se ve increíblemente Sexy; lleva puesto unos jeans y una polera musculosa que le queda UF... para babear.
Yo por mi parte sé que también atraigo miradas, pero nunca las tomo en cuenta.
Claro, pero si te mirara el Dr. Dann... sí que las tomarías en cuenta.
Hago girar mis ojos tratando de ignorar a mi conciencia, lo cual se me da bastante bien últimamente.
Una vez que terminamos de comer una exquisita cena en un silencio bastante grato Aitor habla:
— ¿Recuerdas nuestra primera comida?, ese día en el que nos encontramos en este mismo hotel.
— Claro que la recuerdo, ese día llevabas un traje azul que no me dejaba concentrarme.
—Y tú llevabas una falda muy provocativa y una blusa que me dejaba ver tu brasier... — quería seguir hablando, pero suena su celular, el observa la pantalla — Debo contestar es de la empresa vuelvo en un segundo.
Se levanta de la mesa y yo mientras tanto reviso mi Instagram.
Observo el inicio y noto que tengo una nueva solicitud de un seguidor.
Sonreí al ver de quien se trataba.
Dann
Mi interior grita, pero de igual manera dudo si aceptar su solicitud, luego de un momento la acepto, diciéndome a mí misma que no tiene nada de malo, es solo un seguidor más en Instagram.
Le envió una solicitud ya que el igual tiene su perfil en privado y la acepta inmediatamente; llega Aitor haciendo que deje la atención de mi teléfono y lo observe.
— Debo volver a la Empresa... mi padre acaba de realizar una junta.
— Es el momento perfecto para que nos conozcamos. — le hablo con gran entusiasmo.
— Preferiría que fueras a casa... aprovecha de estudiar para tus evaluaciones. — baje la mirada, y no pensaba decir nada, estaba harta de tener siempre la misma discusión
— ¡¡Alguna vez me vas a explicar porque no quieres que conozca a tu familia!! — explote inconsciente.
—No se trata de eso Ale...
— ¡De que carajo se trata entonces! — Digo enojada, pero en voz baja para no armar un escándalo.
— Por favor no te molestes... lo hablamos en la casa.
Yo tomo mi bolso y salgo del lugar
— Déjame llevarte a casa.
—Prefiero ir en taxi Aitor... solo vete a tu reunión.
Me alejo rápidamente de él y hago parar un taxi y me subo rápidamente, para que no intente detenerme.
No entiendo su maldita manía de que no conozca a su familia.
He ido a la empresa Smith varias veces, pero solo cuando su familia está de viaje fuera del país. No puedo evitar pensar que me oculta algo.
(***)
Dann
Esta semana ha sido horrible he estado a tope en las clínicas de la facultad, todo esto del ingreso de pacientes para los alumnos de cuarto año me sobrepasa.
Salamanca es una ciudad grande y cuando empezamos con la atención las clínicas se llenan, los pacientes comienzan con sus llamadas insistentes, esperando una atención inmediata sin entender que los alumnos las primeras semanas pasan por una inducción clínica.
Con decir que no he tenido tiempo para pasar a echarme un buen polvo con alguna desconocida sin estar corriendo.
Hoy por fin es viernes y decido salir a una discoteca, para poder beber algo fuerte.
Una vez en la barra pido dos shot de tequila...
¿Tan fuerte te golpeo es niñata que necesitas tequila para sacarla de tu cabeza?
Tu ni opines mira que eres el que me recuerda ese increíble tatuaje en su cuello y me hace querer descubrir si tiene alguno que aún no haya visto.
No te equivoques ese no soy yo; es tu órgano reproductor.
Trato de dejar de hablar solo y me tomo mis dos shot de tequila y pido un whisky en las rocas.
— Dr. Dann... jamás pensé encontrarlo aquí. —se acerca a mí una voz chillona, pero con un cuerpo bastante bueno.
— Hola, si yo tampoco pensé encontrarme a nadie. — dije un poco seco, ya que no tenía ganas de hacer vida social innecesariamente.
— ¿Me invitas un trago? — habla coquetamente y eso me gusta. Le hago una señal al que me sirvió los trago para que le entregue lo mismo que me estoy bebiendo a la mujer que está a mi lado.
—Mmm.... whisky en rocas, que buen gusto tienes. — Lame su labio inferior de forma provocativa.
— Mira... voy a hacer sincero y directo; ni siquiera recuerdo tu nombre y tampoco me interesa, si quieres pasar un buen rato y que te folle podemos ir a los baños, si no te interesa deberías ir a entretenerte por otro lado.
Ella me observa sorprendida y deja su vaso en la barra.
— Para lo que quiero que me hagas no necesitas saber mi nombre.
Me gusta su actitud, por un momento pensé que iba a rechazar mi oferta, pero recordé que jamás una mujer me ha rechazado, además había rumores sobre mí en la facultad, y estoy seguro de que ella quería saber si eran ciertos, lo cual le demostraría encantado.
Nos introdujimos en el baño y ella puso el pestillo, la subí al lavamanos y ella se quitó sus bragas, se acercó a mi boca y yo me alejé.
— Para lo que quieres que te haga no necesitas que nos besemos. — Anuncie siguiendo el juego que empezó con lo de su nombre.
Sonrió, saco un condón de una pequeña cartera, lo abrió y se arrodillo delante de mí, baje mi cremallera y se entretuvo jugando con mi polla antes de poner el condón, una vez seguro de que no contraeré nada por encuentros furtivos, la tome firme y la embestí fuerte, gimió y me sorprendió lo mojada que estaba, siendo que ni siquiera me di el tiempo de tocarla, creo que la mamada que me hizo causo su humedad y yo solo me dedique a disfrutarla.
(***)
Volví a la barra y dejé a esa hermosa chica jadeando en el baño y pedí otro trago.
Tomé mi celular y no pude evitar revisar el perfil de Instagram de Ale.
Cuando estaba en clínica escuche que unos de los estudiantes estaban hablando de ella y de lo hermosa que es, comentaban una foto que había subido hace muy poco.
Por lo que la busque de inmediato y me di cuenta de que tiene su perfil en privado, y pulse seguir sin pensarlo muy bien.
¿En serio vas a seguirla?
Al escuchar esa maldita voz en mi cabeza me arrepentí, pero ya había enviado la solicitud, si la sacaba ella igual notaria que intenté seguirla y me arrepentí.
Esperé por varios minutos, pero ella aun no la aceptaba.
Deje que pasara mi día de forma normal y en un momento sonó mi celular avisando que ella había aceptado mi solicitud y había enviado una para seguirnos mutuamente.
Le acepté la solicitud y comencé a revisar su contenido de Instagram.
Tenía unas pocas fotos en la cual ninguna salía con su supuesto novio, lo cual me hizo sonreír.
Sali de mis pensamientos cuando la misma mujer del baño, dejo su número de teléfono en una servilleta sobre la barra del bar.
— Por si quieres repetir.
—No suelo repetir, no te gastes. — le guiñe un ojo y deje su número sobre la barra y me fui.
Me sorprendió ver que me seguía, me apoye en mi moto y la mire.
—Pensé que ya te habías asegurado de que los rumores eran ciertos — Dije molesto — No me gusta que me insistan, supongo que también has escuchado aquello de que no repito.
—Veo que todo lo que dicen es verdad, muy bueno follando, pero luego te vuelves un gilipollas.
—Fui un gilipollas antes de cogerte, ¿qué te hizo pensar que después de follarte sería distinto? —
—¿Quizás la conexión que tuvimos?
—¿conexión? — bufe, pero me acerque a ella — Que gimieras mi nombre no genera ninguna conexión, yo ni siquiera se me el tuyo — levanto la mano con la intención de abofetearme, pero la detuve — Fui lo suficientemente claro antes de follarte en aquel baño, deje claro que lo que quería era sexo, no te hagas la ofendida ahora, sabias a lo que ibas, y te di lo que buscabas.
La solté y la deje sola, me subí a mi moto y me fui a casa.
***
Actualización 2/3
Recien editados, disfruten su lectura.
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