CAPITULO 1
Alessia
Mi día comienza a las 6:30 de la mañana.
Me levanto, apagó mi alarma y me arreglo para ir a la Universidad, hoy comienza mi primer día en el tercer año de mi carrera.
Cuando voy en el bus camino a la Universidad llamo a mi novio.
Llevamos de pareja dos años y hace 6 meses que me pidió que compartiera mi vida con él. Obvio yo acepté lo amo más que nada, aunque no todo es color de rosa.
Siempre hemos discutido por lo mismo, yo aún no conozco a su familia y él se niega a conocer la mía.
En un comienzo pensaba que no se llevaba bien con sus padres... pero lo descarte cuando me contó que el maneja la empresa familiar de su padre.
¿Como nos conocimos?
Flashback
Era un día soleado, yo me encontraba en un viaje que realizamos con mi carrera. Yo estaba en una conferencia y él estaba dictando una charla de su empresa en el mismo hotel en el que nos citaron a las reuniones.
Cuando estaba en busca de un baño, choqué con él. Quede impactada, y no era para menos, vestía de un terno azul que le quedaba increíble, y tenía una mirada seductora de esas baja bragas, obviamente yo quede embobada mirando; su pelo es color castaño sus ojos color verde, ese verde intenso en el que te pierdes al hacer contacto visual, tenía un poco de barba, así que si, no me culpen por aceptar una salida a un desconocido, porque con esa facha, simplemente no existía una respuesta que no fuese positiva.
—Disculpa, ¿estás bien? — habla sacándome de mis pensamientos, con una voz muy ronca y sensual.
—Si, lo siento venía distraída.
—No te preocupes... ¿te invito un café y así te disculpas mejor? — agrega con una sonrisa con la cual me derrito.
—Estoy en una conferencia por mi carrera ahora mismo— digo intentando buscar un momento para aceptar su oferta—pero, termina a las 7 de la tarde... si quieres a esa hora puedo. — sonreí mirándolo fijamente.
— Me parece perfecto... ¿me das tu número?
—Mejor tú me das el tuyo... No pretenderás que le de mi celular a un desconocido. ¿O sí?
—Claro...—me sonríe — te dejo mi tarjeta — hace un ágil movimiento donde sus brazos se marcan en aquel lindo traje que lleva — Nos vemos a las 7 bonita.
Yo me quedo loca, en esos momentos estaba hiperventilando, incluso ni siquiera fui al baño. Me volví de inmediato a la sala de reuniones para poder contarle a mis amigas.
Fin Flashback
Una vez que llego a la universidad me reencuentro con mis mejores amigas Isabella y Teresa.
Estamos conversando mientras nos dan las 8 de la mañana para que empiece la clase y lo vemos pasar a él...
Me quedo embobada como todas las mujeres del salón.
Lleva puesta una camiseta gris y unos jeans que no son ajustados y le quedan maravillosos.
—Hola chicos... cómo estamos para empezar este nuevo año académico.
Todos hablan al unísono y responden "bieeen"
Él sonríe hacia todas y se escucha un suspiro femenino.
Todos los hombres del salón odian al Dr. Dann... claramente es envidia.
Todas en esta clase hemos tenido fantasías con el... y debo reconocer que yo igual. Involuntariamente porque ha sido en sueños. Pero igual los he tenido.
—Vamos a hacer un parcial de inicio de clases espero que en sus vacaciones leyeran sus apuntes.
Todos reclaman menos yo... la verdad es que si leí mis apuntes.
Dimos la prueba y la verdad es que creo que me fue bien... supe todo lo que preguntaron.
Una vez que termine todas mis clases me dirijo a esperar el bus ya son las 8:30 de la tarde.
Estoy en un paradero y un auto se acerca lentamente y hace cambio de luces.
El auto se detiene frente a mí y baja la ventana del copiloto.
—Srta. Fitz. — me sonríe. — ¿la llevo?
Yo dudo por un momento y luego asiento, me subo a su auto y su olor invade mis fosas nasales el habla:
—¿Entonces por dónde vamos?
Le doy la dirección de mi casa y maneja en silencio.
— Te sientes incómoda... vas tan callada.
—Simplemente no tenemos de qué conversar usted es mi profesor.
— ¿Y por eso no podemos conversar? además no estamos en la facultad, puedes llamarme Dann, tampoco nos llevamos por tantos años a sí que no me trates de Usted.
Yo sonrió como una tonta.
—Entonces tu... llámame Ale.
—Eso me gusta...—habla y sonríe de una manera malditamente sexy.
vamos Ale deja de mirarlo así. Se va a dar cuenta que estas babeando por él.
Aparto la mirada de él y en el camino me mantengo en silencio noto que me mira por el espejo varias veces y eso me pone nerviosa. Una vez que llego a mi casa nos despedimos.
Una vez que ya estoy en mi casa. Me recuesto en mi cama y no puedo evitar oler mi ropa y tiene su olor impregnado.
Suena mi celular y no puedo evitar sentirme culpable al ver el nombre
de Aitor en mi pantalla.
—Hola Bonita... ¿cómo te fue en tu primer día de clases?
—Hola... sí estuvo bien... cómo va el trabajo por allá. —respondo nerviosa.
— ¿Va todo bien cariño?... te escucho nerviosa.
—Todo bien, solo fue un día largo y estoy cansada.
— Entonces descansa cariño... No sabes cuánto deseo verte... te extraño demasiado... ¿crees que puedas venir este fin de semana?
—Yo creo que sí, solo tendré parciales y puedo estudiar mientras tú estás en la oficina. — Yo también necesito verle-
Esa es mi solución, necesito que el este ahí para mí, con sus caricias, sus besos. Así podré dejar de pensar en el Dr. Dann...
Recuerda que ahora puedes llamarlo Dann.
— Nos vemos el fin de semana... Te Amo.
—Yo igual bonita.
Cortamos la llamada y miro hacia el techo de mi habitación... no puedo dejar de pensar en esos ojos claros observándome por el retrovisor, ahí supe que mi primer error fue subirme a ese coche, tenía claro que aquí comenzaría mi calvario.
(***)
Dann
— Hoy será un gran día— digo cuando me levanto a las 6 de la mañana.
Me doy una ducha me visto para ir hacer mis clases y tomo las pruebas que tengo preparados para el primer día de clases.
Cuando llegó a la universidad ya están todos mis alumnos en el salón.
Y al pasar por la puerta notó todas sus miradas concentradas en mí, y eso me encanta.
Eso quiere decir que de aquí unas cuantas pasarán por mi polla, siempre es así, los rumores circulan y a mí no me molestan, les deja en claro que, si se acercan a mí, jamás conseguirán más que una noche, su mejor noche.
Trato de cambiar el rumbo de mis pensamientos para poder dar mi clase.
—Hola chicos... cómo estamos para empezar este nuevo año académico.
todos responden "bien", yo doy una sonrisa y escucho un suspiro femenino unido, lo cual hace que aumente mi sonrisa.
— Vamos a hacer un parcial de inicio de clases espero que en sus vacaciones leyeran sus apuntes.
Todos protestan menos Ale, ella siempre ha sido una de mis mejores alumnas, nunca ha obtenido bajo un 8 y digamos que me gustaría ver si es igual de buena en otros ámbitos, no puedo apartar mi mirada de ella, es muy guapa, y debo reconocer que en mis mejores sueños ella llega a mí, como todas, intentando comprobar los rumores, y sinceramente le daría su mejor noche con mucho gusto.
Hago correr las pruebas y me siento en mi escritorio, la sigo observando disimuladamente, ella recoge su cabello suelto y se lo toma en un moño alto, lo que deja ver su tatuaje, son tres aves que van avanzando por su cuello, siempre que está en evaluaciones toma su cabello y la verdad es que me pone demasiado, me gustaría lamer ese tatuaje...
Una vez que termina su prueba antes de entregarla se suelta el pelo, y no puedo evitar observarla fijamente, sin importarme que lo note.
Una vez que termino sus clases me dirijo a mis otras labores en la clínica de odontología de la universidad.
Tengo clases en con el cuarto año de la carrera y veo muchas mujeres que pasaron por mí, ellas sonríen con la intención de que las mire más de lo normal, pero eso es algo que jamás pasara.
Siempre he sido claro en ese sentido, lo que les ofrezco es una noche de buen sexo y listo, siempre trato de no repetir, pero siempre hay una chica que se empeña en volver a mis brazos, depende de la chica puede que repita la situación.
Salgo de la universidad con destino a mi departamento y no puedo creer lo que mis ojos ven, la Srta. Fitz está en una parada esperando un bus; supongo que para irse a su casa.
En estos momentos me alegra haber traído mi auto y no mi moto, me detengo y bajo la ventanilla.
— Srta. Fitz. ¿La llevo? — ella lo duda, pero por fin se sube, inhalo profundamente su aroma y la observo.
— ¿Entonces por dónde vamos? — Ella me entrega su dirección, pero no habla por lo menos 5 minutos, la siento nerviosa y eso me gusta, significa que tengo la oportunidad de llegar entre sus piernas, se me pone dura solo de pensarla encima de mí, jadeando mi nombre.
— ¿Te sientes incomoda?, vas demasiado callada.
— Simplemente no tenemos de que hablar usted es mi profesor.
— ¿Y por eso no podemos conversar?, además no estamos en la facultad puedes llamarme Dann; tampoco nos llevamos por tantos años, así que no me trates de usted.
Ella sonríe abiertamente y me encanta.
—Entonces "TU"... llámame Ale.
— Eso me gusta. —
Ella me mira fijamente... Y yo lo noto; si no fuera porque tengo un compromiso con piernas, me lanzaría a su lindo cuello a dejar unos besos muy mojados... y le diría que me invite a pasar a su casa, para que pasemos un buen rato en su cama.
Mientras manejo la observo por el retrovisor y puedo notar lo nerviosa que esta.
Nos despedimos cuando llegamos a su casa, tomo mi celular y llamo a mi cita de esta noche con la nueva doctora Dani, ella llego a la carrera a mitad del año pasado, y habíamos pasado unas buenas noches en su cama; con ella si me permitía repetir, ella era una mujer mucho más madura, y sabía que esto era solo sexo y placer para ambos, no necesitaba estar aclarando que yo definía nuestros encuentros, ella simplemente aceptaba lo que le brindaba.
Llegue a su casa y sin pensarlo se lanzó a mi cuello, va subiendo hacia mis labios y la detengo.
—Sin besos, tú lo sabes. — no me gusta besar a las tías con las que me acuesto, los besos requieren sentimientos, y esto es solo deseo, nada más.
Ella entendió el mensaje, llevo mis manos a sus muslos; la acaricio y puedo notar sobre la ropa lo húmeda que esta, una vez que ya la desnude la lanzo al sillón, y ella comienza acariciar mis abdominales, yo con mis manos desciendo desde sus caderas, hasta su entrepierna, pase mis manos por su monte de venus y luego introduje un dedo en su interior, comencé a aumentar el movimiento y ella se retorcía de placer, cuando estaba a punto de lograr que se corriera, me detuvo y me recostó en el sillón, comenzó a dejar besos por mi abdomen, jugó con mi erección y luego pasó su lengua por la punta, yo solté un gruñido por lo bien que se sentía. Comenzó a introducirlo poco a poco en su boca, yo la tomé del pelo para que lo metiera más, ella intentó meterlo completo, pero no lo logró, lo saco de su boca mojándome más con su saliva; un ronco gemido salió de mi boca.
Busque en mis pantalones protección, y la incentive a que se coloque a horcajadas sobre de mí y ella como siempre tan obediente, introdujo mi polla en su interior poco a poco, se quedó unos segundos sin moverse acostumbrándose a mi tamaño.
Comenzó a moverse en un vaivén que los hizo gozar a ambos.
Me acomodé sobre ella y la tomé del culo y marqué mi ritmo, besé su cuello y sus pechos, provocándole más placer, la penetré duro y preciso llegando hasta el fondo haciendo que gimiera más fuerte.
Incremente su éxtasis jugando con su clítoris y vi su rostro deformándose por el placer; me arañó la espalda, pero no me importó porque el placer lo valía.
Sentí como su coño se contraía, anunciando su orgasmo, aumenté la intensidad de mis movimientos, hasta que la escuché gritar de placer.
Minutos después alcancé mi propio orgasmo.
—Definitivamente lo que escuché en los pasillos es cierto...
—¿Que se dice en los pasillos? — pregunte sabiendo perfectamente lo que se dice.
—Que te encargas de que nadie te olvide después de una noche.
Sonrió egocéntrico — Pensaba que ya lo tenías, claro, después de la primera follada que te di. ¿Y se puede saber quién lo dijo?
—Unas alumnas hablando en los vestidores... no sabía que te gustaban las niñas. — dijo en un tonito de reproche que no me gusto para nada, mi rostro se puso serio.
—Nunca rechazo un buen polvo con carne joven. Además, con mis alumnas no es que nos llevemos por muchos años.
Ella solo baja la mirada, sabiendo que con ella si me llevo unos 8 años. tome mi ropa y comienzo a vestirme.
—¿No quieres quedarte? — Yo le entrego una mirada de fastidio y no dice nada.
Tomo las llaves de mi coche y salgo de su casa; una vez en mi auto vuelve la rubia a mi cabeza sus lindos ojos...
Definitivamente debo meterme en sus piernas; ella será mi nuevo objetivo sexual.
Sonreí al saber que jamás fallaba, como dice aquel dicho popular, donde se pone el ojo, se pone la bala. Y mi polla era una gran bala, me encargaría de darle tanto placer como para que me suplique repetir, porque estaba seguro de que, con ella, con una follada no me alcanzaría.
(***)
Primer capítulo on fire ✍🔥✍🔥.
Espero que les guste la nueva edicion del libro.
Dejen sus votos 👇 y sus comentarios.
Los quiero gracias por leer
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