Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

— ¡Aquí, señorita Hart! — Gritó un fotógrafo mientras miles de luces provenientes de cámaras me encandilaban por completo.

— ¡Una sonrisa, Mía! — Posaba a duras penas con cierto nerviosismo, con mi nuevo libro entre mis manos. Fue lanzado hace dos semanas y ha sido un éxito que jamás en la vida pensé lograr. Muchas personas se han visto reflejadas en mi crudo relato y les ha hecho comprender que no están solas, eso para mí es lo mejor de todo.

— Hola a todos, es un placer estar aquí con ustedes, sobretodo dadas las circunstancias en la que todo el mundo está viviendo — ver a un tumulto de personas con la mitad del rostro cubierto y tomando distancia mientras absolutamente todos estaban prestándome atención era escalofriante, pero ya comenzaba a ser mi nueva realidad —. Comenzaremos con las preguntas de derecha a izquierda si no les molesta, cada uno obtendrá el tiempo que la pregunta requiera, ¿les parece? — Sonreí amigable y toda la prensa asintió.

— Muy buenas tardes señorita Hart, George Wilson de The Washington Post. Primero que nada decir lo mucho que empatizamos con su pérdida, en esta ocasión quiero preguntarle acerca del título de su obra. Lo feliz que fui a tu lado, siendo el subtítulo; Libro de autoayuda para lidiar con la pérdida de tu alma gemela. ¿Por qué catalogaría su obra como un libro de autoayuda? ¿Cómo llegó a la realización de decir, "Quiero escribir esto, entregarle al mundo mi historia"?

— Bueno, durante todo este trayecto en el que nuestras vidas dieron un giro de trescientos sesenta grados, tuve la gran necesidad de plasmar cada uno de mis sentimientos y aflicciones en hojas e incluso un cuadernillo. Todos los días sin excepción. Era mi forma de sobrellevar la gran carga que sentía en esos momentos. Estas eran a modo de carta, siendo Adler el destinatario indirectamente. Una vez que él dejó este mundo decidí o más bien sentí que ya no debería escribir más cartas, porque pensaba que mi vida se había acabado. Pero no es así, mi vida recién estaba comenzando. Quise escribir este libro porque sé que hay miles de personas que están en mi situación, batallando día a día con la pérdida, con el sufrimiento. Es un libro de autoayuda porque te hace pensar en el primer paso para comenzar a sanar. "Sí, no estoy bien; y  eso está perfecto." Hay días y días, es muy duro. Casi se cumplirá un año de su partida y siento como si hubiese sido ayer. Pero lo importante es mantener la fe de querer estar mejor. Abrazar con amor los traumas y oscuridades de la vida para perdonar el pasado, el destino, y avanzar hacia el futuro. — Hice un pequeño gesto mientras tomaba un poco de agua. Seguimos con otra pregunta.

— Mucho Gusto, Mía. Claire Horowitz de Los Angeles Times. Mi pregunta es la siguiente: ¿Esperabas que vivir esta experiencia trajera consigo tanto éxito? ¿Cómo se siente escribir un libro de autoayuda para compartir tu historia con el mundo, y a la vez, tener mucha retroalimentación de vivencias similares?

— Escribir este libro ha sido, honestamente, lo que me ha salvado de caer en la locura. Mucha gente ha intentado contactarse conmigo a través de redes sociales, incluso en la calle. Se ha creado un vínculo hermoso. Porque sí, inicialmente escribí este libro para dar a conocer mi historia y hacerle sentir a las personas que han pasado por escenarios similares que no están solas, pero mágicamente, la retroalimentación de mis lectores me ha ayudado a sanar tanto como el libro los ha ayudado a ellos. Se ha creado un ambiente maravilloso. No esperaba este éxito en lo absoluto, toda mi vida he escrito libros para niños y salir de mi zona confort no fue nada fácil, pero cada día me alegro más de haberlo hecho. — Respondí preguntas por más de una hora y el tiempo pasó volando.

— Buenas tardes, señorita Hart. Marcus Doyle de USA TODAY. Tengo un par de preguntas para realizar y si son muy personales, no sienta presión para responderlas, estas competen a su vida antes del fallecimiento de Adler: ¿Hubo un cambio en la forma de amarse después del accidente? ¿Cómo fue vivir un amor tan intenso, como usted dice?

— Es tan loco pensar que después del accidente mi amor por él sólo pudo crecer. Encontré refugio en las cosas que realmente son valiosas en la vida. Fue una manera, para ambos, de poder tener un cable a tierra. Saber que, teniendo el uno al otro, podríamos afrontar cualquier situación que se nos ponga en el camino. Que las cosas tan simples como pasear por el muelle o quedarse en casa comiendo una rica cena es irremplazable. Amé cada segundo a su lado, ojalá todos tengan la oportunidad, la dicha de tener a alguien como Adler en sus vidas. Como novio, hermano, amigo. La intensidad fue clave. Vivimos al máximo, sabiendo que la fecha de expiración estaba ahí. ¿Cuándo? Nunca esperé que fuera tan pronto, pero jamás me quedé con un beso o un te amo atragantado. Siempre pude recordarle lo mucho que lo amaba.

— ¿Qué le dirías a las personas que en estos momentos están en tu situación?

— Les diría que por favor acepten su dolor — se formó un inevitablemente nudo en mi garganta al ver la portada de mi libro, era una de mis fotos favoritas que Adler había tomado en alguna de sus hazañas por el país, esas postales que me enviaba diciendo lo mucho que me extrañaba, pero que pronto volveríamos a vernos —. Está bien no tener motivación para levantarse y tomar las riendas de tu vida, pero sí debes tener la seguridad de que algún día volverás a tenerla. Hablen, pidan ayuda, no tienen que lidiar con esto a solas. No estoy bien, estoy pasando por un momento muy difícil, aún así, mi mentalidad cambió al saber que algún día las cosas volverán a estar bien. Tengo a la estrella más brillante guiando cada paso que doy, y sé que estaré bien. No hoy, quizás tampoco mañana; pero voy a estar bien. Muchas gracias a todos. — Me despedí de la prensa y todos comenzaron a ovacionarme, inconscientemente tomé entre mis manos el collar con el anillo que Adler planeaba darme. Estaba tan agradecida, incluso si ya no está conmigo, sé que se encarga de enviarme grandes oportunidades que puedo decir que caen del cielo. Mis hermanos y Alyssa me esperaban en el lobby del hotel en el que se había llevado a cabo la entrevista. Me encontraba buscándolos con la mirada pero habían desaparecido por completo.

Entonces siento una mano en mi espalda.

— ¿Victoria? — Pregunté sorprendida al ver a la antigua enfermera, a la cómplice del peor error que Adler cometió en su corta vida. Su aspecto era ligeramente diferente. Su pelo largo, ahora era una corta melena y llevaba puesta ropa deportiva.

— ¡Mía! Qué bueno que he podido encontrarte — se veía extrañamente feliz de verme. Di un paso atrás de la impresión y se acercó a mí con cautela —. Sé que no nos vemos hace mucho tiempo, ¡he intentado localizarte por todos lados! ¿Te has cambiado de casa? También has cambiado de número.

— Así es, digo, estoy comenzando la mudanza. He estado viviendo en casa de mi hermana Sally pero si todo sale bien, el futuro traerá buenas cosas para mí en un lugar diferente.

— Me alegro mucho, vi que estabas en la ciudad y no dudé en buscarte... tengo algo que entregarte.

— ¿Sí? — Todo lo asociaba a él, por lo que inmediatamente mis manos comenzaron a sudar, expectantes.

— Sí — dijo seria —. Creo que esto explicará muchas cosas... en lo posible, por requerimientos, sería ideal que vieras de qué se trata cuando estés a solas.

— Me estás asustando.

— Tranquila — de una bolsa de género sacó una caja que parecía ser algo liviana, me la dio y en un segundo quise abrirla, pero me contuvo delicadamente —. Ha sido un gusto volver a verte aunque sea por unos segundos. Espero que estés muy bien.

— Tú también, Victoria... — La vi desaparecer entre la gente y en ese momento sentí la verdadera desesperación. Debía llegar a casa, o al menos a algún lugar en el que pudiera estar sola. Sally se aproximaba hacia mí y corrí haciéndole un gesto con la mano, esperando que haya pensado que he olvidado algo en el camerino.

Apenas llegué a la pequeña habitación, abrí el contenido, eran un montón de sobres.

Los di vuelta para ver el remitente y ahí fue cuando me volví de piedra.




















De: Adler Cox

Para: Mía Hart


1

30 de junio, 2018


Querida y estimada Mía:

Si es que estás leyendo esto, quiero decirte que te conozco como la palma de mi mano y sé que en estos momentos estás temblando como nunca antes lo has hecho.

¿Qué? ¿Qué cómo me he enterado que has comenzado a escribirme cartas?
Pues, me acerqué a tu mesita de noche y a la distancia pude leer algo de lo que escribiste hace no mucho, y luego entendí que todas las noches en las que pensaba que avanzabas en tu libro, has estado escribiendo cartas.  

Lo encuentro adorable, a la vez extraño porque por el momento no me las has entregado, y notoriamente soy el destinatario.
Por cierto, no. No es magia. Le he estado dictando miles de palabras a Victoria que de aquellas solo han quedado escritas en esta hoja la mitad. 

La verdad es que estoy destrozado.

No encuentro forma de salida, y es que no la hay. Tengo miedo, Mía. Miedo de no poder ver la luz, de salir adelante... Miedo a convertirme en una carga para ti.
Y me apena mucho sentir dentro de mí que en eso ya me he convertido.
Todo lo que conocí alguna vez se ha esfumado, sólo has quedado tú, que a pesar de todo me sigues amando.

Sé que soy un malhumorado, que piensas que no estoy poniendo mucho de mi parte para sentirme mejor y tener la más mínima evolución. Pero no sé qué hacer.
Aunque sí sé algo que me causa cierta tranquilidad.

Te amo. Tanto como tú me amas a mí, y desde ya, no puedo estar más agradecido de lo que has hecho por mí, incluso si sólo he sido un egoísta que no ha demostrado gratitud ante tus actos de amor.

Pero por favor, no importa cuándo vayas a leer esto, quiero que sepas que en realidad lo valoro, y que a pesar de ver el cielo y darme cuenta de lo nublado que está; sé que tú te encargarás de hacer de mis días los más soleados, incluso si estoy inmerso en la peor de las pesadillas.

Así que, para esta primera carta, de muchas (espero), quiero empezar diciendo:

Lo siento.

Siento haberme convertido en la persona que está ante tus ojos. Siento no poder ser el hombre que tú esperabas para compartir una vida. Siento que el destino haya forjado esto.
Quiero estar mejor y espero estarlo para poder estar a tu altura y no ser un mayor impedimento para ti, la carga que como ya dije, siento haberme convertido.
Te adoro, ante toda esta adversidad, prefiero quedarme a tu lado y ver cómo lograrás hacer de esta amarga vida una muy dulce, con tu magia interior, con tu forma de ver las cosas.

Jamás dudes de ti, puedes mover montañas.
Intentaré no portarme como un asno estos días, no me gusta verte así.
Sé que es cuestión de tiempo para que alegres mis días simplemente con una sonrisa.

Quiero que leas una carta al día y en orden, no más que eso. Por favor, cumple mi único requerimiento. Por mí.

Siempre tuyo,

Adler.

















Sollozando observé las cartas, cada una con una fecha distinta, llenas de tanto contenido, una última forma de sentir a Adler conmigo, pensé. Eran muchas. Cumpliría su deseo por más difícil que sea. No leeré todas en unos segundos, seré paciente. Luego di con una carta que él no había escrito. Era la más importante de todas.





25 de septiembre, 2018


UCSF Centro de Salud Reproductiva


Paciente: Adler Cox.

Muestras: 1





En otra hoja un permiso legal para que yo disponga de esta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro