(5.2)
El chico popular caminaba en soledad finalmente, con dirección a su casa. Iba cabizbajo, arrastrando los pasos, molesto.
Llevaba dos mochilas, una en cada hombro, porque Soobin había olvidado la suya en la pizzería; y aunque en parte fuera culpa precisamente del presidente que Beomgyu se encontrara molesto, definitivamente él no sería la clase de amigo que dejaría la mochila ahí. Por muy tonto, fastidioso o desconsiderado que Soobin pudiera ser, Beomgyu lo quería mucho.
Pero se había pasado de la raya, eso era un hecho. Desde luego que Beomgyu planeaba reclamarle al día siguiente. Es decir, ¡lo había abandonado! ¡lo había dejado de lado por la odiosa, odiosísima Arin! ¡y encima, le había dejado su mochila! era el colmo.
A mitad de la comida, Arin recibió una llamada de su papá, quien le exigió retornar a su hogar de inmediato, alegando que ya era demasiado tarde. Ella ni siquiera se despidió, solo se levantó de la mesa con prisa, a tropezones. Soobin, sin necesitar que la chica se lo pidiera, la ayudó a recoger sus cosas y la acompañó a la puerta en silencio mientras Arin seguía balbuceando disculpas al teléfono.
Beomgyu creyó que su amigo simplemente la despediría ahí, pero para su sorpresa e indignación, Soobin también se marchó, así, sin despedirse tampoco.
¿A caso se había ido con ella porque pretendía "cuidarla" de, a lo mejor, delincuentes nocturnos? ¡Pfff! Sí, claro, como Soobin era tan valiente y tan fuerte, seguramente podría defender a su amada en caso de ser necesario.
"Qué galán, Soo. Qué galán" ─pensó Beomgyu─ "Todo muy bonito, de verdad, eres un caballero. Pero hubiera estado excelente que antes de salir con la mochila de Arin bien puesta TE ASEGURARAS DE LLEVAR TU PROPIA MOCHILA, TARADO"
Si, esa era una de las razones por las cuales el chico popular se sentía molesto. Pero desgraciadamente no era la única.
Cuando Soobin y Arin se fueron, Beomgyu se quedó con las otras dos chicas para terminar de comer mientras charlaban. Había sido agradable un par de minutos: hablaron de cosas banales relacionadas con la escuela, de lo que harían durante las vacaciones ─nada destacable─, y sobre lo rica que estaba la pizza. Sin embargo, fue masomenos por ese punto cuando las cosas se comenzaron a poner incómodas para el chico "perfecto", y todo porque se le ocurrió hacer un comentario para quejarse de su mejor amigo:
─ No puedo creer que Soobin haya dejado su pedazo aquí, todo mordisqueado. Qué desperdicio.
─ Yo no puedo creer que sea tan obvio con Arin y ella no note que le gusta ─dijo Dayeon─. ¿Saben? yo creo que en realidad sí se da cuenta y solo se hace la desentendida.
─ Nah. No creo ─contradijo su amiga─, yo pienso que ni se le pasa por la cabeza que trae loquito al presidente. Ya saben, como solo tiene ojos para el perdedor de Choi "ceja-mocha" Yeonjun.
Beomgyu se tensó ante la mención del renegado. Pero siguió comiendo, ahora guardando silencio mientras las chicas especulaban.
─ Bueno, eso tiene sentido ─concordó Dayeon─. Sí está bien perdida por él.
─ Es de gustos bien raros esa niña ─dijo Youngeun, disgustada─. Siempre me he preguntado qué le verá.
─ Pues ni idea. A lo mejor solo se encaprichó con el tipo más malandro que encontró para hacer enojar a su padre.
─ Ohhhhh. A lo mejor sí es eso. Oí que su papá es un ogro. Quizá solo le atrae la rebeldía. Pero y a él, ¿crees que le guste Arin?
─ Pasan mucho tiempo juntos, es probable que sí se gusten ambos. Yeonjun odia a todo el mundo, pero con ella es blando. Yo digo que van a terminar de novios.
─ Pobre de Soo-...
─ ¿Saben qué, chicas? ─interrumpió Beomgyu─ Nos vemos luego. Recordé que debo ayudar a mi papá con una cosa.
Ya había terminado de comer, así que se acabó de un trago la lata de su refresco, se colgó la mochila de su amigo, la suya, y se levantó de la silla para retirarse.
─ Oh, ¿seguro, Beomie? ¿No nos vamos a ir juntos?
─ Lo siento, de verdad ya tengo que irme. Y ustedes siguen comiendo, así que no se preocupen; mejor terminen con calma.
─ Está bien, pero ve con cuidado. ¡Nos vemos!
Beomgyu se sintió de pronto muy enojado. Sentía que la sangre le hervía. Ya había imaginado a Arin y Yeonjun como novios antes; siempre que pensaba en eso, quería arrancarse la cabeza, no toleraba la idea, era insoportable.
Pero escuchar a otras personas pensando en lo mismo... fue diferente. Fue casi como una confirmación. Fue peor, mucho peor.
¿El resto del mundo estaba de acuerdo en que ese par terminaría en una relación? ¿Era tan evidente "la química" entre ambos, que todos, absolutamente todos, la notaban y reconocían?
¿Y si esa posibilidad se volvía una realidad? ¿Y si ellos se convertían novios de verdad?
Beomgyu no comprendía por qué pensar en eso lo alteraba tanto. Pero el disgusto era casi desolador. Un dolor muy denso se enterró en su pecho y se sintió asfixiado. Quería salir de ahí de inmediato, dejar de escuchar sobre el tema.
Fue por eso que salió apresuradamente de la pizzería, hecho un lío de confusión. Se sentía triste y molesto, pero no entendía por completo el porqué.
Era tan frustrante que, aunque había evitado pensar en el chico rebelde ─porque seguía indignado con él─, ahí estuviera otra vez, apoderándose de su mente sin necesidad de estar presente.
Ahí estaba otra vez, lastimándolo.
Encima de todo, Soobin lo había dejado de lado por Arin. Y ahora tenía que cargar con dos mochilas; sin mencionar que la de Soobin pesaba una tonelada. Su amigo era tan ñoño que llevaba todos los libros y todos los cuadernos de cada materia, no solo lo del horario, y dos cajas llenas de marcatextos de todos los colores imaginables.
"Pero esta me la vas a pagar, Soo. Me vas a deber una muy grande, traidor"
Beomgyu caminaba bajo el cielo estrellado con la mente aturdida. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que era como si estuviera yendo en piloto automático. Ni siquiera se daba cuenta de las calles que recorría, no veía el camino. Sus pies se movían solos, furiosos, porque su verdadera atención continuaba en Yeonjun y en Arin.
"¿Por qué me importa tanto que esos dos se hagan pareja?" ─ Se preguntaba.
"¿Por qué quise ser amigo de ese idiota grosero, en primer lugar?"
"¿Por qué no se va de mi cabeza"?
"¿Por qué todo lo que tiene que ver con él me afecta tanto?"
"¿Por qué quiero llorar?"
"¿Por qué soy tan... tan patético?"
Hubiera seguido así hasta llegar a su casa. Pero entonces, de repente, un gato blanco se frotó contra la pierna derecha de Beomgyu, asustándolo con su peluda textura y sacándolo de sus pensamientos.
─ ¡Dios! ─exclamó el chico, casi perdiendo el equilibrio─ ¡Me asustaste, gato tonto!
El gato ladeó la cabeza y fijó la mirada. Beomgyu creyó estar alucinando cuando vió al gato entrecerrar los ojos ─esos extraños ojos bicolor─, casi pareciendo molesto. Y fue... intimidante. Beom se estremeció.
¿Podía un gato parecer ofendido, como si hubiera entendido sus palabras? Beomgyu juró que sí, a pesar de que la lógica dictara lo contrario.
Además... ¿No ese mismo gato era el que había visto a través de la reja cuando todavía estaba en la escuela, varias horas atrás? Era la misma mirada aterradora, eso era seguro.
─ L-lo siento. No eres tonto. Fue mi culpa, yo no me fijé.
"¿Me estoy disculpando con un gato? En serio necesito dormir"
Beomgyu rodeó al enigmático gato para seguir con su camino, pero entonces notó que no estaba yendo en la dirección correcta. Estaba en un callejón, en un rumbo muy diferente al de su hogar.
Reconocía la zona, porque cerca de ahí era donde se ponía el mercado de marisco. No quedaba tan lejos de su casa, pero definitivamente se había desviado un buen tramo.
"Qué extraño"
¿De verdad iba tan distraído con sus inquietudes? Él pensó que sí. Desconocía que una fuerza mayor era la que había guiado sus pasos hasta ese lugar.
Yeonjun despertó ante la sensación de peligro, pues se sintió rodeado.
Todavía soñoliento, se incorporó con dificultad y, aterrado, se dió cuenta de que estaba justo en medio de un círculo de perros callejeros que le mostraban los colmillos salivantes y arrugaban el hocico, gruñéndole.
Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en que seguía teniendo el tamaño y la anatomía de un perro, ni que "la pesadilla" todavía no se acababa.
El pánico se apoderó de él, y todo su pequeño cuerpo comenzó a temblar. Quiso retroceder, pero ¿a dónde? estaba justo al centro de ellos, así que no podía ir a ninguna parte.
Los perros debían ser unos cinco o seis, todos más grandes que Yeonjun. Estaban claramente molestos, dispuestos a atacar a aquel "intruso" que invadía su territorio.
Yeonjun sintió genuinamente que estaba a punto de morir, pero aún dentro de su terror, se esforzó por tener la mente clara para luchar por su supervivencia. Entonces vió que dos de los canes que tenía enfrente estaban ligeramente separados por un hueco, así que, únicamente gracias a la adrenalina, decidió lanzarse a correr por en medio de ellos con todas sus fuerzas, librándose de la rueda, pero comenzando una terrible persecución con todos los perros a sus espaldas.
El sonido de las pisadas perrunas patinando en el asfalto era estresante, estremecedor. Yeonjun podía sentirlos cada vez más cerca, y sus latidos se aceleraban descontrolados.
Yeonjun sentía un espantoso... dejavú.
Corría por una de las zonas más descuidadas de la ciudad, que formaba parte del mercado, pero al ser de noche, se encontraba todo vacío. Había muchos callejones estrechos y basura. Era difícil desplazarse por ahí.
Uno de los canes alcanzó a Yeonjun y lo interceptó por el costado. Lo mordió en una de sus patas traseras y eso bastó para hacerlo caer.
Una vez en el suelo, los demás perros lo atacaron también, sin piedad. Ladraban salvajemente y lo mordían por todos lados mientras él solo podía quedarse quieto, hecho un ovillo. Yeonjun aullaba y lloraba tanto por el miedo como por el dolor.
Uno de esos perros ─un sucio gris lanudo y tuerto que era el más grande de todos─ lo tomó entre su hocico por el cuello y lo levantó. Parecía ser el alfa de la pequeña jauría. Yeonjun, prensado entre esos grandes colmillos, con el cuerpo débil, dolorido y temblando, solo podía patalear con desesperación.
El perro gris apretó los fauces, realmente dispuesto a acabar con el pequeño cachorro que era Yeonjun, quien sentía el ardor de la herida y los colmillos perforar cada vez más hondo en su carne.
Fue entonces cuando se escuchó un estruendo espantoso, como si hubiera rugido un trueno en las nubes. Era el sonido de un golpe metálico muy aturdidor.
Luego la tapa de un bote de basura les cayó encima. No golpeó a ninguno de los perros, pero sí los asustó cuando impactó contra el suelo y nuevamente causó un sonido vibrante por el metal.
─ ¡Déjenlo en paz, malditos montoneros!
Beomgyu había llegado ahí, porque cuando quiso retomar el camino ─esta vez, correcto─ hacia su hogar, escuchó los feroces ladridos y un lloriqueo lastimero entre ellos.
Siguió el sonido y así encontró al pobre perrito acorralado. En cuanto vio esa terrible escena, no pudo evitar intervenir.
Su corazón simplemente no soportó ver a ese pequeño cachorrito naranja ─que se veía como un perro de casa─ siendo atacado tan injustamente por todos esos salvajes callejeros. Fue por eso que dejó caer las mochilas que llevaba, tomó un bote de basura que vió cerca, le quitó la tapa para golpear la pared y generar ruido, y después lanzó dicha tapa hacia la jauría, no buscando lastimarlos, pero sí intimidarlos.
Todos los callejeros se asustaron y comenzaron a huir despavoridos, cada uno por su lado. El gran lanudo gris finalmente dejó caer a Yeonjun e igualmente corrió lejos, junto a los suyos. Fue en ese momento cuando Beomgyu pudo acercarse al pequeño perrito herido, y su corazón se estrujó.
Yeonjun ─o más bien, el perro de pelaje bermejo─ yacía inconsciente en un charco de su propia sangre. Beomgyu rápidamente volvió a colocarse su mochila y la de su amigo, y posteriormente cargó al perrito en brazos, preocupado.
─ Ay, amiguito. No te preocupes, no te voy a dejar aquí solo.
Decidió llevárselo a casa para intentar curarlo.
A sus espaldas se encontraba Huening Kai, en su forma humana. Sonreía feliz.
N/A: NO, ESTA NO VA A SER UNA HISTORIA FURRA, SE LOS JURO 😭, solo es la copia barata y adolescente de Fluke jkajmskakjsksksamdks (mentirA, simplemente es una mezcla bizarra entre Loser=Lover y Cat and Dog).
Cómo sea, perdón por la demora (una vez más 😔). La verdad estos días he tenido muchas cosas en la cabeza, así que me estresé, y cuando me estreso siento que todo lo que hago está mal, por eso no me atreví a publicar nada recientemente 🤧
EN FIN, GRACIAS POR LOS 2K DE OJITOS 🥺🥺🥺
y FELICIDADES, MOA, ROMPIMOS LA MALDICIÓN DE LOS 7 M Y CONSEGUIMOS SUPERAR LOS 15 M DE CROWN EN 24 HORAS, eso me puso tan feliz que decidí actualizar lo antes posible.
Por favor, sigan haciendo stream, los chicos han trabajado muy duro y nos dieron un comeback increíble; hay que demostrarles lo mucho que los amamos y hacer todo lo posible por darles el reconocimiento que tanto se merecen.
Sugar Rush Ride es HERMOSA, ATREVIDA, ADICTIVA, PERFECTA, simplemente no puedo dejar de escucharla. La verdad si fue mi canción favorita (seguida de Farewell, Neverland). Pero es un hecho que todo el álbum estuvo MAGNÍFICO.
Díganme, ¿cuales fueron sus canciones favoritas? (háganme plática, me siento sola ☹️).
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