¡Ni con disfraz de bruja luce bien!
Lukas Davis
-Ella sostiene un dedo sutil contra su boca mientras entre cierra sus ojos, mira fijamente a la camara de su teléfono y captura la foto.
-Miro de manera veloz a Ellein que sostiene uno de mis brazos con fuerza mientras su dedo índice sigue apuntando a la rubia que se encuentra a unos metros de nosotros.
—Debemos irnos— Bajo el dedo de Ellein la giro con fuerza dejando que su espalda toque mi torso, seguido de eso doy pequeños empujones mientras miro por encima de mi hombro comprobando que no nos vio.
-Ellein frena de golpe y mi nariz se estampa contra su pequeña cabecita pelirroja haciendo que chille de dolor y masaje el área una y otra vez buscando alivio.
—Espera— Me mira de reojo, —¿Ah caso la conoces?— Sus parpados se cierran un poco y su mirada se ajusta como la de francotirador.
-¡PANICO!
-Buscando una escusa para no contarle cierto momento incomodo que me hizo pasar dicha rubia, digo lo primero que viene a mi mente.
-La vieja confiable.
—¿tú como la conoces?— Sus ojos se abren como albondigas e intenta articular palabras que a la final se quedan atoradas en el camino.
-Ellein se levanta de puntas inesperadamente y sus ojos se asoman por encima de mis hombros como si espiara algo.
—Vamos de nuevo a la Heladería, los chismes se cuentan mejor si tomas un helado— Me toma de la mano haciéndome sentir una pequeña corriente y me jalonea hasta hacerme correr y cruzar para luego estar de nuevo en el lugar favorito de la sangrienta.
—Lo que te pedí por favor— Hablo de nuevo al chico del mostrador y él me hace llegar el pedido de Ellein.
—Para mi sólo un cono por favor— Digo extendiendo la tarjeta hacia él.
-Volteo por unos segundos buscando esos ojos ámbar que me vuelven loco.
—Estoy aquí— Ellein bate su mano frente a mi indicándome que esta en una de las mesas del fondo, veo como saca sus gafas del pequeño estuche y se las coloca, aun con cuatro sigue luciendo sensacional.
—Gracias— Tomo la tarjeta que me extiende el chico, el cono y la exageración de helado que pidió la pelirroja.
—Te saldrán millones de caries— Digo sentándome junto a ella para luego pasarle su helado.
—Chimuela pero feliz— Anuncia y lleva la primera cucharada a su boca, gesto que me hace reír un poco.
—Esta bien— Protesta Ellein dejando caer sus manos sobre la mesa —Yo primero—.
-Me acomodo sobre mi asiento esperando su "chisme".
—Ella es una compañera de trabajo, mejor dicho una colega, ¡Que digo colega! ¡CULEBRA!.
-Ella eleva un poco el tono de su voz para luego percatarse y bajar dos tonos.
—Pues, resulta que le darán el ingreso y el privilegio de tener una sucursal en new york a quien sea capaz de generar más ingresos y ganancias a una pequeña empresa asignada, y esa— apunta hacia sus espaldas con el dedo pulgar sin dejar de mirarme. —Es una de las chicas que quiere la inversión—
-Trato de entenderla mientras veo como se lleva otra cucharada de helado a la boca y yo termino de comer el helado que esta encima de mi cono.
—Diablos, esto esta rico— Me mira y enarco una ceja, veo inmediatamente cambiar el color de sus mejillas por ese rubor que me fascina —Aquí el problema— Carraspea sacándome de mis pensamientos. —Es que fue muy arrogante y despreciable conmigo, la palabra BRUJA es poco para lo que es, es tan... ahssss— Hace una pausa.
—¡Ni con disfraz de bruja luce bien!— Su tan mal insulto me hace reír mientras doy por terminado mi cono.
—No quiero verla ni en pintura, su cabellera oxigenada me da fatiga— Ellein no suele enojarse tanto con las personas, debió ser malo.
—La buena noticia es que le darán la inversión a dos personas, asi que tengo muchas más probabilidades de ser elegida— Hace un pequeño bailecito mientras lleva otra cucharada a su boca.
-Ella aún me provoca mariposas.
—Cuéntame tu anécdota— Ríe por lo bajo —Alias: Chismecito— La miro con una sonrisa ladeada y suspiro.
—Es la hija de mi proveedor— Suelto sin anestesia y a Ellein le provoca un asombro muy notable.
—Espera, sólo eso— Ah no, planto un sonoro beso en mi mejilla y luego me acerque para decirle algo que... Te pienso decir.
—Estaba coqueteándome descaradamente y le deje en claro que este chico ya tiene vaquera que lo monte— Esa ultima palabra no iba en el guión, juro que iba a decir otra cosa.
—¡Quiero decir!— Ellein no me deja terminar y suelta —Ahora si me va a escuchar— Como puedo antes de que deje la mesa la tomo por la muñeca y paro en seco su viaje hacia la salida.
—Pensé que te enojarías por lo de, ya sabes, montar, la verdad quise decir arreé— Paso una mano por detrás de mi nuca para quitarme la pequeña comezón que tengo detrás.
—¿Es mentira?— Su cara llena de ese rubor me hace tragar, subo mi vista hacia sus ojos y sus peñas se mueven un poco más de lo común haciendo que su mirada se llene de provocación, en realidad, me mira con una chispa de deseo.
—¿Dime porque aun no nos casamos?— Suspiro soltando su muñeca y acortando la distancia que provoca la mesa en nosotros, tomo su rostro en mis manos para plantar un casto beso en su frente.
—¿Por qué estamos en otro país y por qué aun no llega el abogado con el certificado?— Ella ríe por lo bajo recordándome porque aún no es mi esposa, y eso me causa desanimo.
—Pues, tendremos grabes problemas con Wendy ¿no?— digo mientras suelto mi agarre de su rostro.
—Eso parece Cielo— Suelta, recordándome que sólo me llama asi por alguna razón extraña cuando duerme, pero ahora, no.
—Te amo pelirroja sangrienta.
—¿Cuándo dejaras de llamarme asi?— Se cruza de brazos.
—Cuando tengas la menopause— Rio y ella da una palmada en mi brazo.
—También te amo secuestrador— Me lanza un pequeño beso y finjo que me derrito.
—Termina tu helado que se derrite— Le recuerdo, nos sentamos y observo a la pequeña terminar su helado.
—¿Que agradable es la vida en estos momentos no creen?— Una voz femenina nos interrumpe, una voz que ya debería archivar en mi memoria.
-Wendy esta parada justo frente a nosotros mientras se cruza de brazos y esboza una sonrisa falsa.
—¿Se conocen?, que pequeño es el mundo ¿no engreída?— Ella pone sus ojos en mi chica y la ve con desprecio.
—No es tu asunto amiga— Mi novia/futura esposa come su helado como si nada la inmutara mientras yo me muero de la desesperación
-¿Sera este el fin del hombre araña?.
—Imagino que es tu novia, ¿o me equivoco niño bonito?— Entre en pánico, se los juro.
—Es mi hermana— Ellein tose seguido de que se ahoga un poco con el helado y veo como toma rápidamente una servilleta para limpiarse.
-Miro disimuladamente hacia en frente de mi y le hago unas pequeñas señas apuntando hacia ella y torciendo los labios, parece entenderlo porque de repente...
—Hermano, no tenias porque decirle— Respiro aliviado, parece seguirme el juego.
—Como sea, llámame— Wendy dice la ultima frase haciendo un gesto de teléfono con su mano y volteando sólo a mi para luego darse la vuelta y marcharse.
—No sabia que mamá había tenido a un pelinegro secuestrador— La miro esperando su mirada y en definitiva, me asesina justo ahora con ella.
—Creo que debes explicarme de que se trata tu plan, Lukas Davis—
Holiiiiiiiiis, frutifantastica esta de vuelta llena de inspiración, pues les cuento, vienen sorpresitas, una de ellas es CHA CHA CHAAAAAN...
Escribiré un nuevo libro, obviamente totalmente ajeno a esta trilogía, y no se preocupen, mientras escribo el otro estaré escribiendo este segundo libro, asi que para los amantes de esta trilogía no se despeguen porfiis.
vienen muchas sorpresas para Lukeins, no se alejeeen.
LOS AILOVIUUU.
Les dejo una fótico de nuestra pelirroja.
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