-Lukas Davis.

08:13am

—Hermano, estaremos allí pronto, haremos hasta lo imposible para llegar a tiempo—

—Comuníquense conmigo todo el tiempo, necesito que todo sea perfecto, o bueno, que resulte como lo espero— Estoy preocupado, y la chica que esta junto al chico tras el teléfono parece notarlo.

—Estarás bien, todo lo que haces le encanta— Me anima.

—Debo colgar, creo que debo buscar más girasoles, no son suficientes— Se despiden y yo cuelgo para salir pitado del departamento.

-Ellein no lo sabe, y creo que no lo recuerda, hoy se cumple una semana desde que le pedí que se comprometiera conmigo, y también una semana lejos de casa, por eso quise hacerle esto, quiero que recuerde, que aunque haya pasado sólo una semana, estamos juntos en esto, quiero que se sienta en casa, que me sienta como su hogar.

-Tomo el primer taxi que veo y le indico la dirección de la florería, estuve buscando algunas cercanas al departamento con el GPS y esta es la que más se aproxima, además de que Ellein se tomo la molestia de dejarme una nota en el refríe que decía: "Tostada necesita algunos juguetes" asi que, después de que haga el pedido ire por ellos.

-Mientras voy en el taxi, los grandes edificios de la ciudad me llenan de una inexplicable nostalgia, nunca imagine estar aquí, nunca imagine abrir mi propia farmacia y...

-Tampoco imagine que algún día una persona tan magnifica llegaría a mi vida y me sacaría del lodo, fue como una luz al final del túnel, como una bocanada de aire fresco después de sentir que te terminarías ahogando.

-Sus brillantes ojos, su sonrisa, su hermoso cabello color atardecer; colisionaron con todo lo que me amarraba, con aquello que día tras día me hacía miserable.

-Quería encontrarla, todo lo que soy quería esta pegado amargamente a esa sonrisa suya, todo su ser me gritaba que era mi cura, que aunque ella estuviese en la cama de ese hospital el enfermo era yo, que yo era el de las heridas profundas, y ella las sano, con su gentileza, paciencia y con toda esa fuerza con la que impacto mi vida aquella madrugada en que la volví a encontrar, No cabe dudas de que esa pequeña pelirroja cambio de forma completa el concepto de mi vida, y reescribió las hojas que durante todo este tiempo fueron escritas con lagrimas, todo su ser, su pequeño e infinito ser, eso fue lo que me salvo.

***

08:22am

—Muchas gracias— Le extiendo el dinero —Aquí tiene— El chofer lo toma amablemente y se despide.

-Me bajo del Taxi y de nuevo estoy frente al letrero de la florería Nice Summer suena encantador, me adentro a la tienda en busca de más girasoles y la amable vendedora me recibe de nuevo con una tierna sonrisa.

—Oh, tú de nuevo Jovencito, aun me quedan girasoles, ¿Los llevaras?— Me alegra escuchar que no llegue tarde.

—Si, me llevare más— No se porque, pero siento que una pequeña de color fuego me mira.

-Carajo, estoy jodido.

—E-E. Ellein, ¿Que haces aquí?— Siento mis extremidades y mi rostro fríos.

-¡Por todos los cielos Lukas, Disimula!

—Lukas, ¿Que haces tu aquí, y de nuevo?— Su voz se hace un nudo cada vez más, sus ojos se tornan oscuro y su pequeña nariz se enrojece.

-Malditasea, Ellein, no pienses mal de mi, jamás te haría daño, no te haría eso, eres mi jodida vida.

—Puedo explicarlo— Pero si lo hago, ya no sera una sorpresa —Pero esta vez no lo haré— Finalizo mirando cada detalle, esta despeinada y enojada, ¿Podría ser más perfecta?.

-Meto mis manos en uno de los bolsillos de mi abrigo y saco una pequeña hoja que contiene la dirección de nuestro departamento para luego extendérselo a la encargada de la tienda.

—Envíelos a esta dirección— Me limito a decir para no levantar sospechas, pero SOSPECHO que no saldré vivo de esta.

—No es lo que tu piensas pelirroja, confía en mi— Intento calmar la situación.

—Después conversaremos, no tengo tiempo para esto, no ahora— Se escucha enojada, aprieta sus labios y luego se cruza de brazos

-Sus ojos me miran fija e intensamente, y siento como si se clavaran en mi pecho.

-Por dios pelirroja, sino estuviésemos en este lugar, juro que te comería a besos.

—Pronto lo entenderás— Intento darle un pequeño beso pero se apresura a voltear su rostro y termino plantándolo en su mejilla.

-Me acerco a la pequeña pelirroja enojada con cautela hacia su oído y susurro lo que desde hace rato pasea por mi mente una y otra vez.

—¿Te e dicho lo preciosa que te ves cuando estas enojada?— No soy ciego, puedo notar que la bestia a sido debilitada...

-Me aparto de ella bruscamente y salgo de la tienda dando pasos largos, necesito evadir esta situación o se dará cuenta.

-Paro de golpe en la calle e intento tomar un taxi lo más rápido que puedo, cuando estoy apunto de detener uno mi teléfono vibra dentro de mi bolsillo y me apresuro para atender la llamada.

—Oye Lukas ya estamos en el aeropuerto— Mi corazón salta de felicidad, Ellein lo entenderá, y será muy feliz, eso es lo único que me interesa.

-Ella estará feliz.

—Vengan directamente al edificio, tomen un taxi hasta aca, ya les paso la dirección— Tecleo en mi teléfono y envió el mensaje —Nos vemos en unos minutos— Termino de decir para luego colgar.

-Debo ir por los juguetes de tostada o sere prometido muerto.

***

Ellein Loaren.

06:03pm

-¡Me va a escuchar!.

-No se que explicación tendrá para mi, pero es pero que sea muy buena.

-Mis pensamientos forman una avalancha dentro de mi cabeza, estoy tan asustada, en el peor de los casos Lukas estaría engañándome, pero, confió en él, se que no me haría esto...

-¿Oh si?

-Cancelo el viaje al señor del taxi y me dirijo hacia la entrada del edificio donde vivo, ojala mi auto llegue pronto, se a tardado un poco.

-Presiono el botón del elevador con ansiedad y espero en el recibidor hasta ver como las puertas se abren, don un paso y ya estoy totalmente a dentro, presiono para cerrar y empiezo a ver el contador subir 1er piso... 2... 3... 4.... 5... 6.... 7..... 8..... 9.... Se detiene el elevador para luego empezar a abrir sus puertas, camino por el largo pasillo y me pongo frente a la puerta de mi departamento 825.

-Tanteo dentro de mi bolso y empiezo a buscar las llaves como loca, pero los nervios no ayudan, procedo a tocar el timbre y en la espera escucho cuchicheos y murmullos, pero...

-Son los de una mujer.

-Siento que mis piernas se desvanecen en el sitio y espero con mucha impaciencia ah que Lukas, o quien sea que este Allí dentro habrá la puerta.

-La puerta en pieza a chirriar indicando que la están abriendo, abren la puerta y me encuentro frente a los ojos de..

—Torpe Pelirroja, llegas temprano— Su voz, esa horrible, irritante y familiar voz llena mis oídos después de una larga semana.

—¡TROLL!— suelto un pequeño gritito y me lanzo a abrazarlo dejando que mis cosas caigan en el suelo.

—Yo también te extrañaba hermosa— Sus brazos cálidos me aprietan en un familiar y comodo abrazo, extrañaba tanto a este hombre de huesos largos, ¿que hace aquí?.

—Oye deja un poco para mi— Otra voz que conozco como la palma de mi mano, no podría olvidar jamás la voz chillona de...

—Kat, ¡por dios!— Suelto a Andy y me lanzo a los brazos de la jirafa de mi hermana, es mi hermana mayor, la unica que tengo, es mi mejor amiga.

—Me asfixias Ellein— Ella trata de soltar mi agarre de su cuello y la aprieto más.

—¿Que hacen aquí— Me suelto de Kat y miro hacia ella y a Andy simultáneamente, seguro con la mejor sonrisa de la vida.

—Yo los invite— Madre mía, no se si habrá sido la emoción, creo que si, eso me sego, mi boca se abre en una gran o y mis manos van hacia ella para taparla, mis ojos se llenan de asombro y de un color amarillo que siempre me a enamorado, la sala empieza a irradiar un olor maravilloso.

-Y aun sigo sin creer que en medio de una sala repleta de girasoles este ese chico que lleno de luz la oscuridad de mi pasado, ese chico que sostiene un ramo de girasoles, aquel que yace en medio de la sala, es mi prometido.

—Yo...— Las palabras se atoran y se enredan en mi garganta, mis ojos empiezan a sucumbir en un torrente de lagrimas y él parece notarlo.

-Inmediatamente se acerca a mi y me abraza con dulzura.

—Feliz primera semana de mudarnos juntos a New York— Su voz espesa y ronca llena mis oídos e inmediatamente correspondo a ese abrazo tan dulce que me envuelve, mi cara se entierra en su hombro y mis lagrimas brotan descontroladamente provocando que de mi salgan pequeños sollozos.

-Estoy tan feliz.

—Se que te hice pasar un mal rato en la florería, pero no podía decirte que planeaba esto, tenias que verlo con tus propios ojos— Lukas se aparta de mi y limpia las lagrimas que aun se escurren por mis mejillas.

—Esto es perfecto, es más de lo que podría imaginar, es demasiado— Sonrió y una de su manos sigue acariciando mis mejillas, la tomo con ambas de mis manos y planto un beso en la palma viendo como sus pequeños colmillitos se asoman en una sonrisa.

—¿Recuerdas que antes de mudarnos no encontré un campo de girasoles por la época, sino que te lleve a uno de lavanda?— ¿Como olvidar eso? aquel y este momento son los mejores que e vivido junto a él.

—Lo recuerdo— Lo miro fijamente.

-Me extiende el ramo y lo abrazo con cuidado.

—Bueno, ya es época de Girasoles en New York, asi que quise llenarte de Miles de girasoles Sólo para poder ver esos ojos brillante Y Una sonrisa tuya.

—Te amo Tanto Lukas— Digo con absoluta sinceridad.

—Te amo más Ellein— Planta un beso en mi sien.

-¿Que quedara de mi si este hombre sigue amándome de esta forma?.