2 Chicos Guapos + 1 Pelirroja = Problemas.
Ellein Loaren.
—Ok, me estas diciendo que, ¿Wendy no debe saber que estamos comprometidos?— Lukas asiente y coloca la taza en sus manos en la pequeña mesa de centro que esta frente a nosotros.
—Pequeña, no es lo que piensas, pero sé que si ella llega a enterarse, hará tu vida de cuadritos y de todas las figuras que puedan existir en el mundo, no te dejara en paz hasta que estés lejos de mi, fue una locura la manera en como se acerco a mi, la manera en como nos hablo en la heladería, esta absolutamente chiflada, ella me recuerda tanto ah...— Hace una pausa —Ah mi ex psicótica, entonces, ¿Puedes hacerlo?, sólo por esta vez, por favor.— Sus ojitos grises me debilitan y sin controlarlo o pensarlo mis labios dejan escapar un...
—Cielo, lo que tus ojitos y esa sonrisa me pidan— Lukas queda en pausa y yo en Mute.
-¿Pero que rayos?.
—Ah, con que, la señorita ruda, yo puedo hacerlo sola, señorita me hago la difícil, ¿tiene una debilidad?— lo miro y lo primero que se me ocurre es...
—PPSSS, por favor, eso no es cierto— Mis ojos voltean con vergüenza y me levanto de golpe del sofa.
—¡Ven aquí!— Me toma por el brazo rápidamente y me hace caer en su regazo, en dos movimientos rápidos coloca su mano en mi nuca haciendo que pequeños golpes de electricidad abandonen mi cuerpo.
-Benditas hormonas.
-Benditos ovarios.
-Bendita marea roja.
-Sus labios de forma veloz se instalan en los míos mordiendo para iniciar el que obviamente seria un gran beso, debo admitirlo, mi casi esposo besa jodidamente bien.
-Permito de manera voluntaria e incontrolable que sus besos me envuelvan y me llenen, es todo lo que tengo para decir.
-Si la perdición fuera un chico, sin duda sería mi chico.
-Lukas hace que me acomode un poco de manera que ahora estoy a horcajadas encima de él, su mano viaja desde mi nuca a mi cabello, sus dedos se envuelven en el y se siente tan maravilloso, esto hace que mi cuello involuntariamente retroceda.
-Lukas toma esto como una especie de señal, porque abandona el profundo beso y ahora sus labios se instalan en mi cuello, dejando pequeños mordisco y húmedos besos, haciendo un camino hasta llegar al lóbulo de mi oreja para luego morderlo...
—En estos momentos odio el apodo que te puse— Si amigos, aun me desangro como loca.
—Cariño...— los jadeos abandonan mis labios sin permiso, —puedes parar si no quieres...— Sus labios se mueven rápidamente a los míos, moviéndose frenéticamente sobre ellos, sigo el beso chupando y mordiendo un poco su labio inferior, lo que hace que suelte un pequeño jadeo, parece que esta enojado, se aparta de mi y entre jadeos me mira y pega su frente en la mía.
—Iremos de nuevo a la ducha, y no creo que haga falta que pregunte si también quieres ir— Lukas toma mi camiseta por el borde y de un tirón se deshace de ella, dejando mis humildes tetas al aire.
-No, no llevaba bra, estoy en mi casa, mi territorio, con él chico que se casara conmigo en muy poco tiempo y que...ah si, me a visto hasta el alma.
-Lukas las mira fijamente, trazando con sus dedos círculos a rededor de ellas, haciendo que muerda mi labio con fuerza, esta escena es tan increíble, su cabello negro esta despeinado, yo lo despeine, sus labios aun siguen hinchados por nuestros besos y sus mejillas están rojas, pequeñas gotas de sudor resbalan por su frente, y aun huele a ese perfume varonil que siempre lleva.
—Vamos— De golpe lleva sus grandes manos a mi culo sosteniéndome con fuerza, en un abrir y cerrar de ojos ya esta de pie, mientras camina hacia nuestro baño deja pequeños besos entre mi clavicula y mi pecho izquierdo, sabe que me esta volviendo loca.
—Apresúrate cielo— Voy dejando pequeños besos en su cuello y mejillas.
—Ya estamos dentro— Sonríe.
—Aun no lo estas— Lo vuelvo a besar con locura.
1 Día después...
—Me llamas si tienes hambre o si te sientes mal, ¿ok?— Lukas me mira seria y fijamente, resulta que esta mañana mi periodo estaba haciéndome sentir de la mier... coles, Lukas me ayudo a levantarme de la cama, y...
Horas antes...
-Mi vida y mis ovarios son un asco, claro que si lo son.
-Me duele hasta respirar, busco la forma de acomodarme para parar el dolor, pero no hay una puta forma, esto hace que me ponga de mal humor.
-Como puedo me siento en la cama, cuidando que Lukas no despierte, al tratar de levantarme mis piernas se acalambran y es tan horrible que...
—AAAY— Caigo en la cama de golpe tomando con fuerza con una de mis manos mi vientre y con la otra mi pierna.
—Mi amor, ¿Qué sucede?— Misión fallida, Lukas despertó.
—Nada, sólo, sigue durmiendo cielo estoy... Ayyy— Suelto otro quejido ante el calambre que acaba de azotarme.
—No Ellein, ¿Es tu periodo cierto?, déjame encender lampara— ¿Qué?, no, no, no.
—Espera no..— Tarde de nuevo, nuestras sabanas eran celestes, dije eran porque hay una mancha de sangre del tamaño de un balón de futbol en ella.
—Rayos, es peor de lo que pensé— Suelta Lukas y Mi vergüenza sube a 1000%, Lukas pasa de mirar la mancha a mirarme.
—Oye, pelirroja, esto no es nada, ¿se te olvida que trabajo en el área de la salud?— Oh si, Lukas no era el típico chico que decía, ¿Te sientes bien? ¿te tomaste algo?, Lukas era el chico que...
—Ven aquí— No me dio tiempo de anticipar nada, Lukas ya estaba de mi lado de la cama, tomo mis piernas y coloco su mano en mi espalda y me cargo sin esfuerzo alguno, camino hasta el baño, no se como rayos abrió la puerta y me dejo en la bañera, tomó la camiseta que me cubría, que por cierto, era su camiseta, la jaló desde el borde y me ayudo a sacarla en unos segundos, mi pelirrojo cabello se pegaba a mi cara y frente, mi prometido me mira detalladamente y dice....
—Has tenido otra vez una hemorragia Ellein— Aparta el cabello que hay pegado a mi cara y lo sujeta con una de mis ligas que siempre lleva con él, esa es otra historia romántica, pronto se las echo.
—¿Qué? ¿Por qué lo dices?, no estoy tan mal— Eso creo, me siento débil y tengo frío.
—ah ver, Levanta el trasero, necesito sacar esa pantis que al parecer antes era amarilla— Eso nos hace reír pero yo me retuerzo del dolor unos segundos después.
-Hago lo que me pide y con ambas manos desliza mi braga por mi trasero y luego por mis piernas, viendo la toalla higiénica que hay pegada en ella, la pobre ya dio sus ultimas, creo que el exceso de liquido la mato.
-Lukas me mira por unos segundos, dejando la pantis cerca de mis pies, se acerca, planta un beso en mi cien y sonríe.
—Seré tú esposo, eso implica estar contigo en las malas también, incluso en las sangrientas— me saco una pequeña sonrisa con lo último. —Para mi ya es increíble estar aquí, en las malas aun antes de convertirme en tu esposo— Lukas no es más perfecto porque llega Dios y se lo lleva, es mi angel.
—Entonces, deja la vergüenza cuando sucedan estas cosas, soy farmacéutico y casi enfermero, esto no es nada comparado con lo que e visto en mis pasantías, y si cuide de otros, aún más cuidaría de ti, mi pequeña sangrienta— Me sonríe y se asoman sus pequeños colmillitos, eso me derrite.
—Confió en ti— Me acerco y dejo un pequeño beso en sus labios, me recuesto en la bañera y veo como toma la camiseta, la usa para envolver la pantis, con la punta de sus dedos le da un tirón a la toalla que hay pegada en ella y la tira a la papelera del baño, luego se agacha y tira de la puerta de la lavadora que esta debajo de nuestro lavamanos echa la ropa, luego se levanta sale del baño, pasan unos segundos y regresa con el juego de sabanas que manche y lo echa junto con la ropa, que también manche, aprieta varios botones e inmediatamente comienza a trabajar, Lukas se pone de pie y caigo en el hecho de que sólo lleva boxers y que hace unas cuantas horas en esta bañera en la que ahora me estoy desangrando, sucedieron cosas mágicas y +21.
—¿Por qué esa sonrisa turbia y sospechosa, pequeña sangrienta?— Él ya debe imaginarse porque, se pone de nuevo frente a mi y planta unos cuantos besos en mis labios.
—Aún te ves un poco pálida— Abre la llave de la bañera y quita el tapón para que el agua corra, toma la pequeña esponja que esta detrás de mi, luego el jabón liquido y le aplica un poco, para luego frotarla en mis piernas, trasero y la señora sangrante.
-Termina de ayudarme a quitar la sangre pegada a mi cuerpo y luego a enjuagar el jabón restante, me ayuda a ponerme de pie, me envuelve como un tamal en la toalla y me carga de nuevo hasta la cama.
—Espera un momento— Veo como su muy hermoso culo se mueve hasta la gaveta que se encuentra frente a la cama, la de mis bragas, toma unas que yo elegiría para este caso, una apretada tipo shorts y luego abre la de abajo y toma una toalla femenina, tengo una gaveta especial sólo con productos higiénicos femeninos, aunque no sé como Lukas sabe donde guardo mis cosas, me sorprende y me da miedo a la vez.
—Ven, levántate, déjame ayudarte— Se agacha poniéndose en cuclillas y yo lucho por no sonrojarme de la vergüenza que ahora me llena, hace algo que me deja en shock, plató un pequeño besos en uno de mis muslos para luego mirarme.
—Ya la pantis esta lista, agárrate de mi para que no te caigas, levanta la pierna cariño— ¿Qué es esto?, acaso me encontré con la el hombre perfecto, ¿Eran ciertas las leyendas?.
-Hago lo que me pide, y cuando lleva la pantis hasta mis muslos le pido que me deje terminar de subirla para acomodarla de manera en que la toalla femenina quede segura, cosa en la que esta de acuerdo.
—Toma, es mejor que uses uno de tus short, y toma otra de mis camisetas— Me extiende la ropa y me visto delante de él, me pongo un poco de desodorante y me siento en la cama que ahora tiene sabanas nuevas, trato de no moverme tanto para evitar el dolor y a la vez veo como Lukas se coloca unas bermudas y sale de la habitación.
-Tiro de la liga que ata mi cabello y la pongo en mi muñeca, miro al suelo y en la esquina de la cabecera de nuestra cama esta la pequeña camita de tostada y en ella esta tostada durmiendo como si el mundo no se estuviese acabando para su mamá.
-pasan unos dos minutos y cuando iba a recostarme Lukas vuelve con una tasa de té caliente en las manos, me la extiende y va al baño, varios segundos después regresa con analgésicos en su mano.
—Toma esta para el dolor y esta para los cólicos, te sentirás mejor en unos minutos pequeña— Lo miro tan atontada, Lukas se merece no el cielo, el universo.
—¿Que haría sin ti?— Le sonrió tomando las pastillas y luego bebiéndolas con el té.
—¿Qué haría yo sin ti?— Me responde él,—por eso debes reponerte—.
—Si, debo trabajar en la mañana— Lukas frunce el ceño y se sienta junto a mi.
—¿En este estado?, ¿no puedes posponerlo?— no voy a mirarlo, no quiero caer en sus trucos
—Mañana es el primer día del reto que nos pusieron los dueños, seria trágico para mi negocio si falto el primer día, asi que no es una opción secuestrador— finalizó.
—Si te sientes mejor para cuando amanezca, creo que ya sera tu decisión, ahora ven, vamos a dormir, debes de descansar— Lukas toma la taza vacía de mis manos y la coloca en la mesa de noche que esta en mi lado de la cama, sube en ella, se acomoda y me toma por ambos lados de mis brazos y me jala hacia él acurrucándome en su pecho.
—Te amo pequeña sangrienta, descansa— Sonrió al escuchar lo último que me dice antes de plantar un beso en mi cabeza y abrazarme aun más.
—Te amo cielo, descansa— Y sin pensarlo dos veces, rápidamente caigo en un profundo sueño.
Agosto 15, 2020.
—De acuerdo secuestrador, te llamare— Planto un beso en sus labios y me bajo del taxi.
—Suerte hoy pelirroja, aunque no la necesitas— sonríe.
—No la necesito, arrasaré— Una voz nos interrumpe y no de una forma muy buena, no para Lukas, en realidad, no para mi.
—Tendrás que trabajar duro para eso, en este momento— Mira su reloj —Ya vas dos minutos tarde—.
-Es uno de los empresarios que estaba con el jefe el día en que nos plantearon el reto, ese chico guapo por el que suspire sólo unos segundos.
—Oh, rayos, es cierto, disculpe— Veo como sonríe, pero también veo como Lukas baja del Taxi y va hasta el asiento del chofer para al parecer decirle algo.
—No tienes que ser tan formal, soy Pearson, y tú debes ser Ellein— Asiento, mirando de reojo ah donde estaba Lukas pero...
—Nadie quiere saber quien eres, mucho menos cuando tienes la tendencia de acostarte con tus "primas"— Es Lukas, y no se oye feliz.
-Espera, como que "Primas" habla de... oh no.
—Oh, Davis, un gusto verte de nuevo— Miro al chico, miro a Lukas, ¿Por qué Lukas conoce a medio mundo?, oh ¿Por qué yo no conozco a nadie?,
—No puedo decir lo mismo Pearson— Hace una pausa para mirarme y susurrarme —Luego te explico, no te fíes de él, te amo— Planta un beso suave y tierno en mis labios y luego en mi cien.
—Por acá abundan los norteños pequeña, me ire, suerte— Mira con decisión al chico que esta frente a él.
-oh oh, ya saben lo que dicen...
2 Chicos Guapos + 1 Pelirroja = Problemas.
-En realidad nadie dice eso, sólo yo.
—Tú no deberías ser novia de un Estafador— el tipo suelta estas palabras, y Lukas que iba a subirse en el taxi regresa, Espera, ¿habla de Lukas?.
-¿Estafador?.
—Vuelve a decirme asi y ese peinado bonito sera arruinado— Lukas no suele ser asi, él no es agresivo, pero toda su aura cambio cuando Pearson lo llamo...
—Anda Davis, demuestra quien eres— Lo reta.
—No me conoces, no tienes derecho de pensar que soy algo que no hice— Lo señala y alza la voz.
—No vales la pena, sigues siendo un asco, aunque haya pasado mucho desde el día en que te descubrí a ti y a Maggie revolcándose— ¿QUE QUE QUE?
—También a pasado mucho desde que estuviste en prisión, ¿no es asi?— Se ríe descaradamente, pero, ¿Lukas en prisión?.
—Ten cuidado bonita, de seguro se hizo tu novio para quitarte todo tu dinero— Miro a Lukas y estoy segura de que va a hacer una locura.
-Pongo mi mano en su abdomen como gesto de que se calme y me enoja tanto que hable asi del chico que amo.
—Le daría mi vida si él quisiera, y si te sirve de información es mi prometido, no mi novio y su pasado no es algo que me interese, pero si te es de consuelo, incluso en el pasado salvo mi vida, asi que se lleve lo que quiera, porque le debo todo— Con eso beso a Lukas frente a él y lo tomo de la mano para llevarlo hasta el taxi.
—Luego hablamos, sea lo que sea, yo confío en ti— Él sonríe y sube al auto para luego darme otro beso y marcharse.
-Volteo enojada hacia el chico del traje, suelto...
—Preferiría mantener distancia con usted, buenos días— y con esas palabras frías y cortantes camino hacia la entrada y lejos de él, pero alcanzo a escuchar a lo lejos.
—Lukas volverá a perder—
-No si yo lo puedo evitar.
*Adjunto foto de Pearson en la Galeria*
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