No todo el mundo entiende lo que es o significa ser una mariposa negra. No todos llegan a entender qué se siente ser una.

Se trata de seguir volando aunque tus alas estén rotas, no porque las haya roto el clima, el viento o un niño pequeño sin saber que te hacía daño. ¡No! Tus alas, ¡mariposa negra!, sí, tus alas, las rompieron aquellas plantas carnívoras que se hicieron pasar por bellas flores. Tus alas se rompieron porque ese no era el final, querida mariposa.

Las mariposas negras vivimos enamoradas de los bellos jardines y de los bellos colores de las flores, pero claro, somos negras, solo ensuciamos su presencia con la nuestra. Es triste llegar a un hogar buscando refugio, cansada de volar; que te vean y se asusten, que griten cuando te vean allí.

Es triste dar miedo y que te rechacen solo porque eres diferente, porque no eres bonita. Es triste que todos piensen que lo único que das es mala suerte, ¡Ay mi querida mariposa!
Ser una mariposa negra es tener tus propios colores, no importa, te encanta el color negro, el gris y el blanco. Todos piensan que estás loca, pero esos colores tienen el más bello de los encantos, cada cual los aprecia de forma diferente. Muchos ven solo oscuridad, las mariposas negras, solo vemos belleza, nada más.

Todas las mariposas negras tenemos que volar solas en esta vida, no importa qué suceda, siempre estarás sola. Estás sola porque para los demás eres un caso perdido, no tienes valor y tú presencia no es necesaria en ningún lugar solo por el hecho de que no tienes esos bellos colores naranjas, azules... ¡No! Tú simplemente no encajas porque eres negra; y aunque seas más grande que los demás, siempre...siempre, te van a hacer sentir inferior.

Pero, ¿sabes qué? ¡Basta ya!

Hace ya un tiempo volando por un jardín desconocido encontré una rosa violeta, con pétalos marchitos, casi sin ninguno, pero aún así me parecía la más bella del jardín. Aquella rosa parecía un cuento de hadas. Esa pequeña rosa, hoy, y solo hoy, es quien me ha devuelto los "colores que necesitaba" o que no encontraba. Hoy les puedo decir que ser una mariposa negra no tiene nada de malo. No te compares, de todas formas, todas, sin importar el color y el tamaño; todas, somos mariposas.

Hoy por hoy sigo siendo la mariposa negra a la que todos le hacen daño y a la que todos maltratan, sigo con mis alas rotas; pero eso ya me da igual, de todas maneras, siempre puedo regresar a mi jardín y estar junto a mi mejor amiga, mi rosa violeta.

Es cierto que es una rosa y, que las rosas están llenas de espinas, pero eso... eso me da igual. Cuando ya te han hecho demasiado daño, unas simples espinas no te dan miedo.

¡Hey tú! Sí, la rosa.

Estoy aquí, déjame seguir estando junto a tu arcoiris, déjame contemplar tu dulce perfume y lo perfecta que eres, aún con imperfecciones. Solo quiero devolverte la vida que me diste a mí y, aún cuando esté agonizando, quiero saber, que sigues ahí, que estarás ahí, que te veré y luego...luego ya no seré.

Gracias por dejarme volar y por aceptarme aún siendo...

...una Mariposa Negra.

Yarelis  Andarcio.

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Le quiero agradecer a Yarelis Andarcio por escribir este hermoso poema. Fue una continuación y desidí añadirlo. Espero que les guste 🤗😘