Han pasado tres años desde que los demonios han dejado de existir en este mundo con la excepción de Yushiro. Muchas cosas han pasado en este periodo de tiempo.

Mi relación con Kyojuro solo fue creciendo más y más hasta el punto de que ahora vivimos bajo el mismo techo, ahora mi apellido ha cambiado y todas las personas del pueblo se dirigen a mi como Rengoku Tsutako.

Debo admitir que al principio tuvimos varias complicaciones, cuando deje de ser un demonio me pasó lo mismo que a Nezuko, tenía muchas lagunas mentales lo que hacía que no recordara del todo lo que había pasado. Lo que más me dolía era que no recordaba a Kyojuro.

Sin embargo, Kyojuro jamás se desanimó, él siempre me contaba historias y me platicaba de todos los momentos que pasamos juntos, también el pequeño Senjuro y su padre, Shinjuro, me contaban las mismas historias desde su punto de vista.

Nezuko, Tanjiro, Shinobu, Kanae y Giyuu de igual manera me apoyaban y me ayudaron a recordar todas las memorias que había perdido. He de decir que cuando volví a ver a mi hermano, no lo había reconocido.

"Pero eras un niño muy tierno"

Eso le había dicho y mi hermano puso una cara muy seria, al final de ese día logré recordarlo y para tratar de disculparme le preparé salmón con rábano para que dejara de tener ese rostro tan serio.

Pasado algunos meses, gracias al apoyo de todos, finalmente pude recordar todos los sucesos que había olvidado. Les agradecí a todos por su ayuda y desde entonces ya todo siguió su curso natural.

Al recordar a los camaradas caídos, pedí que me llevaran a sus tumbas para rezar por ellos. También fui a la tumba de Kiyoshi y su familia para rezar por su descanso eterno. En ese viaje Kyojuro me acompañó y también rindió honores a la tumba.

Otros meses pasaron y me alegra haber recordado todo en una cantidad de tiempo mínima, así pude molestar a mi hermano con el tema de la boda y mis sobrinos. Pasaron algunos meses más hasta que finalmente acompañé a Giyuu a la finca mariposa para pedir la mano de Kanae.

Al principio Shinobu le puso trabas a mi hermano, pero al final Kanae la tranquilizó y aceptó la propuesta de matrimonio. Ahora todos conocen a Kanae como Tomioka Kanae.

Después de eso fue mi turno, Kyojuro junto a su hermano y padre se presentaron ante nuestra casa y le pedían mi mano en matrimonio a mi hermano. Yo ya había aceptado, pero mi hermano parecía no querer, fue la misma Kanae que convenció a mi hermano o, mejor dicho, a su esposo, de que aceptara la propuesta y me dejara ser feliz al lado del hombre que amo.

Mi boda fue bastante tradicional, todos nuestros amigos asistieron e incluso Shinazugawa también se dio el tiempo de venir a felicitarnos, sinceramente no creía verlo nuevamente después de la boda de mi hermano, pero me alegra que lo haya hecho y que también, de vez en cuando, responda mis cartas.

Unas semanas después me enteré de que por fin tendría un sobrino o sobrina al cual malcriar, Kanae me informó que tenía 10 semanas de embarazo y eso me alegró mucho, aunque le pregunté porque no me había informado antes.

"Es que Giyuu se debatía mentalmente si decirte o no"

Claramente mi hermano no quería decirme para que no lo molestara, pero como Kanae me lo confesó, no dejé ni un solo día de molestarlo y de "prepararlo" para la llegada de su primogénito.

Una nueva Tomioka llegó al mundo, su nombre es Kaede en honor a su madre, ella es la luz de Kanae y Giyuu, me pregunto si Giyuu será un padre sobreprotector con su hija. El ver a la pequeña Kaede en brazos de Kanae me hicieron preguntarme si yo también podría ser madre, porque... me da pena decirlo, pero Kyojuro y yo lo hemos intentado.

Pasaba el tiempo y Kanae y Shinobu se encargaron de revisarme varias veces, tal vez sea una consecuencia de haber sido demonio, algo que también preocupó a Nezuko, sin embargo, todas esas preocupaciones se dejaron de lado al enterarme de algo maravilloso.

"Felicidades, serás madre en unos meses"

Las palabras de Shinobu hicieron que derramara lagrimas de alegría y ese día me fui corriendo a la casa que comparto con Kyojuro para darle las nuevas noticias.

Y ahora estoy aquí, recostada en una habitación de la antigua finca mariposa, ahora llamada clínica mariposa, sufriendo de un gran dolor.

- Una vez más Tsutako san, ¡Puja!

- ¡Ahhh!

Había escuchado que al momento de parir un niño era una acción muy dolorosa, pero jamás me imaginé que fuera tanto.

- Ya casi, Tsutako san. Sigue así, lo estás haciendo muy bien.

No podía pedir mejor partera que mi cuñada Kanae, su hermana Shinobu y una gran doctora como Aoi. Kanao también nos estaba ayudando, pero ella tuvo que salir para ayudar a mi hermano y evitar que mi esposo entrara a la sala a transmitirme más nerviosismo.

Porque él estaba más nervioso que yo desde antes de llegar a la clínica.

- Bien, ya casi. Una vez más.

- ¡Ahhh!

Sentí que un gran dolor al sentir como algo salía de mí, después de eso, ya no sentía nada, estaba cansada y quería descansar, pero...

- ¡Buahh!

Ese era un llanto infantil, un llanto de un bebe. Aoi me estaba limpiando el sudor de la frente mientras yo intentaba mirar hacia el frente. Vi como Kanae envolvió en toallas blancas un pequeño bulto mientras lo limpiaba.

- Felicidades Tsutako san, es una niña.

Nuevamente comencé a llorar de felicidad mientras Aoi y Shinobu me limpiaban, yo trataba de ver desesperadamente a mi hija, pero solo veía la espalda de Kanae mientras la limpiaba.

Pasaron solo algunos minutos hasta que vi como Kanae se acercaba a mi con el bultito de toallas en manos.

- ¿Cómo está? – Le pregunté.

- Está muy bien, mira.

Kanae me depositó suavemente a mi hija sobre mi regazo y finalmente pude verla completamente.

- Tiene tus ojos, Tsutako san – Me dice Shinobu.

- Si, aunque veo que tendrá el cabello de Kyojuro – Le respondí.

- ¿Realmente tuviste que hacer el kankagari? – Me pregunta Aoi.

- Si.

Y es que es tradición de la familia Rengoku que cuando una esposa está embarazada, debe mirar por algunas horas una llama para que el niño nazca fuerte y sano.

- Aún así, se encuentra en perfecto estado – Me informa Kanae.

- Gracias.

- ¿Y ya sabes qué nombre ponerle? – Me dice Shinobu – Porque si no, yo tengo unos cuantos que...

- Ara ara – Kanae la interrumpió – Será mejor que Tsutako san lo decida.

- ¿Eh? ¿Por qué? – Pregunté.

- Bueno es que ella...

Kanae no pudo terminar de explicarme porque no quiere que su hermana me diga algunos nombres que ella había elegido, ya que la puerta de la habitación se abrió de golpe mostrándonos a un Kyojuro muy agitado mientras Kanao lo abrazaba de la cintura tratando de sacarlo.

- ¡Escuché unos llantos! ¡¿Ya nació?!

- Ara ara, Rengoku san, todavía no autorizamos la entrada a los demás.

- ¡Pero!

- Kyojuro – Le llamé – Debes aprender a ser paciente, y si, nuestra hija ya nació.

- ¿Hija?

Kyojuro sonrío al escuchar que su hija ya había nacido, rápidamente se acerco a mi lado y se arrodilló para vernos a ambas.

- Es nuestra hija... soy padre... ¡Somos padres Tsutako!

- Shii

Coloqué mi dedo índice en su boca para evitar que siguiera gritando.

- Se acaba de dormir y no me gustaría que se despierte llorando.

- Si... Tienes razón.

Ambos volteamos a ver a nuestro bebe, mientras sentía como Kyojuro colocaba su mano sobre mi hombro.

- Nee san.

La voz de mi hermano me hizo mirar nuevamente hacia la puerta y pude observar como venía acompañado de la pequeña Kaede tomada de su mano y que detrás de él estaban Senjuro y Shinjuro.

- Bueno, ya que todos están aquí – Shinobu se levantaba de su lugar – Vamos pasen y no se queden ahí parados.

Todos le hicieron caso a Shinobu y se acercaron a nosotros, recibimos muchas felicitaciones y la pregunta del nombre de la niña volvió a sonar.

- Habíamos acordado de que, si era niña, Tsutako sería la encargada de darle nombre – Informa Kyojuro – Si era niño, yo se lo iba a poner.

- ¿Entonces, ya tienes un nombre, Tsutako san? – Me pregunta Kanae.

- Si, pero antes debo pedirle permiso a mi suegro.

- ¿Eh? ¿Yo?

Shinjuro se veía bastante confundido.

- Si, ya que me gustaría que esta niña tuviera el nombre de su abuela.

Todos miraron a Shinjuro mientras él parecía que lo meditaba, de reojo vi a Kyojuro y Senjuro y ambos se veían felices por mi decisión.

- Yo creo...

En ese momento, todo miramos al señor Shinjuro.

- Yo creo que ella estaría honrada y encantada de nombrar a su nieta con su nombre.

- Muchas gracias – Le sonreí – Ahora pequeña, de ahora en adelante te llamaras Rengoku Ruka.

- Ruka...

Kyojuro acariciaba con cariño la mejilla de Ruka mientras sonreía.

Así pasamos el resto del día, Kyojuro y yo nos quedamos solos en la habitación con nuestra pequeña Ruka mientras esperábamos a que nos dieran el alta para regresar a nuestro hogar.

Mi hermano, Tanjiro y los demás dijeron que irían a mi hogar para preparar todo para la llegada de la nueva integrante de la familia Rengoku. Kanae y sus hermanas fueron a analizar las ultimas muestras y mi suegro y mi cuñado nos estaban esperando en la sala de espera.

Mientras tanto, yo estaba descansando junto mi esposo mientras recargaba mi cabeza sobre su hombro y mantenía a mi hija en mis brazos. Realmente agradezco estar viva para poder disfrutar de este momento.

Sin duda alguna, la llama de nuestros corazones permanecerá encendidas ante la adversidad.

FIN