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Capítulo Extra: Retornando a la finca mariposa

- ¡Espera por favor!

A pesar de que le grité al demonio de que se detuviera, ella no me hizo caso y siguió corriendo hacia el bosque.

Realmente quería agradecerle por salvarme la vida.

- ¡¿Nee san, por qué lo hiciste?!

Shinobu se veía realmente molesta por detenerla de esa forma, pero no podía dejar que acabara con la vida de mi salvadora.

- Shinobu, si no hubiese sido por ella, en estos momentos estaría muerta.

- ¡¿Qué?! ¿Estás diciendo que ese demonio te salvó la vida?

- Así es Shinobu, ella me protegió de la segunda luna superior.

- No puedo creerte nee san.

- Es la verdad.

Intenté levantarme de mi lugar, pero empecé a toser. Aparte de que el cuerpo me dolía mucho.

- ¿Nee san, estas bien?

- No, aunque me haya aplicado los primeros auxilios, las heridas aun me duelen, aparte de que tengo parcialmente congelados los pulmones.

- Recuéstate por favor nee san – Shinobu se quitó su haori y la colocó por detrás de mi cabeza como si fuera una almohada – Enviaré a mi cuervo por unos kakushis, intenta utilizar la respiración para evitar desangrarte por favor.

- Si, eso haré.

Los minutos pasaban y los kakushis empezaron a llegar, ellos recibieron las indicaciones de Shinobu y me colocaron en una camilla para trasladarme a la finca mariposa.

Durante el trayecto me quede dormida.

Al despertarme, me di cuenta de que estaba recostada en un futón, al mirar alrededor reconocí mi cuarto al instante. Así fue como supe de que estaba en la finca mariposa.

Me levanté ligeramente para estar sentada y vi mi cuerpo cubierto de vendas limpias, me imagino que Shinobu limpió y suturó mis heridas, quizás la pequeña Aoi le ayudó.

Al intentar levantarme escuché como la puerta de mi habitación se abrió ligeramente, al voltear pude observar como el rostro de Kanao se asomaba por la puerta.

- Kanao ¿Por qué no entras?

Kanao abrió totalmente la puerta e ingresó a mi habitación, después se quedó parada sin moverse.

- ¿Qué sucede? – Le pregunté.

Ella sacó su moneda de su bolso y la lanzó al aire, al atraparla y ver que había decidido, se acercó a mí y me abrazó por la cintura.

- Ara ara ¿Estabas preocupada?

Ella solo asintió un poco mientras seguía abrazándome y su rostro estaba pegada a mi pecho.

- Lamento haberte preocupado Kanao.

Acaricié ligeramente la cabeza de Kanao mientras ella solo negaba con la cabeza. Me gustaría estar así más tiempo, pero tengo cosas que hacer.

- Kanao – Separé suavemente a Kanao – Podrías ir por Shinobu por favor, hay algo que necesito preguntarle.

Ella asintió y me hizo una ligera reverencia antes de salir de mi habitación. No pasaron ni cinco minutos cuando se escucharon unos fuertes pasos por el pasillo.

- ¡Nee san!

Shinobu había llegado y pude ver como sus ojos se cristalizaron.

- Ara ara Shinobu, no llores por favor. Recuerda que me gusta más cuando sonríes.

- Nee san...

Shinobu se talló los ojos para impedir que las lágrimas traicioneras salieran.

- Shinobu, hay algo que quiero preguntarte.

- Si, dime.

Shinobu terminó por tallarse los ojos y se acercó a mí.

- ¿Sabes algo de ella?

- ¿Ella?

- Si, del demonio que me salvó la vida.

- Lo siento nee san, desde esa noche no la han visto.

- ¿Desde esa noche? – Pregunté.

- Si nee san, estuviste dormida por tres días.

- Dioses.

Me asombré tanto que coloqué mi mano por enfrente de mi boca.

- Después de dar mi informe – Me dice Shinobu – Fui citada por Oyakata sama.

- ¿Qué? ¿Por qué te cito?

- Quería saber acerca de ese demonio. Le di una descripción muy general y me dijo que la buscarían. También me pidió que en cuanto te sientas mejor fueras con él para concluir con el reporte de esa misión.

- Si iré más tarde. Antes quisiera hacer algo.

"Porque si tú mueres, Giyuu se pondrá triste."

¿Por qué ese demonio parece conocer a Tomioka? Por la forma en la que lo dijo, es como si fuera muy cercana a él.

- ¿Qué sucede nee san? – Me pregunta Shinobu.

- Shinobu, ¿Sabes si Tomioka san esta de misión?

- Creo que estaba patrullando su zona, sabes que él nunca está en la corporación a menos que este herido o tengan su reunión de pilares.

- Es verdad.

Tendré que esperar a la próxima reunión de pilares para preguntarle si conoce al demonio que me salvo, ahora que lo pienso mejor, ambos tienen cierto parecido.

Los seis meses pasaron rápidamente, todos los pilares, que éramos cinco, estábamos frente al patrón escuchando sus indicaciones.

- Y eso es todo, ya pueden retirarse Kanae, Sanemi, Giyuu, Tengen y Gyomei. Les deseo buena fortuna y espero verlos a todos en la próxima reunión.

- ¡Si!

Todos le respondimos al patrón, unos muy eufóricos y otro más calmado, este último es con quien me gustaría hablar. Cuando el patrón se retiró, todos empezaron a levantarse, pero Tomioka era el único que se estaba retirando.

- Tch, ni siquiera se digna a dirigirnos la palabra.

- No te molestes Shinazugawa, quizás tenga algo que hacer.

Shinazugawa estaba disgustado con Tomioka, pero Himejima trataba de calmarlo. Sin embargo, no puedo dejarlo ir así como así, tengo que preguntarle algo de suma importancia.

- Oye Kocho...

- Lo lamento Uzui san, pero debo retirarme. Hasta pronto.

Me despedí de mis compañeros y comencé a correr en dirección de Tomioka.

- ¡Tomioka san, espérame por favor!

Le grité a Tomioka y este se detuvo para girarse un poco y mirar cómo me acercaba a él.

- ¿Tienes hambre? – Le pregunté.

- Un poco.

- Bien, ¿Qué te parece ir a comer conmigo?

- ¿Qué tramas Kocho?

- Vaya, me descubriste – Hice un puchero – La verdad te quería preguntar algo, así que pensé que sería mejor preguntarte mientras comíamos, ¿Qué opinas?

Tomioka no respondió solo asintió ligeramente y ambos comenzamos a caminar hacia el pueblo. Cuando llegamos a un pequeño local de ramen, ambos nos sentamos en los bancos y pedimos un ramen miso cada uno.

Mientras esperábamos nuestro ramen, Tomioka me preguntó.

- ¿Qué me querías preguntar?

- Es sobre un demonio, sabes, hace seis meses casi fui asesinada por la segunda luna superior.

- Si, leí el reporte.

- Ara ara, ¿Te preocupaste por mí?

Tomioka no me respondió, solo fijo su mirada hacia el frente, donde estaba el cocinero. Dejé las bromas de un lado y decidí continuar con mi narración, pero...

- Si... un poco.

No me esperaba que Tomioka me confesara que se preocupó por mí, por alguna razón me hizo muy feliz escuchar esa respuesta.

- Ara ara.

- Aquí tienen sus órdenes – El cocinero nos entrega nuestros platos de ramen.

- Mmm~ Tiene buena pinta, ¿No lo crees, Tomioka san?

- Si.

Antes de separar mis palillos junte mis manos para agradecer por la comida.

- ¡Itadakimasu!

Dicho eso, ambos separamos nuestros palillos y empezamos a comer.

Cuando ambos habíamos terminado con la mitad de nuestro ramen, ahora si continué con lo que le estaba contando a Tomioka.

- Bueno, como te decía, la segunda luna superior casi me asesina, pero alguien inesperado me rescató.

Pude ver como Tomioka ponía su atención en mí.

- Fue un demonio, una joven mujer de unos 15 años me salvó la vida.

- ¿Un demonio?

- Si, sé que suena irracional y difícil de creer, pero es la verdad.

Tomioka seguía poniéndome toda su atención.

- Debo admitir que era hermosa, era un poco más bajita que yo y tenía rasgos suaves, su cabello era largo y lo tenia atado en una larga trenza, sus ojos azules me recordaban mucho a los tuyos y...

Por alguna razón, Tomioka dejo caer sus palillos y me estaba mirando muy intensamente, después dirigió su mirada hacia su plato y no decía nada.

- Tomioka san ¿Estas bien?

Él no me respondió, solo miraba su plato y de repente tomó el tazón con sus dos manos y se tomó el caldo de un solo trago.

- Gracias por la comida, pero tengo que irme.

- ¿E-espera?

- Aquí tiene señor.

Tomioka dejó sobre un pequeño plato que estaba en el mostrador el dinero por los dos platos de ramen, normalmente le agradecería por haber pagado el mío, pero su reacción me dejo tan desconcertada que no lo pude hacer.

Tomioka se levantó de su asiento y comenzó a alejarse, pero yo también me levanté para poder preguntarle.

- ¡Espera! ¡¿Conoces a ese demonio?!

Tomioka se detuvo en su andar y solo me negó con su cabeza antes de continuar caminando.

Aunque Tomioka me haya negado conocer a ese demonio, algo me hacía desconfiar de él.

- Tal vez... tal vez si la conozca, pero se niega a creerlo.

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