Capítulo 17: Convivencia
Después de aquel incidente con el padre de Kyojuro, los encuentros con él y su hermano cambiaron de lugar, algo que parece no agradarle mucho a mi hermano.
- ¿Por qué están aquí?
- ¡Por qué aquí podemos platicar!
- Hermano...
Y es que tanto Kyojuro como Senjuro estaban sentados junto a Giyuu en la mesa de la sala esperando por la comida, cosa que estaba haciendo por ser la anfitriona, pero alguien me estaba ayudando.
- En serio Kanae san, ¿Por qué no vas con ellos y te unes a su platica?
- Ara ara Tsutako san, quiero ayudarte ¿Acaso no puedo?
- No, por supuesto que me puedes ayudar, pero creí que preferirías estar con ellos.
- Bueno, es que quiero que Giyuu san se lleve bien con todos.
Kanae me decía eso mientras veía por la puerta de la cocina a los muchachos, algo que llamó mi atención fue la sonrisa que estaba mostrando mientras miraba hacia la sala, no es la sonrisa que suele darme cuando está feliz o alegre, esa sonrisa, es la sonrisa de una mujer enamorada.
- Kanae san – La llamé y ella se giró a verme – De casualidad ¿Te gusta mi hermano?
- ¿Eh?
La cara de Kanae se sorprendió de golpe y poco a poco se fue colorando hasta llegar a sus orejas, en verdad que se ve muy linda.
- Yo... bueno... pero qué cosas dices Tsutako san.
Kanae se fue al fondo de la cocina para tomar un vaso y llenarlo de agua para beberlo como si no hubiera mañana, esa acción solo me confirma mis sospechas. Sin embargo, Kanae empezó a toser por beberse el agua tan rápido, cosa que me dio un poco de gracia.
- ¿Cuándo se lo vas a decir? – Le pregunté.
- *Cof, cof* ¿De qué hablas?
Cuando se recuperó, decidí preguntarle directamente.
- ¿Cuándo piensas confesarle tus sentimientos a Giyuu?
- Este... yo... – Kanae agachó su cabeza un poco y en una voz suave me dice – ¿Y si me rechaza?
- Dolerá, no te voy a mentir, pero ¿Y si no lo hace?
- Si acepta mis sentimientos, entonces seré muy feliz.
Le sonreí a Kanae.
- Vez, por eso debes decirle, para salir de la duda, y no te preocupes – Me acerqué a ella – Tienes todo mi apoyo.
- ¿En serio?
- Si, realmente me encantaría llamarte "hermana".
- Ara ara, muchas gracias "Tsutako nee san"
Ambas nos empezamos a reír por los sobrenombres y terminamos de colocar la comida en los recipientes para llevarlos a la mesa, pero antes de eso, Kanae me preguntó algo que me hizo sentir un poco mal.
- Tsutako san ¿Cómo sabes que un rechazo dolerá? ¿Acaso tu fuiste...?
- No me rechazó, pero perdí mi oportunidad de casarme.
- Lo... lo siento, no quise ser imprudente.
- Descuida – Negué – La noche anterior a mi boda, Douma apareció y... bueno, podrás ver como termino todo.
- En serio lo lamento.
Kanae agachó un poco la cabeza en señal de pena.
- Lo último que supe de él fue que continuó con su vida y ahora está casado y con una hermosa familia, estoy feliz por él.
- ¿Y tú?
- ¿Mmm?
- ¿Y tu propia felicidad? ¿No has pensado en volverte a enamorarte?
Ahora yo agaché la cabeza.
- Eres muy linda Kanae san, pero quien se enamoraría de un horrendo demonio como...
- ¡No digas eso! – Kanae se acercó a mí y me tomo de mis manos – Tú no eres un horrendo demonio, eres una gran persona con un gran corazón, eres toda una hermosa mujer en toda la palabra. Estoy segura de que encontraras al indicado.
- Pero, yo no podré tener hijos, no habrá nadie que me quiera cerca. Deberías saber la importancia del linaje en estos tiempos.
- No, estoy segura de que encontraras a alguien o, mejor dicho, ya lo encontraste.
- ¿Eh?
- Solo que no te has dado cuenta.
¿Qué quiso decirme Kanae con eso?
- Kanae san ¿Qué quisiste decir con eso?
- Estoy segura de que pronto lo descubrirás, pero regresando al tema del linaje, te diré que estamos trabajando para buscar una cura a tu estado.
¿Están trabajando para buscar una cura? ¿Acaso están trabajando con Tamayo?
- ¿C-cómo que están trabajando en una cura?
- Si, mi hermana y yo estamos en eso. Además, contamos con la ayuda de alguien más.
- ¿Alguien más?
- Si, no conocemos a esa persona, pero nos comunicamos a través de cartas. Al parecer, Oyakata sama conoce a alguien muy experimentada en este tema.
Ya veo, creo que deberé agradecerle al patrón en persona, claro, si es que se me permite acercármele.
- Muchas gracias Kanae san, agradécele también a Shinobu san de mi parte por favor.
- ¡Claro! Ahora vayamos con los chicos, no queremos que se impacienten por la comida.
- ¡Si!
Ambas recogimos todo lo necesario para transportar la comida a la sala y en cuanto llegamos, pudimos ver algo que nos divirtió a ambas.
- ¡Sonríe, abre más tu boca! ¡Qué tu cuerpo se relaje!
- ¡¿A-así?!
- ¡Umu! ¡Así es, demuestra que estas agradecido!
- ¡¿G-gracias?!
Y es que parece que Kyojuro le está tratando de enseñar a Giyuu como sonreír, pero por lo que veo, eso es algo muy difícil para mi hermano por como su cuerpo estaba temblando por intentar sonreír.
- Chicos – Los llamé a los tres – Lamentamos la demora, pero la comida ya está lista.
- ¡Umu!
- ¿Necesitan ayuda para cargar las charolas? – Nos pregunta Senjuro.
- Muchas gracias Senjuro kun, pero entre Kanae san y yo tenemos todo en orden.
- Bueno.
Nos acercamos a la mesa y comenzamos a servir la comida, en cuanto los cuatro tuvieron su respectivos platos y palillos, todos agradecimos por la comida y mis invitaos, junto a mi hermano, comenzaron a comer.
- ¡Umai!
- Está delicioso, Tsutako san, Kocho sama.
- Ara ara Senjuro kun, no seas tan distante conmigo por favor.
- Lo lamento, Kanae sama.
- Je je.
Yo solo me reía discretamente al ver la interacción de los cuatro, aunque mi hermano no hablé mucho, puedo saber que se está divirtiendo en estos momentos.
- Giyuu – Le hablé a mi hermano – ¿Aún no te asignan una misión?
- Todavía no.
- ... Bien.
Solo suspiré en resignación, ya que últimamente no hemos encontrado pistas de la segunda luna creciente.
- Tsutako san ¿Usted acompaña a Tomioka sama en sus misiones? – Me pregunta Senjuro.
- Si, siempre vamos juntos.
- Pero ¿Por qué? ¿No sería mejor quedarse aquí?
En ese momento, Kyojuro dejó de comer al escuchar la pregunta de su hermano.
- Es que, necesito encontrar a un demonio en especial.
- No te desesperes Tsutako san – Me habla Kanae – Ya aparecerá.
Solo asentí ante el comentario de Kanae.
- ¿Puedo preguntar a quién buscan?
De repente, Kyojuro nos hace esa pregunta.
- A la segunda luna superior, su nombre es Douma – Responde Kanae.
- Es peligroso que lo busquen – Kyojuro se gira para mirar a mi hermano – Tomioka ¿Por qué la llevas contigo?
- Es el deseo de mi hermana.
- Pero...
- Rengoku – Giyuu lo interrumpe – Mi hermana no es tan débil.
Kyojuro se quedó callado y solo se me quedó mirando. No me quitaba los ojos de encima y eso me empezó a incomodar un poco.
- ¿Qué sucede Kyojuro san?
- Nada, solo... solo me preguntaba si estabas libre esta noche, ¡Si eso me preguntaba!
- ¿Eh?
- Ara ara.
Ante la pregunta de Kyojuro, nuestros hermanos voltearon a verlo muy sorprendidos, mientras que Kanae solo estaba como si nada.
- Pues sí. No tengo pensado hacer nada por la noche ¿Por qué?
- B-bueno... por...
Por alguna razón Kyojuro se sonrojó y se quedó callado.
- ¡Ah, ya sé! En el pueblo va a haber un festival, ¿No es así, Rengoku san? – Kanae nos informó.
- Umu, bueno... ¿Te gustaría ir a ver los fuegos artificiales, Tsutako san?
- Bueno... yo...
Estaba un poco indecisa, pero sentí como Kanae me tomaba de la mano por debajo de la mesa y al mirarla a los ojos, ella me transmitía que debía aceptar la invitación de Kyojuro.
- Está bien Kyojuro san, iré contigo.
- ¡Bien!
La sonrisa volvió a aparecer en el rostro de Kyojuro al igual que en la del pequeño Senjuro mientras que mi hermano permanecía callado, hasta que...
- Giyuu san ¿Por qué no vamos también? – Le pregunta Kanae a mi hermano.
- ¿Quieres ir?
- ¡Si!
Mi hermano solo asienta mientras que Kanae se emocionaba, aunque considero que debió haber sido al revés la invitación, que Giyuu debió haberla invitada en lugar de que ella le haga la pregunta a mi hermano, pero si ella es feliz con eso no me quejaré.
- ¡Será como una cita doble!
- *Cof*
Rengoku, al escuchar lo que dijo Kanae, empezó a toser.
- Ara ara Rengoku san, no te preocupes, tal vez nos reunamos en la entrada del pueblo, pero de ahí nos separaremos.
- Es *cof* Esta bien.
Con eso acordado, pasamos a hablar cosas más triviales, pero terminé por avergonzar a mi hermano cuando Kanae me preguntó cómo era Giyuu de niño. Le platiqué como le cantaba unas canciones de cuna para antes de dormir, así como las cosas que le gustaban a mi hermano de pequeño.
- Ara ara.
Cuando el sol se veía naranja, Kyojuro se disculpó con nosotros porque tenía que llevarse a Senjuro a su hogar, este le decía que podía regresar solo, pero Kyojuro no lo permitió.
Al final Senjuro se resignó y Kyojuro nos dijo que nos vería en la entrada del pueblo. Kanae por su parte se quedó con nosotros en lo que anochecía, solo le mandó una carta a su hermana por medio de su cuervo kasugai.
Cuando la noche calló, los tres fuimos a paso lento al pueblo. Aunque yo le había dicho, sobre todo a Kanae, que me podía ir por mi parte, ella se negó diciéndome mil cosas de cómo podía perderme. Al final los acompañé, pero me sentía como un mal tercio en este grupo.
Finamente habíamos llegado a la entrada del pueblo y no pasó mucho tiempo para que Kyojuro finalmente llegara.
- Lamento la demora.
- No te preocupes, no esperamos mucho – Responde Kanae.
- ¡Bien! – Dice alegremente Kyojuro – Entonces ¿Nos vamos?
Antes de que mi hermano o yo pudiéramos decir algo, Kanae nos ganó la palabra y nos dijo.
- ¡Si! Giyuu san y yo nos iremos por allá – Apunto a una parte del pueblo – Rengoku san ¿Por qué no vas con Tsutako san por ese otro lado?
Kyojuro observó por donde le había apuntado Kanae y asintió.
- ¡Umu!
Mi hermano y yo no pudimos decir nada, porque prácticamente nos empezaron a llevar cada uno de nuestros acompañantes por diferentes caminos.
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