Los días pasaban rápidamente y me fui enterando de algunas cosas, por ejemplo; Tanjiro y sus amigos acompañaron al pilar del sonido a una misión, por lo que escuché, se hizo todo un alboroto en la finca mariposa.

Rengoku por otro lado seguía con su rehabilitación, la carta que nos mandó Kanae me hizo realmente feliz, Rengoku podrá volver a sus actividades como pilar, aunque tendrá que acostumbrarse a solo tener la mitad de su visión.

Por otro lado, a mi hermano no le han dado misiones últimamente, solo le ha tocado patrullar por su zona de caza y yo lo he estado acompañando, durante nuestra rutina de vigilancia, no nos hemos encontrado a ningún demonio, por lo que aprovechamos el tiempo para practicar nuestra sincronía en la pelea.

Sin embargo, en esta noche, pudimos ver a Kanzaburo con una carta que no parecía a las que Kanae nos mandaba, Kanzaburo parecía un poco cansado de lo rápido que voló para entregarle la carta a mi hermano, pero...

- Caw caw. Carta para Tsutako.

- Kanzaburo san, estamos por acá.

Y es que Kanzaburo se posó en el hombro de un señor desconocido, al parecer, nuestro viejo amigo se confundió de persona. Esta persona y su acompañante no solo se espantaron porque un cuervo se acercará a ellos, también porque este hablaba.

- Caw.

Kanzaburo al escucharme levantó el vuelo nuevamente y ahora se colocó en mi cabeza.

- Caw caw. Carta para Tsutako.

Me dio un poco de gracia ver como Kanzaburo repetía lo dicho como si no hubiese pasado nada o, tal vez, olvidó lo que pasó hace solo unos segundos.

- Muchas gracias pequeñín.

Tome la carta que traía atado consigo y le di una pequeña semilla de girasol para que se la comiera. Comencé a leer la carta y me sorprendí mucho de que fuera de Rengoku, al parecer ya estaba en condiciones de regresar a su hogar y me estaba preguntando cuando volveré para cumplir con su promesa.

- ¿Qué sucede nee san?

- Es una carta de Regoku san, me dice que ya fue dado de alta y quiere que lo visite a su finca.

- Mmm.

Giyuu por un momento entrecerró sus ojos, pero no me dijo nada.

- ¿Qué pasa? – Le pregunté.

- Nada.

Giyuu me desvió la mirara y suspiró. Después se levantó de su lugar y me dijo.

- Vamos.

- ¿Ahora? ¿Qué pasará con la vigilancia?

- No ha habido nada en estos días nee san.

- Pero...

- Además, Oyakata sama recomienda que descansemos unos días.

- E-Esta bien.

Yo también me levanté de mi lugar y comenzamos a caminar de regreso hacia la corporación, cuando era de día mi hermano me transportaba en la caja y de noche, caminábamos un poco antes de obligarlo a descansar.

Al llegar a la finca del agua, como era de día mi hermano me pidió que le esperara dentro en lo que él iba a hablar con el patrón, también dijo que le mandaría una carta a Rengoku anunciando nuestra llegada.

El día pasaba de lo más normal, en lo que esperaba a mi hermano, yo me fui a la cocina y preparaba algo de comer para él, al no poder probar los ingredientes ni los condimentos, tuve que anotar en un papel las cantidades y proporciones exactas para que la comida sea comestible.

- Como me gustaría ser humana nuevamente y probar esta comida.

Suspiré, realmente extraño la comida casera que mamá me enseñó, y también, extraño el sabor del salmón con rábano y los dangos.

Dejé la comida cocerse a fuego lento y me fui hacia el jardín, desde donde estoy parada puedo ver los magníficos colores de las flores, fue en ese momento cuando escuché la puerta abrirse y supuse que era mi hermano, por lo que fui a darle la bienvenida.

- Bienvenido Giyuu, la comida casi...

No pude decirle que la comida estaba casi lista porque mi hermano no venía solo, atrás de él se encontraba un sonriente Rengoku.

- Rengoku san, que agradable sorpresa.

- ¡Lamento la intromisión!

El rostro sonriente de Rengoku no ha cambiado nada, lo único nuevo que tiene es que lleva un parche blanco con llamas rojas en el ojo izquierdo, ese parche se parece un poco a su capa que siempre lleva.

- Me encontré a Rengoku de camino hacia aquí y se autoinvitó a venir – Me dice mi hermano.

- ¡Umu!

No sé si mi hermano lo dijo con sarcasmo, pero a Rengoku no parece importarle.

- Claro, vamos pasen – Me hice hacia un lado – Giyuu la comida ya debe de estar lista.

Mi hermano solo asintió antes de entrar a la casa, Rengoku solo sonreía mientras se estaba quitando su calzado.

- Rengoku san ¿Le gustaría comer con nosotros?

- ¡Claro!

- Espero que le guste el Gyoza.

- ¡Por supuesto!

Rengoku entró detrás de mi hermano y fue guiado por él hacia el comedor, en lo Rengoku se acomodaba en el cojín, yo fui hacia la cocina para ir por la comida. Mi hermano me acompañó y le pedí de favor que llevara el té junto con dos tazas a la mesa.

Al poco tiempo yo llevaba la comida y los platos hacia donde estaban sentados y les serví a ambos su comida. Al principio tenía dudas del sabor, ya que, al no poder probarlo, no sabía si estaba salado o dulce. Aunque mi hermano siempre me decía que estaba bueno lo que le cocinaba, me da un poco de desconfianza el hecho de que sea mi hermano y solo lo diga para no hacerme sentir mal.

Pero...

- ¡Umai!

Al ver la cara de satisfacción de Rengoku hizo que todas mis dudas se despejaran.

- ¡Umai!

Es tan contradictorio verlos comer a ambos en el mismo lugar, mi hermano es muy tranquilo al comer, mientras que Rengoku es muy entusiasta.

Los minutos pasaron y ambos me pidieron repetir su plato, por lo que les serví a los dos sin dudar, pero antes de que Rengoku pusiera la comida a su boca, me preguntó.

- ¿En verdad no puedes comer nada?

- No, lo intenté una vez y no fue muy agradable que digamos.

- Es una lástima, esto esta delicioso – Rengoku se llevó la comida a su boca y – ¡Umai!

- Algún día nee san regresará a ser humana nuevamente – Giyuu nos dijo.

- ¿En serio? – Pregunta Rengoku.

- Si, estamos buscando una solución.

Mi hermano no dijo nada más para evitar hablar de Tamayo, ya que, gracias a Tanjiro hemos tenido contacto con ella y me dijo por medio de cartas que me ayudará en todo lo posible.

- ¡Es bueno escucharlo! Tomioka san ¿Qué piensas hacer cuando eso ocurra?

Ambos nos quedamos en silencio porque no supimos a quien le estaba preguntando. Rengoku se dio cuenta de su pequeño error y por sorprendente que parezca, con un poco de pena me llamó.

- Tomioka Ts-Tsutako san ¿Qué es lo que piensas hacer?

Me dio un poco de gracia verlo así.

- Bueno, creo que primero comeré mucho.

- ¡Umu!

- Si haces eso solo engordaras nee san.

- Ah Giyuu no seas aguafiestas.

Le hice un puchero mientras él seguía comiendo.

- ¿Hay algo que te guste? – Me pregunta Rengoku.

- ¡Dangos!

Respondí rápidamente y con ilusión, Rengoku me miraba atentamente y después me sonrió.

- ¡Bien, conozco un buen lugar donde los preparan! Cuando vuelvas a ser humana te llevaré ahí.

- ¡¿En serio?! – Me emocioné,

- ¡Si!

Mi hermano nos veía muy seriamente, posaba sus ojos en Rengoku y después en mí, para al final regresar su mirada a Rengoku.

- Rengoku – Mi hermano lo llama.

- Dime.

¿Qué pasa? ¿Por qué está tan serio mi hermano?

- Debes cumplir con esa promesa.

- ¡Lo haré!

Yo estaba confundida, ¿Qué pasa entre ellos dos?

La comida pasaba agradablemente, Rengoku y mi hermano parecen llevarse bien, en cuanto a mí, bueno me divertía mucho verlos interactuar. Al terminar con la comida, me di cuenta de que el sol ya se estaba ocultando, en poco tiempo más será de noche.

- Por cierto, Tomioka Tsutako san...

- Solo Tsutako – Interrumpí a Rengoku – No es necesario que digas todo mi nombre.

- ¡Está bien! ¿Te gustaría ir a mi finca a conocer a Senjuro?

- Senjuro es tu hermano menor ¿Verdad?

- ¡Así es!

- Me encantaría, pero ¿Él querrá conocerme?

- ¡Por supuesto! Ya te lo había dicho, él en verdad quiere conocerte.

Es verdad, ya me lo había dicho en la finca mariposa.

- Entonces no le veo ningún problema ¿Cuándo iremos?

- ¡Ahora mismo!

- ¿Eh? ¿Ahora? ¿No habrá problemas llegar sin avisar?

- ¡No, no lo hay!

Mi hermano solo suspiró y dijo en voz baja.

- Él vino sin avisar de igual manera.

En eso tiene razón mi hermano.

- Bueno, si no hay problema entonces iré.

- ¡Bien!

Rengoku se levantó de su asiento y se asomó por el engawa, al ver que el sol ya se había ocultado, me dijo que me esperaría afuera. En cuanto salió yo me fui a mi habitación para arreglarme un poco, tampoco quiero llegar tan fachera a su hogar.

Mi hermano me esperaba afuera de mi habitación y me dijo algo que me confundió un poco.

- Mantente cerca de Rengoku, si su padre se sobrepasa estoy seguro de que te protegerá.

- ¿Qué quieres decir con eso Giyuu?

- Solo hazlo ¿Sí?

Giyuu parecía algo preocupado, por lo que aceptaré su advertencia.

- Si.

- Kanzaburo estará vigilando, si algo malo pasa él me avisará.

- E-Esta bien.

Cada vez me hace dudar más de ir con Rengoku a su hogar.

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N/A: Un capítulo muy corto, disculpen, he tenido algunos problemas personales.

気を付けて下さい。