Capítulo 13: ¿Era lo correcto?
Me encontraba sentada junto a Nezuko en mi habitación. Tanto mi hermano, como Rengoku y los chicos fueron llevados a la finca mariposa y no han salido de ahí, además de que nadie se ha pasado a la finca de mi hermano a decirnos sus condiciones y eso que ya han pasado tres días.
Solo en el primer día, pudimos ver a Kanae y a su hermana Shinobu llevárselos a la sala de urgencias, después de varios minutos, Kanae salió y nos dijo que nuestros hermanos ya estaban estables.
Esa noticia me devolvió la tranquilidad, pero en cuanto le pregunté sobre Rengoku, ella no me contestó y solo nos pidió que nos fuéramos a descansar. Por supuesto que no había aceptado, pero al final fuimos escoltadas por la hermana menor, Kanao, hacia la finca del agua.
Durante estos tres días no hemos hecho nada de nada, lo único que podía hacer era seguir practicando con Nezuko su vocabulario. Ella ya es capaz de decir más cosas, pero sigue con su problema de tartamudez, quizás sea una consecuencia por la mentalidad infantil que tuvo a la hora de convertirse en demonio.
*Toc toc*
De repente, ambas escuchamos como alguien tocaba la puerta y fuimos de inmediato hacia la entrada, al principio creí que era Kanae o Shinobu, pero al abrir la puerta no vi a nadie, sin embargo...
- Aquí abajo.
Al bajar la mirada, descubrimos que era el viejo cuervo de Giyuu, Kanzaburo, quien nos había llamado.
- Ah Kanzaburo san ¿Qué noticias traes contigo?
- La pilar de las flores te está llamando Giyuu.
- Je.
No pude evitar reírme tiernamente al ver como Kanzaburo me confundía con Giyuu. A pesar de ser un cuervo viejo y un poco distraído, Giyuu no ha solicitado un cambio y eso se me hace muy amable de mi hermano. Además, si Kanzaburo fuera mi compañero, yo tampoco solicitaría el cambio.
- Bien, iremos de inmediato.
Me agache para sujetar con cuidado a Kanzaburo y lo coloque en mi cabeza para que descansara un poco, después me gire hacia Nezuko y le ofrecí mi mano, cosa que ella aceptó y así los tres nos dirigimos en esta tranquila noche a la finca mariposa.
Caminábamos con tranquilidad para evitar molestar a Kanzaburo que parece haberse dormido en mi cabeza, aunque estoy un poco ansiosa, la seguridad de mi viejo amigo es primero.
Al llegar a la finca, una mariposa nos estaba esperando en la entrada, era Kanao y no ha despegado su mirada de nosotras, al estar a un par de pasos de ella, la saludé.
- Buenas noches Kanao san.
- Buenas noches – Fue su corta respuesta.
- ¡Uhm!
Nezuko la saluda con la mano hacia arriba y Kanao solo hace un ligero movimiento de cabeza para devolverle el saludo.
- Por aquí.
Kanao se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia el interior de la finca, nosotras solo la seguimos en silencio. Al entrar, comenzamos a caminar por los pasillos, unos pasillos bastantes silenciosos si me lo pongo a pensar, ya que al ser un lugar donde se atienden a los heridos, uno creería que todo el día sería bastante ajetreado.
Llegamos a la oficina de Kanae y Kanao tocó la puerta para anunciar nuestra llegada.
- Adelante.
La voz de Kanae se escuchó del otro lado de la puerta y Kanao la abrió para nosotras. En cuanto la puerta se abrió, pudimos ver a Kanae revisando unos papeles en su escritorio, pero en cuanto ingresamos a la oficina, ella levantó su mirada para recibirnos.
- Buenas noches Tsutako san, Nezuko chan.
- Buenas noches Kanae san.
Pude ver como la mirada de Kanae se elevó un poco hacia mi cabeza y sorprendida me preguntó.
- Cielos, ¿Se encuentra bien?
Me imagino que habla de Kanzaburo.
- Si, solo se quedó dormido.
- Pobre, debe estar cansado, todo este tiempo ha estado al pendiente de Giyuu san.
La lealtad de Kanzaburo hacia mi hermano es asombrosa. Kanae me señala un pequeño cojín cerca de su escritorio y yo me acerque a él para depositar a Kanzaburo sobre este.
- ¿Y cómo están? – Pregunté.
- Van evolucionando favorablemente – Kanae recoge unos papeles de su escritorio y los empieza a leer – El último análisis indica que dentro de poco tiempo podrán salir de aquí.
- Me alegra escuchar eso.
Un pequeño silencio se hizo hasta que Nezuko llamó nuestra atención.
- Uhm, uhm.
- ¿Qué sucede Nezuko chan? – Kanae le preguntó.
- Uhm, uhm.
- Quieres ver a tu hermano, verdad – Le dije.
- ¡Uhm!
Nezuko asintió feliz.
- Veo que ahora eres capaz de entenderla mucho mejor, Tsutako san.
- Bueno, sus ojos son muy expresivos, si la miras detalladamente podrás saber qué es lo que ella quiere.
- Ya veo – Kanae se dirige hacia su hermanita – Kanao, puedes llevar a Nezuko chan a la habitación de los chicos por favor.
- Si nee san.
Kanao hace una ligera reverencia hacia su hermana mayor y se acercó a Nezuko.
- Kanao san te llevara con tu hermano, no hagas mucho ruido para no despertar a nadie ¿Sí? – Le dije.
- ¡Uhm!
Nezuko asintió y comenzó a caminar junto a Kanao hacia la habitación donde está descansando Tanjiro.
- ¿Por qué no las acompañas Tsutako san? Giyuu san también está en esa habitación.
- ¿En serio? Creí que tendría una habitación diferente junto a Rengoku san, ya sabes, por ser pilares y eso.
- Si, tenemos habitaciones exclusivas para pilares. Dado que algunos son un poco peculiares, no queremos que los de menor rango se sientan fuera de lugar o intimidados por ellos.
Me empieza a explicar Kanae.
- Pero creo que es mejor para Giyuu san pasar más tiempo con esos tres, necesita relacionarse más con las personas y al parecer Tanjiro kun parece llevarse muy bien con tu hermano.
- Te agradezco el detalle Kanae san.
Le sonreí un poco antes de salir de la habitación, pero me detuve en el marco de la puerta para hacerle una pregunta.
- ¿Y Rengoku san, cómo se encuentra?
- Ara ara, tengo que terminar con todos estos informes, puedes irte adelantando por favor.
Kanae descaradamente evadió mi pregunta, aunque en verdad quiero saber cómo se encuentra Rengoku, no quiero molestar a Kanae.
- Está bien.
Me salí de la habitación un poco triste por cómo me ocultó la condición de Rengoku.
Caminaba por los pasillos para encontrarme con mi hermano y sus amigos, pero antes de doblar en la esquina, del otro lado escuché una conversación entre dos cazadores de demonios.
- ¿Supiste lo del pilar de la llama?
- Si, por poco no la cuenta ¿Verdad?
- Yo creo que hubiese sido mejor para él morir en aquel combate.
¿Eh?
- Shhh. No digas eso tan fuerte en este lugar, además ¿Por qué dices eso? El haber sobrevivido al ataque de una luna superior es un verdadero milagro.
- ¿Y su orgullo?
- Bueno...
¿Qué sucede? ¿Qué le pasa al orgullo de Rengoku?
- Entiendo que es muy bueno que haya sobrevivido, pero ¿Qué va a hacer de ahora en adelante?
- Tienes razón, por lo que escuché tiene heridas internas muy graves, aparte de que perdió su ojo izquierdo, pero lo peor es que posiblemente tenga que usar un bastón por el resto de su vida.
¿No... no puede ser?
- Si... El pilar de la llama era un honorable y orgulloso guerrero, vivir así debe ser duro para él.
- Creo que tienes razón, para un guerrero como el pilar de la llama, lo mejor hubiese sido morir con honor en combate que vivir miserablemente.
- Si, ¿Crees que ese demonio que lo salvo si quiera lo consideró?
- ¡Qué va! Es un demonio, claramente no sabe nada sobre honor y orgullo.
- ¡Si verdad!
Los cazadores se comenzaron a ir mientras yo bajaba la cabeza, ¿Así es cómo piensan los cazadores? ¿Debí dejar morir a Rengoku? Lo que hice ¿Era lo correcto?
- ¿Tsutako san?
Pude escuchar la voz de Kanae a mi espalda, pero no me giré a verla.
- Kanae san, quiero que me contestes por favor ¿Lo que hice era lo correcto?
- ¿Lo que hiciste?
Me giré para observar a los ojos a Kanae.
- El haber salvado a Rengoku ¿Era lo correcto?
- Por supuesto que sí, ¿Por qué estas dudando?
- ¿Qué pasará con él, seguirá siendo cazador?
- ¿Tsutako...?
- Perdió un ojo ¿No es así? Internamente está muy lastimado y es posible que viva dependiendo de un bastón para caminar ¿Es correcto?
- ¿Qui...Quién te dijo eso?
- ¿Es correcto?
Repetí mi pregunta para evitar que Kanae la vuelva a evadir, al verla tan fijamente, ella al final suspiro.
- Estas en lo correcto.
Al escuchar eso, baje la mirada al suelo y me sentía fatal por Rengoku.
- Vuelvo a preguntar ¿Lo que hice era lo correcto?
- Si – Kanae me levanta el rostro con su mano derecha – En este lugar luchamos para mantener con vida a nuestros pacientes, por lo que salvar a una persona siempre es lo correcto.
- Esa es la opinión de Kanae, la médica. Ahora quiero escuchar la opinión de Kanae, la cazadora de demonios.
Ahora fue Kanae la que me apartó la mirada. Después de un corto periodo de tiempo en silencio, ella me respondió.
- Yo siempre protegeré a mis seres queridos y a los débiles de los demonios. Si mis hermanas estuvieran en peligro o cualquiera de las niñas que viven aquí lo están, con gusto daría mi vida para salvarlas.
Creo entender la respuesta de Kanae. Lentamente me separé de ella y me estaba yendo por el lado contrario de donde me dirigía originalmente.
- ¿Tsutako san?
- Regresaré a la finca de mi hermano.
- ¿Y Giyuu san, no lo vas a ir a saludar?
- Salúdamelo de mi parte por favor.
- Pero...
- Necesito estar sola.
Con eso ultimo me retiré de la finca, ya no me detuve a pesar de que Kanae me estaba llamando. Al salir, unas pequeñas gotas empezaron a caer, señal de que iba a llover. Si corría hacia la finca quizás le gane a la lluvia, pero no tenía ánimos de hacerlo.
La lluvia se desató a mitad del camino y yo caminaba sin ganas, no me importaba tener toda mi ropa mojada o que mi calzado se llenara de lodo. Solo caminaba con la mirada hacia el suelo.
En una parte del camino, me detuve para mirar hacia el cielo y sentir la fuerte sensación del agua chocando con mi rostro, el agua de la lluvia era fría, pero estaba mezclada con otro tipo de agua que era más cálida.
*Snif*
Después de quedarme parada por un momento, reanudé mi marcha y en cuanto llegué a la finca, antes de entrar me quité mi calzado y mi ropa, solo me quedé con mi Hadajuban. Caminé hacia mi habitación y me acosté en mi futón para volver a llorar.
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