Desde que Nezuko accedió a enseñarme a cambiar de tamaño, ella se quedó en la finca de mi hermano mientras "me entrenaba". Tanjiro accedió a que nosotros la cuidáramos mientras él regresaba a su entrenamiento de recuperación en la finca mariposa.

Al principio Tanjiro no estaba del todo convencido, le prometí que la cuidaría, pero ese no era el problema, él pensaba que Nezuko nos traería problemas por lo infantil que puede llegar a ser. Ese comentario hizo enojar a Nezuko aquel día, porque infló sus cachetes y ya no le dirigió la mirada a su hermano.

Eso fue hace cuatro días, después de eso, el primer día de entrenamiento fue un poco difícil de entender, Nezuko seguía con su monosílabo por lo cual se me dificultaba mucho seguir el entrenamiento.

Además, Nezuko resultó ser una maestra demasiado exigente, cuando no lograba cambiar de tamaño, ella con su monosílabo me regañaba.

Decidí quitarle el bambú para ver si así podía hablar correctamente, pero me di cuenta de que ese "Uhm" era todo su vocabulario, por lo que mientras descansábamos del entrenamiento yo le enseñaba algunas palabras.

Durante esos momentos me sentía como una madre enseñándole a hablar a su hija, me pregunto, si no hubiera pasado lo de esa noche ¿Ahora yo tendría a mis propios hijos y les estaría enseñando de la misma manera como lo hago con Nezuko?

Como me hubiese encantado que esa fuera mi vida ahora mismo, me hubiese encantado tener una linda hija a mi lado, si la tuviera ¿Cómo la habría llamado?

"Tsunami"

Si, Tsunami, me encanta ese nombre.

Pero las cosas no son así, ese sueño se me fue arrebatado por un demonio, un demonio que quiero encontrar a como dé lugar. Le había dicho a mi hermano que no era por venganza, pero parte de mí si la quiere.

Al segundo día estábamos practicando en nuestra habitación, Giyuu nos acondicionó el cuarto más oscuro para nosotras, pero en cuanto Nezuko regrese con su hermano, este lugar se convertirá en mi recamara.

Nada extraordinario pasaba en ese día, hasta que la puerta principal fue abierta abruptamente y alguien gritaba por Nezuko.

- ¡Nezuko chan! ¡¿Estás aquí?! ¡No te preocupes, yo te salvaré!

Ambas volteamos al escuchar esos gritos.

- ¿Uhm?

Nezuko se levantó de su lugar y salió de la habitación.

- ¡Ahí estas Nezuko chan! ¡¿Ese desgraciado de Tomioka no te hizo nada?! ¡¿Te encuentras bien?!

- S-sí.

- ¡HYAAAA! ¡NEZUKO CHAN HABLÓ!

Vaya, no sé quién sea, pero es un poco escandaloso, además solo he podido hacer que Nezuko diga unas pocas palabras, no es para tanto.

Decidí asomarme por la puerta y pude ver al causante de todo este alboroto, es un joven de cabello amarillo y tiene puesta una especie de pijama de un color muy claro. En cuanto cruce miradas con este joven, su rostro se enrojeció.

- ¡HYAAA! ¡Un demonio, pero es una hermosura! ¡CASATE CONMIGO!

- ¿Eh?

- ¡Mi nombre es Agatsuma Zenitsu y pronto moriré! ¡Por eso cásate conmigo por favor!

- Este yo...

- AGATSUMA...

La voz fría de mi hermano hizo que todos dirigiéramos nuestras miradas hacia él, su rostro daba miedo, mucho miedo.

- ¡Hiii! ¡Tomioka! ¡¿Cómo te atreves a secuestrar a dos hermosas damas?! ¡Eres un dege...!

Mi hermano no lo dejó terminar, porque le dio un fuerte golpe en la cabeza al pobre muchacho, dejándolo inconsciente en el acto. Después sacó una cuerda de su haori y lo ató de pies y manos, para finalmente llevárselo como si fuera un cazador con su presa de vuelta a la finca mariposa.

- Qué curioso chico – Dije.

- S-sí.

En cuanto la finca del agua se quedó en silencio, me dirigí hacia Nezuko.

- ¿Continuamos?

- S-sí.

Ambas regresamos a nuestra habitación y continuamos con el entrenamiento.

En el tercer día, ambas seguíamos con el entrenamiento, hasta que la puerta principal fue abierta abruptamente y alguien gritaba por Giyuu.

- ¡Haori mitad y mitad, sal y pelea conmigo!

Ambas volteamos al escuchar esos gritos.

- ¿Y ahora quién es? – Me pregunté.

- ¡J-jefe!

Nezuko se levantó y rápidamente salió al pasillo, yo la seguí y pude ver como se acercaba a un chico con el mismo pijama de Agatsuma y con una máscara de jabalí puesta en su cabeza.

- ¡J-jefe!

- Oh secuaz ¿Con qué aquí estabas? Ten, te traje esto.

Este chico le extiende la mano y en ella pudimos ver unas bellotas. Nezuko las tomó y empezó a sonreír.

- ¿Uh?

Puedo sentir la mirada del chico jabalí en mi persona, por lo que trate de sonreír para presentarme con él, ya que parece que es amigo de Nezuko.

- Mucho gusto, mi nombre es Tomioka Tsutako, es un placer conocerte.

- ¡Oh! Eres la hermana del haori mitad y mitad, Gonpachiro nos habló de eso.

¿Quién es Gonpachiro?

- ¿Haori mitad y mitad? ¿Te refieres a Giyuu?

- ¡Pelea conmigo!

- ¿Eh?

- Eres su hermana, eres demonio, por lo que debes ser muy fuerte ¡Pelea conmigo!

- Pero...

- HASHIBIRA...

La voz fría de mi hermano hizo que todos dirigiéramos nuestras miradas hacia él, nuevamente su rostro daba miedo, mucho miedo.

- ¡Ahí estas haori mitad y mitad! ¡Los dos peleen conmigo!

- Pero eso sería hacer trampa, seriamos dos contra uno – Le dije.

- Eso no importa, porque yo soy Hashibira Inosuke, el rey de la montaña, yo solo puedo...

Mi hermano no lo dejó terminar, porque también le dio un fuerte golpe en la cabeza al pobre Hashibira, dejándolo inconsciente en el acto. Después, nuevamente sacó una cuerda de su haori y lo ató de pies y manos, para finalmente llevárselo como si fuera un cerdo recién cazado de vuelta a la finca mariposa.

Esto parece un Déjà vu.

- Que agradable sujeto – Dije.

- S-sí, es j-jefe.

Cuando el silencio volvió a la finca del agua, Nezuko y yo reanudamos con nuestro entrenamiento.

En el cuarto día no paso nada fuera de lo normal, por alguna razón no volvimos a tener visitas inesperadas lo que nos dejó todo el día para entrenar y practicar vocabulario. Solo tuvimos la visita de Tanjiro que mi hermano me informó con anticipación.

Fue en ese día en el que mi hermano me contó sobre las dos personas que entraron de improvisto los días anteriores, sus nombres son Agatsuma Zenitsu y Hashibira Inosuke, ambos grandes amigos de Tanjiro.

También aprovechó para presentarme a su fiel compañero Kanzaburo, debo decir que al principio me sorprendí nuevamente de que un cuervo hablara, pero al escuchar cómo se refería a Giyuu me dio mucha ternura, ya que más que compañero, parece un padre.

Otra cosa que me informó mi hermano fue que le solicitó a su maestro una nueva caja como la de Nezuko, esto para que yo pudiera acompañarlo en cuanto terminé con mi entrenamiento.

Por último, Tanjiro nos confesó de que estaba en contacto con un demonio, su nombre es Tamayo y nos pidió la mayor discreción posible, ya que no se lo ha dicho a nadie.

Me alegra saber que existan más demonios que quieren vivir en paz con los humanos y me sorprendió mucho la noticia de que Tamayo está trabajando en una cura para Nezuko. En cuanto mi hermano escuchó eso, le pidió a Tanjiro su ubicación para poder hablar con ella, pero lamentablemente ni Tanjiro sabe dónde se encuentra.

La única forma que tiene Tanjiro de comunicarse con ella es por medio de cartas que las envía con ayuda de un gato, cuando dijo eso me confundí un poco. Tanjiro nos pidió de favor papel, pincel y tinta para escribirle una carta a Tamayo.

Tanjiro no fue el único en escribir una carta, mi hermano también lo hizo y al terminarla, se la entregó a Tanjiro. Al tener ambas cartas en su poder, Tanjiro se acercó a mí.

- Tsutako san, necesitaré un poco de su sangre para poder enviarle la carta a Tamayo san.

- Si – Le respondí, pero no sabía para que necesitaba mi sangre – No hay problema.

Tanjro saco de entre sus ropas una especie de jeringa y me extrajo una pequeña cantidad de mi sangre.

- ¿Y ahora?

- Miau

En cuanto pregunté, un maullido de gato se escuchó y debajo de todos nosotros apareció de la nada un hermoso gato tricolor con una bolsa en su lomo y una especie de talismán en su área pectoral.

- Ah Chachamaru, puedes llevarle esto a Tamayo san por favor.

El felino solo asintió mientras Tanjiro guardaba la jeringa con mi sangre y las cartas dentro de la bolsa. Después de eso, el gato volvió a maullar y desapareció de nuestra vista. Aún sigue habiendo cosas que me sorprenden de este mundo, no me extrañaría que también existan ratones que ayuden a los cazadores.

Al día siguiente, los frutos de mi entrenamiento especial con Nezuko por fin dieron resultados, estando con Giyuu y Nezuko finalmente pude cambiar de tamaño, me encogí tanto que ahora parezco una niña de 5 años, por lo que las ropas me quedan demasiado holgadas.

- ¿Nee san?

Giyuu me mira de forma expectante, mientras que Nezuko solo me aplaude mientras sonríe y sus ojos brillaban.

- ¿Cómo te sientes, nee san?

- Bien, aunque me cuesta moverme. ¡Kya!

Por lo holgado de mi ropa, tropecé con ella por lo que me fui de cara al suelo.

- B-bien, b-bien.

Nezuko también se hizo pequeña y me comenzó a dar palmaditas en la cabeza.

- Muchas gracias Nezuko chan, digo, Nezuko sensei.

- ¡Uhm!

Al parecer a Nezuko le gustó la forma en la que la llamé, porque puso sus manos en su cintura e infló su pecho, como si estuviera orgullosa.

- Sigue practicando nee san y pronto me podrás acompañar.

- Si, lo haré – Dije con determinación mientras apretaba mis puños.

Los tres nos quedamos en un cómodo silencio hasta que alguien lo rompió de improviso.

- Ara ara Giyuu san, que agradables niñas tienes aquí, acaso ¿Me fuiste infiel?

Kanae había aparecido de la nada y tiene un rostro relajado acompañado de una gran sonrisa.

- ¿Eh, infiel? – Giyuu parecía confundido.

- Es una bromita Giyuu san, no te lo tomes tan apecho.

Kanae se acercó a nosotros y se arrodilló para estar a mi altura.

- Buenas tardes Tsutako san, ¿O debería llamarte Tsutako chan?

- Buenas tardes Kanae san, no te escuché entrar.

- Estuve tocando varias veces la puerta, pero nadie salió a abrirme.

- ¿Y esa es razón para entrar en casa ajena? – Pregunta Giyuu.

- Ara ara.

Kanae solo se reía mientras cubría su boca con su mano, pero creo que nos acaba de mentir, porque ahora que soy un demonio mis sentidos se agudizaron y jamás escuché que tocara la puerta.

¡Esperen! ¿Acaso... acaso a Kanae ...?

- Entonces ¿Es verdad que acompañaras a Giyuu san a sus misiones? – Me pregunta Kanae.

- Si – Le respondí.

- ¿No te gustaría quedarte en mi finca cuando Giyuu san tenga que salir?

- Agradezco la oferta Kanae san, pero quiero salir para buscar a un demonio en particular.

- Déjame adivinar, a Douma ¿Verdad?

- Si. Y lo voy a encontrar.

- Lo vamos a encontrar.

¿Eh?

- Kanae san, ¿Tú también?

- Si, yo también quiero buscarlo, así que cuenten conmigo por favor.

Kanae nos miraba a los tres con determinación y yo solo asentí a su petición.