OneShot
Un cielo forrado de nubes arropaba aquella ciudad donde habitaba, era obvio en el ambiente que pronto llovería y tampoco tardó mucho en caer el diluvio provocando una pequeña sonrisa en los labios del joven protagonista.
Bien era el segundo americano que ordenaba ese joven rubio, sentado en una mesa para dos cerca de la ventana de un bistró poco concurrido en aquella calle. Había sido una tormentosa mañana en el trabajo, por esto decidió tomarse un tiempo en la tarde para descansar y no pensar en el estrés de su día a día. Desde que había comenzado a trabajar en aquella empresa hacía un rato que no se dedicaba un instante para sí mismo y esto llegaba a frustrarlo, hasta su vida se había convertido en una total rutina; todo en sus momentos se resumía en levantarse temprano para ir al trabajo, transcurriendo sus horas en este hasta muy tarde, utilizando el poco tiempo en casa para dormir para el día siguiente.
Extrañaba pasar ratos con su familia y salir con sus amigos. Sus amigos, esos viernes de paseos y sábados de reuniones en casa le hacían mucha falta para agregar algo diferente en su estricta rutina. En ese momento tampoco mantenía una relación amorosa, no porque no quisiera o porque no tuviera pretendientes, era que su tiempo no rendía y su mente tampoco.
Fuera de sus pensamientos disfrutaba mucho de aquel acontecimiento natural que sucedía en ese instante y sobre todo mientras se deleitaba con una bebida caliente. Observó como las personas que pasaban por la calle se colocaban bajo los techos más cercanos o corrían a toda prisa para no empaparse completamente con la lluvia, entre ellas sólo detalló un poco a una figura que no corría pero caminaba deprisa para entrar en el establecimiento en el cual se encontraba. Era un chico, joven, guapo, no pasaría de los veinticinco años de edad; poseía labios finos, cabello castaño, ojos pequeños y brillantes, piel tersa, con un tierno estilo y dulce a la vista. KiBum observó a ese joven insolentemente por un rato, hasta percatarse de que era demasiado obvio y con un fuerte sonrojo en sus mejillas desvió la mirada.
El ruborizado rubio centro su mirada en su café y en la vista que se encontraba fuera de la ventana sonriendo lentamente, disfrutando de la música lenta que tenía de fondo el bistró, entrando en sus pensamientos sintiendo algo de nostalgia al pensar en sus seres amados con los que echaba de menos compartir ratos.
-Me agrada este ambiente, siempre me ha gustado la lluvia. –Escuchó una voz suave que le hizo subir la mirada algo sorprendido, era el joven apuesto que ahora se encontraba sentado en la mesa de enfrente, dando su vista justo delante de KiBum.
Lo observó por un momento como intentando asimilar sus palabras, para luego sólo asentir lentamente con la cabeza y sonreír con suavidad- Sí, me simpatizan los días algo nublados y lluviosos. -Mencionó lentamente dando un pequeño sorbo a su taza de café, obteniendo una dulce sonrisa como respuesta por parte del contrario, observando cómo este levanta un poco su taza en señal de salud para luego beber un sorbo de igual manera.
-¿Espera a alguien? –Se atrevió a preguntar el castaño sin dejar de observar al peculiar protagonista en ningún momento, le sorprendía como no le apenaba hablar de la nada con un extraño.- ¿Un duro día?
-Pues no, no espero a nadie en realidad. –Respondió al momento, sintiéndose algo intimidado debido a la fija mirada del chico sonriendo un poco, más para sí mismo intentando relajarse.- Y sí, ha estado algo fuerte. Sólo quería tomar un pequeño descanso para nuevamente volver al caos que es mi oficina. –Respondió con un gran toque de sarcasmo mientras se encogía de hombros, obteniendo otra tierna sonrisa por parte del contrario de la otra mesa. Tomó un poco de impulso y sin saber por qué se atrevió a preguntar señalando la silla que tenía enfrente.- ¿Quiere sentarse aquí o espera a alguien?
-Yo tampoco espero a alguien y sí, eso me gustaría. –Escuchó decir a aquel chico que se le levantaba de su mesa para mudarse velozmente, junto a todas sus cosas, a donde se encontraba el rubio de ojos felinos.- Mi nombre es Lee JinKi, mucho gusto. –Se presentó a medida que se sentaba en la silla disponible, escuchando como el chico mencionaba después- Un placer, soy Kim KiBum. -Asintiendo con la cabeza guardando aquel nombre en su banco de memoria.- KiBum, ¿le gustaría hacer un juego conmigo?
Algo intrigado por esa pregunta el protagonista ladeó un poco la cabeza dudoso por aquello pregunta, asintió un poco con la misma después.- ¿Qué clase de juego te gustaría jugar? –Interrogó deseando saber más para estar "preparado".
-Pues verá, juguemos a ser quien no somos. –Mencionó observando aun la expresión de duda que mantenía el rubio, sonriendo algo divertido.- Inventemos trabajos y vidas que no tenemos, realicemos cómo una escena, ¿le parece? –Preguntó dulce obteniendo un afirmativo por parte del paralelo por el solo hecho de ser tan adorable.- Lo que sucede es que yo soy escritor y de vez en cuando me gusta conocer a personas diferentes, como tú, para así tener algo de inspiración para nuevos artículos o escritos.
-¿En serio? –Preguntó con algo de interés mientras se acomoda en su asiento.- Pues, yo soy director de fotografía, creo que me gusta ver la vida desde diferentes ángulos. –Mencionó tranquilo el chico tomando otro sorbo de su americano.-
-¡Oh! ¿Y es duro su trabajo, Sr. Kim? –Preguntó el escritor como si se tratase de una entrevista, observando aquellos alargados ojos con una suave sonrisa a medida que se perdía en una ligera sonrisa pícara de los delgados labios del contrario.
-Pues no mucho, de cierta manera se parece al suyo. Mi trabajo consiste en contar una historia con un simple clic, que a través de cómo se prepara la escena se pueda transmitir un fuerte mensaje. –Comentó algo poético ensanchando un tanto más su sonrisa hasta mostrar un poco sus dientes.- Lo más duro a veces es viajar tanto, pero las experiencias son inolvidables. He viajado por diferentes partes del mundo los últimos años; USA, Australia, China, Japón, parte de Europa, justo acabo de volver de Londres, pero decidí quedarme en Corea un tiempo para reconectarme con las hermosas vistas de Seúl. –Agregó sonriendo suave acordándose de algunos países que había visitado, dudando si estaba llevando bien aquel juego.
-¡Que increíble!, siempre me llamó la atención la fotografía pero nunca hice estudios ni nada, me interesó más el lado de la literatura. –Señaló a medida que daba un sorbo a lo que parecía ser un cappuccino para luego volver a hablar.- Me agrada el hecho de que haya viajado tanto, le da mucha apertura en el campo de la fotografía. Yo quisiera viajar más, realmente lo he hecho muy poco pero creo que me tomaré uno año sabático para conocer diferentes lugares, mi última salida del país fue hace poco a Tailandia y me dejó con ganas de conocer más culturas para escribir de ellas en mis artículos. –Confesó encogiéndose un poco de hombros a medida que jugaba un poco con su índice y la taza que tenía enfrente suyo, le estaba gustando mucho aquel juego, estaba impresionado de que el chico lo captara tan rápido.- A veces es difícil escribir sobre lugares o personas que jamás has visto, nada se compara con conocerlos y sentir la inspiración que te invade.
El tiempo transcurría y ambos tan sólo reían con esa entretenida conversación. KiBum no entendía cómo, pero aquel chico era esa chispa de entremetimiento que le faltaba a su vida; joven, lindo, creativo y con una sincera sonrisa. Si alguien más hubiera estado en ese establecimiento creería que ellos estaban coqueteando o tal vez en una cita, pero tan sólo era una simple y entretenida conversación de dos extraños cruzados curiosamente por el destino, regalándoles un día diferente.
-Y dígame Sr. Lee, ¿está trabajando en algo ahora? –Preguntó un mucho más confiado KiBum.
-Pues, ahora estoy escribiendo una columna que tengo semanalmente en el periódico en el cual trabajo y aparte busco ideas para comenzar a escribir mi primer libro. –Mencionó a medida que tomaba el último sorbo de café que quedaba en su taza.- Me gustaría que fuera algo al estilo de Sex and the City pero reflejado en Corea; el sexo, las relaciones, las situaciones que vivimos a los veintes y las personas interesante que hacen tan única a esta ciudad.
-¡Oh! Entonces, ¿yo estaré en su libro? –Preguntó un poco atrevido, apoyando sus codos en la mesa mientras entrelazaba los dedos de sus propias manos, después de escuchar al contrario.- Yo soy una persona interesante en esta ciudad. –Bromeó divertido sonriendo ladino sin dejar de observar al castaño ahora fijamente a los ojos.
-Pues, sin duda debo escribir por lo menos algunas páginas sobre usted y las personas que podemos conocer en un día común haciéndolo especial. –Dijo manteniendo la mirada del director fotográfico sonriendo suave para después de unos segundos soltar una divertida risa los dos al mismo tiempo.- KiBum, si pudieras tomar una fotografía de estos momentos ¿qué momento captarías?
El rubio se mantuvo en silencio un instante pensando en un buen mensaje, desviando la mirada para así pasearla por el establecimiento observando al castaño repentinamente después de un rato sintiendo un ardor en sus mejillas.- Me gustaría un momento en el que estuviéramos sonriendo espontáneamente jugando con nuestras tazas. –Respondió haciendo que su contrario le regalara una de esas hermosas curvaturas en sus labios para así continuar conversando.
Las risas eran sinceras y espontaneas, aquel juego llevaba más de una hora sin percatarse de ello. KiBum estaba terminando su tercer americano mientras JinKi llevaba a medias su segundo cappuccino, divisando a través de la ventana como la lluvia había cesado un poco pero las nubes aun mantenían le cielo cerrando. El rubio levantó la mirada fijando esta en el reloj de pared que estaba al fondo del bistró, notando que ya era muy tarde para volver al trabajo comenzando a alarmarse, terminó de un sorbo lo que quedaba en su taza para así levantarse repentinamente de su silla.
-JinKi, lo siento pero debo irme, es muy tarde y debo hacer una sesión de fotos justo ahora. –Mencionó tomando su bolso para colocárselo de lado ante la sorprendida mirada de su compañero, sacando su billetera para tomar unos billetes dejándolos en la mesa suficiente para pagar sus cafés.- Espero que podamos cruzarnos pronto y seguir hablando. –Sugirió mientras caminaba a la puerta principal para sonreírle por última vez y mencionar.- Estaré al pendiente de tu columna para ver si escribes de mi.
-Está bien, espero verte pronto. Un placer. –Dijo por último sonriendo tontamente a medida que sigue al chico rubio con la mirada hasta que se perdía en el camino de la calle caminando a toda prisa lejos de ahí.-
De camino a su trabajo la mente de KiBum no dejaba de maquinar aquellas dos horas que habían transcurrido al estar al lado de Lee JinKi. Ese chico había sido lo que su vida tanto pedía a gritos, algo atrevido y original pero sin dejar de ser dulce y amigable. Era tan extraño es como si creyera saber mucho de él y luego recordaba aquel juego dándose cuenta que no sabía nada del joven castaño, ni siquiera si su nombre era real.
Después de unas cuantas calles y unos cuantos suspiros de frustración el rubio llegó por fin a su edificio de trabajo sintiéndose algo derrotado. Actualmente se encontraba laborando en una empresa de asesoramiento de imagen y diseño de modas; a pesar de que era cansado amaba aquel trabajo, lo identificaba a la perfección y con su buen gusto se le hacían muy fáciles sus responsabilidades. A su corta edad, su mejor amigo y él habían sido nombrados los directores de la sección adulto joven; que era dedicado a personas de veinte a treinta años, lo cual era un reto pero al estar juntos resultaba mucho más cómodo.
-Has llegado muy tarde y se me hace difícil cubrirte tanto tiempo, KiBum. –Le habló una voz algo seria proveniente de un chico que caminaba detrás suyo, guiándolo al ascensor para que subieran juntos.
El felino se volteó quedando frente a frente con un joven con rostro aniñado y cabello negro casi azabache que lo intentaba mirar con expresión desafiante cruzándose de brazos.- Perdón, TaeMin. Pero es que en serio necesitaba salir, si no me caería del sueño. –Se excusó rápidamente intentando hacer una expresión inocente estirando un poco sus labio con en un puchero causando una animada risa en el pelinegro.
-Está bien, pero no me dejes sólo tanto tiempo. Aparte ahora tenemos una reunión con los nuevos publicistas de nuestra línea y tú no llegabas. –Terminó de decir con un deje de preocupación mientras las puertas del ascensor se abrían y ambos bajaban rápidamente, caminando juntos por los pasillos riendo al contarse algunos hechos en los ratos que no estuvieron unidos, como de costumbre.- ¿Entonces hablaste dos horas con un extraño del cual no sabes nada pero sientes que te atrae? –Preguntó el más alto a medida que llegaban a la puerta de la sala de conferencias para entrar juntos comenzando a ordenar todo para la muestra.
-Es que fue una especie de juego y no sé si me atrae, no digas eso. –Dijo algo serio pero a la vez dudoso de sus palabras ayudando a su compañero con los preparativos.- Se llama Lee JinKi y tiene una sonrisa muy hermosa. –Ríe suave acompañado de TaeMin a medida que terminaban de arreglar los aparatos, diseños y telas para la muestra.- Aunque no sé si ese es su nombre real.Al estar todo listo sintieron como alguien tocó a la puerta, abriéndola luego de esto, se trataba de la recepcionista la cual iba acompaña de dos jóvenes; uno era alto, con cabello oscuro y porte varonil, mientras el otro más bajo, castaño y con una dulce sonrisa. Los dejó pasar para luego presentarlos rápidamente.- Buenas tardes directores, ellos son Choi MinHo y Lee JinKi de la empresa publicitaria de Seúl, vinieron para la muestra. –Mencionó indicando a cada joven al decir su nombre para luego voltear a donde estaban los diseñadores señalándolos.- Y señores, ellos son Lee TaeMin y Kim KiBum, nuestros directores de la sección adulto joven. –Terminó de decir para luego hacer una pequeña venia para retirarse de la sala, cerrando la puerta.
-Bueno, pasen adelante y siéntense. –Mencionó rápidamente el diseñador pelinegro con una dulce sonrisa en su rostro para caminar a las sillas de la punta de la mesa, cerca de donde se proyectaría la presentación, el más alto de todos lo siguió para buscar un buen lugar.
Ahí estaban frente a frente los dos extraños sonriéndose algo victoriosos de poder volver a encontrarse. El supuesto escritor resultó ser el nuevo publicista que promocionaría su marca, increíble pero ahí estaban.
-Pase adelante Sr. Escritor. –Bromeó KiBum divertido indicándole que elija un lugar de su preferencia para sentarse.- Después de usted Sr. Fotógrafo. –Escuchó decir del contrario sonriendo divertido para caminar juntos hasta donde estaban los otros dos para comenzar su reunión.
La reunión transcurrió con naturalidad, como era de esperarse. Los gerentes dieron muestra de su nueva línea y como deseaban que fueran las promociones de esta, la dirección de fotografía, entre otras cosas que tenían en mente. Después haber concluido su parte y los publicistas tomaron notas suficientes, para luego exponer de igual manera algunos ideales y aspiraciones para dar a conocer la línea de mejor manera. Decidieron programar una cita en dos semanas para así tener un slogan y planes concretos a partir de ese encuentro.
-Pues ha sido un placer conocerlos, espero que en dos semanas nos sorprendan. –Mencionó el gerente pelinegro sonriendo de manera amable a sus invitados.
-Creo que les tendremos buenas propuestas, mi compañero y yo tomamos las notas necesarias y ya tenemos algunas ideas muy buenas para presentárselas. –Comentó el más alto de todos, MinHo, mostrando una varonil sonrisa mientras no dejaba de mirar aquel diseñador haciendo que este sonriera más amplio.
KiBum no podía evitar sonrojarse un tanto debido a la mirada constante de su recién conocido escritor, a pesar de tener pequeños ojos debía admitir que JinKi poseía una mirada penetrante pero nada incomoda, en realidad.
TaeMin guió a sus invitados hasta la puerta para así despedirse de estos de forma educada, saliendo de la sala acompañado de MinHo, para así permitirle a su amigo más tiempo a solas con el chico del cual hablaban horas antes.
-Entonces, ¿usted es publicista? –Se atrevió a preguntar primero el rubio sonriendo felino al contrario obteniendo una risa divertida por parte de su contrario, argumentando finalmente.- Ya veo de donde venía ese juego tan creativo.
-Gracias y sí, soy publicista. –Mencionó aun sonriendo divertido por haberse vuelto a encontrar con el inconfundible rubio de aquella forma.- Puedo notar que usted es diseñador y asesor de moda, debí darme cuenta por su manera ser. –Agregó sacando del bolsillo trasero de su pantalón una pequeña tarjeta de presentación entregándosela al contrario.- Espero que me llames, si tiene alguna idea para la promoción de la línea o si desea tomar un café nuevamente, estoy abierto a cualquier oferta. –Terminó de decir de manera tranquila observando cómo su paralelo toma el pequeño pliego para leerlo detenidamente mientras asentía con la cabeza como una afirmación a su propuesta.
Luego de hablar el castaño se acercó a KiBum con algo de nerviosismo depositando un roce de labios con su mejilla para así hacer una venia y retirarse de la sala, subiendo al ascensor con su compañero e irse.
Un confundido joven se quedó en esa sala por un momento, acercándose a la ventana para ver como su escritor tomaba un taxi con su colega para irse a su trabajo seguramente. Sonrió tontamente a través del vidrio deseando que lo pudiera observar desde ahí mientras apretaba fuerte su tarjeta. Jamás creyó que ese día de lluvia sería tan brillante.
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