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Una vez pierdo de vista a los otros tres aliens, me fui en dirección del pasillo contrario para irme por esa puerta. Estando frente a la misma, se abre de repente y por escasos instantes me paralizé del susto, para luego encontrarme con la familiar cara del doctor de la nave.

一Oh, ¿ibas a algún sitio?一enarca una ceja y su sonrisa delata su humor.

一Yo, no...一me quedé sin palabras.

一No conoces este lugar, ni siquiera ibas a poder abrir la puerta一para hacer énfasis en su punto, la puerta se cierra una vez él termina de entrar一. Que por cierto, supongo que no te has enterado: estamos en Saturno.

一¡Qué!

一Silencio一a la velocidad de la luz, su mano ha cubierto mi boca y se ve ligeramente asustado一. Sé que es pronto pero vamos, ¿qué más te podrías esperar de tener un alma gemela fuera del planeta Tierra?

一Esto es mucho一aunque lo diga de esa forma, igual no puedo evitar que el desconcierto irrumpiera desde mis nervios hasta la parte más fácil de alterar de mis instintos.

一Ven, tengo lo que necesitas.

Me contuve de cuestionarlo porque igual, sigo estando sin creer lo que ha dicho. Estoy en un planeta totalmente diferente, a quién sabe cuántos años luz del planeta Tierra 一y esa medida que de por sí rebasa toda comprensión del ser humano promedio一 rodeada de seres que sólo aparecerían en una película de ciencia ficción. ¿Se empieza a comprender la gravedad del asunto? Es peor que viajar a un país cuyo idioma no conoces y te las tienes que apañar sola. Así de peor se siente, al menos para mí.

一Así como Felix y Jeongin tuvieron que ingerir un regulador al entrar a la atmósfera del planeta Tierra, a ti te toca un para este一estábamos ahora dentro del cuarto donde desperté. Woojin saca algo que parecen una especie de píldoras con un color exótico一. Una vez salgas de esta instalación estarás expuesta a enfermedades que en la Tierra no hay; por lo tanto, tu sistema inmunológico, no está acostumbrado a ellos.

Woojin es muy gentil y paciente a la hora de explicarme por qué es crucial que esas píldoras entren en mi organismo. En un principio sospeché porque esos colores no me inspiraban mucha confianza, pero al final de todo decidí confiar en él. Si Felix asegura que es tan buena "gente", entonces solo por eso cederé.

一¿No me trajiste algo para tragármelas?

Por alguna razón, eso parece causarle gracia. 一Engulle así no más.

Tengo problemas para tragar cosas muy grandes y esto se ve como que las voy a vomitar si no tengo aunque sea agua para bajarlas.

一Mi estómago se siente algo raro, creo que me las tomaré más tarde.

一No salgas sin antes tomarlas一me da una precaución más antes de retirarse一. Felix no tardará en venir aquí por si tienes más preguntas.

一Me voy aburrir de estar aquí sentada haciendo nada一me quejé, indirectamente suplicándole que me deje salir a donde sea que él vaya.

一No me molestaría, pero el líder comandante no te conoce todavía. Sería mejor avisar antes de que te vea一ahora Woojin se torna más serio, risas ausentes一. Sigue indicaciones si quieres salir de aquí con vida.

Carajo, no tenía que recordarme que soy una infiltrada. No solo porque "sea humana", sino más bien porque soy de la especie cuyo planeta está en guerra ahora mismo. No tengo ni la mínima noción de cómo usar bien esas habilidades que tengo y las dos veces anteriores salieron esporádicamente. Me muero o me muero.

一Por cierto一miré hacia mis pies, evitando el contacto visual con el doctor一. Dile a Felix que se apure.

Solté un largo suspiro cuando la puerta se cerró y me enfrenté ante la espaciosa pero aburrida habitación que me rodeaba. Esta soledad es la única compañía que tendré por quién sabe cuánto. No hay relojes ni nada.

En cierto punto de estar merodeando por la habitación sin hacer nada me aburrí hasta tal punto de que-seh, me eché a dormir de nuevo. No había muchas cosas entretenidas que hacer. No exagero cuando digo que más interesante estaba un examen de trigonometría que estar aquí encerrada.

Estaba soñando....algo, no estoy muy segura de lo que era. Pero mi cuerpo se sentía cálido, protegido y excepcionalmente placentero. En un intermedio de tambalear entre la fina línea que es estar despierto y soñando, sentí la cama hundirse detrás de mí y unos brazos consabidos.

一Felix一musité, desprendiéndome con agresividad de ese estado de inconsciencia.

一¿Te desperté?一sus labios están presionados contra mi nuca y los movimientos me causan un cosquilleo tenue. Oh, con que de ahí era que venía ese calor. Su pecho está presionado firmemente contra mi espalda y sus pies inducen un juguetón cosquilleo al rozar contra los míos.

一¿Dónde estabas?一me froté el párpado derecho y me voltee para verlo.

一Una reunión muy exigente. Estoy exhausto. Chan ya sabe de ti, pero tendremos que fingir que eres muda.

El haberme despertado hace poco no me permite procesar lo que me ha dicho y lo pasé por alto, sin ganas energías de interrogarlo. Lidiaré con ello en la mañana.

一Felix, bésame.

No sé de dónde nació este deseo por poder sentirlo a él, pasar mis manos por su piel y regocijarme del cariño que emana de algo tan sencillo como su mirada cada vez que las conectamos.

El cachete de Felix está ardiendo cuando él toma mi muñeca y posiciona mi mano ahí. No se niega, no se aleja, aunque se está tomando su tiempo en ceder a mi pedido. Empiezo a dudar de mí y de por qué le pedí eso.

El primer toque suave lo experimentan mis mejillas que están igual de acaloradas que las de él, siento la necesidad de patear las sábanas para refrescarnos. Ni eso me permite hacer, pues se ha tomado la libertad de acorralar mis piernas al posar la suya sobre estas.

Sin antes avisar, las caricias se transforman menos suaves y cuidadosas, casi salto de la cama cuando me besa en el cuello, cerca de la mandíbula, conteniendome cuando los besos ahora son mordisqueos suaves que se dan el placer de alargarse durante el maldito tiempo que él desee.

一¿Impaciente?一se mofa, por fin separándose de mí, permiténdome respirar一He querido hacer esto desde día uno, conformándome con anhelar a que me quieras por quién y cómo soy. Te tomó tu tiempo, ahora es mi turno.

一Tú también te debiste tomar tu tiempo luego de conocerme一admití, levemente ignorando que Felix se ha sentado, su espalda contra el respaldar de la cama y él me guía para sentarme entre el espacio que hay entre sus piernas. Me jala hacia él hasta que mi espalda toque su pecho de nuevo.

一Siempre te quise一me abraza con cariño, respirando casi al mismo ritmo que yo. Pacientemente, sin prisa一. Incluso antes de conocerte.

No puedo contenerme más y ladee la cabeza hacia un lado para encontrar su rostro, por fin sellando ese beso que fantaseaba. Son emociones intensas, ajenas a lo que he experimentado antes 一así como lo de los años luces一 que se escapan de mi mero entendimiento terrestre. Es inusual y nuevo por igual, mas no desagradable evidentemente. Es entonces que supe, que sería capaz de ser engullida por un agujero negro, únicamente si Felix está a mi lado.