
O18: ojalá fuera una broma
((🌠))
一Tiene que ser una broma一murmuré para mí misma al ver cómo las paredes se derrumbaron, incluso algunos pedazos aplastando e hiriendo a los que estaban cerca del impacto. La cosa fea esa, los aliens tipo A y B. No tengo ni el tiempo ni la valentía para contar cuántos habían ahí 一de seguro, más de seis一 y me encontraba petrificada, al igual que Tove. Agnes sí se apresura en salir corriendo lejos. Felix nos agarra de los brazos y nos saca de ahí. Sus piernas son muy rápidas para las de nosotras y nos tropezamos unas cuantas veces, pero nos estábamos alejando bastante por suerte. Todos esos aliens encontraron disfrute con los desafortunados que estaban a su alcance.
Ver cómo unos agarran las víctimas con sus garras y los engullía, las piernas pataleantes de la pobre persona se dejaban de mover tras el primer mordisco de las bestias y el sonido crujiente que destruía en más de un sentido. Lo que me hizo dejar de ver la escena, fue cuando uno de estos partió a la mitad a un niño y los aliens que estaban cerca, se degustaban con los órganos palpitantes de este.
Me dio una arcada poderosa y llevé mi puño cerrado hacia mis labios, temiendo que algo más que un grito se escapara.
Así como nosotros, había unas buenas docenas de personas tratando de escapar por algún lado, tirando abajo ventanas, escondiéndose por los baños y pasillos apartados. Era un desastre y moverse ágil era crucial a no ser que quisieras ser empujado o pisoteado por la muchedumbre.
一¿Qué acaso no piensas ayudar?一miro incrédula a Felix una vez nos la ingeniamos 一bueno, mentira. Él lo hizo todo. Tiene buen sentido de orientación一
一¿Y que tanta gente vea que soy un alien? ¿Qué quieres, que el gobierno me secuestre o qué?一está casi sin aire, las primeras gotas de sudor rodando por su cuello y perdiéndose bajo la camisa. Felix cierra sus ojos unos segundos y los vuelve abrir, ahora observando a Tove一Dakota, tu amiga no se ve muy bien.
Y tiene razón. La muchacha está hecha bolita, la espalda contra la pared y sollozando audiblemente. Me arrodillo a la par que voy avanzando hasta ella, le hablo para ver si capto su atención; no funciona. Está absorta e incapaz de siquiera levantar la cabeza.
El sonido de las hélices de los helicópteros militares que sobrevuelan por el cielo nos hace tanto a Felix como a mí contemplar el cielo que destella una matiz rojiza que bien podría señalar el anochecer, o un presagio de que este día será doloroso.
一Mierda一es lo único que sale de Felix y conecta su mirada con la mía, ojos bien abiertos y respiración volviéndose más entrecortada一. Tenemos que salir de aquí. Ya.
一¡Pero Tove está...!一la señalo con la palma de la mano abierta, no se ha movido ni un poco de cómo la vi la últimas vez一¡No se puede ni mover!
一Dakota, en esta vida es matar o que te maten一nunca antes había visto a mi alma gemela tan serio, inclusos sus ojos estaban llorosos y el labio inferior le temblaba; se ve totalmente devastado一. Si tu amiga decide quedarse aquí, igual llegarán ambulancias y bomberos que podrían ayudarla, así como podría un alien de esos devorarla y formar parte de la pila de cadáveres en digestión一se mordió el labio, deteniendo los temblores de este, ahora una voz más decidida一. Pero yo no quiero ser parte de ellos.
一¡Cómo puedes ser tan...!一mi corazón se aceleró al verlo adentrarse en el bosque y tomar una ruta más apartada para llegar a su casa一¡Uhg!
Volví a ver a Tove, al menos su cuerpo ya no se está estremeciendo, aunque sigue llorando. Es un avance.
一Vamos, Tove, hay que movernos一la agarre de sus hombros y la ayudé a que se pusiera de pie.
Mi compañera ni se molesta en dejar de ver el piso y se deja guiar por mí. No es hasta que se el suelo bajo nuestros pies que tiembla, un rugido de los aliens esos hace que ella levante su mirada y ambas palidecemos.
No hay nadie cerca, solo ese alien tipo A que nos está acechando. Grito auxilio, ni una sola alma se aparece por aquí. Nos tiene arrinconados. Por más miedo y el hecho de que estoy a punto de hacerme pis en mis pantalones por el miedo, pongo a Tove detrás de mí al ver la criatura acercándose.
De su espalda, salen unos tentáculos que se enrollan en mis tobillos y antes de que pudiera hacer algo más, me levanta en medio del aire, justo encima de su gigante boca que revela múltiples filas de colmillos manchados de sangre y su garganta larga maloliente. Tove también grita por ayuda, grita mi nombre pero no puede hacer nada. Siento mi corazón en la garganta y casi no respiro. Hasta ahora, no me había dado cuenta de que estoy llorando.
El pavor ciega mi razonamiento hasta el extremo de que estoy implorando "¡detente!" "¡no lo hagas!" a un maldito bicho sin uso de razón.
Hay un destello amarillos que no consigo ver del todo bien porque tenía los ojos bien cerrados hasta que no podía más. Los tentáculos que aprisionaba mis piernas desaparecen y en medio del aire, abro mis ojos y mi espalda se choca contra la tierra, no la garganta del alien.
Estaba partido a la mitad, su sangre viscosa esparcida por todos lados. Justo en ese momento, habían llegado unos militares que apuntaban sus armas en dirección del monstruo. Sin embargo, era evidente que ese corte perfecto a la mitad de pleno alien A fue mía.
一¡Agárrenla!
Puta madre, Dakota, echa a correr.
No gasté ni dos segundos para lograr hacer que mis piernitas se movieran, en dirección del bosque así como hizo Felix. Debería ser fácil perderlos aquí.
Una bala atravesó mi pantorrilla y tropiezo, el suelo mojado por la lluvia enloda mi ropa y todo mi cuerpo. El soldado pone mis dos brazos detrás de mi espalda y me empieza a jalar hacia afuera, con el resto de los soldados que esperaban.
一¡No puede ser, lo ha partido a la mitad también!一uno de ellos anuncia. Ni yo misma me di cuenta de que lo había hecho. Me di la vuelta y así mismo era: el torso estaba separado de sus piernas y el soldado se ahoga en su propio grito.
No, esto no me puede estar pasando.
Hui asustada de todo lo que está pasando. Necesito ver a Felix.
¿O mejor no? ¿Y si termino partiéndolo a la mitad como hice con el soldado y el alien tipo A? Es más, no debería acercarme a ningún otro ser vivo en este planeta, ni los de afuera, ni nada. Debo esconderme.
Corrí no sé cuánto. Ahora todos los árboles se ven iguales. Justo lo que me hacía falta hoy. Me he perdido.
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