Capítulo #29. "El juego"
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"Las roturas más profundas no se pueden apreciar a primera vista"
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La historia me ha dejado perpleja. No tengo palabras y no encuentro que decir, por lo tanto, dejo el lenguaje de lado, y sólo actúo, haciendo lo que yo creo correcto.
Mis brazos se enredan en el cuello de Asher y lo arrastro a mi lugar para abrazarle, sus brazos responden mi agarre y se entrecruzan en mi espalda. Me estrella contra sí y esconde su rostro en mi cuello.
—Lo siento —mascullo en voz muy baja.
Su respiración acompasada se vuelve un desastre y por un momento me deja de importar que estemos dando una escena. Lo único que me importa es que él sepa que estoy allí. No va a creer nada de lo que le diga, pero cuando le escucho. Mi corazón se rompe.
—No tienes porqué pedir perdón. Es tonto pedir perdón por las cosas que ya pasaron como si eso pudiese cambiarlas.
Su respuesta es fría y carente de sentimientos pero significa tanto que no puedo evitar estrecharlo más como si de esa forma pudiese unir cada una de sus partes.
Sus brazos se cierran aún más fuerte alrededor de mi espalda, y es suficiente para que ambos nos estabilicemos porque han sido demasiados sentimientos, hechos y circunstancias.
—Voy a contarte más historias tristes para que me des más abrazos —murmura y asiento contra su hombro, encantada con la idea, haciendo que él ría.
—Pero no te puedo dar muchos. Dicen que cuando las cosas se repiten demasiado dejan de ser especiales.
—¿Sabes? Creo fielmente que mientras más abrazos nos demos, más especiales se volverán.
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La hora del recreo termina, no comparto clases con Asher, porque él ha elegido un par de materias distintas a las mías.
Luxen me codea cuando deja un beso en mi coronilla. Camino sin voltear hacia atrás y me dirijo a la clase de Química, la profesora lleva atraso así que cuando me siento en el pupitre.
El peliblanco corre el suyo hacía el mío con rapidez para comenzar a conversar. Su cabeza, dejándose caer de lado, ubica sus manos debajo de su barbilla, y los orbes azules me siguen.
—¿Y bien? —pregunta con curiosidad latente.
—¿Bien qué? —cuestiono de vuelta haciéndome la desentendida.
—¿Se besaron? —cuestiona con curiosidad. Y la discreción de Luxen se ha perdido para no volver nunca.
Sus cejas bailan graciosamente en mi dirección pretendiendo que hablé.
—¿Te besaste tú con Castiel? —pregunto en respuesta. Las mejillas de mi mejor amigo se tornan rojas y es inevitable que suelte un aullido de sorpresa.
—Besar es un término casi adecuado para describir lo que hicimos —Ahora mis mejillas se colorean y tapo mi boca con mi mano.
—¡Eres todo un chico malo! —fastidio y él enarca una ceja blanca.
—Al menos yo no llevé a un chico a mi habitación —acusa y abro mi boca, ofendida—. Me lo crucé cuando entraba —Y con el mismo tono que emplee susurra en mi dirección—. Eres toda una chica mala, Lu.
—Sólo dormimos —Las palabras saltan de mi boca rápidamente y él niega divertido, incapaz de creerme—. Y... vimos una película —digo insegura.
—¿Sabes lo sucio que suena eso? ¿Cierto? —Apunta con su dedo y lo aparto de un manotazo.
—¡Eso no es cierto! —Me borchono.
—¡El famoso "Te invito a ver una película" siempre esconde segundas intenciones! —establece. Aunque yo las tenía, no son esas que él cree.
—¡No tenía segundas intenciones!
—¡Jurámelo por tu mamá!
Me quedó muda porque no voy a jurar mintiendo, y él aplaude entusiasta.
—¡Lo sabía! —fastidia dando pinchazos en mi dirección y oculto mi cabeza entre mis brazos para no verle.
—No hicimos nada sucio —confieso haciendo una mueca no visible por todo el cabello que me rodea.
—Pero ¿A qué te hubiera gustado, pequeñuela? —cuestiona apartando un pedazo de mi maraña de pelo castaño y dejando a la vista su ojo azul.
—Y yo soy la mala influencia —Me quejo con falso enojo y Luxen asiente con la cabeza.
—Tú sugeriste ver 50 sombras de Grey.
—¡Porque pensé que era de terror! —me defiendo haciendo que suelte un bufido incrédulo.
—Claro, si pensar eso te deja dormir de noche, pecadora —Alza sus manos haciendo que quiera golpearle.
Sus ojos se cruzan con los míos, y aunque estoy fastidiada, el enojo se hace nada cuando me sonríe. Sus ojos azules siguen a los míos y sus cejas bailan de manera grata haciéndome burla, y me siento bien.
Lo bien que te puedes sentir cuando te juzgan de ser la protagonista de escenarios sucios. Tan bien que podría sonreír durante todo el día. La profesora aún no llega y saco los deberes que tenía hechos desde hace tiempo para revisarlos, tarea que mandan, tarea que hago, acumular es una de las cosas que evito.
Paso las páginas viendo los apuntes y Luxen se apoya de su brazo para mirar en mi dirección.
—Los chicos preguntaron por ti —Me hace saber y eso hace que los evoque a mi mente.
Mis amigos son como mínimo lo mejor del mundo.
—Son geniales —respondo y sus ojos azules vuelven a enfocarme con una intención desconocida. Parece querer decir algo más, y espero pacientemente, a que las palabras broten de su garganta.
—Y te aman. Y no debes dejar de verlos sólo porque Asher ha regresado —Sus palabras paran el lapiz con el que doy pequeños vistos buenos junto al libro—. No vas a a volver a enfocarte únicamente en él como si fuese lo único que tienes para que cuando se vaya de nuevo te haga pedazos —Frunce sus cejas blancas—. Tampoco es justo que los dejes de lado, te quieren y así solamente existas cerca de ellos basta.
Asiento pensativa, y lo entiendo. No me he sentado con ellos hoy, pero sé que debo compartir mi tiempo, me gustaría juntarlos, pero ahora siento que hay un sabor agridulce.
—No los dejaré de lado, Luxen —afirmo sin apartar la mirada del cuaderno—. Son mis amigos. Si los dejará de lado por cada vez que me enamorará sería la peor.
—Y tú no eres la peor —afirma elevando sus cejas.
—En mario kart, únicamente —confirmo haciendo que ría.
Su risa es un canto de los ángeles para mis oídos.
¿Cómo se puede querer tanto a alguien?
Mi corazón se agita cuando me doy cuenta que hoy tenemos consulta con el médico. A veces cuando vivo momentos felices tengo miedo de la tristeza, es como una constante advertencia en mi cabeza afirmándome que mientras más feliz sea más duro será el golpe. Y por eso temo cada ve que vamos a un hospital o Luxen está mal.
La felicidad es muy difícil de conseguir pero es muy sencillo destruirla. Cierro el cuaderno de química y ubico mi cabeza entre las palmas de mis manos, ahora soy yo, quien lo interroga.
—¿Castiel y tú... —comienzo haciendo que la copia que hace de mi tarea de Artes se detenga. Muerde su labio superior y despeina sus cabellos. Espero pacientemente a que dejé escapar sus pensamientos.
—No terminará bien, Lux —Me hace saber y parece muy seguro. Sus cejas se fruncen—. ¿Es muy tonto si a pesar de que sé que me romperá el corazón quiero intentarlo?
Porque el amor te invita a hacer locuras, como a intentarlo aunque sabes que terminará mal.
Me encojo de hombros.
—No tengo idea del futuro, Luxen. Sé que la probabilidad de que haga tu organo palpitante trocitos es alta —afirmo colocando un dedo en mi barbilla—. Pero también sé y de esto si estoy 100% segura que de necesitar a alguien para llorar, deshogar y romper su auto. Siempre me tendrás a mí, con una llave.
Sus cejas se desfruncen un poco y cuestiona al tiempo que entra la profesora de Química.
—¿Una llave? —Su voz baja para no advertir a la insittutriz de que seguimos hablando.
—Claro, para rayar su auto —digo con normalidad y escucho su risa baja antes de comenzar a anotar los apuntes de la clase.
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Las clases han pasado lentamente. Para cuando salimos, he hablado con los chicos y quedamos para dentro de dos días. Han mandado tareas para todo el fin de semana, y como adolescentes responsables y ojerosos, hemos elegido el día sábado para realizar las tareas, y el domingo para la dicha pijamada. Todo parece ir bien excepto que nos impiden la salida.
Hay convocatorio y van a dar informaciones. Niego con mi cabeza y voy al patio deportivo de la escuela.
El instituto al que asistimos es gigante, sus edificaciones dan para veintiséis salones divididos en secciones, un teatro algo oscuro, mesas para desayunar, una cafetería y una iglesia que utilizamos a menudo puesto que el colegio es católico. Hay puestos de dirección y cientos de salones para distintas cosas, como el aseo, el salón de profesores, planificación y demás.
En su exterior está cubierto por cientos de productos de reciclaje en forma de obra de Arte, aquello fue hecho por la comunidad y representa la historia de la virgen a la cual es devota la institución.
Cuando se trata de religiones, no suelo insmicuirme puesto que creo que cada quién puede creer en lo que quiera. Soy más creyente de cosas como el destino, o que de alguna forma todo tiene un porqué, una razón de ser, tal vez si hay un ser supremo en el cielo que decide las cosas, pero me gusta creer que las clase de cosas que nos pasan esconden un motivo.
Aún así, quedo totalmente extasiada cuando ocurre algo que me deja saber que a veces los motivos los creamos nosotros, las decisiones no tienen peso en otra persona, y todo es producto de nosotros, nosotros lo causamos, y esas son nuestras consecuencias.
Por lo tanto, soy una cosa muy rara en lo que refiere a religión, pero me gustaría saber más acerca de otras que no son tan comunes.
Vuelvo al presente al ver a las personas reunidas.
Hoy hay un discurso escolar.
Me siento en una de las gradas y Luxen se coloca sus cascos mientras decide apoyarse en mi regazo para no escuchar lo que tienen que decir, no es fanático de los discursos escolares y generalmente no dicen nada importante así que prefiere obviarlos. Mi atención se desvía ahora a un pelinegro de camiseta oscura que se acerca en mi dirección a paso tranquilo, lleva las manos metidas en el bolsillo y me cuesta acostumbrarme que se dirija hacía mí, es extraño, pero que lo sea no significa que no sea agradable cuando se sienta a mi izquierda y da un asentimiento.
—Hola, farol.
—Hola, cabeza hueca.
Seguidamente veo como Madeline también se acerca a nuestra dirección, deslumbrando a la mayoría por el taconeo de su inalcanzable calzado. La elegancia destila de ella y puedo ver su ceño fruncido cuando se sienta al lado de Asher. No la odio, de hecho, la respeto, no soy capaz de empatizar con la forma en la que trató al pelinegro en el pasado pero la comprendo, era una niña aún, y si nos pusiésemos a juzgar a las personas por sus errores del pasado, todos saldríamos manchados.
Me enderezo para no estorbarle al que tengo atrás y descubro que es Chase, quien al verme se acerca para murmurar en mi oído de manera disimulada.
—¿Qué crees que anuncien? —Los directivos se encuentran organizados en un círculo alrededor de una mesa cuadrada, hay una dispositivo gigante que apunta hacía una pantalla de proyección. Hay varios carteles y demás listones con el símbolo 50.
—El colegio celebra su aniversario cerca de está fecha —Le hago saber y asiente.
—Tal vez —Me concede la razón a medias y se recuesta cruzando sus brazos detrás de su nuca—. O es una charla sobre drogas y su prevención.
No me pasa por desapercibido, las bolsas oscuras detrás de sus ojos y tampoco la forma en que un bulto sobre su chaqueta sobresale. Lo veo y él me observa de regreso, elevando una ceja con gracia, frunzo mis cejas y me volteo cuando escucho que comienzan a probar el micrófono con pequeños golpecitos.
Los profesores se encuentran en las gradas. La directora, subdirectora y secretaria se encuentran levantadas una detrás de otra en fila.
—Buenos días a todos —Saluda con diplomacia—. Espero estén teniendo un agradable día —aclara su garganta—. Bendecido día a todos. Como ya algunos sospecharán, se acerca nuestra semana aniversaria. Al igual que en años pasados y antepasados, queremos celebrarlo a lo grande. Por lo tanto, a cada grado se le asignará una actividad distintiva para presentar por cada día de la semana, habrán celebraciones religiosas, ventas y por cada salón de bachillerato se deberá hacer un puesto de cualquier tipo de alimento u atracción. El horario lo podrán fotografiar en las diapositivas que serán mostradas a continuación, de la misma forma será enviado como circular para los grados pequeños y podrá ser encontrado en dirección —Deja de hablar y enfoca su mirada en una pelirroja que tiene gesto aburrido—. Judith, por favor, enciéndelo.
La de gesto aburrido asiente, coloca la computadora sobre sus piernas y procede a abrir el programa de diapositivas, en donde aparece rápidamente el horario y las actividades.
—Como pueden observar actividades interdeportivas con otros colegios será una de las cosas que se implementará este año —Asiente con su cabeza sucesivamente—. Y esperamos que todo salga de mara...
Un sonido estridente invade el auditorio haciendo que coloque instintivamente mis manos sobre mis oídos, y que todo el mundo presione sus oídos porque es desagradable.
Los parlantes a través de los cuales sale el sonido están fallando, y el pitido que sale de ellos se mete por mi sentido auditivo haciendo que arrugue mis ojos porque se siente como un martillo terriblemente familiar. Al ver a mi alrededor, la mayoría está igual, Luxen se da cuenta que algo falla y quita su audífonos levantándose, de lo que se arrepiente porque a pesar de que el sonido ha parado un poco sigue ahí, intentan acomodar los parlantes pero es casi imposible.
La pantalla de proyección se está proyectando en colores negros y grises con continúa interferencia. Mi espalda se hiela cuando se escucha por toda la sala:
¿Tienes un secreto?
Creo que estoy soñando pero el que las palabras se proyecten en la pantalla me asegura que es real y que una broma de niños o algo mayor, está ocurriendo justo ahora. La voz es irreconocible y resulta escalofriante.
¿Tienes algo que no te deje dormir de noche?
Lo trémulo en la voz despierta escalofríos en mis brazos. Veo como Madeline niega con la cabeza. Chase cruza sus brazos. Asher se endereza y Luxen frunce sus cejas.
¿Le ocultas algo a los demás?
¿Hiciste algo muy malo?
¿Eres acaso el producto de cientos de cosas malas y crees si quiera que puedes fingir ser bueno?
Mi garganta se seca y Asher rechina los dientes mientras la proyección que intenta ser detenida sin éxito continúa.
He visto como secretos son guardados, como aparentan ser normales y se juntan los unos con los otros. Cuando la realidad es que están podridos por dentro y no pueden ocultar lo distintos que son.
Asher se estremece y la voz sigue.
E inclusive si son personas buenas. Guardan secretos a sus más allegados.
Puede ser ¿La persona que está a tu lado? ¿Aquella que te jura lealtad y te apuñala por la espalda?
Chase cierra sus ojos dejándose caer de nuevo.
Los secretos matan el alma lentamente, y como un redentor bondadoso. Les daré la oportunidad de revelar sus secretos.
Chase.
Madeline.
Castiel.
Asher.
Luxen.
Cristina.
Tienen todo el fin de semana para revelarlos, de no ser así, uno a uno sus secretos serán sacados a la luz, de manera sortaria, el orden no influye en el producto, de igual forma caerán.
Si se atreven, prometo darles un pase V.I.P directo al infierno.
Espero que la sinceridad prevalezca y entiendan que nada bueno sale de fingir ser algo que no eres.
Un sucio mentiroso siempre sale a la luz, así diga las mentiras más hermosas.
El juego ha comenzado.
La proyección se corta, y veo como la palidez toma cada uno de los rostros de los aludidos. No obstante en mi cabeza, sólo pueden repetirse las palabras.
El juego ha comenzado.
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¡Buenassssss! Aquí otro
¡Gracias por seguir leyendo!
¿Impresiones del capítulo?
¿Sospechas acerca de la persona que sabe tantos secretos?
¡Por fin sabremos los secretos de todos! Mi yo chismosa se siente bendecida.
Chiste del capítulo: ¿Qué le dice un poste a otro? ¡Postate bien! JJSJSSJS extrañaba esto
¡Cuídense mucho! Los quieru. Un abrazo del tamaño de Grecia
Se despide: SunsetRMC.
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