Capítulo #22. "Corazón Roto"
Capítulo dedicado a @tatiana-MG¡Gracias por leer mi historia, preciosa! Espero te guste muchisisimo y te haga reír así sea una poco ¡Tkm mucho! ¡Un abrazo del tamaño de Argelia para ti!¡Sonríe! Los tiempos malos siempre pasan uwu Love u♡
Sin más que decir ¡Disfrútenlo!
.👠.
Madeline
«Dicen que es un ángel pero es como si cada paso que diese fuese un infierno.»
«Dicen que su cabello es largo porque está lleno de secretos.»
«Dicen que sus piernas están valuadas en miles de millones de dolares.»
«Dicen que se acostó con los de 5 seconds of Summer cuando estuvieron de gira. »
«Dicen que ella creó el término infidelidades.»
«Dicen que hizo la dieta del agua. Y...le funcionó.»
«Dicen que Lady Gaga le enseñó todo lo que sabe.»
«Dicen que Miley Cyrus tuvo la idea de la demolición de la bola gigante de acero junto a ella y que desde el vientre visitó a Jenifer Aniston para que diera el sí a F.r.i.e.n.d.s.»
...
La vida es una sucia perra. Pero tienes que ser una perra más lista y fuerte para no dejarte llevar por la marea.
Sujetarte con fuerza a lo que quieres antes que quieran arrebatartelo. Es una ley de vida pero al mismo tiempo, es lo que no he hecho porque no ha habido algo lo suficientemente importante como para sujetarme.
Sólo distracciones como la de ahora mismo.
Según veo, sólo hay dos formas de sobrevivir en el mundo. Ser el que hace daño o el que lo recibe, y entre ambos, prefiero ser quien hace.
El que recibe siempre está en un constante quiebre. Prefiero ser quien da los golpes finales.
No por ello, soy una persona horrible, aunque lo soy.
Nadie comete una equivocación al elegir su integridad ante la de los demás, la compasión está sobrevalorada.
Constantemente nos repiten desde niños, debes ser bueno, debes mostrar el otro lado de la cara, debes ser abnegado y te recompensaran. Pero todos sabemos que es mentira, no hay olla de oro ¿Para qué mostrar el otro lado de la cara si puedes dar un golpe más fuerte?
Ese es mi lema. Si te dan un golpe, dalo bajo y más fuerte. Lo mismo ocurre con los tuyos, y por eso estoy aquí, además de la constante insistidera de mis padres porque volviera lo cual no sirve para una mierda.
Mis tacones resuenan contra el piso sucio creando un contraste repiqueteante y elegante.
No bajo la mirada ni tampoco me detengo, me he enseñado a nunca bajar la mirada ante nadie, menos ante los ojos mirones de las personas.
No se trata de que sea egocéntrica, se trata de que sé cuanto valgo, sé lo hermosa que soy y sé que si bien, nadie es más que nadie, mi valor, para mí, está por encima del de los demás.
«Soy valiosa. Soy fuerte. Soy inquebrantable. Y soy imperfecta pero soy la jodida imperfección más hermosa del planeta»
Me detengo al final del pasillo, frenando mis pasos y haciendo que repiqueteo deje de sonar. Me planto derecha y volteo hacía mi izquierda observando de manera periférica el perímetro.
Busco. Localizo. Y encuentro.
El pasar del tiempo me golpea como si fuese una avalancha de nieve y mi corazón desboca algunos latidos desacelerados, porque aunque el tiempo paso rápido los últimos años, ahora es terriblemente lento.
Tan lento que las escenas que vivimos y los errores que cometimos pasan por mi mente con una exactitud alarmante.
Pareciera que fue ayer cuando no le acepté.
Pareciera que fue ayer cuando huí de él porque no era lo suficientemente abierta para reconocerle.
Lo herí. Le lastime hasta hacerle cicatrices que no son fáciles de borrar, hasta que su alma no dio más, ni su corazón tampoco.
Fui mala, muy mala. Pero he sido peor, y no me pesa.
Él.
No gira en mi dirección al oír a los tacos sonar y a diferencia de los demás, mi presencia le da igual.
«No por mucho tiempo, No por mucho tiempo» Me digo a mi misma, sin llegar a titubear ni un sólo segundo.
He hecho cosas peores.
Si. Mucho peores.
Ese es mi último pensamiento antes de ubicarme a la izquierda del chico que ni siquiera repara en mí cuando me dejo caer a su lado.
«Público difícil.» Pienso mientras esta vez lo que hago es cerrar su casillero en sus narices.
Ahora, tengo toda su atención.
Sus ojos grises no han cambiado mucho. Pero el resto de su físico lo ha hecho y definitivamente lo ha hecho para mejor, ahora tiene un corte de cabello que deja ver el nacimiento de su peinado en la parte trasera, es largo por arriba y está despeinado, como la última vez. Su piel blanca hace que resalte y sus cejas espesas hacen que algo en mi se remueva.
Sonrio genuinamente al verlo pero él parece confundido al verme. Abre la boca y la cierra reiterada veces intentando decir algo pero ningún sonido sale de sus labios.
Y me alegra ser capaz de dejar sin palabras a Asher Mcbluek.
Amo saber que tengo el control de las cosas, o de las personas.
—Hallo wieder. Sie haben mich vermist? —Frunce su ceño mirando al frente y finalmente me contempla, como quien ve a un objeto que ha perdido hace mucho tiempo, sólo que sin cariño, sólo que no me quiere ver.
—Ya no estás en Alemania —Se encarga de decirme como si no fuese capaz de creer que he vuelto. Sus ojos grises se vuelven ansiosos e inseguros cuando me observan. Se recarga del casillero y al ver que no corro aterrorizada al verlo porque en las vacaciones siempre lo evitaba, ahora todo ha cambiado. Hace una pregunta que hace que mi corazón retumbe ante los recuerdos—. ¿No me tienes miedo?
Dudo por un segundo de si lo que voy a hacer es correcto. Pero unos ojos azules penetrantes apuntándome por la espalda no me hacen dudar.
Mi lealtad ya está con alguien.
Quiero decir que lo lamento pero también amo romper corazones.
Así que le dedico una pequeña sonrisa inocente antes de dar un paso aún más cerca y colocar un dedo en mis labios, fingiendo indecisión. Por instinto, él retrocede un paso.
El riesgo es fácil de ignorar cuando se siente agradable, como cuando estas al borde de un acantilado pero nunca antes te habías sentido tan vivo.
Ahora mismo, estamos en un barranco emocional, el que se caiga, se destrozará.
—¿Te tengo miedo? —Me pregunto retórica en un tono divertido. Avanzo hasta recuperar la cercanía perdida y siento como su manzana de Adán baja antes de observarme con cautela. Cierto aire de carácter peligroso se centra de manera tensa entre ambos y su rostro se ladea hacia abajo para poder verme mejor. Las miradas de todos están sobre nosotros y sé que tenemos mucho por hablar porque muchos cosas han pasado desde la última vez que nos vimos—. Ya no soy una niña crédula, Mcbluek.
Le aseguro y su espalda impacta contra el metal del casillero, cuando la cercanía es tan poca que su respiración se cuela con la mía. Sus manos se cierran en mis brazos para alejarme de él y aprovecho para que me escuche y lo haga con claridad.
—¿Qué haces aquí? —pregunta serio.
—Nada en especial, además de existir —Me encojo de hombros y me suelto de sus brazos porque lo haremos a mi manera. Detesto que me toquen sin mi permiso—. Extrañaba aquí, es mi hogar. A donde pertenezco —Las palabras saben tan agrias en mi boca que es inevitable que haga una mueca.
No pertenezco a ningún lugar, no realmente.
Pero él no se inmuta y reformula la pregunta para que la pueda entender.
—Me refiero a...Madeline, ¿Qué haces aquí, conmigo? —Se señala y ruedo mis ojos en un gesto fastidiado.
Es obvio.
—Lo que hago contigo justo ahora, es verte —Mi dedo delinea la curva de su mandíbula y él se tensa, pero sigo con mi recorrido, trazando las líneas que forman sus labios finos y nariz de manera lenta y detallista, cuando estoy por delinear sus cejas él sujeta mi mano. Se acerca de manera rápida a mí, y de mí, se escapa una risita.
—Madeline, la última vez que me viste huiste de mí como pollo en restaurante de KFC —Me señala y si quiere intimidarme con lo que hace, lo único que ocasiona, es que tenga más curiosidad, porque no es el mismo chico miedoso que tenía miedo del mundo... O tal vez lo sigue siendo, pero sabe ocultarlo—. Las veces que has venido de visita desde entonces no has hecho otra cosa que evitarme. Y hoy, estás aquí, en frente de mí, como si no me tuvieras miedo—Me susurra y me tenso—. Y estoy seguro de que eso no es sincero de tu parte.
Tiene razón, mis razones no son buenas ni sinceras pero si quiere intimidarme.
Se ha equivocado de escena, de historia y de chica.
Lo único que me intimida son los precios excesivamente altos en las tiendas, y las ofertas del 50% de descuento.
A él, en específico, no le tengo miedo.
He visto monstruos más grandes y de todo tipo. He vivido con ellos. Y no creo que él sea uno, solo cree serlo.
—No te tengo miedo .—Le aseguro y él suspira con una sonrisa sarcástica mientras niega, incrédulo, porque a pesar de que ahora simbolizo fiereza, él sigue observándome como la chica débil que no soy.
—No te lo crees ni tú .—escupe cada palabra como si tuviese fe de ello.
—Si te tuviera miedo...—hipetetizo mientras lo observo— ¿Crees que me acercaría así a ti? — Doy otro paso y estamos tan cerca que mis vellos se erizan y veo sus respiración subir y bajar en su pecho.
— Deja de jugar. — advierte pero no se aleja y eso me da vía libre para continuar con lo planeado.
Es muy lindo. No quiero destruirlo, acaricio su rostro.
— No juego. —Una mentira no le hace daño a nadie. Además, él me gusta, no tanto como se supone pero tenemos historia, hay chispa.
Se queda en silencio. Me observa y examina, intentando buscar mis intenciones pero tengo toda mi vida, escondiéndolas. No verá nada, incluso cuando posa sus ojos grises en los míos verdes, no es capaz y no lo será nunca, de ver lo que escondo. Su nariz choca con la mía.
—¿Por qué viniste? —Pregunta finalmente.
Y entonces, puedo decir una mentira a medias.
—Por ti.
Y le beso.
Sus labios contra los míos y un quejido bajo saliendo de los míos porque los míos se sienten fríos y los de él cálidos.
El choque es chispeante y dura apenas unos segundos. Pero esos son suficientes para desestabilizar ambos mundos. Para comenzar el desastre.
Cuando se separa, queda a una distancia mínima de mí, nuestros alientos se entremezclan, y se siente agradable. Veo sus intenciones de huir y alejarse de mí, pero entonces mi mano se cuela por su cuello, acariciando la cicatriz y , de una u otra forma, atándolo a mí.
—Sé tu secreto, Ash.
.☀️.
Lux
Hay distintas formas de romper un corazón.
Puede romperlo alguien que estaba dentro de él, por medio decepciones y desapariciones sin sentido.por desaparecer.
Puede romperlo el dueño del corazón, al aguantar astillas y cuchillas por gusto.
Puede romperlo una persona que estaba allí sin saberlo.
¿Cómo te puede doler lo que haga alguien que no es oficialmente tu pareja?
Sólo bastan tres segundos para romperme el corazón.
Porque me ilusioné sola.
Porque pensé que había algo especial y resulto que sólo era amistad.
Porque soy tan tonta que con una canción ya estaba colada por él.
Pero no se trataba únicamente de la canción, también fue la noche cuando había bebido mucho y me rescató, fue cuando bromeó conmigo al día siguiente, cuando me dio su chaqueta a pesar de que es su escudo y nunca debe quitárselo, la veces en los árboles, la vez que me enseñó esa canción en la cafetería, y la playa.
Me siento estúpida y terriblemente idiota, como esa co-protagonista que queda de lado cuando el verdadero protagonista conecta con el personaje principal.
Soy un personaje secundario en su historia.
Tonto Asher.
Ella lo besa y él no hace nada para evitarlo haciendo que mi corazón se rompa en trocitos, le quiero. La mayoría suelta aullidos de sorpresa y yo hago una especie de gemido que sale involuntariamente. Habían provocado una escena llena de tensión y misterio, y luego la tensión había subido un decibelio, con el beso.
Y puedo escuchar crujir un poco mi pecho mientras quema un poco.
Él hace un espacio y sus respiraciones se entremezclan mientras se miran fijamente compartiendo algo. Asher nunca dejaría que alguien se acercase así por así, por lo que supongo que es importante, que ella si le conoce, a el y a sus secretos.
Dejo de verlos cuando un par de manos se interponen en mi vista haciendo que mi vista nublada choqué contra ellas. Pero eso no impide que la imagen se recree en mi mente, una y otra vez.
Tonta, mil veces tonta Lux.
Siento que le he dado más importancia de la que debí darle. Siento que luche por una causa imposible y siento como la esperanza de que me contará su secreto o cualquier otra cosa cerca de él, se va desvaneciendo.
Tonta, mil veces tonta Lux.
.☀️.
Han pasado dos días desde que la chica despampanante ha llegado, y el que la use como medidora de tiempo, me hace eco en la cabeza. Porque he decidido no dejarme llevar por el despecho, desilusión o lo que sea que hace que tenga muchas ganas de llorar.
Estoy orgullosa de decir que no he soltado ni una sola lágrima desde que los vi.
Tampoco he visto películas románticas, porque con ellas sé que lloraré.
Y me he mantenido lo más lejos posible de los chocolates y chaquetas de lana.
La extraña molestia que crece cuando los veo juntos se hace cada día un poco más presente. Y quiero gritar para sacar los sentimientos o pedir algún tipo de explicación porque duele demasiado que me ignore, o que pase de mí, que cuando me vea huya como si fuera peste. Y comienzo a preguntarme desde cuando me importa si él me ignora.
Desde cuando se volvió tan importante.
Porque si él no me sonríe se siente como si lava me quemará y si me observa sólo es para verme con indiferencia, lo cual arde de la misma forma.
No somos así.
Y la promesa que me hizo de avisar cuando se alejaría de nuevo se rompe, supongo que la que hizo en la playa también. Aún así, no me he dejado llevar por el dolor.
Y los dos días siguientes, soy incapaz de hacer otra cosa que no sea estudiar, el tener mi cabeza metida entre libros y ejercicios hace que mi mente se mantenga ocupada, y no pueda pensar en otra cosa que no sea letras y números.
Letras y números.
Tampoco he leído mucho desde que Asher me ignora.
Odio que tenga tanto poder y odio que se meta en mi mente incluso cuando no quiero que esté allí. Y supongo que necesito explicaciones para dejarlo pasar, para superarlo entender el porqué de que se fuera está vez, pero no siento los ánimos de verle.
No quiero volver a buscarle y que vuelva a huir, porque es lo único que hace cuando se trata de mí y del mundo: Huir.
—Lu, Lu, Lu. —Un dedo piquetea mi hombro demandando mi atención pero sólo tengo cabeza para algo en este momento, y es el ejercicio de castellano que han dejado pero no he conseguido entender del todo.
—Tiene cara de rana mojada. —dice Ivan mientras se instala a mi lado.
—Más bien parece un manatí enojado. —interfiere Chase.
Estoy detestando las oraciones que ha dejado la profesora.
Ruedo mis ojos.
—Es mi cara de concentración. —evado y vuelvo a enfocar mi atención en el libro de texto.
—Estoy seguro de que Lux fue una rana en su otra vida. —asegura Jack y siento su presencia en mi lado izquierdo, provocándome una mini sonrisa.
—Está extraña. —dice Chase y Charlotte le golpea la nuca, mirándole mal.
Alzo una ceja, confusa.
—Nadie está extraño. —dice la pelinegra y se sienta en la mesa junto a April a comer.
Les doy una media sonrisa y vuelvo a concentrar mi atención en la tarea de Lengua, la cual no he conseguido entender del todo y me tiene un poco estresada, debo clasificar todo un texto, según sus conectores, adverbios y adjetivos. Intento concentrarme y entender pero mi atención se desvía a los pares de ojos que me observan, cuando levanto la mirada, ellos la esconden, y cuando devuelvo la mirada al cuaderno, ellos me observan. Es un círculo vicioso que se acaba cuando alzo mi mirada para verles.
—Está bien —Cierro el cuaderno y los miro a través de mis pestañas con curiosidad—. ¿Qué ocurre? —pregunto. April niega y dirige su mirada hacia su libro para leer, pero lo tiene al revés. Chase silva y Luxen me mira como si quisiese descubrir que hay en mis pensamientos. Ivan mira su banana como si se hallaran en ella las respuestas de la creación y Charlotte mira a Jack, quien me sonríe.
—Estás triste ¿No? —cuestiona Chase y esta vez es April quien le suelta un golpe en la nuca.
—No estoy triste —digo y me encojo de hombros—. No hay una razón para estar triste.
—Claro. —Ivan alarga la "a" y asiente lentamente en mi dirección.
April gruñe.
—¡Se acabo! Esto no lo vuelve a hacer —Se levanta e intenta ir hacia la mesa donde están... Asher y la chica, que he descubierto, se llama Madeline. Ambos están hablando y siguen así gracias a que Jack sujeta de la cintura de la rubia antes de que pueda tocarlo—. ¡Suéltame! ¡Que no tengo el secador pero si mis manos! ¡Lo degollaré!
—Mírala, tiene cara de carro ponchado —Alude Ivan mirándome en defensa de April—. Que le de una paliza.
—¿Una golpiza no es demasiado? —cuestiona Charlotte— ¡Hay que hacerle bromas!
—Mejor hay que meterle pollos en el casillero. —propone Jack.
—O hacer que le caiga pintura en la ropa. —sugiere Dean, a quien no me había dado cuenta, teníamos en la mesa. Es un año mayor y tiene amigos, supongo, pero está con nosotros. Lo miro con curiosidad.
¿Desde cuando se ha sentado con nosotros? He estado tan pérdida en mis pensamientos que no he visto que el moreno ahora se sienta en frente de mí.
Su mirada se encuentra con la mía y me regala una sonrisa comprensiva al ver que estoy un poco confundida al verle.
—Tal vez deberíamos hacerle calzón chino. —dice Chase con una sonrisa maliciosa.
—O llenarle la cabeza de brillantina. —señala Ivan. Ahogo un suspiro al imaginar a Asher con el pelo como bola de disco.
Niego con mi cabeza
—Nadie le va a dar una paliza a nadie, ni llenar de brillos a nada, nada de calzones chinos ni de pollos —Jack intenta alzar su mano y lo callo, negando con mi cabeza—. Tampoco patos, Jack, tampoco patos —señalo sus asientos—. Todos cálmense —Los chicos se sientan y me miran como en espera de un plan, pero no hay ningún plan, no hay nada, absolutamente nada—. No quiero que hagan nada al respecto. Porque no hay nada que vengar o alguien a quien golpear —observo de reojo a April—. Estoy bien, chicos. No me afecta.
Me miran como si no me creyesen y sonrió para mis adentros. Están absolutamente chiflados.
—Eso es lo que diría alguien que no está bien. —señala Jack y yo niego con mi cabeza.
—Si todos los que estuviesen mal dijesen la verdad. El mundo no sería tan triste. —Hago un mohín
—Entonces, admites que estás mal. —señala Chase y yo bufo.
—Estaré bien —Me defiendo y los observo, en son de mamá regañona—. Imaginen si le diesen una paliza a cada chico que rompe un corazón.
—Habrían muchos rostros golpeados. —responde Ivan.
—Exacto —asiento y les doy una mirada tranquilizadora—. No se muere de un corazón roto.
Ni de desilusiones rotas.
—Pero si se sufre. —interviene Jack y concuerdo porque siento una especie de ardor fastidioso en el pecho cada que los veo juntos pero ellos no tienen porqué saberlo.
—Lo superare. —Le resto importancia al tema y veo que tengo la bandeja de comida completa.
Agarro la manzana y juego con ella hasta darle un gran mordisco
«Gracias a Dios es verde, las rojas apestan» pienso.
Le doy otro mordisco y todos ellos suspiran como si estuviesen conteniendo el aire. Los miro extrañada e indecisa.
Extiendo la manzana en su dirección, puedo compartir. Si la pico a la mitad y luego a la mitad, y de nuevo a la mitad, quizás pueda darle un pedacito a cada uno. Pero cuando se las ofrezco, ellos comienzan a negar como si se tratase de un pecado.
Me encojo de hombros y le quito otro pedazo a la manzana y ellos vuelven a suspirar sonoramente.
«Mmmm» Pienso. Esto es raro.
Sólo para comprobar de nuevo mi teoría, doy un sonido y arranco otro pedazo de manzana con mi boca, el suspiro es más bajo pero vuelve.
Los miro intentando comprender el porqué.
—Puedo compartir, si quieren. —ofrezco pero ellos vuelven a negar con renuencia y es Chase quien explica la situación.
—No habías estado comiendo bien. — dice. Y eso hace que abra y cierre mi boca confusa, intentando formular una respuesta.
—No es cierto. —Niego pero ellos no parecen aflojar y cada uno me observa con una seriedad que me hace sentir pequeña.
Claro que había estado comiendo, y comía bien. Cierto que ya no le robaba los chocolates a Iván o comía los panes de queso que traía Jack. Pero almorzaba y cenaba, el desayuno lo había olvidado estos dos días, pero sólo era el desayuno, tanto el almuerzo como la cena nunca las había rechazado.
—No eras una reina de los malvaviscos digna —confiesa Ivan, negando—. Rechazaste mis dulces.
—Tampoco comías tu charola. —Le sigue April.
—Y el chocolate te hace poner cara de constipación. —termina Charlotte.
He hecho todas esas cosas. Pero no pensé que fueran tan importantes. Para mí sólo eran instantes, el tiempo pasaba demasiado rápido. Las cosas eran demasiado simples. Suspire y devolví mi mirada al cuaderno.
— Esto pasará — Les hago saber para tranquilizarles —. No seré así para siempre.
Charlotte se levanta agitando sus cabellos negros y me observa.
— Yo digo que deberías sacar el despecho — señala con suficiencia. Chasquea su lengua —. Tal vez ir a ¿Una fiesta?
—No— Niego rápidamente —. Fiestas, no. No creo que la pase bien en una
— Vale, fiestas, no — Sacudió su cabeza April — ¡Hagamos una pijamada!
Medito algunos segundos su propuesta.
—¿Pijamada? —cuestiono, saboreando la idea.
—Si. Dulces. Canciones. Películas. —afirma la rubia y algo en mí se emociona un poco.
Sería divertido.
—¿Podemos ir? —pregunta Chase y asiento, porque imagino que soy la líder de la pijamada o algo parecido.
—Pueden ir todos. —afirmo y todos se emocionan.
—¡Llevaré las bolsas de dormir!
—¡Chucherías!
—¡Yo tengo un karaoke!
Siguen hablando emocionados al respecto y sin quererlo también me emociono con ellos. Las pijamadas con Luxen son geniales, pero creo que mientras más seamos será mejor. La idea del karaoke me seduce y el imaginar que traerán sinfines de chucherías hace que mi lado glotón también dé pequeños saltitos.
Por algunos segundos, mi mirada traidora se desvía, a cierto chico de ojos grises que está a varias mesas de distancia de donde me encuentro. Mi corazón se estruja.
Lo observo y detallo, luce un suéter de lana blanco debajo de una chaqueta de cuero que combina a la perfección con su piel pálida. Algo en mí tiembla, y observo también los pantalones, sus cabellos negros despeinados, sus cejas fruncidas y la forma de su boca, que ahora está chueca en una mueca.
Lo miro y un pequeño ardor se extiende en mi estómago, ya no son chispas de electricidad, es como una tempestad gigante en mi estómago, como si todo el desastre se estuviese desarrollando dentro de mí.
Lo veo por tanto tiempo que corro el riesgo de ser descubierta y es lo que ocurre, cuando él voltea hacia mí, y la respiración se me corta, y lo sé.
Lo sé cuando lo veo apenas a unos pasos de mi.
Lo sé cuando muerde su labio al mirarme.
Lo sé porque mi corazón me lo grita cuando se acelera.
Me gusta.
Me gusta mucho.
Más de lo que me ha gustado Oliver, más de lo que me ha gustado Dean, más de lo que me ha gustado nadie.
Me gusta tanto que quiero escuchar canciones de Bacilos todo el día. Me gusta tanto que ahora las chaquetas de lana tienen un significado diferente. Y me gusta tanto que el verlo con otra es como una gastritis pero no de las buenas, no de las que me hacen sonreír, sino de esas que hacen que quiera llorar.
Sus ojos grises se vuelven hacía mí y por un momento los veo dudosos al mirarme, dubitativos, eso hace que algo se caliente.
Está dudando acerca de algo y eso hace que mi estómago se revuelque ¿Vendrá? porque en el interior estoy rogando que me diga que es una broma, que se acerque y me sonría, que me muestre pedazos de él mientras yo le muestro lo mucho que soy.
Pero rápidamente la ilusión se desvanece, y el calor que me provoco por algunos segundos, se convierte en frío.
Me ve indiferente, como si no me conociese, y eso duele aún más.
Tal vez nunca nos conocimos realmente.
Gruñe algo en mi dirección y le sonríe a la chica ante algo que ella dice para luego verme a mí.
«El hielo también arde, incluso más que el fuego». pienso.
Ardo en llamas azules.
Pero está vez, soy yo quien quita la mirada de él.
Porque lo he buscado, y él me ha ignorado.
Porque le he estado convenciendo para que seamos amigos durante mucho tiempo, y ahora pasa de mí como si fuera un cero a la izquierda.
Porque me gusta mucho, y tengo que encerrar mis sentimientos en un cajón antes de que se conviertan en algo más grande.
Porque mientras él le sonríe de manera abierta a esta nueva chica, yo tengo el corazón roto.
Tonta, mil veces tonta Lux.
.☀️.
¡Hola!
Todo muy triste por acá :( Espero se encuentren hiper mega bien y os haya gustado el capítulo, se supone que lo debí subir hace dos días pero no encontraba cabeza para editarlo, perdón la tardanza.
¿Qué opinan de lo que pasó?
¿Asher es un tonto y se aleja de nuevo? Mode: imbécil. SI. Siempre huyendo... Y quiero decir, esta vez si le afectó.
¿Lux? Mode: estamos tristes en medio de una ruptura.
¿Madeline? Mode: somos divas ¿Teorías? Opiniones acerca de ella aquí. (Admito que es de mis personajes favorito)
¿Qué creen que sucederá en el próximo capítulo?
Se vienen cosas que me emocionan :D Espero les emocionen a ustedes.
Les amo ¡Voten y Comenten!
Chiste del Capítulo para quitarnos la tristeza: ¿Qué le dice una foca a su madre? I love you, mother foca JSJSJSJJSJSJS los amo, me encantan.
Se despide: Sunset
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