Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✦𝟎𝟔⟡

No sabía que decir en cuanto a fortuna tenía. Si es cierto que mi suerte se vió en el exámen del jefe, pero tampoco sabía decir que aquella misma fortuna era la que me acomplejaba a querer irme del puesto y, ser sustituta de mesera en la barra.

Tanto Nora cómo yo, fuimos «explotadas» en todo el sentido de la palabra. Y eso que fue nuestro primer día de trabajo oficial.

Llegué a casa a las 7:00 de la mañana y en cuanto toqué la almohada caí desmayada.

Normal, ¿verdad? Pero lo que no era normal, era el hecho de sentirme intimidada por un robot con apariencia humana y, un semblante carismático cuando en realidad es más estricto que los profesores de preparatoria. ¡Su mirada azul siempre la encontraba sobre mi!

Pero no significaba que quería cambiarme de puesto. El chef Henry en realidad es más duro que un patata sin cocinar.

Ni siquiera Nora se ha salvado cuando es ella su prometida, pero en realidad estaba bien. No debía haber preferencias, ni aunque fuera su esposa o futura prometida. El trato debía ser igual para todos por igual, y eso incluía los regaños.

Con toda la pereza del mundo me senté en la cama, mirando la pared dónde estaba mi clóset.

¿Es realmente necesario que yo vaya a trabajar?, no quería ir. Estaba comenzando a arrepentirme de haber entrado en un horario nocturno, y peor en un lugar para adultos, donde nuestro uniforme es lencería.

Había dormido toda la tarde, saltándome por completo el desayuno y almuerzo. El hambre era avivas, llenando cada centímetro de mi estómago por pedir un bocado. Bocado que aún no había en la cocina.

Tendría que volver a comprar afuera.

Me preparé una taza de café y yo en la ducha.

Tiempo después de que me haya alistado, Max me llamó haciéndome compañía en el transcurso de la tarde. Cocinar y hablar con mi nuevo mejor amigo es increíble, aunque Ethan se metía en la conversación desde la lejanía, llenando las risas la mayor parte de las palabras y dejándome sin aire en varias ocasiones.

Es por ello que me hace falta Ethan. Es bastante carismático, siempre eran sus locuras las que llenaban la casa y las risas jamás se acaban. Pero no podía estar ahí, ellos ya estaban casados y no podía ser el mal tercio ahí mismo.

Sin embargo, Max jamás me miró así e intentaba integrarme a la casa. Quería que regresara con ellos, y con franqueza lo quería, pero no quería arriesgarme.

Salí de la ducha y me preparé, despidiendome de Max y esperando que Ethan llegue temprano como ayer.

Llegué a tiempo. Con Nora esperándome en los vestidores con una sonrisa tan brillante como las luces del escenario. ¿Cómo es posible que el esposo o futuro esposo la deje trabajar aquí? Ella irradia inocencia por de la vieras, pero a pesar de ello tenía talento en bruto, pues aquí le han dicho que la podían pulir para que pueda ir a la cocina.

A Nora la han puesto con el Bartender, su cara angustiada me decía que no mucho le agradaba la idea de que un animatronico le exigiera como un humano lo haría con otro. Pero será temporal su trabajo, o eso quiero pensar.

⸻¿Pudiste dormir? ⸻Me pregunto acomodando su pajarita con la ayuda del espejo de su locker. ⸻A mi Henry casi que le llama al Sol para exigirle que me devuelva a la cocina.

Ella ríe encantada mientras que yo, solo veo preocupación genuina de su futuro esposo. Sonreí por lo probablemente la cara de enamorada que habrá puesto ella en ese momento, pues cada que lo veía era como si fuera el último hombre de la tierra. Verla a ella era como ver el mismo amor encarnado.

Nos preparamos, Nora me maquilló y como toque final, una pajarita en el cuello desnudo, resaltando mi busto. Vulgar, obviamente, pero de alguna manera me hacía sentir bonita.

⸻¿Lista? ⸻Me miró por todos los ángulos del rostro con una sonrisa liviana.

⸻No, ¿Tengo otra opción?

Ella río contagiandome de nuevo.

⸻No querida, tenemos que hacer esto si queremos dinero.

No nos quejamos más, tampoco hablamos del tema, pero neta de salir de los vestidores, nos abrazamos y nos deseamos suerte entre nosotros.

La noche era joven, no había nadie y solo debimos ordenar y preparar todo para abrir. En el camino se veía a los bailarines, unos humanos ayudando también, pero tanto ellos como nosotros tenemos prohibido hablar entre nosotros; esto era obvio, pues era para evitar acoso entre compañeros y futuros problemas.

Dejamos todo listo, y fui la primera en sentarme antes de abrir. Nora llego segundos después ya con bandejas y copas vacías. Me sonrió y se despidió para despedirse e ir a la enorme barra, donde lo más llamativo era el enorme robot alto, carismático y bastante elegante con su traje.

Ahora mismo que no lo tenía de cara, puedo tener un momento tranquilo para analizarlo con mejor detenimiento, pues me daba la sensación de pánico y nostalgia. No sabría porque nostalgia, jamás lo vi y tampoco lo he visto en fotos. Su postura recta me llena de incertidumbre y su movimientos humanos asustaban.

Sus ojos azules resplandecían, pero extrañamente tenían expresiones. Aquellas expresiones eran de seriedad, una que otra risa por algún comentario que él mismo u otra persona dijo. Su sonrisa enorme deba escalofríos, sus manos enormes y dedos largos viajaban y expresaban lo que su rostro no puede hacerlo aún.

Nora estaba atenta, seria. Cada que Sundroop alzaba los brazos Nora los seguía y casi siempre se le veía hablando, preguntando y respondiendo; Sun se veía bastante carismático, quizás hasta un poco amable, pero todo lo contrario. Su contraparte Moon, no la hemos visto y según Sun, no queremos hacerlo.

Tragué saliva cuando Sun giró sus ojos mientras uno de sus empleados le hablaba a él. Su brazos cruzados sobre su pecho, y aquel perfil me dejaban los bellos de la nuca de punta debido al estrés que me provocaba el solo tener sus ojos sobre mí.

Inmediatamente le di la espalda, teniendo la sensación de que Sun aún mantenía sus ojos afilados en mi nuca.

¡La noche ha caído! Y que la matanza a mis pies comience...Suena exagerado, pero dolía a horrores.

⸻Mesa 53, Langostinos de salsa de ostras.

⸻En camino.

Todo era caos. Literalmente era caos por donde sea. Todos estaban de arriba hacia abajo, los chicos eran los que atendían las mesas de las mujeres mientras que nosotras atendemos a los hombres. Si era mixto, entonces también debíamos atender ambos, chicos y chicas. Hoy por el momento solo me ha tocado tres meses, era lo más leve que nos tocara, pues cuando pase las horas será mucho peor.

Cada que salía a dejar los platos habían personas mirando el espectáculo que se daba en el escenario, encima de la tarima estaba el enorme robot que saludaba a todo aquel que le pedía una canción en específico en un una de las computadoras que cuidaba Ethan. Sí, ni siquiera Ethan se salva de trabajar de cara al cliente.

Todo iba bien, cada vez era más eficiente y evitaba equivocarme. Nora y yo de vez en cuando coincidimos con las mesas que debíamos atender. Y si me pedían a mis las bebidas debía ir yo directamente con Sun.

No me gustaba para nada tener que hablarle de cerca al sol, mucho menos cuando me miraba tan intensamente cada que pisaba sus terrenos.

Dejé los platos con una sonrisa intentando que no me incomode las miradas lascivas de los hombres, pero aún así intente lucir lo más elegante y amable.

⸻¿No quieres probar el bocadillo, bombón? ⸻El hombre pasó sus ojos por todo mi pecho para acabar en mis ojos, donde con descaró se lamió los labios.

⸻Lo siento mucho, señor. Es norma del lugar no aceptar nada, pero espero que disfruten de la cena.

Di un pequeño paso hacía atrás, dispuesta a huir de la mirada, pero por obligación tuve que quedarme hasta que el hombre tomara los cubiertos para comenzar a comer.

⸻Como quieras, preciosa. Pero traeme un Aperol Spritz. ¿Quieres guapa?

No, no quiero pero debo hacerlo.

⸻Con mucho gusto.

Salí tan rápido como mis tacones me lo permitieron y cuando estaba lo suficientemente lejos de la mesa, me lleve una mano a la frente, aguantando las ganas de insultar al aire para evitar que un comensal me escuchara.

Habían actitudes que daban asco, otras simplemente no las aguantaba y me repetía mil veces que debo aguantar hasta que me paguen y renunciar. Quería renunciar porque definitivamente esto no era lo mío, al menos no hasta que mi mirada subió para alcanzar los ojos azules de Sundroop.

Mierda.

Tragué saliva. Santía que cada mirada de él era como si me cocinara por dentro y quisiera alejarme para dejar de sentir un calor sofocante y una tensión que no sabía de donde diablos salía.

⸻¿Qué desea, señorita T/N? ⸻Su mirada estaba sobre mis ojos, y apesar de eso, hacía las bebidas sin ver nada más que a mí.

Quité la mirada por unos segundos, intentando recordar lo que me pidió el señor de la mesa, pero era difícil recordar con una mirada tan intensa sobre tu cabeza; cerré los ojos y me apoye en la barra para gritar un poco debido a la fuerza de la música.

⸻Aperol Spritz en la mesa 115. ⸻Abrí mis ojos una vez dicho el pedido, pero sentía un calor intenso en mis mejillas al verlo levemente inclinado para escucharme de mejor forma. ⸻E-Eh...¿Por favor?

Esa cosa me ponía los pelos de punta, más cuando uno de sus manos la ponía alrededor de su oreja y sonreírme de lado, algo que extrañamente le hacía lucir muy atractivo.

⸻Habla más fuerte, para ser una de las que mejor se desempeñó, eres una de las que más suave habla.

Bueno, ¡Es culpa tuya por provocarme el pavor de no verte por más de cinco segundos!

No le dije nada más y di media vuelta, pero un compañero y yo casi nos chocamos de no ser porque paso una de sus manos en mi cintura para dar una media vuelta y evitar que ambos nos cayeramos.

De los nervios de que algo malo pasara, puse mis manos en la poca ropa que tenía el chico y la empuñe en mis manos para verlo con los ojos bien abiertos, debido a no poder creer que lo que se había hecho.

⸻¡Lo siento mucho! ⸻ Me aleje y miré al suelo para verificar que nada haya paso, pero simplemente todo estaba en orden. ⸻No miré antes de...Lo siento...

⸻Tranquila, solo sigue adelante.

Me sonrió amablemente y dejó las bandejas en la barra para que Sun pusiera las bebidas mientras le decía dónde debía ir cada una de las cosas.

Esto no era más que un caos en orden, porque quiérase o no, nos sabíamos coordinar sin saber cómo diablos estábamos funcionando. Pero si algo sabía, es que si funcionaba no había que cambiar nada y mucho menos que mejorar porque puede ser más caos que orden, el equilibrio que había era bueno así como estábamos.

Por otra parte, Sun me miró en cuanto mi compañero se fue al otro lado contrario. Por un momento pensé que se enojaría por mi torpeza pero simplemente note una risa fugaz en sus labios. Algo sinceramente que me desconcertó y me hizo querer de nuevo correr.

Cada una de sus facciones o reacciones me tenían tensas, pero no podía hacer nada más que aguantar, disimular (aunque creo que eso no era para nada buena) y seguir con mi trabajo. 

Fui directamente a la cocina, de nuevo a sacar nuevos pedidos y regresar platos sucios.

Era una rutina, una de las cuales no era agradable.

⸻¡Se terminó, muchachos!

En la cocina, el Chef Henry no dio la felicitación de haber un maravilloso trabajo, donde nos premió con hacer nuestra propia cena y elegir la bebida que quisiéramos.

Henry estaba enseñando a algunos cocinar para todos, mientras que los demás ordenaban y guardaban lo que ellos iban usando, por otro lado Nora y yo nos mantuvimos sentadas en un lugar apartado para conversar y poder convivir.

Ambas estábamos felices del logro, pues nos fue bien y las propinas nos fue repartidas para algunos que trabajamos en conjunto.

⸻¡Eh! ¿Quién va por las botellas de champán! ⸻Gritó uno de los que estaba en la cocina.

Nora no tardó en levantarse y alzar los brazos junto con el mío.

⸻¡Nosotras!

No me dejó terminar de procesar y me arrastró fuera de la cocina, donde las mesas ya estaban en orden y limpias.

⸻¿Por qué nosotras? ⸻Cuestione con pereza.

⸻Escuche un rumor. Más vi el rumor...⸻La miré intrigada. ⸻¿Te dan miedo los robots?

¿Qué?

⸻¿De qué hablas? Soy ingeniera en informática. Yo hice algunos robots.

Nora me detuvo y me miró con los brazos cruzados y sus ojos destellaban con un brillo de burla.

⸻¿Y por qué tanto miedo a Sun?

Miedo no es eso a lo que describiría lo que siento al verlo. Es una sensación extraña que invade mi cuerpo, y me hacía no verlo. Es como si lo conociera y a la vez no.

⸻No es miedo. ⸻Intenté explicarme con calma, aunque en mi voz se notaba como mi garganta se cerraba de las ganas de correr. ⸻Es...respeto.

Nora quedó unos segundos en silencio para reír por lo bajo.

⸻Entiendo que le tengas miedo, pues es tecnología bastante avanzada y no sepas de lo que es capaz de hacer, pero solo está programado para ser amable, estricto y un buen bartender.

Con la tecnología no se juega, y eso me lo han repetido muchas veces, por lo que prefiero tener mis distancias por el señor sol.

⸻Si...En realidad no lo había pensado de esa manera. ⸻Esquive su mirada y miré la barra sola. ⸻¿Crees que debamos agarrar sin pedir permiso?

⸻Y es aquí donde te digo: ve a buscar a Sun.

Inesperadamente me lo espere. Creo que tenía una idea Nora de lo que pasaba conmigo y por ello las preguntas. La miré mal por unos segundos para suspirar.

⸻Si te demuestro que no es miedo, ¿dejarás a esta pobre vieja tranquila?

⸻Viejita o no, no debes dejarte intimidar por nadie. ⸻La miré sonreirme con comprensión. ⸻Sea o no robot debes ser fuerte, en ese trabajo es fuerza y mucha disciplina.

La observé, su rostro era de orgullo y a la vez de felicidad de poder entender porqué estaba así. Aunque no sabía qué fue aquello.

Miré a otro lugar, buscando la pista de Sundroop, pero me tope con el enorme robot que guardaba todo lo que había usado ahora. Quizás no sea Sundroop pero creo que es mejor pedir permiso a él; me acerqué y analice cómo haría para que me prestara atención, sin ser grosera o algo por el estilo; alrededor de la tarima era cortinas, luces apagadas, cuerdas de cables, micrófono y palancas para controlar las cortinas y la intensidad de las luces. 

Subí a la tarima mirando al enorme robot que seguía a lo suyo. Detrás de las cortinas azules, note una pequeña pantalla. Fui ahí era el lugar donde los animatronicos del espectáculo se preparan antes de salir al show. Y fue cuando uno de ellos salió al verme entrar.

⸻¡Hola! ¿Qué necesita, señorita T/N?

Los animatronicos estaban ahí, en un pequeño círculo platicando, pero cuando me noto uno de ellos me miraron todos. Me sentí avergonzada al verlos que se estaban cambiando de accesorios.

⸻Yo...⸻Miré al que se me acercó con unas orejas de conejo, con una camisa que no cubría nada y su abdomen era tan marcado que jamás creí que existiera. ⸻B-Busco a Sundroop. ¿Saben donde esta?

El conejo me sonrió dulcemente.

⸻¡Claro! Está en su oficina. ⸻Observó a sus amigos y de alguna manera dejaron de ponernos atención y continuaron en lo suyo. ⸻Está en la segunda planta. Según subes a la izquierda, tercera puerta. Toca tres veces, ⸻se acerca un poco a mi y suelta una risa divertido. ⸻es un poco estricto en eso.

No supe como tomarme esa información, pero aún así sonreí amable y con los nervios a flor de piel, terminé caminando directo a la oficina de Sun. Cosa que se supone, debía preguntarle al enorme robot que estaba sobre nosotros y aún así terminé preguntando por Sun. La vida y mi mente son injustas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro